sábado, 22 de julio de 2017

Columna vertebral - Wikipedia, la enciclopedia libre

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Columna vertebral



Columna vertebral
Gray 111 - Vertebral column-coloured.png

Dibujo representativo de los segmentos de la columna vertebral, vista lateral izquierda: región cervical (naranja); región torácica (índigo); región lumbar (amarillo); región sacra (verde); región coccígea (violeta). Th#: vértebra dorsal. Os Sacrum: Hueso sacro. Coccyx: Coccis.
Latín [TA]: columna vertebralis
TA A02.2.00.001
Enlaces externos
Gray pág.96
MeSH vertebral+column
FMA 13478
[editar datos en Wikidata]
La columna vertebral, espina dorsal o el raquis
es una compleja estructura osteofibrocartilaginosa articulada y
resistente, en forma de tallo longitudinal, que constituye la porción
posterior e inferior del esqueleto axial. La columna vertebral es un órgano1
situado (en su mayor extensión) en la parte media y posterior del
tronco, y va desde la cabeza (a la cual sostiene), pasando por el cuello
y la espalda, hasta la pelvis a la cual le da soporte.



Índice

Regiones de la columna

La columna vertebral consta de cinco regiones, contando con 33 vértebras, dividiéndose en:


Cada región tiene una serie de características propias, las cuales se
van superponiendo en aquellas vértebras cercanas a la otra zona (como
por ejemplo C7, T12 o L5).



Vértebras cervicales. Visión oblicua.

Región cervical

Existen siete huesos cervicales, con ocho nervios espinales,
en general son pequeños y delicados. Sus procesos espinosos son cortos
(con excepción de C2 y C7, los cuales tienen procesos espinosos incluso
palpables). Nombrados de cefálico a caudal de C1 a C7, Atlas
(C1) y Axis (C2), son las vértebras que le permiten la movilidad del
cuello. En la mayoría de las situaciones, es la articulación
atlanto-occipital que le permite a la cabeza moverse de arriba a abajo,
mientras que la unión atlantoaxidoidea le permite al cuello moverse y
girar de izquierda a derecha. En el axis se encuentra el primer disco intervertebral
de la columna espinal. Todos los mamíferos salvo los manatíes y los
perezosos tienen siete vértebras cervicales, sin importar la longitud
del cuello. Las vértebras cervicales poseen el foramen transverso por
donde transcurren las arterias vertebrales que llegan hasta el foramen
magno para finalizar en el polígono de Willis.
Estos forámenes son los más pequeños, mientras que el foramen vertebral
tiene forma triangular. Los procesos espinosos son cortos y con
frecuencia están bifurcados (salvo el proceso C7, en donde se ve
claramente un fenómeno de transición, asemejándose más a una vértebra
torácica que a una vértebra cervical prototipo).



Esquema de una vértebra torácica
En la región cervical podemos distinguir dos partes: -Columna
cervical superior (CCA): formada por los cóndilos occipitales, atlas
(C1) y carillas articulares superiores del axis (C2). Hacen movimientos
cibernéticos, de ajuste con 3 grados de movimiento.


-Columna cervical baja (CCB): desde las carillas articulares
inferiores del axis (C2) hasta la meseta superior de T1. Van a realizar
dos tipos de movimientos: flexoextensión y movimientos mixtos de
inclinación-rotación. Esta región requiere mucha movilidad, protege al
bulbo raquídeo y la médula espinal. También estabiliza y sostiene la
cabeza que representa el 10 % del peso corporal.


Ambas partes de la columna cervical (CCA y CCB)se van a complementar
entre sí para realizar movimientos puros de rotación, inclinación o
flexoextensión de la cabeza.


Región torácica

Los doce huesos torácicos y sus procesos transversos tienen una superficie para articular con las costillas.
Alguna rotación puede ocurrir entre las vértebras de esta zona, pero en
general, poseen una alta rigidez que previene la flexión o la excursión
excesiva, formando en conjunto a las costillas y la caja torácica,
protegiendo los órganos vitales que existen a este nivel (corazón,
pulmón y grandes vasos). Los cuerpos vertebrales tiene forma de corazón
con un amplio diámetro Antero Posterior. Los forámenes vertebrales
tienen forma circular.


Región lumbar

Las cinco vértebras tienen una estructura muy robusta, debido al gran
peso que tienen que soportar por parte del resto de vértebras
proximales. Permiten un grado significativo de flexión y extensión,
además de flexión lateral y un pequeño rango de rotación. Es el segmento
de mayor movilidad a nivel de la columna. Los discos entre las
vértebras construyen la lordosis lumbar (tercera curva fisiológica de la
columna, con concavidad hacia posterior).


Región sacra

Son cinco huesos que en la edad madura del ser humano se encuentran
fusionadas, sin disco intervertebral entre cada una de ellas.


Cóccix

En general, son cuatro vértebras (en casos más raros puede haber tres
o cinco) sin discos intervertebrales. Muchos animales mamíferos pueden
tener un mayor número de vértebras a nivel de esta región, que se
reciben el nombre de vértebras caudales. El dolor a nivel de esta región
se denomina coccigodinia, el cual puede ser de diverso origen.


Funciones

Las funciones de la columna vertebral son varias, principalmente
interviene como elemento de sostén estático y dinámico, proporciona
protección a la médula espinal recubriéndola, y es uno de los factores que ayudan a mantener el centro de gravedad de los vertebrados.3


La columna vertebral es la estructura principal de soporte del esqueleto
que protege la médula espinal y permite al ser humano desplazarse en
posición “de pie”, sin perder el equilibrio. La columna vertebral está
formada por siete vértebras cervicales, doce vértebras torácicas o vértebras dorsales, cinco vértebras lumbares inferiores soldadas al sacro, y tres a cinco vértebras soldadas a la “cola” o cóccix. Entre las vértebras también se encuentran unos tejidos llamados discos intervertebrales que le dan mayor flexibilidad.


La columna vertebral sirve también de soporte para el cráneo.


Constitución

La columna vertebral está constituida por piezas óseas superpuestas y articuladas entre sí, llamadas vértebras (vertebræ PNA), cuyo número —considerado erróneamente casi constante— es de 33 piezas aproximadamente, dependiendo de la especie.45


Las vértebras están conformadas de tal manera que la columna goza de
flexibilidad, estabilidad y amortiguación de impactos durante la locomoción normal del organismo.6


La columna vertebral de un humano adulto mide por término medio 75 cm de longitud.


Curvaturas de la columna vertebral humana


Diagrama de la anatomía de la columna

Orientación de la columna vertebral en superficie.7
Las curvaturas de la columna vertebral, no se producen sólo debido a la forma de las vértebras, sino también, a la forma de los discos intervertebrales.


En humanos, la columna vertebral presenta varias curvas, que corresponden a sus diferentes regiones: cervical, torácica, lumbar y pélvica.


La curva cervical es convexa hacia adelante; es la menos marcada de todas las curvas. La curva torácica es cóncava hacia delante y se conoce como la curva tt. La curva lumbar es más marcada en la mujer que en el varón. Es convexa anteriormente y se conoce como la curva lordótica. La curva pélvica concluye en el coxis; su concavidad se dirige hacia delante y hacia atrás.


La columna humana cuenta con dos tipos principales de curvaturas: anteroposteriores (ventrodorsales) y laterolaterales:8


Curvaturas anteroposteriores

Se describen dos tipos de curvaturas: cifosis y lordosis. La cifosis
es la curvatura que dispone al segmento vertebral con una concavidad
anterior o ventral y una convexidad posterior o dorsal. La lordosis, al
contrario, dispone al segmento vertebral con una convexidad anterior o
ventral y una concavidad posterior o dorsal. La columna vertebral humana
se divide en cuatro regiones, cada una con un tipo de curvatura
característica:


  • Cervical: lordosis.
  • Torácica: cifosis.
  • Lumbar: lordosis.
  • Sacro-coccígea: cifosis.
En el recién nacido humano, la columna cervical sólo cuenta con una gran cifosis. La lordosis lumbar y cervical, aparecen luego.


Curvaturas laterales

En humanos, la columna vertebral presenta una curvatura torácica
imperceptible de convexidad contralateral al lado funcional del cuerpo.
Debido al predominio de la condición diestra en la población, la mayoría
presenta una curvatura lateral torácica de convexidad izquierda.


Biomecánica fisioterápica


Vértebras cervicales

Vértebras torácicas

Vértebras lumbares
Biomecánicamente hablando, la columna vertebral tiene dos grandes funciones:


En primer lugar, es un pilar que sostiene el tronco, y mientras más
inferior (lumbar), más centralizado está con respecto de los demás
componentes, para soportar mejor la carga del hemicuerpo que queda sobre
esta zona. Así mismo, en la región cervical también se distribuye en el
centro (para soportar la cabeza), esto es lo que veríamos en un corte
anteroposterior. No es así en la zona dorsal debido a su función de
albergar algunos de los principales órganos.


En segundo lugar, la columna protege a dos de los principales
elementos del sistema nervioso central, que son la médula espinal,
alojada en su canal raquídeo y, puesto que éste comienza en el agujero
magno occipital, también al bulbo raquídeo.


Por supuesto, no podemos olvidar la importancia de una columna
articulada que permite el movimiento del tronco y la diferencia que
aporta esta capacidad con otras especies que es la bipedestación.


Unidad funcional vertebral

La unidad funcional vertebral está constituida por dos vértebras adyacentes y el disco intervertebral.


En esta unidad vertebral se puede distinguir un pilar anterior, cuya
principal función es el soporte, desempeñando una función estática; y un
pilar posterior cuya función es dinámica. Existe una relación funcional
entre el pilar anterior y el posterior, que queda asegurada por los
pedículos vertebrales. La unidad vertebral representa una palanca
«interapoyo» de primer grado, donde la articulación interapofisiaria
desempeña el papel de punto de apoyo. Este sistema de palanca permite
amortiguar las fuerzas de comprensión axial sobre el disco de manera
pasiva, y amortiguación activa en los músculos posteriores.


Generalidades del cuerpo vertebral

El cuerpo vertebral tiene la estructura de un hueso corto;9
es decir, una estructura en cascarón con una cortical de hueso denso
rodeando al tejido esponjoso. La cortical de la cara superior y de la
cara inferior del cuerpo vertebral se denomina meseta vertebral. Este es
más espeso en su parte central donde se halla una porción
cartilaginosa. La periferia forma un reborde, el rodete marginal. Este
rodete procede del punto de osificación epifisaria que tiene la forma de
un anillo y se une al resto del cuerpo vertebral hacia los 14 o 15 años
de edad. Las alteraciones de osificación de este núcleo epifisario
constituyen la epifisitis vertebral o la enfermedad de Schauermann.


En un corte verticofrontal del cuerpo vertebral, se puede constatar
con claridad, a cada lado, corticales espesas, arriba y abajo, la meseta
tibial cubierta por una capa cartilaginosa y en el centro del cuerpo
vertebral trabéculas de hueso esponjoso que se distribuyen siguiendo
líneas de fuerza. Estas línea son verticales y unen la meseta superior y
la inferior, u horizontales que unen las dos corticales laterales, o
también oblicuas, uniendo entonces la meseta inferior con las corticales
laterales.


En un corte sagital, aparecen nuevamente las citadas trabéculas
verticales pero, además, existen dos sistemas de fibras oblicuas
denominadas fibras en abanico. Por una parte, un abanico que se origina
en la meseta superior para expandirse, a través de los pedículos, hacia
la apófisis articular superior de cada lado y la apófisis espinosa. Por
otra parte, un abanico que se origina en la meseta inferior para
expandirse, a través de los pedículos, hacia las dos apófisis
articulares inferiores y la apófisis espinosa. El cruce de estos tres
sistemas trabeculares establece puntos de gran resistencia, pero también
un punto de menor resistencia, y en particular un triángulo de base
anterior donde no existen más que trabéculas verticales.


Esto explica la fractura cuneiforme del cuerpo vertebral: de hecho,
ante una fuerza de compresión axial de 600 kg la parte anterior del
cuerpo vertebral se aplasta: se trata de una fractura por aplastamiento.
Para aplastar enteramente el cuerpo vertebral además de hacer que “el
muro posterior” ceda, se precisa una fuerza de compresión axial de
800 kg.


Generalidades del arco

Cuando se descompone una vértebra tipo en sus diferentes partes
constitutivas, puede constatarse que está compuesta por dos partes
principales:


  • El cuerpo vertebral, por delante.
  • El arco posterior, por detrás.
El arco posterior tiene forma de herradura, a ambos lados de este
arco posterior se fija el macizo de las apófisis articulares, de modo,
que se delimitan dos partes en el mismo.


- Por un lado se localizan los pedículos, por delante del macizo de las apófisis articulares.


- Por otro se sitúan las láminas y por detrás del macizo de las apófisis articulares.


Por detrás, en la línea media, se fijan las apófisis espinosas. El
arco posterior, así constituido, se une a la cara posterior del cuerpo
vertebral mediante los pedículos. La vértebra completa contiene además
las apófisis transversas, que se unen al arco posterior aproximadamente a
la altura del macizo de las apófisis articulares. Esta vértebra tipo se
halla en todos los niveles del raquis con, por supuesto, cambios
importantes bien en el cuerpo vertebral, en el arco posterior y
generalmente en ambas a la vez.


Biomecánica del arco

Situado por detrás de la vértebra se localiza el arco posterior.
Sujeta las apófisis articulares, cuyo apilamiento conforma las columnas
de las apófisis articulares. El pilar posterior desempeña una función
dinámica. La relación funcional entre pilar anterior y pilar posterior
queda garantizada por los pedículos vertebrales. Si se considera la
estructura trabecular de los discos vertebrales y de los arcos
posteriores, se puede comparar cada vértebra a una palanca de primer
grado, denominada "interapoyo", donde la articulación cigapofisiaria
desempeña la función de punto de apoyo. Este sistema de palanca permite
amortiguar las fuerzas de compresión axial sobre la columna:
amortiguación indirecta y pasiva en el disco intervertebral,
amortiguación indirecta y activa en los músculos de las corredera
vertebrales, todo esto mediante las palancas que forma cada arco
posterior. Por lo tanto, la amortiguación de las fuerzas de compresión
es a la vez pasiva y activa.


Biomecánica del cuerpo vertebral

El cuerpo vertebral comprende una estructura ósea cóncava
lateralmente, cuyas dimensiones predominan en anchura, que posee una
concavidad posterior para que se aloje la médula y que se encuentra
recubierta de cartílago articular. Su morfología es determinada por las
grandes exigencias mecánicas en cuanto a la transmisión de fuerzas a la
que se ve sometido todo el raquis vertebral, llegando a soportar más del
80 % de la carga.10


Los cuerpos vertebrales superior e inferior adyacentes al disco intervertebral forman una articulación de tipo anfiartrosis.11
Cuya función principal es dar estabilidad soportando principalmente
esfuerzos compresivos. Por el contrario, sus respectivos arcos
vertebrales poseen una función dinámica proporcionando dinamismo a toda
la estructura funcional formada por los tres elementos anteriores.9


La alteración de la distribución de cargas entre el cuerpo y el arco
vertebral determinará la aparición de síndromes facetarios, degenerando
los macizos interapofisiarios posteriores por el aumento del porcentaje
de carga soportado.12


La transmisión de cargas se modifica en función de la curvatura del raquis que se encuentre sometida a estrés:


  • En las lordosis cervical y lumbar se producen principalmente a través de los arcos vertebrales o pilar posterior.
  • En las cifosis dorsal y sacra a través de los cuerpos vertebrales o pilar anterior.
  • En las zonas de transición las estructuras sometidas a importantes fuerzas de tracción son los pedículos vertebrales.
Comportamiento de los cuerpos vertebrales y arcos vertebrales asociado a los movimientos simples del disco:9


  • Flexión:
    • La vértebra superior se desliza hacia delante y disminuye el espacio intervertebral a nivel anterior.
    • El núcleo se desliza hacia atrás.
    • Mecanismo de autoestabilización (acción conjunta del núcleo pulposo y
      del anillo fibroso) hace de freno para evitar mayor desplazamiento de
      la vértebra superior hacia delante.
    • Los procesos articulares posteriores se separan.
  • Extensión:
    • La vértebra superior se desliza hacia atrás y disminuye el espacio intervertebral a nivel posterior.
    • El núcleo se desliza hacia delante.
    • Mecanismo de autoestabilización: hace de freno para evitar mayor desplazamiento de la vértebra superior hacia atrás.
    • Los procesos articulares posteriores se juntan.
  • Latero flexión o inclinación lateral:
    • La vértebra superior se desplaza hacia el lateral.
    • El núcleo pulposo se desliza contralateral.
    • El mecanismo de autoestabilización: hace de freno para evitar mayor desplazamiento de la vértebra superior hacia el lateral.
  • Rotación:
    • La vértebra superior rota hacia el lateral.
    • El núcleo pulposo rota en sentido contralateral.
    • Incremento de la presión interna del núcleo pulposo.
    • El mecanismo de autoestabilización: hace de freno para evitar mayor rotación de la vértebra superior.

Función de las columnas que forman los discos y arcos

Por delante se encuentra el pilar anterior, cuya función es
principalmente de soporte. Por detrás se hallan las columnas
articulares, sujetas por el arco posterior. Mientras el pilar anterior
desempeña una función estática, el pilar posterior desempeña una función
dinámica.


En sentido vertical, la disposición alterna de las piezas óseas y de
los elementos de unión ligamentosa permite distinguir, según Schmorl,[cita requerida] un segmento pasivo, constituido por la vértebra misma, y un segmento motor, que comprende de delante atrás: el disco intervertebral,
el agujero de conjunción, las articulaciones interapofisiarias y, por
último, el ligamento amarillo y el interespinoso. La movilidad de este
segmento motor, correspondiente al pilar posterior, es responsable de
los movimientos de la columna vertebral.


Los ligamentos anexos al arco posterior aseguran la unión entre dos arcos vertebrales adyacentes:


  • El ligamento amarillo, muy denso y resistente, que se une a su
    homólogo en la línea media y se inserta, por arriba en la cara profunda
    de la lámina vertebral de la vértebra subyacente y, por abajo en el
    borde superior de la lámina vertebral de la vértebra subyacente.
  • El ligamento interespinoso, que se prolonga por detrás mediante el
    ligamento supraespinoso. Este ligamento supraespinoso está poco
    individualizado en la porción lumbar; en cambio, es muy nítido en el
    tramo cervical.
  • El ligamento intertransverso, que se inserta a cada lado en el extremo de cada apófisis transversa.
  • Ligamentos interapofisiarios, que se encuentran en las
    articulaciones interapofisiarias y que refuerzan la cápsula de estas
    articulaciones: ligamento anterior y ligamento posterior.
El conjunto de estos ligamentos asegura una unión extremadamente
sólida entre las vértebras, a la par que le confiere al raquis una gran
resistencia mecánica.


Biomecánica de los pilares vertebrales

En primer lugar es necesario saber que el 80 % del peso corporal cae
sobre el pilar anterior de la columna (parte estática), y el 20 %
restante sobre el pilar posterior (parte dinámica). Según Louis y
Bruguer, cuando se alteran estas funciones, se producen una serie de
compensaciones (hernias, protusiones...).9


Pilar anterior

El pilar anterior de la columna vertebral está constituido por los
cuerpos vertebrales y los discos intervertebrales. Tiene una función de
soporte (cuerpos) y elasticidad (discos).13


Cuerpo vertebral
Es un hueso corto, con el interior de tejido óseo esponjoso, que se dispone en el interior formando unas estructuras anastomosadas bifurcadas llamadas trabéculas,
y tejido óseo compacto o cortical en la superficie. Las trabéculas se
disponen en tres direcciones: vertical, que unen la cara superior y la
inferior; horizontal, que unen las corticales laterales, y dos sistemas
de líneas oblicuas o fibra en abanico. Las horizontales se dirigen desde
la cara superior e inferior del cuerpo vertebral, pasando por los dos
pedículos, hasta la apófisis articulares superior, inferior y espinosa.
El entrecruzamiento de los sistemas trabeculares establece puntos de
fuerte resistencia, como es el caso de los pedículos, pero también
puntos de menor resistencia como el triángulo que se forma a nivel de la
parte más anterior del cuerpo vertebral, donde solo existen trabéculas
verticales, por lo que es el lugar de asentamiento de fracturas por
flexión.


Disco intervertebral
Es un sistema amortiguador que une dos cuerpos vertebrales adyacentes formando una articulación de tipo anfiartrosis. Está constituido de una parte central llamada núcleo pulposo, y una periférica llamada anillo fibroso.
La función fundamental es mantener separadas las dos vértebras y
permitir movimientos de balanceo entre ellas. El 70-90 % del núcleo es
agua, el 65 % de su peso seco son proteoglicanos (cuya función es retener agua) y el 15-20 % colágeno
de tipo II (de naturaleza elástica). El contenido de colágeno varia en
función de su localización (es mayor en los discos cervicales y menor en
los lumbares) y de la edad (disminuye con la edad, por lo que disminuye
su resistencia). No tiene vasos ni nervios, de ahí su incapacidad de
regeneración. En cuanto al anillo fibroso, consiste en capas
concéntricas sucesivas de fibras colágenas, ordenadas oblicuamente con
30º de inclinación a derecha e izquierda de forma alternante entre cada
capa, lo que hacen que sean prácticamente perpendiculares entre sí. Esta
arquitectura le hace capaz de soportar compresiones, pero está mal
preparado para los cizallamientos. Su composición es la misma que la del
núcleo, pero con distintas concentraciones relativas (60-70 % agua y
50-60 % colágeno) y distinto tipo de colágeno, ya que el anillo contiene
colágeno tipo I, capaz de soportar tensiones.


Par funcional vertebral

El par funcional vertebral está representado por la unión de dos
vértebras mediante el disco vertebral y sus elementos de unión.
Representa una palanca interapoyo del primer tipo con un punto fijo en
las carillas.


La articulación entre dos vértebras adyacentes es una anfiartrosis.
Está constituida por dos mesetas de las vértebras adyacentes unidas
entre sí por el disco intervertebral. La estructura de este disco es muy
característica, consta de dos partes: Anillo fibroso y núcleo pulposo.


El anillo fibroso y el núcleo pulposo forman juntos una pareja
funcional cuya eficacia depende de la integridad de ambos elementos. Si
la presión interna del núcleo pulposo disminuye o si la capacidad de
contención del anillo fibroso desaparece, esta pareja funcional pierde
inmediatamente su eficacia.


Anillo fibroso

Se trata de la parte periférica del disco conformado por una sucesión
de capas fibrosas concéntricas cuya oblicuidad está cruzada. Las fibras
son verticales en la periferia y cuanto más se aproximan al centro más
oblicuas son.


Núcleo pulposo

Se trata de la parte central del disco. Es una gelatina transparente
compuesta por un 88 % de agua. No hay vasos ni nervios en el interior
del núcleo.


Se halla encerrado en un compartimento inextensible entre las mesetas
vertebrales por arriba, por abajo y el anillo fibroso. Por lo tanto, en
una primera aproximación se puede considerar que el núcleo pulposo se
comporta como una canica intercalada en dos planos. Este tipo de
articulación denominada «de rótula» permite tres clases de movimiento:


  • Movimiento de inclinación tanto en el plano sagital (en este caso se
    observará una flexión o una extensión) como en el frontal (inflexión
    lateral).
  • Movimiento de rotación de una de las mesetas en relación a la otra.
  • Movimiento de deslizamiento o cizallamiento de una meseta sobre otra a través de la esfera.
Estos movimientos son de escasa amplitud. Para conseguir una gran
amplitud solo se puede obtener a la suma de numerosas articulaciones de
este tipo.


El núcleo pulposo soporta el 75 % de la carga y el anillo fibroso el
25 %. El núcleo pulposo actúa como distribuidor de la presión en sentido
horizontal sobre el anillo fibroso.


Movimientos generales de la columna vertebral

En la postura bípeda normal, la columna vertebral y la cabeza se encuentran en equilibrio débil. Solo basta el tono muscular para mantener dichos órganos en esta posición. En un plano sagital
se puede considerar que estos músculos son: dorsalmente, la musculatura
de los canales vertebrales que se extienden desde el sacro e ilíaco hasta la base del cráneo; ventralmente, el recto mayor del abdomen y los músculos escalenos. Estos actúan sobre la estructura ósea vertebral por medio del esqueleto torácico.


A la hora de valorar la movilidad del raquis en su conjunto hay que
tener en cuenta que no existen movimientos puros (ni de flexión,
extensión, inclinaciones laterales ni rotaciones), estos van a
combinarse en los diferentes segmentos. El macromovimiento resultante se
debe a la suma de los pequeños movimientos intervertebrales. También
hay que tener en cuenta que la movilidad de la columna dependerá del
sujeto concreto.



Vista de la columna vertebral posterior y lateral

Movimiento de flexión

Eje y plano
El movimiento de flexión de la columna vertebral se realiza en un eje
trasverso dentro del plano de movimiento sagital o
anteroposterior(dependiendo de la zona se movilizará más o menos).


Amplitudes segmentarias
Las amplitudes segmentarias pueden medirse gracias a radiografías de perfil.


  • En el raquis lumbar: la flexión es de 60º.
  • En el raquis dorsolumbar: la flexión es de 105º.
  • En el raquis cervical: la flexión es de 40º.
Por lo tanto la flexión total del raquis es de 110º.


Naturalmente las cifras varían de un individuo a otro y son dependientes del sexo y la edad entre otros factores.


Vértebra suprayacente
Durante la flexión la vértebra superior se desliza hacia delante y el
espacio intervertebral disminuye en el borde anterior; el núcleo
pulposo se desplaza hacia atrás de modo que se sitúa sobre las fibras
posteriores del anillo fibroso aumentando la tensión del mismo.


Vértebra subyacente
Se mantiene inmóvil en función de la #Unidad funcional vertebral.


Que ocurre en el cuerpo vertebral
En cuanto a los discos intervertebrales, el núcleo sufre un
desplazamiento posterior y las fibras posteriores del anillo fibroso que
lo rodean (ante la separación de la parte posterior de los cuerpos) se
tensan impidiendo que el núcleo pulposo se vaya excesivamente posterior y
que se dé una hernia. Este comportamiento reflejo del anillo fibroso
forma parte del sistema de autoestabilización del disco, y también
ocurre en el resto de movimientos de las vértebras aunque en diferentes
direcciones.


Que ocurre en el arco vertebral
Debido a la separación posterior de los cuerpos, los arcos
vertebrales también se alejan y por lo tanto las apófisis espinosas se
alejan entre sí por lo que los ligamentos interespinosos, supraespinosos
y amarillos se tensan limitando la flexión.


Las apófisis articulares también se someten a tensión (pues se
tienden a separar las carillas articulares por el movimiento de
inclinación y ascenso de la vértebra superior) por lo que la cápsula
articular de las articulaciones cigapofisarias se estira y limita
también el movimiento.


En cuanto las transversas su parte anterior se tiende a juntar (los
planos horizontales en los que se sitúan se hacen secantes debido a la
inclinación vertebral), mientras que su parte posterior se tiende a
separar. Como consecuencia el ligamento intertransverso se acorta en la
parte delantera y se estira en la posterior limitando también la
flexión.


Musculatura y ligamentos
La musculatura y ligamentos extensores de la espalda se elongan
(ligamentos amarillos, ligamento longitudinal posterior, interespinoso,
supraespinoso e intertransverso, que impiden el exceso de movimiento de
las vértebras en la flexión.) y los flexores se acortan (ligamento
longitudinal anterior)


Movimiento de flexión lateral

El movimiento de lateroflexión, inclinación lateral o flexión lateral
es un movimiento en el que la columna vertebral se inclina hacia un
lado. Este movimiento se realiza en un eje antero-posterior y en un
plano frontal. Cuando realizamos una lateroflexión de un lado, la cabeza se mueve lateralmente hacia los hombros de ese mismo lado y el tórax se mueve lateralmente hacia la pelvis que va en dirección contraria.


En el lado que realizamos la flexión lateral disminuye la tensión y en el otro aumenta.


La amplitud de la columna con respecto a este movimiento es, en el
raquis lumbar de 20º, en el raquis torácico es de 20º y en el raquis
cervical es de 35º a 45º. En el raquis torácico hay menos amplitud ya
que lo impiden las costillas y en el raquis lumbar hay menos movimiento porque lo impiden las carillas articulares de las vértebras lumbares.


Debido a la separación lateral de los cuerpos vertebrales, los arcos
también se separan y las apófisis articulares también se someten a esta
tensión por lo que la cápsula articular de las articulaciones
cigapofisiarias se estira y limita el movimiento. El movimiento de
inclinación de dos vértebras se acompaña de un deslizamiento
diferenciado de las articulaciones cigapofisiarias:


  1. en el lado de la convexidad, las carillas se deslizan como en la flexión, es decir, hacia arriba.
  2. en el lado de la cocavidad, las carillas se deslizan como en la extensión, es decir,. hacia abajo.
la limitación del movimiento viene determinada por:


  • por una parte, por el tope óseo de las apófisis articulares del lado de la concavidad.
  • por la tensión de los ligamentos amarillo e intertransverso del lado de la convexidad.
Además cuando el raquis se flexiona lateralmente, se puede
constatar que los cuerpos vertebrales giran sobre si mismo lo que hace
que su línea media anterior se vea desplazada hacia la convexidad de la
curva. En una radiografía simple tomada en flexión lateral se puede
observar con claridad que los cuerpos vertebrales pierden su simetría y
la línea de las espinosas se desplaza hacia la concavidad. En una visión
superior de la vértebra que se lateroflexiona podemos constatar la
rotación de esta, en esta posición la apófisis transversa de la
concavidad se proyecta en mayor tamaño que la apófisis transversa de la
convexidad. Esta rotación es fisiológica, pero determinadas
alteraciones de la estática vertebral causadas por una mala distribución
de las tensiones ligamentosas o por desigualdades en el desarrollo
determinan una rotación permanente de los cuerpos vertebrales. en este
caso existe una escoliosis que se asocia a una inflexión lateral
permanente del raquis con las rotaciones pertinentes de los cuerpos
vertebrales.


Movimiento de extensión

Este movimiento se realiza en un eje transverso y en un plano
sagital. La extensión total del raquis es de unos 135º y las amplitudes
segmentarias (solo pueden medirse a través de radiografías de perfil)
son de 20º en el raquis lumbar, 40º en el raquis torácico y de 60º en el
raquis cervical. Siempre habrá que tener en cuenta que estas amplitudes
varían considerablemente según cada individuo ya que está influenciado
por aspectos como el sexo o la edad.


En el movimiento de extensión la vértebra suprayacente (la de arriba)
se inclina y se desliza hacia atrás sobre la subyacente (la de abajo),
provocando que el espacio intervertebral se cierre a nivel posterior y
se abra a nivel anterior.


Así, el disco intervertebral se hace más delgado en su parte
posterior y se ensancha en su parte anterior. Consecuentemente se
produce un desplazamiento hacia delante del núcleo pulposo, lo que
provoca un aumento de la tensión de las fibras anteriores del anillo
fibroso. Esto da lugar a la aparición del mecanismo de
autoestabilización haciendo que las fibras anteriores del anillo tiren
de la vértebra suprayacente hacia su posición inicial.


El movimiento estará limitado fundamentalmente por el choque de los
elementos óseos posteriores ya que las apófisis articulares se imbrican y
las apófisis espinosas están prácticamente en contacto. La limitación
de la extensión también está influenciada por la tensión que se produce
en los elementos ligamentosos anteriores. Por el contrario, en los
elementos ligamentosos posteriores se produce una distensión y una
relajación.


Movimiento de rotación

Eje y plano
El movimiento de rotación se realiza en un eje vertical, por
detrás del arco vertebral aproximadamente, en la base de la apófisis
transversa. Esta disposición mecánica facilita la probabilidad de este
difícil movimiento. Que, dependiendo del segmento, tendrá diferente
movilidad. Lo encontramos un plano de movimiento transversal o axial.


Amplitudes segmentarías
Las amplitudes segmentarias pueden medirse gracias a radiografías en plano transverso.


  • En el raquis lumbar: la rotación es de 5º.
  • En el raquis dorsolumbar: la rotación es de 35º, es más acentuada que en la lumbar gracias a la disposición de las apófisis articulares.
  • En el raquis cervical: la rotación es de 45-90º. Se puede observar como el atlas efectúa una rotación aproximada de 90º en relación al sacro.
La rotación axial entre pelvis y cráneo (global) llega a estar por
encima de los 90º. De hecho, existen unos cuantos grados de rotación
axial en la occipitoatloidea, pero, dado que con frecuencia la rotación
axial es menor en el raquis dorsolumbar, la rotación total apenas
alcanza los 90º.


Variando las cifras de un individuo a otro y son dependientes del sexo y la edad entre otros factores.


Vértebra suprayacente y subyacente
Durante la rotación de una vértebra sobre otra, el deslizamiento de las superficies en las apófisis articulares se acompaña de una rotación de un cuerpo vertebral
sobre otro (sobre su eje común), por tanto, de una rotación-torsión del
disco intervertebral, y no de un cizallamiento, como es el caso del
raquis lumbar.


La rotación-torsión del disco puede tener una amplitud más grande que
su cizallamiento: la rotación elemental de dos vértebras dorsales es,
al menos, tres veces mayor que entre dos vértebras lumbares.


Qué ocurre en el cuerpo vertebral y el arco
Durante los movimientos de rotación axial las fibras del anillo
cuya oblicuidad se oponen al sentido del movimiento de la rotación, se
tensan. Por el contrario, las fibras de las capas intermedias, cuya
oblicuidad es inversa, se distienden. La tensión es máxima en las capas
centrales cuyas fibras son las más oblicuas: en este caso, el núcleo
está fuertemente comprimido y su tensión interna aumenta
proporcionalmente con el grado de rotación. Se entiende entonces que el
movimiento que asocia la flexión y la rotación axial tiende a desgarrar
el anillo fibroso al tiempo que aumentado su presión, expulse el núcleo
hacia atrás a través de las fisuras del anillo.


Las rotaciones axiales son movimientos muy pequeños, de 1 a 2º por unidad funcional,
sabiendo que hasta 3º no se genera ningún tipo de patología, ya que
este aumento es absorbido perfectamente por la articulación y el disco.


Los movimientos se encuentran limitados por la propia rotación de la
vértebra, por la translación de las carillas articulares y las fibras
medias del anillo fibroso, que actúan como un muelle helicoidal. El
control de este movimiento se consigue principalmente por el anillo
fibroso y la morfología de las carillas.


Las carillas vertebrales se deslizan transversalmente pero
esto tiene que ir acompañado, al mismo tiempo, de una traslación del
cuerpo vertebral del superior con respecto al inferior.


Musculatura y ligamentos
En las rotaciones, presenta un mayor control por las articulaciones y
el anillo fibroso, pero a pesar de ello, actúan los ligamentos supra e
infraespinoso. Según Farfán, si el disco se encuentra degenerado, el
control por los ligamentos aumenta.


Generalidades de la musculatura vertebral

A veces cuando nos referimos a un músculo, hacemos referencia a su
origen e inserción, a su forma y a su acción ya sea estática (mantener
la postura) o dinámica (provocar movimiento), sobre una o varias
articulaciones, esto nos puede inducir a un error, y es el pensar que en
un movimiento, gesto o en una acción como mantener la postura, un
músculo trabaja de manera individual para producir dicho movimiento.
Bien, pues esto normalmente no es así, los músculos suelen trabajar por cadenas musculares.


Cadena anterior o flexora del tronco

Evita que el tronco o el esqueleto caiga hacia atrás, es decir ante
una extensión de tronco a favor de la gravedad, por ejemplo caernos
hacia atrás, la cadena anterior controla el movimiento a modo de cuerda,
además, provoca la flexión contra gravedad y lo inicia a favor de la
gravedad, suele combinar músculos muy tónicos con fascias. El ombligo
será el punto de convergencia de las fuerzas de flexión. Está formada
por los siguientes músculos:


Cadena posterior o extensora del tronco

Evita que el tronco o el esqueleto caiga hacia adelante, ante una
flexión de tronco a favor de la gravedad, la cadena posterior controla
el movimiento poniendo la musculatura posterior en tensión. Realiza la
extensión del tronco contra gravedad y lo inicia a favor de la gravedad.
La apófisis espinosa de L3 será el punto de convergencia de las fuerzas
de extensión. Está formada por los siguientes músculos:


Cadenas cruzadas

Producen movimientos de torsión y rotación. Estas cadenas diagonales
conectan los miembros inferiores y superiores. Tenemos una cadena
cruzada anterior y una cadena cruzada posterior. a) Cadena cruzada
anterior: Son músculos conectados desde la hemipelvis izquierda hacia el
hemitórax derecho y de la hemipelvis derecha al hemitórax izquierdo.
Los músculos que la integran son:


b) Cadena cruzada posterior: Está compuesta por los siguientes músculos:


Anormalidades

Ocasionalmente la coalescencia de las láminas no se logra completar y
consecuentemente queda una hendidura en los arcos de las vértebras, por
la cual protruye las meninges (dura madre y aracnoide) y generalmente
la propia médula espinal, constituyendo una malformación denominada espina bífida. La condición es más común a nivel lumbosacra, pero puede ocurrir en otras regiones.


Las siguientes corresponde a curvaturas anormales:


Hipercifosis: Es una exagerada cifosis a nivel torácico, coloquialmente se le conoce como joroba, común en personas mayores y secundaria a osteoporosis.


Hiperlordosis: Lordosis exagerada a nivel lumbar. La hiperlordosis resulta común en las mujeres embarazadas.


Listesis: Puede ser anterolistesis o retrolistesis dependiendo
si el desplazamiento del cuerpo vertebral es hacia adelante o hacia
atrás con respecto a la vértebra adyacente.


Escoliosis: Curvatura lateral, es la más común de las
curvatura anormales, ocurre en un 0,5 %. Es más frecuente en mujeres y
puede ser el producto de un crecimiento desigual de las caras de una o
más vértebras. Puede provocar atelactasias pulmonares y problemas
respiratorios de tipo restrictivos.


Véase también

Referencias


  • [1] Anatomía humana: descriptiva, topográfica y funcional, Volumen 2;Volumen 11 Henry Rouvière, A. Delmas, Vincent Delmas. Página 54. (books.google.es).

    1. Miralles, R.C.; Puig, M. (1998). Biomecánica Clínica del Aparato Locomotor. Barcelona: Masson.

    Enlaces externos

    Menú de navegación


  • Columna vertebral en Google Libros


  • La Fundación Kovacs: Espalda.org - Cómo es y como funciona la espalda.


  • Según
    Delmas & Rouvière, la cifra está sujeta a una gran variación
    poblacional, sólo el 65 % de los individuos tienen entre 35 y 33
    vértebras. La mayor variación numérica se da en las porciones más
    inferiores de la columna vertebral. Rouvière H & Delmas A: Anatomía humana: descriptiva, topográfica y funcional, Masson, 9.ª, Barcelona, 1996. T2, pág. 8. ISBN 84-458-0506-2.


  • Serían 29 si se considera al coxis como un solo hueso: Generalidades de la Columna Vertebral.


  • Centro de salud de Barcelona para la prevención del dolor de espalda, columna y estrés.


  • Anatomy Compendium (Godfried Roomans and Anca Dragomir)


  • Anatomía humana: Michael Latarjet y A. Ruiz Liard - 4° edición - Buenos Aires: Médica Panamericana, 2004; Tomo 1, Página 43.


  • Kapandji, I.A (2007). Fisiología articular. Barcelona: Panamericana.


  • Kapandji, I.A. (2007). Fisiología Articular. Tomo III. Barcelona: Panamericana.


  • Miralles, R.C.; Puig, M. (1998). Biomecánica Clínica del Aparato Locomotor. Barcelona: Masson.


  • Tribastone, F. (1991). Compendio de Gimnasia Correctiva. Barcelona: Paidotribo.


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