viernes, 16 de junio de 2017

in púribus: octubre 2013

in púribus: octubre 2013












































jueves, 31 de octubre de 2013






Esquelas








Octubre termina con un puente,
que será aprovechado por muchos españoles para visitar cementerios y depositar
flores en memoria de los familiares ausentes de este mundo, o para hacer
excursiones por carreteras secundarias. Otoño se viste de gala en las ramas de
los árboles, en los paisajes y en las melancólicas puestas de sol. El diario
ABC resalta una esquela de don Miguel Ángel Morata Galarza, que falleció en
Madrid el pasado día 29. Debajo de la lista de familiares que lamentan su
ausencia, pone textualmente: “Fue un buen hombre, un buen esposo, un buen
padre, un buen abuelo, y amigo de sus amigos, y también un gran cocinero. ¡¡¡Te
vas sin dejarnos la receta de la paella de escabeche!!!”. Alguien dijo que “uno
no se muere si su esquela no aparece en ABC”, diario que lleva publicadas más
de 400.000 desde su fundación en 1903. Todo aquel que haya visto la película
“La escopeta nacional” recordará al marqués de Leguineche, interpretado por
Luis Escobar, leyendo en la cama las esquelas de ABC. Las hay muy curiosas: la
esquela de Soledad Hernández Rodríguez, viuda del coronel Honorio García Polo,
fallecida el 2 de septiembre de 2012, rezaba: “Quiso en sus últimos momentos de
vida dejar encargada la publicación de esta esquela para manifestar el perdón a
sus familiares que la abandonaron cuando más la necesito (sic), sus hermanos
Juan Hernández Rodríguez y Manuel Hernández Rodríguez y su hija María Soledad
García Hernández por su absoluta falta de cariño y apoyo durante su larga
enfermedad…”. Pues bien, como recordaba Santiago Castelo pocos días más tarde
(ABC, 7/10/12) de aquella curiosa esquela, “aquí (refiriéndose al diario ABC)
se han publicado el mismo día dos esquelas, del número 3, que son muy nobles,
de un ilustre prócer. En la de arriba aparecía la esposa y los hijos legítimos.
Y en la de abajo la de la querida -como se decía entonces- y la de los hijos
habidos con ella. No hace tantos años. Y no es cuestión de reproducirlas porque
los hijos de una y otra coyunda viven todos”. En fin, nos quedamos sin conocer
la receta de la paella de escabeche y bien que lo siento. Será cuestión de
escribir a doña Imelda Moreno de Arteaga, marquesa de Poza y presidenta de la Cofradía de la
Buena Mesa, o sea, a Zenón, la hija de
Sivarín, o sea del  conde de los Andes, a
quién sirvió el cocinero Teodoro Bardají, que vaya lío que me estoy haciendo a
cuenta de una receta que Miguel Ángel Morata (q.e.p.d.) se llevó a la tumba.
Aquí lo dejo. Me voy de Halloween, que es como decir que me voy de de jálogüin,
que ya tengo alquilado el traje de gala de Maximiliano de
Habsburgo-Lorena
y un montón de entorchados para la guerrera. Un amigo
me ha prometido que ira disfrazado de Benito Juárez. Ya veremos como acaba la
perfomance si abusamos de la improvisación y de las jarras de cerveza.






miércoles, 30 de octubre de 2013






El tren en Calatayud









Me informo de que durante los
próximos meses de noviembre y diciembre, la UNED de Calatayud tiene previsto organizar una
serie de conferencias divulgativas sobre el ferrocarril, con motivo del
sesquicentenario de la llegada del primer tren de la compañía MZA, que
explotaba el trayecto Madrid- Zaragoza y viceversa, a la 
Ciudad del Jalón. En este sentido, a mayor gloria de
aquel gran avance histórico, recomiendo la lectura de la Memoria sobre el estado de
las Obras Públicas en España en 1856”,
cuya edición facsímil publicó en septiembre de 2001 el Ministerio de Fomento,
siendo su titular Francisco Álvarez-Cascos. De aquella magnífica obra impresa
se hizo una tirada de 125.000 ejemplares. Resulta complicado poder entender la España de hoy, con unos
trenes de alta velocidad que son el orgullo del Mundo y el esfuerzo hecho en
electrificaciones en la Red
y en la transformación del material de circulación, sin antes haber hecho un
análisis a la época anterior a 1749 y los períodos intermedios hasta llegar a
1856, cuando aparece la
Memoria redactada por el director general de Obras Públicas,
Cipriano Segundo Montesinos, que es la primera editada después de la creación
del Departamento en 1851, cuando por un Real Decreto de 20 de octubre de ese
año, firmado por Isabel II y siendo presidente del Consejo de Ministros Juan
Bravo Murillo, el Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas pasó a
denominarse Ministerio de Fomento. Ya en 1854 el Ministerio de la Gobernación estableció
una línea con dos alambre de telégrafos desde Madrid a Guadalajara, Calatayud,
Zaragoza, Tudela, Pamplona, Alsasua, Tolosa, San Sebastián, Irán, con un ramal
desde Alsasua a Vitoria y Bilbao. Aquellos años hubo una pertinaz sequía en
buena parte de España y un anciano me contó siendo niño lo que a éste le había
trasmitido su abuelo. Y era el convencimiento general de que la falta de lluvia
fuese consecuencia directa de la instalación de 
los postes telegráficos. También recuerdo haber visto una viñeta en el
semanario “Blanco y Negro” de principios del sigloXX en la que aparecen dos
baturros orinando sobre un poste. Y uno de ellos le dice al otro: “Pensar que
lo que aquí estamos haciendo lo saben en Zaragoza…”. Es una pena que no pueda
extenderme, como quisiera, sobre la llegada del primer tren a Calatayud con
destino a Madrid, aquella primaveral tarde del 12 de abril de 1863. Al
detenerse el convoy en el andén, pusieron pie en tierra unos extraños
personajes de brillantes chisteras, damas con miriñaque, hombres con mono,
gafas de motorista y acharoladas viseras. Se trataba del exministro Luján, de
los ingenieros Lemasón y Difevre, del maquinista señor Español, de directivos
del MZA y del fotógrafo J.Laurent. Pero eso, si acaso, lo contaré otro día que
me encuentre más inspirado.

martes, 29 de octubre de 2013






Pájaros de mal agüero








Antes, éstas eran las fechas de
los viajes del Imserso. Unos a Almería, otros a Mar Menor y los más osados a
Tenerife, que era como volar a Cuba pero haciendo un recorrido más corto. Ya ni
eso. Los abuelos bastante tienen con prestar atención a hijos y a los nietos y
no les queda tiempo ni para rascarse la espalda, que bastante tienen ya con
rascarse el bolsillo por ver si aparece una moneda en algún pliegue de la
chamarrilla de plástico. Para mí que en las ciudades están desapareciendo los
gorriones y aquellas golondrinas acharoladas y limpias que se posaban en los
alambres de telégrafos con la prestancia de un orfeón interpretando el Réquiem
de Mozart. Sólo vuelan por los aires los papeles y las bolsas de los
supermercados por culpa del cierzo y de las carencias en la limpieza pública.
Zaragoza es una ciudad muy sucia, con paredes llenas de grafitis y el aumento
progresivo de una plaga de bicicletas y de terrazas de bares que dificultan el
tránsito peatonal en todas las aceras. El alcalde Belloch cuenta a los medios
que no va a subir las tasas municipales. Lo que calla es que va a elevar las
plusvalías. Y José Ángel Biel, líder del PAR, ya está pasando factura a Luisa
Fernanda Rudi por su apoyo al gobierno regional. Le exige 46 millones de euros
para las comarcas, que es donde Biel mantiene su feudo y no tiene empacho en
decirle a Rudi que su apoyo “bien vale” el 1 % de los Presupuesto de la Comunidad. Pero
de esos 46 millones, pretende que 30 sean distribuidos discrecionalmente, como
los ugetistas andaluces con las mariscadas trincando el dinero de los ERE’s, o
como se repartieron algunos sinvergüenzas los fondos reservados del Gobierno.
Aún no se ha enterado Biel, según se deduce, que las empresas públicas
controladas por la DGA
(entre las que se encontraban a finales de 2011 Plaza Servicios Aéreos,
Inverzona 6 y 2, Teruel Aviación, Gestión de Energías Renovables de Aragón,
Teruel Avanza, Logisara, Conservas del Arba, Sociedad para el Desarrollo
Agrícola y Social de Aragón, Promoción Exterior de Zaragoza y Mondo Plaza,
careciendo de actividad) cerraron 2012 con 99’5 millones de pérdidas y que en
su conjunto acumulaban una deuda viva de 485 millones. A finales de aquel año,
de 2011, Aragón tenía 103 empresas públicas, que por un decreto-ley de Medidas
Urgentes de Racionalización del Sector Público Empresarial se iban a reducir a
35, según declaró en su día Mario Garcés, consejero de Hacienda. A día de hoy,
el gobierno de Aragón, pese a haber hecho una importante poda, sigue
manteniendo 28 empresas públicas, bien como propietario (entre ellas la
radiotelevisión autonómica) o como accionista mayoritario. La deuda actual es
mucho más abultada: 550 millones de euros. Y si desglosamos, 400 millones
corresponden a las empresas en las que la DGA es propietaria o accionista minoritaria. Los
otros 150 millones se concentran en dos compañías en las que no tiene la
mayoría de las acciones, pero sí una participación significativa. Sólo por su
participación en la sociedad pública Zaragoza Alta Velocidad, participada por
el Ministerio de Fomento, la porción que deuda que le corresponde a la DGA supera los 100 millones de
euros. Como decía al principio, apenas se ven gorriones ni golondrinas
acharoladas. Ahora se posan sobre los alambres de la luz otro tipo de pájaros,
pero de mal agüero, dispuestos a cantarnos el “Libera me, Domine…”.




lunes, 28 de octubre de 2013






Extraño paternalismo








Ya está los turrones ocupando
todas las estanterías y todos los pasillos de los supermercados. Cada año se
adelanta más todo lo concerniente a las fiestas navideñas. La cosa es que el
ciudadano gaste en laminerías y que éstas endulcen los malos tiempos que
corremos. Leo en la prensa local que “los amantes del turrón pagarán por él un
40% más que el año pasado”. EL precio de la almendra se ha disparado por las
malas cosechas. Algo similar ocurre con el precio de los piñones. Lo que ya no
entiendo es qué tienen que ver los almendros con los pinos. Doy por hecho que
también subirá de precio el marisco, el besugo, los roscos de anís, los
mazapanes y los soplillos alpujarreños. Siempre nos quedarán las marcas
blancas. Pero, en cualquier caso, el turrón no es un artículo de primera
necesidad y se puede pasar sin probarlo perfectamente. Lo que sucede es que,
una vez terminadas las fiestas navideñas, los fabricantes se quejarán de la
disminución en sus ventas. Todavía, en la mayoría de las empresas,
curiosamente, se sigue dando el acostumbrado “regalo de Navidad” de acuerdo con
los usos y costumbres. La razón de esa aparente “esplendidez” de la rumbosa
patronal consiste en que tal “detalle” está considerado como un gasto deducible
en el Impuesto sobre Sociedades, sin que sea necesario que figure en convenio
colectivo o en algún tipo de pacto que les obligue a ello. En lo que respecta
al IVA de los “lotes de Navidad” entregados por la empresa a sus empleados, por
todos es sabido que  no es deducible,
salvo que tal regalo  lleve impreso el
logotipo de la empresa. Entonces se considerarán como objetos publicitarios y
no como regalos, con lo que el IVA sí será deducible, siempre y cuando el valor
unitario del regalo no supere los 90,15 euros. Por esa razón, algo menos de ese
importe suele ser el valor del “paquetito” que casi todas las pymes entregan a
mediados de diciembre, en un rasgo de “extraño” paternalismo con tufillo de
otras épocas, a los trabajadores de la empresa.

domingo, 27 de octubre de 2013






Respeto a las sentencias









Comenta Alejo Vidal-Cuadras en su
columna de La Gaceta,
hoy domingo, que “la sentencia del Tribunal de Estrasburgo sobre la doctrina
Parot ha herido en lo más profundo el ansia de justicia de la sociedad
española, harta ya de que criminales de la peor especie cumplan penas
ofensivamente ridículas comparadas con el daño que han causado. Por eso sus
ojos y sus oídos se han vuelto hacia el que tiene la misión de protegerles,
conducirles y consolarles y se han encontrado con una absurda referencia a la
meteorología”. En efecto, se refiere Vidal-Cuadras a la peregrina contestación
de Rajoy a las preguntas de los informadores una vez conocida dicha sentencia:
“Llueve mucho”. Hoy en Madrid la
AVT y muchos ciudadanos, que no entienden esa resolución del
Tribunal de Derechos Humanos, han tomado la Plaza de Colón pidiendo justicia. No recuerdo ese
tipo de manifestaciones cuando hace años se produjeron indultos desde el
Gobierno rebozados con el nombre de extrañamientos. Los españoles tenemos mala
memoria. Tres días después de la proclamación de Juan Carlos de Borbón como Rey
de España, se promulgó un indulto que benefició a 8.903 ciudadanos que cumplían
prisión, de los cuales 773 lo eran por delitos políticos. De éstos, 688 fueron
excarcelados y el resto se benefició de una 
importante reducción de penas, en un proceso que duró hasta el 1 de
junio de 1976. El 30 de julio de ese año se decretó una amnistía, que excarceló
a otros 287 presos. El 6 de diciembre de 1978 los ciudadanos aprobaron la Constitución
Española, donde el Artículo 62 apartado i, referido a las
funciones del Rey, impedía autorizar indultos generales y la petición de
indulto al Gobierno debería hacerse de forma individual. Pero ahí están las
hemerotecas para el desee consultarlas. Por ejemplo, yo he consultado la
revista “Época”, correspondiente al sábado 31de diciembre de 2005. Recuerden
que el jefe de Gobierno era Rodríguez Zapatero. Decía: “Las negociaciones entre
el Gobierno y ETA están muy avanzadas. El interlocutor es  Josu Ternera, al que se tiene localizado y no
se quiere detener. El Ejecutivo ha mostrado su disposición a extrañamientos de
etarras a países de Iberoamérica a cuenta del contribuyente. La banda
terrorista ha puesto sobre la mesa su petición clave: el extrañamiento de
etarras a países de Iberoamérica, cuya vida sería sufragada con cargo a los
Presupuestos públicos, a través de los fondos reservados, como ya se hizo con
Eugenio Etxebeste, alias Antxon, quien, a raíz de las negociaciones de Argel,
fue premiado con el extrañamiento a la República Dominicana,
donde vivía en un agradable chalé. Países caribeños y centroamericanos, junto
con Cuba y Venezuela, serían los destinos de los presos que saldrían de las
cárceles, y que ETA quiere que sea tanto sin como con delitos de sangre”. Y
ahora leamos a Santos Juliá: “El mismo día en que ETA secuestraba a Javier de
Ybarra, 20 de mayo de 1977, Mario Onaindia, Teo Uriarte, Francisco J. Izko de la Iglesia y Unai Dorronsoro
recibían en la cárcel de Córdoba la visita del abogado Juan María Bandrés,
portador de un sorprendente mensaje: no serían amnistiados pero podían aceptar
la ‘sofisticada’ figura del extrañamiento que el Gobierno ofrecía a los presos
vascos excluidos de la amnistía decretada en julio de 1976 y de su ampliación
en marzo de 1977”.
¿Alguien se manifestó en las calles de Madrid por aquellas medidas adoptadas
por Adolfo Suárez? Rotundamente no. Por eso no acabo de entender la
manifestación de hoy en Madrid en contra de una sentencia adoptada por el
Tribunal de Estrasburgo. Las sentencias hay que respetarlas, más aún cuando
España firmó su adhesión al Tribunal de Derechos Humanos en 1979,  del mismo modo que un penalti será penalti si
así lo decide el árbitro en el transcurso de un partido de fútbol, aunque esa
decisión parezca injusta a la afición.

sábado, 26 de octubre de 2013






No pasa nada...









José Luis Rodríguez Zapatero ha
aparecido en la Sexta
junto a Ana Pastor. En este sentido, escribe Carlos Boyero en El País: “Hacía
mucho tiempo que Zapatero había desaparecido de la vida pública. Y sospecho que
nadie le echaba de menos después de su lamentable final de legislatura, después
de aquella excesiva barbarie, digna de un cínico, un estúpido, o un jefe de
Gobierno intolerablemente desinformado, en la que afirmó que no existía esa
cosa denominada crisis. Y por supuesto, esta había disfrutado de absoluta
impunidad para ser creada (el “tanto para ti y tanto para mí” debió de ser
durante demasiados años la desvergonzada y fraternal regla común entre
especuladores, banqueros y políticos) y ellos sabían quiénes eran los
desgraciados que iban a pagar su salvaje coste. O sea, los de siempre”. Ahora
Zapatero está escribiendo un libro. Supongo que paras Lara. Y en ese libro se
supone, también, que contará cosas. ¿Qué cosas? Aquel insensato presidente de
Gobierno es ahora consejero de Estado vitalicio y cobra por aconsejar. Apañados
estamos. Aunque ya me creo todo de esos osados que se ampararon en la
democracia para practicar las “fraternales y desvergonzadas reglas”, a las que
hace referencia Boyero, y que los españoles estamos pagando con el desempleo,
con el lanzamiento en viviendas y con el hambre de gran parte de la ciudadanía.
Ahora, el ególatra Felipe González crea una fundación con su nombre, se nombra
presidente y designa como secretaria a su hija María. Una fundación, digo, que
estará  dedicada al estudio y
recopilación de archivos y documentos sobre su trayectoria como presidente del
Gobierno durante los años 1982-1986. Felipe González, cuando se mira al espejo
todas las mañanas, no ve su imagen, sino la de don Manuel Azaña Díaz aunque con
un pasar por la vida menos truculento que el que tuvo, por desgracia, el autor
de “El jardín de los frailes”. Aznar, escritor de su propia biografía,
Zapatero, incipiente narrador de cuentos fantásticos, y González, ya veremos…
Tal vez se decante como probador de escabeches. Mientras, el país se desangra.
Pero no pasa nada, eso forma parte de nuestra propia tragedia.




Sonar a hueco








Sólo los periódicos “La Razón” y “ABC” llevan en
portada la imagen de la Reina
y de los Príncipes en Oviedo. Lo cierto es que tuvieron que escuchar abucheos y
cánticos no gratos a su salida del Hotel Reconquista. La alocución del Príncipe
estuvo trufada de alusiones al esfuerzo colectivo. Y también, que “la sociedad
exige una reflexión rigurosa para nunca más volver a caer en errores y excesos
inadmisibles, con la firme aspiración de construir un futuro basado en el
rigor, la seriedad, el esfuerzo y la honradez”. Pues nada, si queremos, como
dijo el Príncipe, no volver a caer en excesos inadmisibles, que empiece este
ciudadano, por muy príncipe que sea, por contarle esa “milonga” a su padre, a
su hermana menor y a su cuñado. ¿O es que en su familia no se han cometido
excesos inadmisibles? Una cosa es predicar y otra dar trigo. El que sí estuvo
en su sitio y contó las verdades del barquero fue Antonio Muñoz Molina, al
tomar la palabra en nombre de los galardonados. Al hacer referencia a estos “tiempos
tan amargos”, Muñoz se refirió a España como “un país asolado por una crisis
cuyos responsables quedan impunes, mientras sus víctimas no reciben
justicia”.”Consejos vendo que para mí no tengo” es un  viejo refrán referido a alguien que no sabe
aplicar sus propias recetas, o para aquel al que parece sobrarle tanto algo,
que puede sacar a la venta sus excedentes. El Heredero de la Corona es persona seria que
sabe estar en su sitio. Nada que objetar. Pero, a mi entender, decir ciertas
cosas durante la entrega de unos premios, en este caso de los Premios Príncipe
de Asturias, estando presente en el acto el ministro Wert, responsable de las
últimas huelgas en Educación, del malestar generado en los docentes, de la
falta de consenso en los programas educativos y de su vergonzosa genuflexión
ante los dictados de la poderosa Conferencia Episcopal, suenan como a hueco.

jueves, 24 de octubre de 2013






Pons y el trío de la bencina









La prensa comenta, como si eso
fuera una novedad, que hay huelga de la educación. Me consta, sin que me lo
tenga que decir nadie, que la educación en España se perdió de la misma manera
que se esfumaron los 1.217 millones en la trama de los ERE de Andalucía, o la
aplicación con carácter retroactivo de aquella doctrina que nació con la
sentencia 197/2006 del Tribunal Supremo, que no supo calibrar en su día que por
el principio de seguridad jurídica no pueden modificarse autos firmes, ni
aplicar retroactivamente el cambio de criterio en perjuicio del reo. Una cosa
es la educación que quiere imponer el ministro Wert, y otra muy distinta la
falta de educación que desean imponer los maleducados en todos los ámbitos de
nuestra sociedad. Me refiero a la educación informal, esa que se recibe en los espacios
sociales y que se adquiere a lo largo de la vida. En lo que respecta a la
sentencia del Tribunal de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, entiendo
que de nada servirá que el Partido Popular, con González Pons al frente, y el
trío compuesto por Ana Botella, Ignacio González y Esperanza Aguirre acalorando
el ambiente, se manifieste por las calles de Madrid el próximo domingo. Las
sentencias hay que respetarlas, gusten o no gusten. Tampoco, a mi entender, el
partido del Gobierno debe, como ha hecho mediante un comunicado, animar a sus
militantes y simpatizantes  a que acudan
a la manifestación a favor de la justicia por las víctimas del terrorismo. En
un reciente artículo, Mario Conde, abogado del Estado, recordaba lo siguiente:
“El Tribunal de Estrasburgo tiene el asunto muy claro: no niega la doctrina
Parot. Sólo dice que no se puede aplicar retroactivamente, algo en Derecho
Penal casi tan viejo como el mundo”. Rajoy se encuentra entre la espada y la
pared. Teme que en la concentración del próximo domingo en la Plaza de Colón se cuestione
la política antiterrorista del Gobierno. Y tal vez llevado por su notoria
pusilanimidad, ayer hizo algo que nunca debería haber hecho, es decir, unas
declaraciones -y así lo cuenta hoy ABC- en las que ponía de manifiesto su
rechazo a la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, aunque a su Gobierno no le
quedase más remedio que acatarla. Rajoy va por el mundo de europeista. Qué
risa, Marisa.

miércoles, 23 de octubre de 2013






Otro cura Merino en escena









Anda, leches, aquí no falta de
nada. Por tener, tenemos hasta una nueva edición corregida y aumentada del cura
Merino. Bueno, en realidad hubo dos curas Merino, el guerrillero Jerónimo
Merino Cob, absolutista que se alistó en el bando del pretendiente Carlos María
Isidro, y el otro, Martín Merino Gómez, el que atentó contra Isabel II el lunes
2 de febrero de 1852 y que aparece en los “Episodios Nacionales” en los tomos
“Las tormentas del 48”,
en “Los duendes de la camarilla” y en “La revolución de julio”. Sobre este
segundo cura, quiero decir el de Arnedo, no el de Villoviado, se dijeron cosas
muy raras y de difícil comprensión para quienes, como yo, aprendimos de niños
el catecismo Astete de memoria. Me explico. Condenado a muerte en garrote,
Merino debía ser conducido al patíbulo con una hopa  y birrete amarillos con manchas rojas, que
estaba reservada a los regicidas y parricidas, de acuerdo con el Código Penal
vigente en la época. El 5 de febrero la Audiencia de Madrid confirmó la sentencia
condenatoria practicada dos días antes por el juez Pedro Nolasco Aureoles. Y
ahora viene lo de mi difícil comprensión a que hacía referencia. Se sabe que
comisionado por el arzobispo de Toledo, el obispo de Málaga, Juan Nepomuceno
Cascallana, procedió a la degradación de Merino, esto es, a su condición de
presbítero, de diácono, de subdiácono y de tonsurado. Existen tres sacramentos
de la Iglesia Católica,  bautismo, confirmación y  orden sacerdotal, que imprimen carácter y
producen una marca indeleble que no puede ser borrada. Y así quedó definido
dogmáticamente en el Concilio de Trento. Por lo tanto, el obispo de Málaga no
podía borrar lo imborrable. Pero ahora ha aparecido en Madrid otro cura Merino,
mejor dicho, un hombre vestido de cura, de 64 años de edad, que portaba una
pistola y que con gran decisión entró en el domicilio de los Bárcenas exigiendo
un “pendrive” de la contabilidad del PP. En el interior del domicilio de
Príncipe de Vergara se encontraba su mujer, un hijo y la empleada de hogar.
Finalmente, el falso cura, Enrique O.G., ha podido ser detenido sin causar
mayores daños, gracias a que el hijo de Bárcenas consiguió desatarse y
enfrentarse a Enrique, mientras la criada pedía auxilio por la ventana. El tema
de Bárcenas, a este paso, lleva camino de convertirse en un serial por
entregas. De este personaje sólo sabemos que se llama Enrique. Los apellidos
siguen siendo un misterio.




Arrobamiento teresiano









Una noticia aparecida en los
medios me recuerda aquellos veranos en los que no había nada que contar a los
lectores y la prensa llenaba páginas con los misterios del Lago Ness, el asunto
de los ovnis y el crimen de la calle de Fuencarral. Ahora leo que “desarticulan
una red de concesionarios que manipulaban los cuentakilómetros de los coches
usados en Gran Canaria para facilitar las ventas”. Y se añade que uno de esos
vehículos no tenía 59.240
kilómetros en su rodaje sino 142.000. A mi entender,
esas cosas han sucedido siempre en España con los vehículos de segunda mano,
con los mulos que vendían los tratantes en las ferias de ganado a los que se
les apañaban los dientes de no sé qué manera, con las antigüedades que no eran
tales, etcétera. Este es un país de pícaros y ya se sabe, el que más chufla,
capador. La capacidad de engaño, en el caso de la automoción, es inversamente
proporcional a la compresión de los cilindros del utilitario que se pretende
vender. A menor compresión, mayor engaño. Lo malo es cuando nos falsean datos
desde el Gobierno y nos presentan porcentajes falsos en paro, en economía, en
sanidad… Ya se anuncia que la campaña de Navidad generará más de 534.000
contratos de trabajo. Pero eso, de ser así, no deberemos relacionarlo con un
milagro de la Blanca Paloma,
a la que tanta devoción tiene la ministra Báñez, que confunde los milagros de la Virgen con la fabricación
de los polvorones de Estepa, de los turrones de Jijona y de los guirlaches de
Calatayud. Esos contratos, de producirse, durarán el tiempo en que se tarda en
hacer un trozo del Camino de Santiago en bicicleta. Y pasada la Epifanía, los lunes al
sol, y los martes, y los miércoles y el resto de los días de la semana. No
significa crear empleo neto sino jugar al escondite con las cifras del INEM.
Guindos ha abierto los ojos como platos al conocer que  Bill Gates entraba en el accionariado de
Fomento de Construcciones y Contratas, aunque el resto de los mortales no
terminemos de entender cómo este moderno Epulón puede adquirir el 6% de una
compañía  que el año pasado presentó unas
pérdidas de 1.028 millones de euros. ¿Acaso ya se está pensando en el embrión
de otra burbuja inmobiliaria? El dinero tiene razones que la razón no
comprende. Ese debe ser el dinero a capazos que vio Emilio Botín en su éxtasis
teresiano llegar a España durante su última estancia en Nueva York. Solo falta
que Carlos Slim, en un arranque de valentía, se haga con Sniace, con Fagor y
con el Real Zaragoza, comprándole las acciones a Agapito Iglesias. Ah, se me
olvidaba, y que Goirigolzarri se instale en La Moncloa como profesor
particular de Mariano Rajoy.

martes, 22 de octubre de 2013






El Mercado Central









En Zaragoza lloran todos como
plañideras: los comerciantes, los taxistas, los dueños de bares…La crisis se
nota y las persianas cierran. Ahora les llega el turno de las quejas a los
detallistas del Mercado Central, o Mercado de Lanuza, que de las dos formas se
denomina. Contaba el presidente de la Asociación de Detallistas, Jesús Salanova, a un
periódico local que sus ventas “han bajado un 40 % por culpa del tranvía, al
haberse eliminado varias líneas de autobuses”. Eso es como decir que en Aragón
no llueve por culpa de las catenarias de los ferrocarriles. En el Mercado
Central no se vende como antes por varias razones. Una de ellas es el retorno a
su país de origen de muchos extranjeros que ocupaban las infraviviendas de las
calles adyacentes del Casco Viejo; otra, la falta de dinero; y otra, la más
importante de todas, que los precios en los puestos del Mercado Central, en la
actualidad, están en línea con los precios de los comercios de los barrios.
Unos y otros se proveen en Mercazaragoza. Lo que sucede, a mi entender, es que
el Mercado Central cuenta con 170 puestos abiertos y su concesión municipal
termina en 2016. Ahí le duele a Salanova y ahí les duele a los comerciantes.
Conocido es que  Mercazaragoza, empresa
municipal, gestiona el Mercado Central desde 2006 y los comerciantes quieren
ponerse la venda antes de que se produzca la herida. Yo, como vecino
zaragozano, soy consciente de que el sol sale para todos. Cuando alguien pone
en marcha un negocio ya sabe a qué se arriesga. Digo más, del Mercado Central
sólo me interesa su estructura en hierro diseñada en 1895 por Félix Navarro, que
es monumento histórico nacional desde 1978 y bien de interés cultural desde
1982. No dudo que en su interior se expongan a la venta magníficos manjares para
el que pueda pagarlos. Pero eso también está presente hoy en las grandes
superficies, su verdadera competencia. Y en cuestiones de negocios ajenos no
entro.

lunes, 21 de octubre de 2013






Tralla de arreo









Tres noticias acaparan la
atención de hoy: una, el varapalo del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos,
con sede en Estrasburgo, a la “doctrina Parot”; dos, las últimas declaraciones
de Feito, presidente del IEE, sobre la petición por parte de la CEOE de ampliar la edad de
jubilación a los 70 años, en lo que entiendo como un ensayo grotesco de
pretender hacer “sostenible” la infame estafa piramidal de las pensiones; y,
tres, la agradable noticia de que el rótulo luminoso de “Tío Pepe” seguirá
erguido sobre los tejados de la madrileña Puerta del Sol. La primera de de las
noticias produce escalofríos, la segunda, asco, y la tercera, apego a las
costumbres. Inés del Río, autora de 24 asesinatos en 1996, entre ellos 12
guardias civiles, saldrá a la calle en los próximos días sin haber pedido
perdón a los familiares de sus víctimas. Se acerca  Halloween y 
están a punto de aparecer los disfraces más terroríficos. Guindos dice
que los datos de la EPA
demostrarán que se ha reducido el paro en España y que “el Gobierno tiene una
hoja de ruta definida perfectamente”. Sí, eso también lo dijo el capitán Smith
antes de zarpar el “Titanic” de Southampton. Comienza una semana agitada para
los docentes de  Segundaria y Universidad
contra la LOMCE
auspiciada por el ministro Wert. También los meses previos a la Guerra Civil volverán a la
pequeña pantalla esta noche con la emisión de “El tiempo entre costuras”,  basada en la novela de María Dueñas. Y una
paradoja: la Reina
ha inaugurado hoy lunes nuevas instalaciones para el Banco de Alimentos en
Madrid, mientras se sabe que Aizoon dispone todavía de 547.000 euros de origen
ilícito. La cola del cometa de esta Monarquía es alargada. Se salva la Reina, se salva el Príncipe
y ¡larga vida al Rey!, pero alguien debería poner coto a la vergonzosa
deriva  de  Iñaki Urdangarín y Cristina de Borbón, por
mucho que esté desimputada en los tribunales de Justicia, en los tiempos que
corren. España merece mejor suerte y los españoles también.




Azucareras








De la misma manera que la guerra
se cuenta de modo diferente por cada uno de los bandos en conflicto, la
industria azucarera en España, que prácticamente ha quedado reducida a  cuatro factorías de importancia y todas ellas
en poder de British Sugar, es un espejo cóncavo-convexo. Por un lado, British
Sugar, que forma parte del grupo Associated British Food, aumentó sus
beneficios en un 27% en su primer trimestre de este año (122 millones de euros)
con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, debido a la mejora en
España y China. Los libros contables de esa empresa demuestran que la
facturación aumentó un 9% en ese periodo (1.155 millones de euros) pese a la
caída de beneficios en África y Reino Unido. En datos, hubo una producción en
España de 327.300 toneladas de azúcar con un grado polarimétrico medio en
sacarosa del 17’76%, que no está nada mal. Pero de esas cuatro factorías en
poder del grupo ABF,  tres en
Castilla-León y una en Andalucía (La
Bañeza, en León; Miranda de Ebro, en Burgos; Toro, en Zamora;
y Jerez de la Frontera,
en Cádiz), todas las correspondientes a la
Zona Norte, presentan malas perspectivas
para la campaña 2014-15, donde ya se barrunta un descenso en la plantación de
remolacha del 16’5 %. Por otro lado, la inestabilidad del sector azucarero está basada en la
incertidumbre en los precios, causa por la que los agricultores parece que se
decidirán por otros cultivos más seguros. Y ese descenso del 16’5% equivale a
una caída en la molturación de un millón de toneladas de remolacha. La
estimación total para esta campaña en la Zona
Norte es recibir 1,5 millones de toneladas (568.000 en Toro;
432.000 en Miranda de Ebro; y 500.000 en La Bañeza), que contrasta  con los datos de cierre de la anterior
campaña, cuando la cifra total alcanzó 2.095.936 de toneladas (961.862 en Toro;
630.638 en La Bañeza;
y 503.436 en Miranda de Ebro), lo que supone cerca de un 30% menos de
producción entre las tres fábricas. Y solo en la de Toro, ese descenso sería de
más del 40% con respecto al año anterior. Parece ser que el próximo año
desaparecerá la ayuda estatal de 6 euros por tonelada de remolacha. Para que se
hagan una idea, el rendimiento medio es de 91 toneladas de remolacha por
hectárea sembrada. Los agricultores “no admiten” un precio
inferior a 42 euros por tonelada. Aquí habría que recordar que fue el Grupo
Remolachero, hace ya más de cuarenta años, el que exigió la eliminación de las
“basculillas” y la imposición de toma de muestras mediante “rupro” y el
correspondiente pago por riqueza en sacarosa en función de los análisis
practicados en unos laboratorios creados al efecto. A los agricultores habría que recordarles, también, que en el pecado llevan
la penitencia.

domingo, 20 de octubre de 2013






Reliquias








Wallace Hartley,  director de la orquesta del “Titanic”, jamás
hubiese imaginado que su violín, regalo de su novia, pudiese ser subastado un
siglo después de la tragedia. La muerte dejó fuera de combate al músico,
después de que siguiese tocando su violín mientras el vapor se hundía en las
frías aguas del Océano Atlántico. Pero todavía le quedó tiempo de atárselo a la
cintura para no desprenderse ni después de muerto del regalo de María Robinson.
Se iban a casar muy pronto. No pudo ser. Ahora, aquel  violín rescatado de las aguas se ha subastado
en la sala Henry Aldridge and Son. Alguien ha pujado por un millón de euros y
se lo ha llevado a casa. Hay cosas que merecen ser conservadas, otras no. Ayer
comentaba que la familia de Antonio Tejero había retirado el tricornio del
exteniente coronel de la subasta en la sala Durán, al reconocer que no era el
auténtico, o sea, el que llevó sobre su cabeza el guardia civil golpista aquel
malhadado 23 de febrero. Poseer el violín de Wallace Hartley equivale a conservar
su acta de defunción. De haber adquirido el tricornio de Tejero, en cambio, se
hubiese retrotraído el adquiridor a la época de las tremendas fotografías
de  Robert Capa, a la quema de los
espejos rotos de muchas infancias frustradas y a aquel frío que subía de los
pies hacia arriba sin saber la causa exacta. Defender las reliquias de los  militares golpistas (cuando esos raros adalides,
esos tigres de papel, se dedican en la actualidad a cultivar aguacates, como
hace Tejero en la Costa
del Sol, o camelias, como cultiva el exgeneral Armada en su pazo de Rivadulla,
o limones, como cultivaba el ya fallecido excoronel Miguel Manchado García) produce
náuseas. La hortofloricultura parece ser el camino preferido para aquellos
tipos que tiempo antes habían tirado por el camino de enmedio sin calcular sus
consecuencias. Más vale así.

sábado, 19 de octubre de 2013






El tricornio de Tejero









El tricornio de Tejero se iba a
subastar y al fin su familia ha retirado esa especie de “maquina de escribir”,
o de montera según los nórdicos, de la sala de subastas Durán, por no
considerar tal pieza como la utilizada por ese teniente coronel en el intento
de golpe de Estado de 1981. El tricornio original, que hubiese tenido un precio
de salida de 6.000 euros, se conserva en el domicilio familiar de los Tejero como
oro en paño. No cabe duda de que, con el tiempo, esa prenda militar aumentará
de valor, no por lo que vale sino por lo que representa en la historia reciente
de España. A mi entender, romanticismos aparte, el tricornio de Tejero debería
estar depositado en el Museo del Ejército, de la misma manera que se conserva
el sillón que Franco utilizó en Burgos o una falsa espada del Cid. Lo falso,
cuando el tiempo transcurre, ya no importa que sea simulado. El visitante al
museo, que ha pagado su entrada, tiene derecho a creerse que es auténtico todo
lo que está dentro de las vitrinas y jamás pone en duda su autenticidad, aunque
ésta sea postiza. Es lo mismo que sucede en el teatro o en el cine. Los
espectadores son conscientes de la farsa, pero se excitan, suspiran, hipan y
sollozan en las butacas en función del argumento proyectado. También en el
circo. Dejó escrito Antonio Gala que “el payaso nos distrae con una inocencia
simulada: una inocencia demasiado grande para ser verdadera, que deja al
descubierto, por torpeza, los trucos de los demás artistas, y acaba por
burlarse del maestro de ceremonias que gobierna la escena”. Este país es como
un circo de tres pistas. En la primera de ellas aparece Emilio Botín, en Nueva
York,  trasladando a los medios
informativos que este es un momento fantástico para España,  que todo el mundo quiere invertir aquí y que
entra dinero de todas partes. En la segunda pista nos topamos de frente con los
informes de Cáritas y con los últimos datos sobre el empleo de la Encuesta de Población
Activa. Y en la tercera pista asoman los rebuscadores en los cubos de basura,
que ya son legión. El tricornio de Tejero está bien donde está, es decir, en la
valija de las remembranzas de la casa de los Tejero, junto a la posterior teresiana
que impuso Luis Roldán y una pequeña réplica en cartón-piedra del caballo de Pavía.
Todos los suspiros de la España
cañí caben dentro de un baúl, del baúl de la Piquer.

viernes, 18 de octubre de 2013






El tobogán de la decadencia









En Zaragoza toda la vida de Dios
existieron las castañeras. Así, cuando empezaban los primeros relentes y el
cierzo cortaba la cara como un cuchillo de Albacete, pasabas por Don Jaime I, o
San Gil, como yo le llamo a esa calle, que vomita gente hacia la Plaza de España como si el
personal que atraviesa el Puente de Piedra se hubiera subido a una cinta
transportadora, y a mitad de camino te topabas con un garito de mínimas
dimensiones, casi un cajón, donde una señora mayor, sentada en un taburete,
asaba castañas con carbón vegetal atizado con un fuelle y las volteaba con una
badila sobre una plancha llena de agujeros. Hoy los requisitos municipales son
tan exigentes que el oficio de castañera está montado sobre el tobogán de la decadencia.
Recordaba hace tiempo Rufo Gamazo Rico en un espléndido artículo, “Magostos y
castañeras”, que el arroz cocido con castañas pilongas tiene un gusto especial;
y, también, que Benito Pérez Galdós dejó escrito que todas las castañas del
mundo tienen el mismo sabor y que sólo en Madrid se les da el punto exacto del
asado. La aparición de las castañeras y sus humeantes estufillas era  señal inequívoca de que se acercaba el inclemente
invierno y de que había que sacar de la percha del armario el “loden” verde
picoleto, aquel que llevaban los gobernadores civiles a principios de la Transición. Un
gobernador civil de finales de los 70, o de comienzos de los 80, si no se
embuchaba en aquel abrigo tirolés cuando salía a la calle al estilo de
Trillo-Figueroa, que era como un pariente lejano del emperador Francisco José,  ni era gobernador civil ni era nada. El “loden”
era largo y ancho, llevaba un fuelle en los hombros, botones de balón,
bolsillos verticales y en la parte trasera un triángulo a la altura de la
espaldilla del que partía un plisado hasta los bajos, eso que en los capotes de
toreo se conoce como bamba,  y que era de
hechuras parecidas al barranco de la Bartolina. Media
docena de castañas calentitas repartidas en los 
bolsillos del “loden” daban calor a las manos el tiempo que duraba rezar un
rosario o leer una “tercera” del ABC. Todo cabe en lo breve.

jueves, 17 de octubre de 2013






Las filas de la suerte









Hay filas en Doña Manolita para
adquirir lotería de Navidad. Estamos fritos a impuestos pero los ciudadanos se
empeñan en pagar impuestos indirectos. Todos quieren ser millonarios para poder
desclasarse. Lo que pasa es que un pobre con dinero puede ser una caja de
sorpresas. Igual que llega, lo gasta y sigue siendo infeliz. Seguirá sin saber
utilizar la pala de pescado y sin que la alta sociedad le acepte aunque cambie
de coche, de piso y de marca de vino. Se cuenta que, un día, un periodista se
dirigió a Emilio Botín durante una rueda de prensa. Y el periodista comenzó la
pregunta espetándole a Botín: “Ustedes los ricos…”. Botín le interrumpió de
inmediato: “Mire joven, ricos-ricos en España sólo hay siete. Los demás son
acomodados”. Pero los ciudadanos que se ponen a la cola de Doña Manolita no se
conforman con soñar con ser acomodados, sino en ser acaudalados, que es
distinto. Eso de ser acomodado, en la praxis, equivale a poder llegar a fin de
mes sin pasar angustias. Parece poca cosa. “Y en el filo de la aurora, / desde
Sol a Chamberí, / nadie sabe por qué llora / pregonando un quince mil. /
¡Cuatro series!, ¡Qué bonitas! / ¡Voy tirando los caudales! / ¡Son de doña
Manolita! / ¿Quién me compra esta penita? / ¡Mañana, mañana sale!”. Esa fue la
última copla de Quintero, León y Quiroga cantada  en 1958 por Concha Piquer en Isla Cristina.
Un fallo en la voz y el retiro definitivo hacia una vida conformada. Por ahí
quedaron los baúles con olor a caracolas marinas y a bodega de barco. Uno de
ellos baúles, el de la película dirigida por Florián Rey, se quedó en
Calatayud,  en el Mesón de La Dolores. Quedó varado para
siempre en la Vega
del Jalón de la misma manera que las conchas de molusco asoman huecas en las
arenas de las playas. Comprar un décimo de lotería es algo parecido a abrir el
periódico por las ofertas de trabajo. Al final encuentras una, llamas por
teléfono y te dan cita para una entrevista. Terminas en manos del psicólogo de
la empresa. "Ya le avisaremos en caso de ser admitido", dice el psicólogo al
aspirante al tiempo que le estrecha una fría y sudorosa mano. Pasan los días y
el aspirante, como en la novela de Gabriel García Márquez, no tiene quien le
escriba. Y decide acercarse a la cola de Doña Manolita en busca de un quince mil
con la parsimonia de esas conchas bivalvas arrastradas a la arena en la
atardecida, con la esperanza de poder pillar un pellizco, o una pedrea, que
permita vivir con el acomodo de Emilio Botín un modesto fin de semana.

miércoles, 16 de octubre de 2013






La segunda aparición de Aznar









Pues no sé, tal vez tenga razón
Xavier Horcajo, al referirse a las últimas apariciones de Aznar. Dice: “Llega
Aznar, como el macho alfa de la manada con las tablas de la ley bajo el brazo.
Suelta unas letanías cada vez más sincréticas, como si fueran de San Lucas o de
San Mateo, que sólo por el tono severo y grave nos gustan y vuelve a
desaparecer sin desenfundar la tizona. No se extrañen de que, al final, el
personal diga aquello de 'Pues vaya mierda de Cid”. Por estos pagos dinero no
habrá, pero hay más libertadores patrios que cañamones daban por un duro en los
lejanos tiempos de mi niñez. Ahora me entero de que un puñado de cañamones al
día basta para cubrir las necesidades básicas de proteínas y ácidos grasos
esenciales de una persona adulta. Creo que ya es la segunda vez que Aznar asoma
la punta de tarjeta amarilla a Rajoy del bolsillo superior de su americana. Amaga
pero no da. La roja está todavía por llegar, pero seguro que Aznar la enseñará
como si se tratara de las Tablas de la
Ley el día que Cataluña reciba, si es que los recibe, que no
creo, los casi 10.000 millones que dice Mas que le debe Madrid. De ser así, no
cabe duda de que seguiría dándole cuerda al manubrio de la gramola con el erre
que erre de la consulta soberanista. En soltar la mosca a grifo abierto para
amansar a la fiera de la barretina  debe
consistir el meollo de la cuestión, es decir, la “financiación singular” y ese
“hecho diferencial” que propugna Alicia Sánchez-Camacho; o dicho en román
paladino, en la limitación de la solidaridad interregional; en la sujeción del
modelo al principio de ordinalidad; y al hecho de que los fondos implicados en
el trasiego de recursos entre las comunidades sean finalistas. A los alumnos de
Primaria deberían enseñarles en las escuelas en qué consiste eso del “hecho
diferencial”, para que más tarde esos niños lo explicasen en casa a la hora del
postre y pudiesen enterarse sus progenitores de que hay vida después del
fútbol. A los niños hay que adoctrinarles desde pequeños, para evitar que más
tarde viren a la herejía y a la perdición. La vida te da sorpresas, ¡ay, Dios!
Jamás pensé que alguna vez el actor y trigésimo octavo exgobernador de
California, Arnold  Schwarzenegger,
pudiese ir de visita al Valle de los Caídos y ver la losa bajo la que reposan
los restos de otro Cid, aprovechando su breve estancia en España.

martes, 15 de octubre de 2013






El Tío de la Mariscada y el gato de los Bohórquez









Antonio Burgos tiene mucha gracia
cuando hace referencia al Tío de la Mariscada.
Y cuando señala que UGT es mucho más aficionada a las
mariscadas que Comisiones Obreras. La culpa, que siempre hay que echársela a
alguien por su mal ejemplo, la tuvo Borbolla a bordo del bateau-mouche sobre el
Sena en la década de los 80. Pero José Ginel, secretario de Comunicación de UGT
Andalucía, negó la existencia de irregularidades. Según éste, se trató de “una
comida acciones difusión VII acuerdo”, como así constaba el concepto que
puso  en la factura el sevillano restaurante
Puerto Delicia el 21 de diciembre de 2009, por la comida navideña de UGT:
“Treinta raciones de langostinos,
1.080 euros; seis pargos al horno,
126 euros; seis cilindros de
foie
, 90 euros; seis botellas de riojas de reserva Marqués de Arienzo, 114 euros, entre otras muchas viandas
que llevaría tiempo detallar. Total 2.047’90 euros y que se endosó a la Junta de Andalucía presidida
por Griñán, justificando tan abultada cifra como “procesos de negociación
colectiva en el VII Acuerdo de Concertación Social. Total, nada. A 100 euros
por cubierto a cuenta del trinque de la subvención. Todo eso viene a cuento con
un artículo que acabo de leer en “El Correo de Andalucía”. En su “Gazapera”,
Manuel Bohórquez, crítico de flamenco de ese diario, contaba el pasado 10 de
octubre en su artículo “Objetos nadadores no identificados” lo siguiente: “La
primera vez que vi un langostino no me atreví a comérmelo. A Palomares del Río
iba todos los años un hombre que montaba una atracción de feria en la Plazoleta, y me hice
amigo suyo. Le ayudaba un poco y me daba algunas pesetas. Un día me dijo con
mucho misterio que tenía un regalo para mí y era una cajita de madera con una
docena de langostinos grandes metidos en nieve. Jamás había visto uno de cerca.
Ni sabía lo que era. (…) Llevé a mi casa los langostinos y mi abuelo los puso
en un lebrillo con un poco de agua a ver si se movían. No se movían porque
estaban cocidos, claro, pero eso lo supimos años después. (…) “Los vamos a
dejar ahí hasta mañana y si nadan entonces nos lo comemos, que no me fío ni un
pelo de estos bichos tan raros”, dijo Popá Manué. (…)  Por la mañana no había ni un langostino en el
lebrillo y una gata que teníamos, Ramona, estaba durmiendo al sol con una
barriga impresionante”. Una barriga, supongo, parecida a la del Tío de la Mariscada.

lunes, 14 de octubre de 2013






Al tercer aviso, al corral









Rajoy se ha sometido a una
entrevista del diario austríaco Kurier y ha vuelto a mentir como es habitual en
él. A estas alturas de la película debería saber que lo que tiene que contar
debe hacerlo en sede parlamentaria. Ha dicho al diario austríaco que los
sacrificios exigidos a los ciudadanos por las medidas de su gabinete contra la
crisis se han distribuido de forma justa. Falso como un duro de madera. Se ha
recortado en Educación, en Servicios Sociales, en becas y en Sanidad y se ha
aumentado considerablemente la abultada cantidad que reciben los partidos
políticos. Hace hincapié en que su Gobierno “heredó deudas inaceptables y que
los altos intereses hacían imposible para el país buscar financiación. Falso.
Nunca la prima de riesgo estuvo a los niveles de este Gobierno y la deuda que
se pide en el exterior es para pagar los intereses de la deuda generada por
ellos y el “regalo” que se hizo a cajas y bancos por medio del FROB y que
deberá devolver el maestro armero. También ha declarado que “la flexibilización
del mercado laboral ha hecho que la economía española sea más competitiva y que
crezcan las exportaciones fuera de la Eurozona”. Es decir, como no se puede devaluar la
moneda, se reducen salarios y se empobrece al país de forma alarmante en
beneficio de los empresarios. Dijo, asimismo, que “se pudieron recapitalizar
bancos arruinados”. Cierto, pero no dijo que los bancos no van a devolver ni un
celemín del recibido ni van a dar créditos a los ciudadanos ni a las pymes,
porque prefieren comprar dinero en Europa al 1 % o menos y ponerlo en deuda del
Estado a casi el 5%. Por cierto, y eso tampoco lo dice, la deuda pública de las
Administraciones Públicas, es decir, la Deuda Soberana, rozará el  100% del PIB en 2014. Y ha redondeado la
entrevista con una rebolera, diciendo que “para mí la prioridad máxima es
conducir al país fuera de la crisis, combatir la inaceptable tasa de paro y
mejorar la calidad de vida de las personas”. En España aumenta el número de
millonarios pero también progresa el número de excluidos sociales. A mi entender,
Rajoy lleva camino de hacer todo lo contrario de lo que dice. Hasta sus barones
le miran con recelo. Pero tiene suerte de que en España no se votan personas
sino siglas de partidos. De hecho ya ha recibido “dos toques” de atención por
parte de Aznar, el padrino que surgió del frío, y que se está convirtiendo en
un “golondrino” en el sobaco del gallego. Ya sabe, al tercer aviso, al corral. Y cómo
no, la andaluza emergente Susana Díaz le está echando un pulso a Pérez
Rubalcaba, una vez que Chacón y Madina se están convirtiendo en meros
figurantes de este esperpento de Arniches.

domingo, 13 de octubre de 2013






Beber las penas









Leo en El Correo de Zamora un
artículo de Luis Miguel de Dios, “Acojono en los majuelos”, donde cuenta: “Es
perfectamente entendible (y deseable) que nuestras ilustrísimas autoridades
vigilen el cumplimiento de la ley y velen para que no se cometan abusos
laborales de ningún tipo, pero, hombre, entre eso y levantar acta porque haya
familiares y amigos que ayuden al agricultor a recoger las uvas media un
abismo”. A mi entender, está bien eso de que los amigos ayuden a trasladar
muebles cuando se cambia uno de casa, en la matacía, o en la vendimia. Pero
también es verdad que se están produciendo abusos en la contratación para
recolectar productos del campo en determinadas zonas. El “acojono” patronal,
cuando se produce es porque éste, el patrono, tiene rabo de paja y sabe cómo se
las gastan los inspectores de Trabajo, que para eso están. Sigue escribiendo De
Dios, refiriéndose a esos socorros, que “si no se vendimian con la ayuda de
hijos, cuñados, primos, vecinos y demás, ni son rentables ni merecerá la pena
cuidarlos, trabajarlos y conservarlos, dada su antigüedad, casi como auténticas
reliquias”. Majuelo es el terreno dedicado al cultivo de la cepa, que suele
dividirse en bancales. A nadie se le escapa que a las grandes empresas
vitivinícolas se les autorizó hace años adquirir majuelos en diversos lugares
de nuestra geografía para poder comercializar vinos con diversas denominaciones
de origen. Así, por ejemplo, cuando alguien adquiere una botella de vino
“Bajoz” en un supermercado, sabe que está adquiriendo una botella con
denominación de origen “Toro”, y no se para a pensar que la cooperativa
zamorana Viña Bajoz, de Morales de Toro, estaba en concurso de acreedores desde
mayo de 2008 y que fue “salvada” en septiembre de aquel año por Félix Solís al
salvarla de una quiebra segura por 7’2 millones de euros. Félix Solís Avantis,
que comenzó en 1952 con una modesta bodega en Valdepeñas, comercializa en la
actualidad, además de Valdepeñas y La
Mancha, vinos con denominación de origen Ribera del Duero,
Rueda, Rioja y Toro, bajo las siglas Pagos del Rey, S.L. Además de ello, desde
1998, cuenta con bodega propia en Shanghai y tiene instalaciones logísticas en
Japón, Estados Unidos, República Checa, Francia, Reino Unido, Alemania, etc.
Alguien imagina que tales majuelos zamoranos de ese “holding” pueda ser
vendimiado por cuñados, primos y vecinos de no sabemos quién a cambio de una
propina en negro. Pues no. Cuando aparece en el tajo la inspección de Trabajo, si
es que aparece, el responsable de la vendimia deberá dar cuanta de la nómina de
braceros que efectúa las labores de recolección de uva. El “acojono” patronal
sólo existe cuando se producen malas prácticas en las contrataciones. Y tales
irregularidades, detectadas con harta frecuencia en este país, le aseguro al
señor De Dios que en la vendimia francesa no suceden. Termina diciendo en su
escrito que “vigilancia y cumplimiento de la ley, sí, pero sentido común,
respeto a las costumbres y flexibilidad, también. De lo contrario, la vendimia,
algo clave en la vida de los pueblos, se convertirá en un martirio y mucha
gente tirará la toalla. Y no están los tiempos, no, para desperdiciar nada ni
para dejar abandonadas viñas que, si no te dan beneficios económicos, al menos
te proporcionan satisfacciones personales y te mantienen unido a la tierra, a
la naturaleza y a la tradición”. Bueno, tomo nota, y que los seis millones de
desempleados se beban sus penas.








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