domingo, 25 de junio de 2017

31 – Alianza perpétua de amor – Mensajes de la Santa Trinidad

31 – Alianza perpétua de amor – Mensajes de la Santa Trinidad
















31 – Alianza perpétua de amor



31 – JESUS – Alianza perpétua de amor

29/7/2010

Evenu Shalom aleijem, hermano mío.

El Pastor está junto a su hermano.

Hermano mío hemos andado por muchos
lugares, has comido en mi mesa y en la de mis hermanos. De cada paso que
hemos dado, un rayo de luz salió para penetrar profundamente dentro de
ti. Tu espíritu se ha elevado hacia lo más alto, solo para acompañar mi
caminar. No hubo obstáculo que no hayamos podido superar, no hubo meta
que no hayamos podido lograr, todo ha sido hecho, conforme a los deseos
de tu Señor.


Un maestro que desea mostrar cuan cercano
es a los hombres, un maestro que puede compartir, reir y hasta hacer
bromas con su hermano, me has visto en mi mas pura esencia, la misma que
ha sido durante todo el tiempo de los hombres. Y tienes razón somos
iguales, cuando debemos decir hasta aquí puedes llegar, lo decimos. Pero
somos capaces de franquear todas las puertas para que el amor se
derrame sobre los corazones de los hombres.


Mi Madre ha caminado mucho la tierra, ha
hablado incesantemente sobre mi amor. Y la importancia de volver a la
fuente de la misericordia ha convocado a multitudes, y multitudes han
respondido. Su mensaje de paz está llegando y es difundido por todo el
orbe. Es el tiempo del amor, si miras hermano mío verás que cuando
caminábamos, en cada tramo del camino el amor siempre ha estado
presente, nunca falto la cuota de piedad, de comprensión, de
misericordia, nunca falto el momento de la oración y la alabanza. Has
vivido la vida del misionero, deseabas conocer como es un misionero, es
así como lo has visto, es caminar los caminos de los hombres en el
respeto y en la tolerancia, para luego abrir el corazón a las bondades
de Dios, los pueblos que visitas tienen hombres y mujeres, ancianos y
niños, que tienen su propia historia. Cuando un misionero llega, llega
como tu y yo llegamos siempre, como forasteros y debe primero conocer a
quienes debe llevar el mensaje de la buena nueva, entonces es menester
escuchar y nunca condenar, escuchar, aprender, para luego obrar, pues a
lo largo de la historia, muchos pastores anunciando mi Palabra, llevaron
por delante a las multitudes, tildándolos de ignorantes, de no conocer
la fe, de bárbaros, y sin embargo hermano mío, esos bárbaros como tan
cruelmente los llamaron, hacia mucho tiempo antes que ellos, que
practicaban la civilización del amor, así fue el mundo cambiando a lo
largo de la historia el mensaje de la salvación, el mensaje de la vida
nueva en Cristo, tu Maestro y Señor.


El cayado que has tenido en tu mano estos
días, es el mismo que un dia mis mensajeros te entregaron a ti, el
bastón del pastor, a ti se te ha confiado pastorear el rebaño del Señor
junto a los hermanos que uno a uno se van mostrando a ti. Hasta hace
poco tiempo hermano estaban ocultos, ahora comenzaran a aparecer uno
tras otro, eres un buen pescador, sabes donde tirar la red, para que tu
espíritu se una a los de mis ángeles dispersos por el mundo.


Necesito hermano mío que inicies tu
caminar con los que nada tienen, que le des el tiempo de la escucha, el
tiempo del dialogo, dentro de cada uno de ellos hay una historia de
desencuentros y dolor, precisan de un alma que se de el tiempo de
dialogar con ellos. Te sorprenderás hermano mío de encontrar tantos
ángeles tirados, casi muertos, es hora de emprender el camino, no
precisas aún ir demasiado lejos, aunque tu destino no es esa tierra,
sino otra, pero en esa tierra aún tienes una tarea que realizar.


Visita a los que la sociedad desprecia, a
los que son dejados de lado. Allí tienes un gran campo de trigo para
sembrar, la cosecha será mía, solo siembra hermano mío, nunca dejes de
sembrar. Estoy tan detenido Señor decias, estoy tan quieto Maestro,
habiendo tanto para hacer. Pues el momento ha llegado ya.


Se te ha dado hermano mío, toda la
enseñanza, la has recibido de mis manos. Al hermano que has reconocido
como un maestro, hay muchos mas. Vuestro Señor un dia os dijo el que me
ve a Mi, ve al Padre. Y vosotros sois uno en Mi, como Yo Soy uno en Mi
Padre, deja que otras manos se estiren para tocar tu manto a tu paso,
deja que la fe los sane.


Si tan solo me estiro y tomo su mano, mi
mano cambiaria, si tan solo toco su manto seré curada. Que en ti se
cumpla lo que debe cumplirse, lleva la luz a los ciegos, lleva la fe a
los que nada tienen, lleva la paz donde no haya mas que guerra interior.
No te afanes por las guerras terrenales, ya mi Madre te ha dicho, os ha
dicho a todos, la mayor batalla se libra en los corazones de los
hombres.


Guererro del corazón, toca nuevos
corazones, haz de ese lugar donde vives mas agradable para vivir, en
definitiva esa es la misión de un misionero, hacer de un lugar un mejor
sitio para vivir, un campo propicio para que la fe germine.


No dejes nunca atrás la sencillez y la
nobleza. Detente siempre para mirar que en el camino no hayas perdido la
bolsa, como me paso a Mi, y si la pierdes asegurate de tener como Yo un
amigo fiel que la guarde y la cuide por ti, pues la bolsa que perdi no
era de dinero, era mi Palabra, mis enseñanzas, que presuroso recogiste
en el camino y te mandé guardarlas, era para ti, al llevartela cumpliste
con lo que yo habia profetizado, el Maestro dejará sus enseñanzas en el
discipulo y este celosamente las cuidará y las guardará, no para si,
sino para ser transmitidas a otros.

El campo del amor está alto, sus
espigas cubren toda la tierra, son espigas fuertes brillantes que darán
abundante harina para amasar la vid de los hombres, una vida amasada con
amor, como el pan que mi Madre amasa día a día en toda la tierra, esa
semilla debe tener la nobleza de dejarse triturar en el molino de la
vida para luego ser pan. Tu eres semilla y has sido triturado, molido,
has sabido de los dolores del molino, todos deben saberlo es el camino
de la cruz, uno de los caminos más difíciles para llegar a Dios, pero en
el amor todo adquiere un nuevo sentido, cuando es visto a traves del
prisma del amor, el dolor toma otra dimensión, duele menos y se
comprende más, nunca enseñes que el camino de la cruz es facil, no lo es
y tu lo sabes, pero es un camino que se debe recorrer para llegar a
Dios. Muchos lo están recorriendo ya, pero no lo saben, escúchalos en el
dolor, en la angustia en la desolación, en la desesperanza, deja que tu
luz roce sus vidas.


No te hemos dado una luz poderosa como la
que has recibido sólo para alumbrar a unos pocos, alumbra a todos los
que puedas, los que tu corazón te indique sin temor y con la frente en
alto, pues di con toda confianza, vengo en Nombre del Señor, que me ha
pedido hacer llegar la alegria de que no estais muertos y no morireis
sino que viviran para siempre, solo dejen que su amor los invada por
completo.


A tu esposa le he pedido que extienda sus
manos hacia Mi, esas manos extendidas son para que Yo vuestro Maestro
las colme de gracias, es la manera de que vuestras vidas se inunden de
la gracia divina, pedid con las manos extendidas y Yo os prometo que
nunca quedarán vacias, sino colmadas de bienes espirituales.


Una sola cosa exigiré de ti, hermano mío,
ayuda a los que encuentres a perdonar, el perdón es imprescindible para
estar con vuestro Señor, si no hay perdón no hay vida, sino muerte y
desolación, la falta de perdón crea verdaderos cementerios dentro del
corazón del hombre y donde hay muertos no puedo establecer mi morada.


Yo soy el Señor de la vida y doy vida no
muerte, doy paz y no guerra y en esos corazones hay verdaderas batallas,
crueles y sangrientas. No es una empresa facil, la que te estoy
encomendando, aún en ti hermano mío, todavía hay guerras, dejalas de
lado, que nada te turbe, quédate libre de toda iniquidad, el enemigo
está deseoso de entablar batalla contigo y detener tu paso, no le gustan
las derrotas, y se siente derrotado. No detengas tu marcha para
entablar una guerra sin sentido, con él, no vale la pena, ha caído, se
ha estrellado, aposto a la mentira, aún viendo la verdad, hizo daño
repartiendo mordiscos como una fiera salvaje y solo desea que le
contesten una sola vez. Cuando sea el momento, pon freno a las luchas,
como tu Maestro te enseñó, aparta la burra, llevala lejos para que haya
paz, aparta de ti todo mal.


Hace tiempo puse en tus manos una alianza,
en la de tu esposa otra, sellamos juntos una alianza perpétua de amor,
esa alianza se hace perpetua tambien en el servicio y en la misión, es
un signo del misterio de amor del Padre Celestial, misterio que no
permanece oculto, sino que ha sido derramado en todo el mundo, misterio
que se hizo sacrificio y don, sangre y luz, misterio, porque eligió un
cuerpo para su hijo y que se hiciera cercano a los hombres, ahora hemos
elegido en ti, un cuerpo para el amor. Tambien para que se haga cercano a
los hombres, un cuerpo donde habita el misterio del Germén divino de
Dios. Eres mi servidor, mi hermano, mi compañero de peregrinaje, la
oración que más escucha mi Padre


Es la oración del peregrino, aquél que vaga
por la vida pregonando el amor, cada oracion que emana de tus labios es
escuchada atentamente hermano mío y vemos día a día crecer el reino del
amor, lo que sea para tu bien te será dado.

Los astros son creados por el Padre Celestial, cada uno de ellos.

Solo deseo hacerte una pregunta, ¿quien es
más grande la luna, el sol, la tierra, las estrellas, los cometas, el
universo todo o Dios?


—- Dios Maestro.

Deseo que enseñes eso, los astros ninguno
de ellos es superior a tu Dios y solo Dios rige el destino de la vida y
vuestro Dios os hizo libres no os dice haced esto, o aquello, sino que
os dice esto es bueno, esto no, pero en libertad, y si vuestro Dios que
os creó con sus manos no os aprisiona con sus mandatos, como un planeta
que es menos que Él, ha de gobernar la vida de los hombres, eso no es lo
que se debe enseñar, los maestros están poniendo por sobre todas las
cosas a las creaciones e Dios por sobre su Creador. Ningún astro, tiene
poder en si mismo, ninguno en absoluto, es un error que se debe corregir
ya han sido instruidos los hermanos para que habran nuevos canales
donde los cuales, se de gloria solo a Dios, sólo mi Padre el Creador es
digno de alabanza y o su creación el espiritu de mi Padre, los elementos
son solo elementos la obra es del Creador.


Extiende tu mano hermano, mis manos están
sobre tus manos, las marco con la señal de la cruz, las hago misioneras,
es lo que más usaras, tus manos. Te mando imponer las manos a los
enfermos a curar sus males en el Nombre del Padre, del Hijo y del
Espiritu Santo, te mando a sanar a los enfermos del espíritu, te envío
con estas manos a derramar mis gracias que en ellas derramo Yo, no para
ti, sino para los demás.


Cuando tu necesites ser sanado, Yo tu
Maestro te sanaré, mi Madre te sanará, pide e invocanos en tu ayuda. Te
mandado con esas manos imponerselas a los que encuentres tirados por la
vida para que reciban por ella el Espiritu vivificador y purificador,
así se derramará sobre ellos el don de Dios, los que caigan al suelo
producto de la efusión del Espiritu Santo, los levantarás, cuando
despierten, no antes, pues el Espiritu realizará en ellos su obra por
ti.


Invoca el Espiritu Santo sobre ellos y El
acudirá, podrás sanar a tu esposa de todos sus males, ella por ti
quedará reestablecida completamente, pero este don, que hoy se te
entrega lo has recibido en virtud a nuestro peregrinar juntos, nunca
dejes que tu espiritu se desconecte de tu corazón y nunca dejes de estar
conectado con Dios. Vive en el amor y ten paz.


Así sea.

Regresa ya
hermana mía, que estas siendo sanada por tu amado esposo, viviras, tu
viviras, hasta que el tiempo de la tierra se cumpla, pero hoy sanarás,
mi misericordia es grande y mi amor no tiene límites, que nadie atente
jamás contra la madre del Germen, el que lo hizo se condenó para
siempre, no cometio ningun pecado mas que el amor y el amar si yo
vuestro Maestro no he condenado a nadie con mas pecado y con un corazón
ennegrecido por el odio y le he dicho, te aseguro que hoy estarás
conmigo en el paraíso, te aguarda junto a Mí, entonces quién puede
condenar el amor. Nadie es superior a Mi, Yo Soy Jesús, el Hijo de Dios.
Amén.


Evenu Shalom alejem, hermano mío, aún debemos caminar, adios hermano, sé feliz, gracias por tu compañía hermano, adiós.

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