SÍNTESIS DE LA HISTORIA DE LA IGLESIA CATÓLICA EN ECUADOR.


MAPA DE ECUADOR.


Tras contemplar el mapa político de Ecuador, estado que en la actualidad cuenta con   14.666.055  de habitantes  nos disponemos a desarrollar el título del tema : SÍNTESIS DE LA HISTORIA DE LA IGLESIA CATÓLICA EN ECUADOR, en cuanto síntesis, se indica que los cerca de 500 años de la historia de la Iglesia en Ecuador han de aparecer de forma muy escueta, pero en cuanto historia de la Iglesia , el tema ha de comprender  una mayor extensión de la que generalmente es usual en este medio. Dicho esto indicamos el índice que seguiremos en la exposición del tema.
 1.- Conquista y evangelización de Ecuador.
2.- Fundación y evangelización  de san Francisco de Quito.
3.- Fundación y evangelización de Villa Nueva de san Gregorio de Portoviejo.
4.- Síntesis de la historia de la Iglesia en Ecuador desde los inicios hasta nuestros días.
5.- Santos y mártires de Ecuador.
 1.-CONQUISTA Y EVANGELIZACIÓN DE ECUADOR.
            La conquista y
evangelización del Ecuador fueron parejas en todo el territorio del
mismo, por ello nos ocuparemos en los apartados que siguen de la
conquista y evangelización del territorio ecuatoriano ocurrida a través
del siglo XVI.
Gracias al espíritu organizador de
Pizarro y a la riqueza de la tierra, fue el Perú, la región más
importante de América. Ahí establecieron sus conventos las órdenes
religiosas y tuvieron por todas partes misiones y doctrinas.
            También salieron de ahí expediciones militares y evangélicas hacia las demás regiones de la América española. De
ahí salió el capitán Sebastián de Belalcazar en 1533 hasta llegar al
Ecuador, donde funda en Diciembre de 1534 la ciudad de San Francisco de
Quito
. Con él, fue el sacerdote mercedario Fray Hernando de Granada
quien tuvo a su cargo la evangelización de Ecuador y Colombia. En el
Ecuador tuvo más auge la acción evangélica de los religiosos, que en
otras partes de América.
 2.- FUNDACIÓN  Y EVANGELIZACIÓN DE SAN FRANCISCO DE QUITO.
 Sebastián de Belarcazar, embarcó hacia las costas de Perú, donde se unió a la expedición que preparaba Francisco Pizarro contra el Imperio inca (1532). Tras haber ayudado a Pizarro a combatir a las tribus locales, completó en 1534 la conquista de Quito usando fondos obtenidos de sus campañas anteriores.
            Quito había sido la ciudad
más septentrional del Imperio inca hasta ese momento, y antes de ser
tomada por Belalcázar fue incendiada por el caudillo inca Rumiñahui, tras enviar el tesoro de la ciudad, hacia los Andes.
            Belalcázar y por orden de Almagro fundaron así la nueva ciudad de Quito sobre las ruinas de la antigua población inca, llamándola San Francisco de Quito, en honor a los misioneros franciscanos, por lo que en el escudo de la ciudad consta el tradicional cordón franciscano.
CLAUSTRO DEL CONVENTO FRANCISCANO DE QUITO. .
Esto ocurrió el año  1534. Quito llegó a ser el centro de operaciones de los ejércitos y  a su vez  de la expansión de la iglesia.
            Este objetivo se plasmó muy pronto con  la creación de  la diócesis de Quito en  1546 encomendada a Garcí Díaz de Arias su primer obispo
             El segundo obispo de Quito, Pedro de la Peña,
participó en el Concilio Provincial de Lima, cuyas decisiones afectaron
la organización eclesial en la primera parte, y la manera de tratar a
los indios en la segunda. Allí­ se definió lo que serí­a la polí­tica
oficial durante todo el periodo colonial: «una pedagogí­a especial
para enseñanza de la doctrina, y un amor entrañable de parte de los
sacerdotes a los indios, como a menores de edad en la familia de la
Iglesia.»
            Se convocaron tres sí­nodos
en Quito y Loja (1570, 1594 y 1596) para reglamentar la vida de la
iglesia en lo tocante a los colonos y a los indios. Allí­ se
adoptaron reglas especí­ficas acerca de modalidades de vida requeridas
de los indios, sobre vestimenta, apartamientos, limpieza, vida
sedentaria, vida matrimonial, formas de comer, uso de la cruz,
obediencia como siervos, etc.
 INTERIOR DE LA IGLESIA FRANCISCANA DE QUITO.
Con esto se querí­a imponer el estilo de
vida español, con la intención de hacer a los indios más humanos y
civilizados. Para la evangelización se impartí­a una enseñanza doctrinal
mí­nima, propia para menores de edad. Lo importante no era la
comprensión de la verdad, sino que los indí­genas acataran los ritos y
las prácticas sacramentales como canales de la gracia. Era demasiado
esperar que las «mentes incultas» entendiesen los misterios de la fe.
            Esta aculturación forzada no
era inculcada por medio de la persuasión, sino castigando a quienes no
se sometieran a las prescripciones de los españoles. Se quemaban las
casas y se expropiaban los terrenos de los indios que huí­an de las
reducciones.
            El castigo por no
confesarse en el tiempo señalado era 24 azotes, y el que repetí­a la
transgresión era trasquilado y puesto en la cárcel por seis dí­as. El
castigo por no oí­r misa era 24 azotes, y si el infractor se obstinaba,
se le cortaba el cabello en público y se lo encarcelaba por cuatro
dí­as.
            La protesta de los indios se manifestaba de varias maneras: rebeliones, escape a la selva y resistencia pasiva .Sólo en la Provincia de Chimborazo hubo nueve levantamientos significativos.
En las zonas montañosas era siempre difí­cil exigir que los indí­genas
aceptaran las doctrinas de los conquistadores; muchos se alejaban de los
españoles o huí­an a las ciudades para realizar trabajos particulares.
            Lo más común, sin embargo, era la conservación de su identidad cultural por medio de la adaptación
de sus propias tradiciones, en lo exterior, a lo requerido por los
conquistadores, y el mantenimiento del núcleo del sentido religioso y
social de su pueblo en su fe y práctica interior.
            La religiosidad española
impuesta tení­a dimensiones de religiosidad popular que, por su carácter
mágico, apenas se distinguí­a de las prácticas religiosas indí­genas
tradicionales
.
            Para comenzar la obra de
evangelización, se establecieron conventos en las tierras un tanto
pacificadas. Sin embargo, la tarea resultó sumamente difí­cil.
Escribiendo sobre Popayán (en lo que hoy es territorio colombiano), que
era parte del obispado de Quito, el misionero Juan de Valle (m. 1562)
afirmó: «Los tiempos . . . no fueron propicios para intensificar
una obra profunda y eficaz de evangelización, mientras los indios eran
duramente castigados por las correrí­as de los exploradores
ENCOMIENDAS Y ENCOMENDEROS.
            Desde un comienzo de la
colonización, también en Ecuador , se utilizó el método de las
encomiendas:       Descubierto y conquistado un territorio, se
confeccionaban los planos y se fundaba un villorio con el nombre de
ciudad. Las inmediaciones se repartían entre los conquistadores, siendo
una de las principales obligaciones cuidar, defender y catequizar a los indios de su territorio.
            Al dar posesión a un conquistador de un territorio, se decía al interesado: “A vos XX se os encomiendan tantos indios en tal cacique y enseñadles las cosas de nuestra santa fe católica”. De ahí las palabras encomienda y encomendero.
             A su costa, tenía éste en su encomienda un encargado, sacerdote o seglar, que diariamente enseñaba la doctrina cristiana a los indios y por eso se llamaba doctrinero.
De tiempo en tiempo, pasaba por ahí algún misionero, examinaba a los
candidatos y bautizaba y administraba los demás sacramentos, a los que
estaban suficientemente preparados.
            Las varias órdenes monásticas
establecieron centros de operación para su obra misional. Los jesuitas
llegaron a la cuenca de Quito en 1574.
            Los franciscanos ya
tení­an en 1589, mayormente en zonas rurales, 30 «doctrinas», o sea,
centros para la enseñanza a los indios de Chimborazo y Zaruma. Los
dominicos trabajaron mayormente en centros hispanos.
CATEDRAL METROPOLITANA DE QUITO.
3.-LA DIÓCESIS DE QUITO AFINALES DEL SIGLO XVI.
 Como se ha  dicho anteriormente la diócesis de Quito se creó en  1546 encomendado a Garcí Díaz de Arias su primer obispo.
             Esta diócesis   tenía gran  extension,
al finalizar el siglo XVI había 153 parroquias y doctrinas: 68 a cargo
del clero secular, dedicado principalmente a los colonos, 37 a cargo de
los franciscanos, 28 de los dominicos, 15 de los mercedarios (quienes
trabajaron principalmente en la costa occidental) y 7 de los agustinos.
            Entre los indígenas
había diferencia en cuanto a idioma, pero predominaba el quichua como la
lengua de uso común. La iglesia exigía a los misioneros el conocimiento
del quichua, idioma que había sido reducido a la escritura por fray
Domingo de Santo Tomás y publicado por primera vez en 1580.
            Sin embargo, varios
dialectos continuaron por un tiempo, entre ellos el puruhué en
Chimborazo. A pesar del esfuerzo por juntar a los indios en poblados
para indoctrinarlos,  los de Chimborazo, como los de otros pueblos de la
zona montañosa, se resistieron y se esforzaron por mantener su vida
selvática.
            En las zonas urbanas se
enseñaba con regularidad, pero muchos de los indígenas habían sido
incorporados en el sistema colonial de encomiendas. Llegar a estos
lugares requiría varios días de viaje y muchas veces la concentración de
la enseñanza en periodos breves e intensivos.
    INTERIOR DE LA CATEDRAL DE QUITO.
 Según un misionero, en estos lugares lejanos se indoctrinaba a los indios «dos
veces al día… enseñándoles los principales misterios y a dolerse de sus
pecados… Cuando los veía suficientemente instruidos y ellos
manifestaban deseo de recibir el santo bautismo, se lo administraba
juntando a varios para mayor solemnidad.»
            A la vez, era un proceso muy
difícil por el temor al blanco y las enfermedades, que eran consideradas
los enemigos principales de las misiones.
 GRABADO DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA IGLESIA DE SAN FRANCISCO EN QUITO.  
Testimonio de la evangelización de
Quito  en el siglo XVI son los templos construidos  en la época alguno
de los cuales  aún   se conserva, por ejemplo el de san Francisco
.
             La construcción de la
iglesia se inició en 1536, en terrenos aledaños a la plaza donde los
indígenas realizaban el mercado de cambio  de productos. La obra
estuvo a cargo del franciscano flamenco Jodoco Rique. La iglesia,
concluida hacia 1580, es el resultado armonioso de influencias
mudéjares, manieristas y barrocas.
Los frailes franciscanos fueron
los primeros que se establecieron en Quito. Atractivos como el altar
mayor del templo, las capillas laterales y el púlpito son de excepcional
belleza. En el altar mayor se encuentra la imagen de la Virgen de Quito, tallada por Bernardo de Legarda, maestro de la Escuela Quiteña.
IGLESIA DE LA MERCED DE QUITO.
La iglesia  de La Merced también data del siglo XVI así como su convento
. Sin embargo, la estructura  tuvo que ser modificada y reconstruida en
el siglo XVIII, ya que los terremotos  habían causado graves daños en
la estructura del templo.
            Refiriéndonos a la presencia
de los mercedarios en Ecuador podemos contar que cuando el conquistador
Sebastián de Benalcázar llega a Ecuador y a gran parte de Colombia, lo
acompañan los mercedarios fray Hernando de Granada y fray Martín de
Victoria.
            Estos religiosos se
hallaron presentes en la primera fundación de Quito (28 de agosto de
1534) y en la segunda (6 de diciembre de 1534), ambas obra de
Benalcázar.
            Este, en un gesto muy cristiano y de
gratitud a María, hace donación de terrenos a Nuestra Señora de la
Merced como a primer templo  de la ciudad. En el acto, el padre
Granada funda el convento y desde allí arrancará la rica historia de
María de la Merced en Quito y en Ecuador.
            En este monasterio se fundó la primera escuela de Quito, por
fray Martín de Victoria, fraile de gran facilidad para aprender las
lenguas indígenas, pues en muy breve tiempo llegó a hablar expeditamente
la del Inca.
            Por eso enseñó el padre
Victoria a los religiosos de diversas órdenes la lengua quechua, para
que ellos pudieran adoctrinar a los indios. El mismo padre de Victoria
compuso la primera gramática de lengua quechua. Téngase en cuenta que la
cátedra para la enseñanza del idioma quechua en la Universidad de Lima
fue creada por Real Cédula sólo en 1580.
            También desde Quito, los
mercedarios evangelizan la bahía de San Mateo, en Manabí, y se adentran
en el río Amazonas con la expedición de Francisco de Orellana, a quien
acompaña el padre Gonzalo de Vera.
            La iglesia de la Catedral es uno de los símbolos religiosos de grandes características y valor espiritual. Este templo inició su edificación en 1562, diecisiete
años después de  la creación  del obispado de Quito (1545). La
culminación de la obra tal como se encuentra en la actualidad, es de
finales del siglo XIX.
    CONVENTO DE LA CONCEPCIÓN. 
El convento de la Inmaculada Concepción se fundó el 13 de enero de 1577 por nueve religiosas. Para finales del siglo XVII, el convento contaba con 120 monjas de velo y coro.
SAN GREGORIO DE PORTOVIEJO.
3.-FUNDACIÓN Y EVANGELIZACIÓN  DE  VILLA NUEVA DE SAN GREGORIO DE PORTOVIEJO.
            La ciudad fue fundada el 12 de marzo de 1535 por el Capitán Francisco Pacheco , con el capitán Francisco Pacheco, vino
el mercedario Dionisio de Castro, y erigió  el convento de su Orden en
Portoviejo, al mismo tiempo que se fundaba la ciudad.
            Pacheco, bajo las órdenes de Diego de Almagro, le puso el  el nombre de Villa Nueva de San Gregorio de Portoviejo
jurándose fidelidad al rey Carlos I de España, quien después supo que
la villa había sido fundada en nombre suyo, aunque éste no la dotó de
escudo de armas sino hasta 1540.
  DIEGO DE ALMAGRO. 
La ciudad fue fundada originalmente a 25
km aproximadamente del emplazamiento actual en el sector conocido como
El Higuerón, y sirvió como punto de avanzada de los conquistadores
españoles para frenar a las naciones existentes en la zona como los
mantas y los picoazá.
            Este asentamiento original
de Portoviejo fue atacado e incendiado en repetidas ocasiones por
piratas ingleses y franceses, por lo que poco a poco fue trasladándose
hasta su ubicación actual.
 MALECÓN DE GUAYAQUIL. ECUADOR.
Portoviejo fue fundada para custodiar la frontera norte de la Gobernación de Pizarro, abastecer de maíz, agua y alimento a los barcos españoles. Poco después se consolidó Santiago de Guayaquil, que en adelante sería el puerto principal de Quito.
            Por sus servicios a la
causa real, Portoviejo recibió más tarde el título de Muy Leal y Noble
Ciudad de San Gregorio de Puerto Viejo
, y era especialmente estimada por el Rey Don Carlos I de España,
quien supo de esta hazaña y que fue hecha en nombre suyo. Su carácter
de ciudad de españoles, pequeña y periférica, le fue perfilando un rasgo
peculiar.
PROTOTIPO DE VILLA EN LA ÉPOCA DE LA CONQUISTA .
            La evangelización de Porto
Viejo se llevó a cabo principalmente por los padres Mercedarios quienes
asentaron allí un convento que se encargó  de las doctrinas de los
naturales.
En el Ecuador, trabajaron con incomparable celo los
PP. Juan de Santamaría, Alonso Enríquez y, singularmente, el consejero
del conquistador Benalcázar, Fray Hernando de Granada.
            Hacia fines del s. XVI puede
considerarse cerrado el periodo de fluidez institucional. La diócesis y
las fundaciones de franciscanos, dominicos, mercedarios y agustinos
quedaron sólidamente asentadas. Llegó en 1568 la Compañía de Jesús que
extendió una red de colegios en las principales ciudades; tomó a su
cargo el Seminario y la extensa Misión de Mainas, en el oriente
transandino.
PLAZA DE LA CIUDAD DE ALMAGRO LUGAR DE NACIMIENTO DEL ADELANTADO DIEGO DE ALMAGRO. C. REAL. ESPAÑA.
4.-SÍNTESIS DE LA HISTORIA CATÓLICA EN ECUADOR DESDE LOS INICIIOS HASTA NUESTROS DÍAS.
            Después de habernos detenido 
en la historia de la evangelización de Ecuador en los principales
puntos de su geografía en la época de la conquista, pasamos ahora a
ofrecer una síntesis  que abarca toda la historia de la iglesia
ecuatoriana hasta nuestros días, tomada de http://www.prolades.com/cra/regions/sam/ecu/rel_ecuador09spn.pdf Formato de archivo: PDF/Adobe Acrobat – Vista rápida.
A) DESDE LOS INICIOS HASTA LA INDEPENDENCIA.
            ” Los españoles introdujeron el catolicismo en los años 1530 y el obispado de Quito se estableció en 1545. Tanto
las autoridades españolas como las católicas, haciendo uso de la
infraestructura de los incas, se establecieron a lo largo del
territorio.
             Después del primer sínodo diocesano en 1595,empezó un programa de evangelización en Ecuador por miembros del clero diocesano y religiosos principalmente franciscanos, mercedarios, dominicos, agustinos y los jesuitas a partir del 1596.
            Al finalizar el siglo 17, el Ecuador estaba “bien evangelizado”,
de acuerdo a los historiadores católicos. Sin embargo, después de la
expulsión de los jesuitas en 1767, quienes sólo en el Río Napo habían
establecido 33 misiones entre aproximadamente 100.000 habitantes se
produjo un retroceso en la evangelizción y conservación  de lo
alcanzado.
            Durante la época colonial, la
Iglesia Católica fundó instituciones de enseñanza tales como
laUniversidad de Quito, y en 1760 establecieron una imprenta en el mismo
lugar.
            Durante el siglo 18
prevaleció un continuo progreso de cristianización en el país, sin
embargo, la independencia del país de España en 1822 trajo muchos
problemas.
INDEPENDENCIA DE ECUADOR.
B) LA IGLESIA CATÓLICA TRAS LA INDEPENDENCIA.
            La dependencia de la
Iglesia de los sacerdotes españoles, religiosos y religiosas y el apoyo
financiero, causó un recorte en los servicios ofrecidos
.
 Las limitaciones de la Iglesia,
especialmente en el liderazgo pastoral y el trabajo parroquial, llevaron
a un mayor desarrollo del Catolicismo popular, que integra muchos
elementos tradicionales de la cultura, creencias y prácticas amerindias
(sincretismo).
File:José Cuero y Caicedo (Obispo de Quito).jpg
 EL OBISPO JOSÉ DE  CUERO CAICEO :   José
de Cuero y Caicedo, Obispo de la ciudad de Quito entre 1802 y 1815.
Vivió la revolución quiteña de 1809 y fue Presidente de la Segunda Junta
de Gobierno de la misma. Óleo sobre lienzo que se encuentra en la Sala
Capitular de la Catedral Primada de Quito, de autor desconocido (siglo
XIX
).
En 1848, la Diócesis de Quito fue
ascendida a arquidiócesis bajo el Arzobispo Nicolás Joaquín de Arteta y
Calixto, quien murió en septiembre de 1849 y fue reemplazado por el
Arzobispo Francisco Xavier de Garaycoa Llaguno en 1851. Entre 1786 y
1848,  se establecieroN las siguientes diócesis :Ayacucho (Huamanga),
Cuenca, Guayaquil, Maynas, Popayán y Trujillo
.
            La Iglesia Católica siempre ha jugado un importante papel en el gobierno ecuatoriano y en la sociedad.
PRESIDENTE GABRIEL GARCÍA MORENO.
C) LA IGLESIA TRAS LA APROBACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN DE 1869.
 La Constitución de 1869, aprobada
por el gobierno del Presidente Gabriel García Moreno (1859-1865 y
1869-1875), declaró la Iglesia Católica la religión oficial del país y
sólo los católicos podían obtener la ciudadanía.
            Bajo el nuevo presidente,
se estableció un concordato con el Vaticano (1863), una nueva diócesis y
se les devolvió a los jesuitas, a quienes les fue permitido
regresar,las escuelas y misiones.
            Sin embargo, el Presidente
García Moreno fue asesinado en agosto de 1875 y su muerte no solamente
puso fin al concordato sino que también causó una ola de persecución
contra la Iglesia bajo el nuevo régimen.
            En 1885, cuando el Obispo
Pietro Schumacher, C.M., se convirtió en Obispo de Portoviejo
(establecido en 1870), casi todo el clero nativo fue suspendido y
reemplazado por sacerdotes europeos y prácticamente se estableció una
jerarquía Conservadora bajo el Arzobispo José Ignacio Ordoñez
(1882-1893), quien participó en el Primer Concilio Vaticano (diciembre
1869 a octubre 1870) convocado por el Papa Pio IX.
            Parte del rencor que generó García Moreno entre los Liberales, fue su amistad con la Compañía  de Jesús
            Durante un periodo de
exilio, él ayudó a un grupo de jesuitas desplazados a conseguir refugio
en Ecuador. Él también abogó por una legislación que prohibiera las
sociedades secretas
.
             Esta acción y algunas otras
similares, animó a que los partidos anti católicos del Ecuador,
especialmente los masones, lo vieran como un enemigo odiado.
            Mientras la situación
política en esa época era “extremadamente enredada y tenebrosa”, el
hecho de que García Moreno fuera elegido para un segundo término
(1869-1875), mostró su popularidad, tanto con la jerarquía de la
Iglesia Católica como con las masas. Su vigoroso apoyo a la
alfabetización universal y a la educación empleando el modelo francés,
se consideró tanto controversial como sobresaliente.
Eloy Alfaro Delgado.jpg
JOSÉ ELOY ALFARO DELGADO
D) LA IGLESIA DURANTE EL GOBIERNO DE LOS LIBERALES
            Las fuerzas anticlericales
en control del gobierno durante la administración del presidente
Liberal José Eloy Alfaro Delgado (1895 a 1901) repudiaron el concordato
en 1895. En 1899, el gobierno Liberal aprobó una nueva Constitución que
garantizaba la libertad de credo y respetaba todas las religiones.
            Estas acciones fueron un
fuerte golpe para la Iglesia Católica. Las órdenes religiosas incluyendo
a los capuchinos, salesianos, misioneros de Steyl y varias órdenes de
hermanas religiosas, desaparecieron y el Obispo Schumacher se exilió.
            En 1910, la religión del
Estado era el catolicismo pero se toleraban otros credos. El Estado
apoyaba que la gente continuara con la fe católica y se mantuvieran las
instituciones educativas religiosas, tales como los tres seminarios de
Quito y uno en cada una de las seis diócesis. Al mismo tiempo, el
gobierno pasó la ley de que no se permitiría ninguna nueva orden
religiosa extranjera en el país
.
            El gobierno ecuatoriano era
controlado por Liberales anticlericales que daban libertad política y
religiosa a todos sin la interferencia política de la jerarquía
católica.             Los años 1930 y 1940, fueron marcados por una
inestabilidad política y económica y la llegada de políticos populistas
tales como el Presidente José María Velasco Ibarra quien era el
candidato del Partido Conservador en 1933. Él fue
presidente
durante cinco veces entre 1934 y 1972 (algunas veces como dictador); sin
embargo, él solamente sirvió uno de esos términos (1952-1956) sin ser
removido por el ejército.
            En 1952, él se describió a sí
mismo como un neoliberal que representaba “una tercera posición entre
el capitalismo y el comunismo”.
TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN.
E) LA IGLESIA CATÓLICA TRAS EL CONCILIO VATICANO II.
            Se generaron varias
tensiones entre la Iglesia Católica ecuatoriana durante los años 1960 y
los subsiguientes, como resultado de los retos impuestos por el Concilio
Vaticano Segundo (1962-1965), la Conferencia Latinoamericana de Obispos
realizada en Medellín (Colombia) en 1968, la aparición de la Teología
de Liberación Latinoamericana y el movimiento de Renovación Carismática
Católica.
            Estas fuertes nuevas
corrientes polarizaron en varias facciones a los obispos católicos,
sacerdotes, (diocesanos y religiosos), hermanos y hermanas laicas
(miembros de órdenes religiosas), y laicos  en general.
             Los tradicionalistas querían
que la Iglesia se mantuviera como antes de las reformas aprobadas por
el Segundo Concilio Vaticano (a mediados de los años 1960), con énfasis
en la autoridad apostólica, la teología ortodoxa, los sacramentos y la
fe personal.
            Los Reformistas generalmente
apoyaron la posición de la Iglesia después del Vaticano II a favor de
la modernización y la tolerancia de la diversidad basada en la
            Los Progresistas,
inspirados por las reformas aprobadas por el Vaticano II y las
conferencias de Medellín, buscaban implementar la nueva visión enfocada a
“una opción preferencial hacia los pobres” a través de acciones
sociales y políticas dirigidas a transformar la sociedad ecuatoriana y a
establecer la justicia social a través de medios pacíficos.
             Los agentes Carismáticos buscaban
la transformación de la vida comunal y espiritual de los católicos por
medio del poder del Espíritu Santo (incluyendo el” bautismo del Espíritu
Santo y el habla en lenguas”), en vez de ser a través de activismo
político y social.
     OBISPO LEÓNIDAS EDUARDO PROAÑO VILLALBA.      
La Iglesia Católica  en Ecuador no ha
estado preparada para enfrentar el programa radical introducido por el
Obispo Leonidas Eduardo Proaño Villalba (1955-1987) de la Diócesis de
Riobamba en la Provincia de Chimborazo, quien identificó
su
diócesis con los derechos de los quichuas y otros amerindios e introdujo
un amplio número de programas, no sólo para unirlos a la iglesia sino
que para llevar las reformas a la sociedad secular en las áreas rurales.
            A mediados de los años 1970,
el Obispo Proaño Villalba fue excluido de reuniones con otros obispos
pero sí pudo mantener el apoyo recibido del Vaticano.
BASÍLICA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS EN ECUADOR.
F) LOS SANTUARIOS NACIONALES EN ECUADOR.
            En Ecuador, hay un santuario nacional importante dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, la Basílica Sagrado Corazón de Jesús, Santo Patrón del Ecuador, localizada en Quito; y otros tres, se dedican a la Santísima Virgen María. A la Virgen de El Quiché, ahora la Patrona del Ecuador, se le acreditan muchos milagros y los indígenas le solicitan su intersección para conseguir varios favores.
IMAGEN DE NTRA. SRA. DE LA PRESENTACIÓN EL QUINCHE PATRONA DE ECUADOR.
             A fines de noviembre de cada año, miles de personas caminan por los valles alrededor de Quito para visitar la gruta en la capital; ellos
cargan antorchas o faroles y cuentan historias de las curaciones
milagrosas. Esta gruta fue declaradasantuario nacional en 1985: Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Presentación de El Quinche.
Setenta kilómetros de la ciudad de Loja en las montañas al sur de Ecuador, hay un pueblo llamado El Cisne, un sitio venerado por otra gruta Mariana de la Diócesis de Loja, en la Provincia Cuenca.
IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DEL CISNE. CUENCA. ECUADOR.
La Iglesia de Nuestra Señora del Cisne fue construida en 1742 tomando como modelo una basílica similar en Harlungenber, Alemania. En 1594, los habitantes de El Cisne deseaban tener su propia reliquia religiosa,parecida a la de la Virgen de Guadalupe en Ciudad México.
            Los representantes de la
localidad viajaron a Quito, en donde solicitaron al escultor Don Diego
de Robles, crear una estatua de la Virgen de El Cisne.
            El resultado fue una
escultura tallada en madera de cedro, que mide 62 centímetros de alto,
considerada como “la Señora del pueblo” protectora de los indígenas.
            La imagen fue coronada por las autoridades eclesiásticas en 1943 y su fiesta se celebra anualmente en noviembre.
  SANTUARIO NACIONAL DE NTRA. SRA. DE LA NATIVIDAD.  GUAYCO.  
Otro santuario nacional es el dedicado
a la natividad de la Virgen María, localizado en la parroquia de
Magdalena, Diócesis de Guaranda, en la provincia de Bolívar: El Santuario Nacional de Nuestra Señora María Natividad del Guayco.
 CONFERENCIA EPISCOPAL DE ECUADOR.
G)  LA ACTUAL ORGANIZACIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA.
 En 2004, la Iglesia Católica
Ecuatoriana se dividió administrativamente en cuatro arquidiócesis
(Quito, Cuenca, Guayaquil y Portoviejo) y 19 diócesis con 1.151
parroquias que prestaban servicio con 1.779 sacerdotes (1.019 diocesanos
y 760 de órdenes religiosas), ayudados por 69 diáconos permanentes,
1.360 religiosos y 4.759 religiosas.
             Entre las órdenes católicas religiosas masculinas se encuentran los
franciscanos, mercedarios (Orden de
Nuestra Señora de las Mercedes), dominicos, agustinos, carmelitas,
capuchinos, jesuitas, salesianos, lazaristas (San Vicente de Paul),
oblatos y la Congregación de San José.
            Además, hay dos
denominaciones ortodoxas orientales en Ecuador que están en comunión con
el Vaticano. La Iglesia Ortodoxa de la Santísima Virgen María (Rito
Maronita) fue fundada en 1978 en La Atarazana, Guayaquil, ahora es
dirigida por el Rev. Flavio Alexis Alfaro, un antiguo sacerdote católico
romano.
            En 2002, la Santa Iglesia
Católica Ortodoxa fue fundada en Quito (Arquidiócesis de Ecuador y Sur
América) para brindar servicio a los griegos, eslavos y árabes
cristianos ortodoxos; desde el año 2004 ha sido dirigida por Su
Eminencia Vladika Chrysóstomos (ecuatoriano) que supervisa el Monasterio
de Anástasis y el Seminario de San Basil en Quito.”
 MIEMBROS DE LA FEDERACIÓN DE INDÍGENENAS EVANGÉLICOS DEL ECUADOR. ( FEINE )
H) MIEMBROS DE LAS  DISTINTAS RELIGIONES EXISTENTES HOY EN ECUADOR.
  En 2012 el Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC)realizó un censo en el que el 91,95% de los encuestados respondió que tiene una religión, el 7,94% se auto-definió como atéo y el 0,11% se identificó como agnóstico.
            Dentro del grupo que profesa una religión el 80,40% se auto-definio como católico y un 11,30% como evangelico.
Otras religiones mencionadas por los encuestados fueron: Testigos de
Jehová (1,29%), Mormonismo (0,37%), Budismo (0,29%) y Espiritismo
(0,12%).
            Cabe destacar que en
Ecuador la religión católica sigue  ejerciendo  un peso enorme sobre la
sociedad actual…la sociedad del país no ha cambiado mucho en los últimos
50 años en materia de ideología…
            Por último es bueno destacar
que el Ecuador fue llamado la Grecia de América, dado que fue en 2010 el
país con más pensamiento filosófico de Latinoamérica.  ( Cf. Vikipedia :
Ecuador. Religión.)
I.- SANTOS Y MÁRTIRES ECUATORIANOS.
SANTA MARIANA DE JESÚS PAREDES Y FLORES.
 Mariana de Jesús Paredes y Flores nació
en Quito (Ecuador) el 31 de octubre de 1618, sus padres fueron Jerónimo 
Paredes y Flores y  Mariana Jaramillo.
            Previa la autorización de
su director espiritual, el padre Jesuita Juan Camacho, hizo voto de
pobreza, castidad y obediencia, cuando  apenas tenía diez años, y los
guardó esmeradamente hasta su muerte. Alentada por la historia de los
misioneros, tomó la resolución de marcharse entre los indígenas, para
consagrarse a su evangelización
.
            La Providencia, por una circunstancia humanamente inexplicable, le impidió la actuación de su proyecto. Fue
entonces cuando resolvió reducirse a la intimidad de su casa paterna,
en donde vivió un género de vida más riguroso que el del claustro. En el
austero retiro, en medio de voluntarias privaciones, pasó el resto de
su vida sin salir de allí, a no ser cuando se lo exigían el amor de Dios
o a su prójimo.
            Se la llama “La Azucena de Quito
porque en una enfermedad le hicieron una sangría y la muchacha de
servicio echó en una matera la sangre que le habían sacado a Mariana, y
en esa matera nació una Azucena. Con esa flor es pintada en los cuadros.
            Ofrecía sus sacrificios por
la conversión de los pecadores. Gozó del don de curaciones, predijo con
exactitud muchos acontecimientos y discernía con claridad lo íntimo de
los espíritus.
            Admirable por sus milagros y
por el ejercicio esmerado de la ley divina, es Mariana un claro ejemplo
de virtud para los cristianos de América Latina. El último ejemplo de su
vida no deja ninguna duda de su santidad: mientras una terrible
peste azotaba la ciudad, Mariana ofreció su vida a cambio de la
salvación de Quito. Pocos días después, agobiada por dolorosa y
repentina enfermedad voló al cielo a la edad de 26 años.
            Santa Mariana de Jesús murió el viernes 26 de mayo de 1645. Desde entonces los quiteños le han tenido una gran admiración. Los
continuos milagros que hizo después de su muerte,  hicieron que en 1853
Pío IX la  declarara beata, con el expresivo título de Azucena de
Quito. Pío XII, el día 9 de junio de 1950, la declaró santa de la
Iglesia universal, proponiéndola a los fieles, especialmente a la
juventud, como modelo de inocencia y penitencia.
ASESINATO DE GABRIEL GARCÍA MORENO.
GABRIEL GARCIA MORENO
            Gabriel García Moreno nació
en Guayaquil, al sur de Ecuador, el 24 de diciembre de 1821. Su padre
Gabriel García Gómez, español, murió repentinamente cuando era pequeño
poco después de perder su fortuna.
            Movido por el fervor
religioso recibió las órdenes menores en 1838, pero convencido de su
falta de vocación ingresó a la facultad de Derecho y ya recibido se
dedicó a la política
.
            Activo miembro del consejo
municipal de Quito y después gobernador de Guayas, en 1849 fue exiliado
por primera vez e hizo al año siguiente su primer viaje a Europa.
            De vuelta a su país se
dedicó nuevamente a la política. En 1853 trabajó con éxito para que
Ecuador recibiera a los jesuitas expulsados de Colombia. Elegido senador
se vio impedido de tomar posesión. Desterrado nuevamente por tres años
aprovechó ese período para profundizar sus estudios en Francia y lo hizo
con tal ahínco que se enfermó.
            Vuelto a Ecuador desempeñó
varios cargos importantes en la vida cultural del país. En el año 1857
fue elegido alcalde de Quito y rector de la universidad local. Se
destacó también como senador por sus fulgurantes intervenciones hasta
que el día 2 de abril de 1861 fue designado presidente de la Nación.
            Ecuador junto con Venezuela
formaba parte de la Gran Colombia, creada por Bolívar después de las
guerras de la Independencia a principios del siglo XIX, y surgió como
nación independiente en 1830 con el desmoronamiento de esa unión.
            Las revoluciones que se
siguieron lanzaron el país al caos. Malos gobiernos, además de
resentimientos nacionales (el litoral contra la sierra, burgueses de
Guayaquil contra los propietarios rurales de la región montañosa,
blancos contra indios y negros), hacían que el único trazo – y este
sublime- que unía a todos los ecuatorianos fuera la Religión Católica,
Apostólica y Romana. Sobre esa fuerza viva, García Moreno trató de
moldear su gobierno.
            Un historiador sintetizó con precisión su carácter y su obra: “infatigable,
estoico, justo, enérgico en sus decisiones, admirablemente lógico en su
vida, García Moreno es una de las mayores personalidades de la historia
americana
(…) En quince años transformó completamente su pequeño
país de acuerdo a una amplia concepción política que solamente la
muerte le impidió consumar. Místico de tipo
español, no se conformó con la contemplación estéril; necesitaba de la acción: fue organizador y creador”.
            La doctrina de la Iglesia sería su guía en todas sus acciones de gobierno. “Su filosofía estuvo inspirada en la doctrina clásica del tomismo”.
            García Moreno
contribuyó a la excelencia de la educación y de la salud al llevar al
Ecuador a beneméritas órdenes y congregaciones religiosas como la de los
Jesuitas, los Hermanos de las Escuelas Cristianas, las Hermanas de la
Caridad y los Lazaristas.
            También invitó a enseñar a
doctores y sabios maestros alemanes: químicos, físicos, matemáticos y
naturalistas. Fundó la Escuela Politécnica Nacional y el Colegio Central
Técnico. Inauguró el Observatorio Astronómico de Quito (1873), la
Escuela de Artes y Oficios; el Banco de Crédito Hipotecario y las Cajas
de Ahorros de Quito, Guayaquil y Cuenca
.
            Asimismo impulsó la
construcción de carreteras, edificios públicos y la extensión de líneas
de ferrocarril y, cosa digna de admiración en nuestros días, eliminó
casi por completo las cuantiosas deudas contraídas en los anteriores
decenios de corrupción política.
            ¿Hasta dónde llegaría ese
gobierno en su fervor religioso? Era la preocupación de las logias
masónicas, que comenzaron a planear su exterminio.

En una carta a Pío IX, como previendo su fin, García Moreno escribió: “¡Qué
riqueza para mi, Santísimo Padre, ser odiado y calumniado por mi amor a
nuestro Divino Redentor! Qué felicidad, si vuestra bendición me obtiene
del cielo la gracia de derramar mi sangre por Él, que siendo Dios quiso
derramar su sangre por nosotros en la cruz”
.
            El día 6 de agosto de 1875
García Moreno, como era habitual, entró en la iglesia del Sagrario para
hacer una visita al Santísimo Sacramento antes de ir al palacio
presidencial. Vinieron a avisarle que alguien precisaba hablar con él
urgentemente. Cuando subía las escaleras del palacio un sujeto llamado
Rayo gritando “muerte al tirano” lo hirió en la nuca con un machete y
casi le cortó los brazos con los que procuraba protegerse, mientras tres
cómplices le disparaban al pecho.
             García Moreno, moribundo,
fue arrojado en la plaza donde Rayo le asestó varias cuchilladas en la
cabeza. Mientras agonizaba consiguió mojar el dedo en su propia sangre y
escribir en el suelo “Dios no muere
”.Cf. http://www.cruzadadelrosario.org.ar/revista/0608/garciamoreno.htm).
 
SAN MIGUEL FEBRES CORDERO.
Nació en Cuenca, Ecuador, el 7 de
Noviembre de 1854. Falleció el 9 de Febrero de 1910 en Premiá de Mar,
España; el 9 de Febrero de 1923 Monseñor Manuel María Pólit inició el
“Proceso informativo sobre la vida y virtudes del Hermano Miguel”.
            Pio XI, firmó el decreto
de introducción, a la causa de Beatificación, Paulo VI, lo Beatificó el
30 de Octubre de 1977. Juan Pablo II, lo Canonizó el 21 de Octubre de
1984. Se lo venera los 13 de Abril, de cada año.
             Fué el segundo Santo Ecuatoriano Hijo de Don Francisco Febres Cordero Montoya y de Doña Ana Muñoz Cárdenas..
            Perteneció a una familia
entroncada con uno de los más eminentes jefes de la Independencia de
Guayaquil, el General León de Febres Cordero y Oberto, primo hermano de
su abuelo Joaquin Febres Cordero Oberto.
            Sucedió que un día observando
un rosal florecido en el jardín de su casa gritó: “Miren qué hermosa es
la señora que está sobre las rosas” . Acudieron los familiares pero no
vieron nada especial; sin embargo el niño seguía diciendo: ” Miren cómo es de hermosa. Tiene un vestido blanco y un manto azul y me llama” .
Y luego todos quedaron maravillados al ver que el niño se levantó y
comenzó a caminar pues sus pies deformes se lo impedían. Estaba curado. La Virgen había empezado a ayudarle de manera impresionante.
            Miguel deseaba ser Hermano
Cristiano, pero sus familiares se le oponían porque ellos eran de clase
rica y en cambio aquellos religiosos vivían muy pobremente en ese tiempo
en Ecuador. Lo envían a otro instituto pero allí se enferma y tiene que
volver a su casa.
             En 1868 vistió el hábito
de los Hermanos Cristianos de La Salle, con el nombre de Hermano Miguel,
siendo el primer ecuatoriano admitido en el Instituto
            Es interesante constatar que
el Hermano Miguel, sin haber hecho cursos especiales, sólo con el propio
esfuerzo por autoformarse y autoinstruirse, logra llegar a publicar más
de cien libros en una nación pequeña como es Ecuador.
            Muchos de sus libros son
adaptaciones de obras que habían gustado en otros países.  tenía para
dar clases era muy ameno y agradable, y ese mismo estilo fue el que
empleó en los libros que publicó.
            No había cumplido todavía los 20 años cuando publicó la primera de sus numerosas obras, una gramática española que se transformó rápidamente en un clásico.
            En el transcurso de los años
sus investigaciones y sus publicaciones en el ámbito de la literatura y
de la lingüística le pusieron en contacto con expertos del mundo entero y
fue nombrado miembro de las Academias nacionales de Ecuador, de España y de Francia.
            Sus alumnos admiraron su
sencillez, su franqueza, la atención que les prestaba y la intensidad de
su devoción al Sagrado Corazón y a la Virgen María.
            En 1907 los Superiores
Mayores de su congregación lo invitaron a que fuera a Europa a dirigir
la publicación de libros que la Comunidad repartió por muchos países.
            Se dirigió a Bélgica, pero el clima de aquel país, con sus
inviernos tan rígidos, le afectaron la salud. Fue transferido al
Noviciado menor de Premiá de Mar, en España, allí se ocupó de evacuar
por mar, hacia Barcelona, a los jóvenes que estaban bajo su
responsabilidad, durante los desórdenes revolucionarios de 1909
.
         Poco tiempo después tuvo la posibilidad de volver a Premiá de
Mar. Pasado esto, contrajo una neumonía y falleció el 9 de febrero de
1910 en Premiá de Mar, dejando tras él fama de sabio, de enseñante y de
santo.
 FOTO ORIGINAL DE SANTA NARCISA DE JESÚS MARTILLO MORÁN.
 Narcisa de Jesús Martillo Morán
nació en 1832, en la hacienda San José de Nobol, Daule, Ecuador.  Los
dominicos regentaban su parroquia desde hacía casi trescientos años. Fue hija de Pedro Martillo y Josefa Morán, campesinos propietarios, gente sencilla y profundamente creyente.
            Su padre, dotado de
una inteligencia clara y espíritu de trabajo, reunió una apreciable
fortuna. Era muy devoto de la futura Santa Mariana de Jesús y de San
Jacinto de Polonia, que se venera con fervor en toda la provincia del
Guayas. Los nueve hijos del matrimonio crecieron sanos y robustos,
Narcisa ocupaba el sexto lugar.
            Casi desde niña adquirió
la costumbre de retirarse con frecuencia a un bosquecillo cercano a la
casa, para entregarse libremente a la contemplación de las realidades
divinas. El árbol de Guayabo junto al cual rezaba, es hoy el término de
nutridas peregrinaciones.
            Convirtió en oratorio
doméstico, un pequeño cuarto de su casa. Se propuso imitar a Santa
Mariana de Jesús, identificándose con la vocación de víctima. Asumió un camino arduo de penitencia, para unirse más íntimamente a Cristo sufriente y ayudarle a la redención del mundo.
            Joven muy hermosa, de ojos
azules y cabello rubio, esbelta, fuerte y ágil. Se manifestó una
excelente catequista. No podía menos de transmitir el fuego del amor
divino a los suyos y a los niños del vecindario.
             En enero de 1852 falleció su
buen padre su madre hacia años que había fallecido. Narcisa, que
contaba 19 años de edad, pasó a Guayaquil, y se hospedó con una familia
muy conocida que habitaba junto a la catedral. En esta ciudad permaneció
hasta 1868, exceptuando unos meses que pasó en la ciudad de Cuenca.
            Mudó varias veces de
morada para preservar su intimidad y dedicarse con mayor libertad a la
oración y penitencia, viviendo del trabajo de costurera. Socorría a
pobres y enfermos. Fue dócil a las directrices de sus directores
espirituales, y compartió ideales, y a veces vivienda, con la Beata
Mercedes de Jesús Molina
.
            Impulsada por un anhelo de
mayor perfección y aconsejada por un religioso franciscano, se embarcó
en junio de 1868 para Lima, Perú, y vivió como seglar interna en el
convento dominicano del Patrocinio, fundado en 1688 en lugares donde
solía apacentar su rebaño San Juan Macías. El Señor la favorecía con
dones extraordinarios, y le mostraba cuán acepta le era su vida, también
en medio de las pruebas del espíritu.
            A finales de septiembre de
1869 se le declararon unas fiebres. Poco pudieron hacer los remedios
médicos, pero continuó con su ritmo de vida normal, y así hasta
finalizar la novena y celebrar con gran gozo, vestida de blanco, la
Eucaristía en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, 8 de
diciembre de 1869, el mismo día en que el Beato Pío IX abría en Roma el
Concilio Vaticano I.
            Al final de la jornada se
despidió de las hermanas, porque iba a realizar un viaje muy largo. Lo
tomaron a broma, pero al poco rato una de ellas, la encargada de
bendecir las habitaciones, advirtió un resplandor y una fragancia
especial en la suya. Acudió la comunidad y comprobaron que había muerto. Contaba 37 años de edad.
            Vivía en continua unión con Jesucristo. Sus mortificaciones fueron muy severas. Llevaba constantemente en su cuerpo la crucifixión del Señor. Tenía una fe firme y una admirable esperanza. Los médicos se maravillaban de que hubiera podido vivir con tan poco alimento.
            En su cadáver se advirtieron
durante largo tiempo signos de flexibilidad y fragancia, y ante él se
obraron múltiples gracias. Lima la aclamó como santa, y lo mismo
hicieron las gentes de Guayaquil y Nobol. Las hermanas del Patrocino
guardaron memoria de sus virtudes y custodiaron con suma veneración el
sepulcro, hasta que su cuerpo, prácticamente incorrupto, se trasladó a
Guayaquil en 1955.
            El proceso diocesano de
canonización fue entregado en la Congregación para las Causas de los
Santos en 1964. El Papa Juan Pablo II la beatificó el 25 de octubre de
1992. El 22 de agosto de 1998 dedicaron un santuario en su honor en
Nobol, donde se venera en la actualidad el sepulcro, con su cuerpo
incorrupto.
            La devoción a la «Niña
Narcisa» denota la espontánea identificación del pueblo sencillo con
esta mujer de la costa ecuatoriana. El ejemplo de su vida pura y
piadosa, trabajadora y apostólica, transmite un mensaje muy actual.
 Narcisa de Jesús fue canonizada por el Santo Padre, Benedicto XVI el 12 de octubre de 2008, en la Plaza de San  Pedro.(  Cf. www.iglesiacatolica.ec/web/la-iglesia/santos-del-ecuador)FUENTES. Las señaladas en el tema.
 sanchoamigo
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