
Las aparicionesAsí relata Conchita la primera aparición:
"Ahora
que cogimos las manzanas que no eran nuestras, el demonio estará
contento y el pobre Ángel de la Guarda estará triste. Entonces empezamos
a coger piedras y a tirárselas con todas nuestras fuerzas al lado
izquierdo. Decíamos ahí estaba el demonio. Empezamos a jugar a las
canicas con piedras. De pronto se me apareció un figura muy bella con
muchos resplandores que no me
lastimaban nada los ojos. Las otras niñas al verme en este estado
creían que me daba un ataque, cuando ellas ya iban a llamar a mi mamá se
quedaron en el mismo estado que yo y exclamamos a la vez: "¡Ay, el Ángel!".
Sobre San Miguel y Garabandal: San Miguel Arcángel se aparece 8 veces y les
anuncia la próxima aparición de la Virgen del Carmen. El 18 de julio
1962, de manos de San Miguel, Conchita recibe la Sagrada Eucaristía en
la boca, a la vista de todos los presentes.
Este era un milagro para prueba de autenticidad de los sucesos. San
Miguel explicó que era un milagro para llamar la atención sobre la real
presencia de Nuestro Señor en la Santa Eucaristía.No fue hasta el 1ro de julio que San Miguel le habló y les dijo: "Sabéis por qué he venido? -Para anunciaros que mañana, domingo, la Virgen María se os aparecerá como Nuestra Señora del Carmen".
El
domingo, día 2, sobre las 6 de la tarde, las niñas fueron hacia la
calleja que conduce a los nueve pinos. Se trata de un solitario pinar
que se destaca en un elevado junto al pueblo. Eran seguidas por una gran
multitud, entre ellos, varios sacerdotes y médicos. Nada más de
acercarse al lugar, las videntes, asombradas, se encuentran con la
aparición de la Santísima Virgen que venía acompañada de dos ángeles,
uno de ellos San Miguel y el otro desconocido.
Describieron a la Santísima Virgen: "Viene
con un vestido blanco, el manto azul, la corona de 12 estrellas
doradas, las manos extendidas, con un escapulario marrón, salvo cuando
lleva al niño en brazos: el pelo largo castaño oscuro, con raya en
medio; la cara alargada con nariz muy fina; la boca muy bonita, con
labios un poco gruesos. Aparenta unos 17 años y es más bien alta".
Los Mensajes
En
las apariciones de Garabandal de junio 18, 1961 hasta junio 18, 1965 se
dieron a conocer especialmente dos mensajes. El primero se lo dio a
conocer Nuestra Señora a las niñas el día 4 de julio, de 1961, mensaje
que ya había aparecido inscrito en un rótulo a los pies del Ángel San
Miguel en el mes de junio, durante las apariciones del ángel a las
niñas. Nuestra Señora del Carmen les pidió a las niñas que no hicieran
público este mensaje sino hasta el 18 de octubre. Así lo hicieron.
Primer Mensaje
En otoño de 1961, las videntes dieron a conocer al mundo el 1er mensaje y que a la letra dice:
"Hay
que hacer mucho sacrificios y mucha penitencia, y tenemos que visitar
mucho al Santísimo, pero antes tenemos que ser muy buenos. Y si no lo
hacemos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa, y si no
cambiamos vendrá un castigo".
El mensaje nos habla de elementos esenciales de la fe: sacrificio. penitencia, la Eucaristía y la conversión
que da frutos en una vida virtuosa: "ser muy buenos". También nos
recuerda la misión de los ángeles y el cuidado maternal de la Virgen
Santísima.
Garabandal
nos recuerda que la vida cristiana requiere seriedad. Juan Bautista
predicó: "Arrepentíos, pues el reino de Dios está cerca" (Mt 3, 1-3). El
propio Cristo inaugura su predicación diciendo: "arrepentíos y creed en
la Buena Nueva..." (Mc 1,15). Es, pues, el mensaje eterno de los
profetas y recordado insistentemente en estos tiempos por la Santísima
Virgen, tanto en La Sallete, como en Lourdes y Fátima,
pero desafortunadamente olvidado por la gran mayoría de los hombres;
por eso, si no cambiamos, vendrá un castigo, que será manifestación de
la Justicia de Dios como consecuencia del pecado de los hombres al hacer
mal uso de su libertad. "Ya
se está llenando la copa". Lenguaje bíblico apocalíptico que no
recuerda los 7 ángeles con las 7 copas de oro (15,7) que están
rebosantes de la ira de Dios...
"Tenemos
que visitar mucho el Santísimo", que nos recuerda la presencia real de
Cristo con su cuerpo, sangre, alma y divinidad, en momentos que los
católicos - y aun sacerdotes - han perdido la fe en la Eucaristía. "Pero
antes tenemos que ser muy buenos", es decir, tenemos ante todo que
vivir en gracia de Dios, alejar de nuestra vida el pecado mortal, con la
ayuda de la gracia de Dios y la participación de los Sacramentos.
Segundo Mensaje
La Santísima Virgen comunicó su "segundo
mensaje" cuatro años después, hacia el final de las apariciones.
Nuestra Señora le dijo a Conchita el 1ro de enero, de 1965 que el
Arcángel San Miguel se aparecería el 18 de junio y le daría un mensaje
en su nombre, a todo el mundo. Por mediación de San Miguel, Nuestra
Señora se quejó de que no se hubiere hecho caso a su primer mensaje y
advirtió al mundo que éste sería el último. Dijo la Virgen:
"Como
no se ha cumplido y no se ha hecho conocer al mundo mi mensaje del 18
de octubre, de 1961, os diré que éste es el último; antes la copa se
estaba llenando ahora está rebosando. Los sacerdotes van muchos por el
camino de la perdición, y con ellos llevan a muchas más almas. A la
Eucaristía cada vez se le da menos importancia. Debéis evitar la ira de
Dios sobre vosotros con vuestros esfuerzos. Si le pedís perdón con
vuestras almas sinceras El os perdonará. Yo, vuestra Madre, por
intercesión del Ángel San Miguel, os quiero decir que os enmendéis. Ya
estáis en los últimos avisos. Os quiero mucho y no quiero vuestra
condenación; pedidnos sinceramente y nosotros os lo daremos, debéis
sacrificaros más; pensad en la pasión de Jesús".
"La copa se está llenando".
El pecado no está en desacatar el mensaje de Garabandal sino en
rechazar el Evangelio que nos comunicó Jesucristo por no vivirlo de
corazón. Sin la redención de Cristo vamos a la perdición. Garabandal no
dice, ni puede decir, nada nuevo. Es un aviso sobre la importancia de
vivir la fe que ya se nos ha dado en la Iglesia.
"Yo, vuestra Madre",
la Santísima Virgen se presenta como Nuestra Madre, confirmando lo que
ya Cristo en la cruz nos había legado: "mujer, ahí tienes a tu hijo"
(Jn 19, 26); y nos pide e insiste que nos sacrifiquemos más y que
meditemos la pasión de Su Hijo y volvamos a la Eucaristía con fervor.
Se insiste que la copa esta rebosando y que "los
sacerdotes, muchos van por el camino de la perdición y con ellos llevan
a muchas más almas", frase, que para el año de 1965 no resultaba del
todo clara, pues el Concilio Vaticano II terminaba con una gran
esperanza para la mayoría de los católicos, y en especial para los
cardenales, obispos y sacerdotes. Este optimismo no dejaba adivinar la
gran crisis de fe y la infidelidad de miles de almas consagradas que iba
a padecer la Iglesia en los años siguientes: Desde 1965, de los 400,000
sacerdotes con que contaba la Iglesia, unos 90,000 dejaron el
ministerio. Esta hemorragia fue provocada por ciertas corrientes de
pensamientos avanzados que pretendían interpretar "liberal" y
"progresivamente" las enseñanzas del Concilio Vaticano II. Así, los efectos no se hicieron esperar:
El "Depósito
de la Fe", los dogmas, y la moral cristiana serán atacados. Recordemos
las oposiciones violentas y tan comunes contra las enseñanzas del
Magisterio de la Iglesia sobre la regulación de la natalidad (Humanae
Vitae), el aborto, la doctrina social de la Iglesia, la catequesis, la
autoridad papal, las cuestiones concernientes a la Eucaristía,
penitencias, resurrección, en fin, toda la doctrina.
Tal
es la situación, que el Papa Pablo VI habló en enero, de 1976 sobre "la
traición de los clérigos". También en otra ocasión dijo,"se creía que
después del concilio vendría un día de sol para la historia de la
Iglesia, pero por el contrario, ha venido un día de nubes, tempestad y
oscuridad, porque ha intervenido el poder adverso: Satanás" (29-6-1972).
"A la Eucaristía cada vez se le da menos importancia",
anuncio profético que ha llevado a una perdida de la fe en la presencia
real de Cristo y a una irreverencia al celebrar los Santos Sacramentos
por parte de los sacerdotes.
Un Aviso, un Milagro, un Castigo
Entre
las apariciones de Garabandal han habido muchas profecías sobre el
futuro inmediato de la humanidad y de la Iglesia. En el anuncio
profético de Garabandal, Conchita habla de un aviso, un milagro, y un
castigo para la humanidad.
El Aviso
El 1 de enero, del año 1965, Conchita tuvo una nueva aparición de la Señora quién habló del "aviso" para que el mundo se enmiende.
Conchita
nos dice: "No puedo decir en qué va a consistir, pues Ella no me ha
ordenado decirlo. Y ¿cuándo será?, no me lo ha dicho, así que no lo sé.
Si sé que será visible para todo el mundo; será obra directa de Dios y
tendrá lugar antes del milagro. Yo no sé si morirán personas. Únicamente
pueden morir, al verlo, de impresión."
En una de sus cartas habla así sobre el aviso:
"Ese
aviso es como un castigo, para los buenos y los malos: para los buenos,
para acercarlos más a Dios y para los malos, para anunciarles que viene
el fin de los tiempos y que estos son los últimos avisos."
El
aviso será fruto de la justicia de Dios y de Su misericordia. De Su
justicia, porque nos va a purificar de nuestros pecados; de Su
misericordia, porque nos dará la oportunidad de una mayor conversión en
nuestra vida espiritual. Este aviso será obra de la intervención directa
de Dios. El aviso que vendrá al mundo será algo externo a nosotros que
sucederá en el firmamento; será vista una luminosidad acompañada de un
fuego ardiente que se sentirá en toda la tierra. Internamente, y esto es
lo más importante, veremos nuestra conciencia ante la justicia de Dios;
lo que hemos hecho mal y lo que hemos dejado de hacer; en una palabra:
una especie de juicio particular en vida. También será la corrección de
la conciencia del mundo, una purificación antes del Milagro para ver si
con el Aviso y el Milagro nos convertimos.
El Milagro
Las niñas han pedido insistentemente un milagro y la Virgen, como en Fátima, les ha dicho: "haré un milagro para que todos crean".
En una nota Conchita escribe:
"Lo
del milagro me lo ha dicho, la Virgen, a mí sola. Ella me ha prohibido
decir en qué consistirá. Tampoco puedo decir la fecha hasta ocho días
antes. Lo que sí puedo decir es que coincidirá con un acontecimiento de
la Iglesia y con la festividad de un Santo mártir de la Eucaristía; será
a la ocho y media de la tarde de un jueves; será visible para todos los
que estén en el pueblo y en las montañas de los alrededores: los
enfermos que asistan sanarán y los incrédulos creerán. Será el milagro
mayor que Jesús ha hecho para el mundo. No quedará la menor duda de que
es de Dios y para bien de la humanidad. Quedará una señal del milagro,
para siempre, en los pinos. Podrá ser filmado y televisado.
Después
del Milagro, si el mundo no se convierte, Dios enviará un Gran Castigo
sobre la humanidad endurecida e incrédula, salvo, consiguientemente, un
pequeño resto que será preservado.
De
todo lo que han dicho las niñas en entrevistas y cartas, principalmente
Conchita, podemos señalar los aspectos esenciales del milagro.
- Conchita
conoce su fecha exacta, que lo comunicó a Pablo VI, así como al
confesor de éste y al Cardenal Ottaviani, Pro-Prefecto del Santo Oficio,
hoy Congregación para la Doctrina de la Fe
- Conchita lo anunciará al mundo ocho días antes de su fecha
- Transcurrirá menos de un año entre el Aviso y el Milagro
- Durará entre 10 minutos y un cuarto de hora
- Tendrá lugar un jueves, a las 8:30 de la tarde
- Entre los días 6 y 16 de uno de estos tres meses: marzo, abril o mayo
- Ese día no será fiesta de la Virgen.
- Coincidirá con el día de la fiesta de una santo mártir en relación con la Eucaristía
- Coincidirá
también con un acontecimiento muy importante, raro, singular, tanto
para la Iglesia como para toda la cristiandad, un acontecimiento feliz y
venturoso.
- Será el milagro mayor que Jesús haya hecho para el mundo.
- Será
visible en Garabandal y en las montañas de los alrededores; no podrá
palparse pero si podrá ser filmado, fotografiado y televisado.
- No será necesario que los videntes estén presentes en el momento de la realización de este milagro.
- Los enfermos que asistan se sanarán y los incrédulos creerán.
- El Papa verá el milagro "desde donde quiera que esté".
- El ciego Joey Lomangino recobrará la vista.
- El cuerpo difunto del Padre Luis María será desenterrado y se encontrará incorrupto.
Conchita anuncia que solo quedan tres Papas (a partir de Juan XXIII)
En
los primeros días de junio, de 1963. Las campanas de Garabandal
empezaron a tocar; Conchita que estaba en la cocina de su casa con su
madre Aniceta, exclamó inmediatamente:
Las
campanas tocan por un muerto. Seguramente, es por el Papa (en efecto,
Juan XXIII había muerto). Ahora ya no quedan más que tres Papas.
La
madre, sorprendida, le pregunta que ha dicho, ella le responde que la
Virgen le había dicho que después de este Papa (Juan XXIII) solo
quedaban tres. La madre le pregunta si entonces vendrá el fin del mundo.
Conchita responde, "no el fin del mundo, pero el fin de los tiempos".
Aniceta entonces le pregunta si no era lo mismo. La niña respondió "a mi
fue la Virgen quien me lo dijo: "Después de este Papa ya sólo quedan
tres y después, el fin de los tiempos". -(Diario de Conchita de 5-6-63)
No
debe de confundirse el fin de los tiempos con el fin del mundo. Hay que
recordar que el "fin de los tiempos" comenzó a partir de la primera
venida de Cristo. El fin de los tiempos se refiere al final de una
época. Tras una purificación de la humanidad y la renovación de la
Iglesia comenzará otra época donde reine glorioso Jesucristo. No se
trata de un paraíso en la tierra ya que los conflictos continuarán
siempre pero si un tiempo en que la Iglesia manifieste mas claramente a
Cristo por estar El reinando en muchos de los corazones de los fieles.
Milagros relacionados con el gran milagro
En referencia a los milagros recordamos lo que dijo el Concilio Vaticano II en el Decreto Ad Gentes no. 12, "Cristo
curaba toda suerte de dolencias y enfermedades, como señal del
advenimiento del reino de Dios...." La Iglesia siempre ha creído en
milagros, aunque al mismo tiempo pide prudencia para no ser engañados.
El ciego Joey Lomangino
Joey
Lomangino nació en Brooklyn el 27 de junio, de 1931. En junio de 1947,
cuando inflaba un neumático, este estalló y se le produjo entre los ojos
una fractura de diez pulgadas. También le quedaron seccionados los
nervios ópticos y olfativos. El mismo año del accidente, con ayuda de
sus amigos, Joey se convirtió. El mismo año, una voz le despertó de su
sueño y le pidió que rezara el rosario.
En 1963, Joey viaja a San Giovanni Rotondo para ver al Padre Pío,
y allí recobró su olfato a pesar de no tener ninguna posibilidad física
de ello. Joey le pregunta al Padre Pío, ya beato, si era verdad que la
Virgen se había aparecido a cuatro niñas en España. El Padre responde
que "sí", y entonces Joey se dirige a Garabandal y vuelve en repetidas
ocasiones. Durante uno de los éxtasis de Conchita la Virgen bendice con
un beso la Medalla Milagrosa de Joey y el 19 de marzo, de 1964, fiesta
de San José, Conchita tuvo una locución en cual la Virgen le había dicho
que Joey recibiría ojos nuevos el día del Gran Milagro... que verá el
día mismo del Milagro... y que la voz que había oído en 1947 era la de
la Santísima Virgen. El Padre Luis María AndreuLa
muerte del padre Luis María Andreu es uno de los puntos de referencia
más importantes en la historia de Garabandal. El Padre Luis era profesor
de teología en la facultad que la Compañía de Jesús tenía en la
provincia de Burgos. Cuando murió tenía treinta y seis años. El y su
hermano, Ramón, llegaban a Garabandal para averiguar si las apariciones
eran reales. El 8 de agosto, de 1961 durante el éxtasis de las videntes,
el Padre Luis aparece profundamente emocionado y cuatro veces repite la
palabra "(Milagro!, (Milagro!".
Según las niñas el Padre vio el gran prodigio anunciado por la Virgen.
Aquella misma noche, después de decir que era el día más feliz de su
vida y de asegurar que estaba muy contento, porque la Señora le había
hecho un regalo, y de insistir en que se encontraba muy bien y que no
estaba ni siquiera cansado, quedó muerto en el coche sin hacer el menor
movimiento y con una dulce expresión en su rostro.
Según
relata Conchita, al día siguiente del milagro, el cuerpo del difunto
Padre Luis María Andreu será desenterrado y estará incorrupto.
Un
hecho importante sobre este milagro es que el Padre Luis fue enterrado
el 10 de agosto, de 1961 y quince años después, es decir, a principios
de 1976, el seminario donde se encontraba enterrado el Padre Luis fue
transformado en sanatorio psiquiátrico. El cuerpo del Padre Luis tuvo
que ser exhumado y se encontró en estado de esqueleto. A través de este
hecho la Providencia ha querido que la corrupción del cuerpo del Padre
Luis Andreu haya sido constatada de modo irrefutable. ¿Quiere
Dios, dejarnos un signo de esperanza, dentro del contexto escatológico,
a través de la restauración de un cuerpo descompuesto? "Los muertos
serán resucitados incorruptibles y nosotros seremos transformados" (1 Cor 15, 52).
El Castigo
El
castigo fue anunciado por las niñas en el primer mensaje el 18 de
octubre, de 1961. Las niñas relataron que el castigo, según pudieron "verlo" la noche del 19 y 20 de junio, de 1962:
"Era
similar a ríos transformados en sangre, fuego que baja del cielo y
cosas peores; gran calor, sed abrasadora y el agua que se evaporará;
todos los hombres presos de la desesperación buscando matarse unos a
otros, pero al faltar las fuerzas, caerán: unos en las llamas y otros
lanzándose al mar, pero el agua parecerá hervir y activar las llamas"
Nos cuenta Conchita en uno de sus escritos.
"El
castigo está condicionado a que la humanidad haga caso o no de los
mensajes de la Virgen y al milagro. En caso de que suceda, yo sé en qué
va a consistir, porque yo he visto el castigo; si puedo asegurar que si
viene es peor que si estuviéramos envueltos en fuego; peor que si
tuviéramos lumbre por arriba y lumbre por abajo. No sé el tiempo que
pasará para que Dios lo envíe, después de hecho el milagro".
El
castigo de Garabandal nos recuerda a aquellos que habla la Sagrada
Escritura en sus páginas: es la revelación al hombre de su condición de
pecador, de la relación estrecha entre pecado y castigo y de un Dios que
juzga y salva; pues el Castigo no es otra cosa que una sanación
medicinal que busca restablecer el camino recto. Para unos será un
callejón sin salida y su condenación eterna; para otros, la invitación a
"volver" a Dios.
La
Santísima Virgen en Garabandal no viene a "predecir" un castigo; vine a
darnos los medios para evitarlo: "no quiero vuestra condenación", dirá
la Virgen en su mensaje. Pero, si rehusamos a obedecer la llamada de
Dios a la conversión, si mantenemos nuestra voluntad de rechazo, se nos
cerrará la remisión y la cólera de Dios caerá sobre nosotros... y esto
será el castigo anunciado.
El Milagro de la Comunión
Las
niñas habían recibido la comunión frecuentemente, administrada por San
Miguel Arcángel. Se pueden ver muchas fotografías donde aparecen las
videntes comulgando sin que se viera la hostia. Pero en una ocasión las
niñas le pidieron al ángel que haga un milagro para que el pueblo
creyese. San Miguel le respondió que Dios iba a hacer un milagro por la
intercesión de el y las niñas. El milagro iba a suceder el 18 de julio,
de 1962. Ese día a las 1:40 de la madrugada, Conchita entró en éxtasis y
una hostia visible apareció repentina y misteriosamente en la lengua de
Conchita. Una persona que estaba presente logró tomar película y filmar
este milagro.El
sacramento de la Eucaristía es una de las columnas básicas en el
mensaje de Garabandal. La Virgen nos llama a visitar a Jesús en el
Santísimo Sacramento, en algunos mensajes Ella le dice a Conchita que
está triste porque Conchita no pasa tiempo con Jesús. "¿Por qué no vas a
menudo a visitar a mi Hijo al Santísimo? ¿Por qué te dejas llevar de la
pereza, no yendo a visitarle cuando os está esperando de día y de
noche?" (último mensaje de la Virgen a Conchita, 13 de noviembre 1965).
La Santísima Virgen nos recuerda que Jesús nos espera que vayamos a Él, a
compartir con Él, a reparar ante Su Corazón Traspasado, a consolarle.
El Inmaculado Corazón de María y el Sagrado Corazón
Es
muy interesante que en estas apariciones en Garabandal también se les
presentan a algunas de las niñas los corazones de Jesús y de la Virgen
María.
El
30 de junio, de 1961, Jacinta tiene una visión del Sagrado Corazón.
Ella lo describe vestido de blanco con una estola roja. Su Corazón era
de un rojo resplandeciente, visible en el lado izquierdo de su cuerpo y
emitía rayos blancos con oro. Jesús no le habla, pero con su mano
izquierda señala al Corazón, y su mano derecha invita a la niña ir hacia
El. Ella cuenta que aunque no dijo nada, tenía una mirada de amor y
ella sentía que El le decía "Yo estoy contigo, y siempre estaré contigo".
En la última aparición de la Virgen María a Conchita, el 13 de noviembre, de 1965, la Virgen le dice: "Te
acuerdas de lo que te dije el día de tu santo de que sufrirías mucho en
la tierra?...Pues te lo vuelvo a decir. Ten confianza en nosotros y lo
ofrecerás con gusto a nuestros corazones, por el bien de tus hermanos
porque así estarás mas unida a nosotros." Luego la Virgen continua: "Conchita, no vengo solo por ti, sino que vengo por todos mis hijos, con el deseo de acercarlos a nuestros corazones."
Debemos
trabajar, sacrificarnos, y hacer todo para cumplir el deseo de Nuestra
Madre. Todo lo que ella desea es el mismo deseo de su Hijo, de Dios.
Ellos desean la salvación del mundo, todos debemos acercarnos y amar al
Inmaculado Corazón de María, que nos llevara directamente al Sagrado
Corazón de Jesús. En la devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de
María, queda condensada toda la doctrina de la vida espiritual:
redención, co-redención, pasión y Eucaristía. Es una llamada que reclama
nuestra respuesta concreta. Debemos de orar para que reinen los Dos
Corazones en nosotros y en el mundo entero.
La Posición de la Iglesia
El 8 de julio, de 1963, el obispo de Santander, Mons. Beitia Aldazábal, declaró: "No
hemos encontrado materia de censura eclesiástica condenatoria, ni en la
doctrina ni en las recomendaciones espirituales que se han divulgado ya
que contienen una exhortación a la oración y al sacrificio, a la
devoción eucarística, al culto a nuestra Señora en formas
tradicionalmente laudables, y al santo temor de Dios, ofendido por
nuestros pecados..."
Del
12 a 19 de enero, de 1966, Conchita, la vidente de las principales
profecías y mensajes, fue convocada a Roma por el pro-prefecto de la
Sagrada Congregación para la doctrina de la Fe, Cardenal Ottaviani. Fue
interrogada durante dos horas por el mismo Cardenal y otros miembros de
la Sagrada Congregación. Entonces Conchita pidió una audiencia con el
Santo Padre, Pablo VI. El Papa le dijo "Conchita, Yo te bendigo y
conmigo te bendice toda la Iglesia". El Papa concedió la Bendición Apostólica a la Obra de difusión de los Mensajes de Garabandal el 12 de junio, de 1967.
El
obispo local ha declarado que los acontecimientos ocurridos no son de
orden sobrenatural. Roma no ha querido intervenir. En la actualidad (feb
1999) está permitido celebrar la Santa Misa solo en la iglesia
parroquial una vez recibido el permiso del párroco para ello.
Desde
el 1967, cuando se llevó acabo la abrogación de el Canon 1399 y el
Canon 2318, se permite, sin temor de ninguna censura Eclesiástica,
publicar información sobre manifestaciones y visitar los lugares de
tales manifestaciones, siempre que no contengan algo en contra de la
enseñanza de la Iglesia. Las Apariciones de Garabandal definitivamente
pasan esa prueba.
Conclusión
La
esencia de los mensajes de la Virgen se concretan en la entrega de la
vida a Dios y el cumplimiento del deber. Cada cual, según su estado y
condición, debe arrepentirse de sus faltas y esforzarse por ser
perfecto. Esta perfección exige un esfuerzo, un sacrificio, el llevar
con alegría una cruz. De aquí la idea de la penitencia a que se alude en
los mensajes. El sacrificio que la Virgen pide a sus hijos se deriva,
sencillamente, del cumplimento del deber de cada uno según su estado y
condición.
En la última aparición de la Virgen Santísima a Conchita, Conchita le dice a la Virgen, "Ay
que feliz soy cuando os veo. ¿Por qué no me llevas contigo ahora?" y la
Virgen le contestó, "Acuérdate de lo que te dije... que al presentarte
delante de Dios tienes que mostrarle tus manos llenas de obras hechas
por ti en favor de tus hermanos y para Gloria de Dios y ahora las tienes
vacías". La Virgen no quiso "llevarse" a Conchita, porque estaba con las manos vacías de buenas obras.
Que
todos podamos meditar esta frase y recibir del cielo las gracias
necesarias para llenar nuestras manos y permanecer en la tierra hasta
reunir los méritos que nos permitan dejar este mundo con la satisfacción
y alegría de haber cumplido la voluntad de Dios.
Tengamos
fe y confianza en la Santísima Virgen. Ella nos lleva a Jesús para que
seamos libres de los peligros de este mundo y vivamos plenamente como
buenos católicos. El Aviso, el Milagro y el Castigo tienen como fin
ayudarnos en el camino de la conversión. Nuestra Madre no quiere que
vivamos lleno de temor, al contrario, quiere que verdaderamente vivamos
su mensaje. Orando (especialmente rezando el Rosario), ayunando,
llevando el escapulario, frecuentando la Eucaristía, confesándonos y
reflexionando en la Pasión de Cristo. Así obtendremos las gracias de
Dios necesarias para la salvación.
Posición de la Iglesia www.garabandal.com/page5.html. 02/16/1999Bibliografía:
Diario de Conchita de Garabandal. New York Publishing Company. New York, NY. (Doesn´t have copyright date)
Albright, Judith M. Our Lady at Garabandal. Fatih Publishing Company. Milford, OH, 1992.
López Padilla, Luis Eduardo. Garabandal: La Ultima Oportunidad. CEFEC (Centro de Formación, Educación y Cultura, S.C.). México, D.F., 1993.
Sánchez-Ventura y Pascual, Francisco. La incógnita de Garabandal. Editorial Círculo, S.A. Coso, Zaragoza. (Doesn´t have copyright date)
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