El rey Minos: hombre y mito
El rey Minos, ¿Quién era?
¿Quién fue el rey Minos?, ¿fue real o mítico? Tal vez al examinar lahistoria de los griegos éste no sea el primer y ni el último personaje
sobre el cual surgen esas mismas interrogantes. Quizá debido a la luz de
nuevos descubrimientos podríamos calificarlo como semi-mítico o
semi-legendario. Pero vayamos por partes. Se cree que Minos fue rey de
Creta y de algunas posesiones isleñas del Mar Egeo. Estamos hablando de
épocas anteriores a la Guerra de Troya, es decir antes del 1250 a.n.e.
aprox. Pues bien, Minos era tan poderoso que muchas ciudades le rendían
culto y tributo gracias a una poderosa flota naval y a un conjunto de
leyes, siendo el creador de una constitución. Lo curioso es que en la
Grecia continental, especialmente en Atenas se le conoce como un ser
cruel y despiadado…
Ahora bien, debemos responder la segunda pregunta. ¿Existió, o fue sólo
mítico? Con hallazgos tales como las zonas laberínticas y un relativo
culto a los seres de cuernos como el toro o con ese tipo de rasgos, han
llevado a que los eruditos y expertos en el tema, colijan de que,
efectivamente, Minos no sólo existe en el campo mítico, sino que
realmente fue de carne y hueso. Y, lo más probable, es que toda la
cantidad de mitos que giraron a su alrededor se debió, más que todo, a
que, en efecto, era muy prestigioso, rico, influyente y poderoso.
Después de todo no es descabellado que grandes reyes o estados de la
antigüedad se hayan inventado orígenes o narraciones míticas alrededor
de ellos. Además, independientemente si se trataba de Minos o no, los
historiadores creen que la importancia de la Cultura Minoica, se basa
justamente en el poder que ostentaba el rey de Creta, pudiendo haber
alcanzando esa máxima plenitud con Minos, al que inclusive, como veremos
ahora, se le implantó una relación muy cercana a los dioses y la
mitología así como hasta un origen divino. Como sea, cada día que pasa
se escala un peldaño en la investigación y puede que no esté lejano el
momento en que se halle la tumba de Minos y pueda resolverse totalmente
la incógnita acerca de su existencia.
Según la tradición existe la creencia de afirmar la existencia de un
solo Minos, el mitológico tan conocido y participante de varias leyendas
y enredos. Este monarca, tenía un hipotético origen divino. En efecto,
era hijo de Zeus y Europa, y además tuvo por hermanos a Radamantis y
Sarpedón, criados los tres por el rey y padre adoptivo de Minos, llamado
Asterión, un cretense que no quería tener hijos con Europa luego de que
esta tuviese un par de aventuras con el dios supremo (Zeus). No
obstante cuidó de los jóvenes como si fuesen sus hijos híbridos. Fue así
que con el tiempo Minos maduró y tras desterrar a sus hermanos se
convirtió en el rey poderoso que conocemos. Ahora bien, algunos
investigadores estiman que no fue uno, sino dos los reyes llamados Minos.
Uno bueno y otro malo, en ese orden respectivo. El primero, o sea el
bueno, sería el hijo de Zeus y Europa más arriba señalado. Reinó con
justicia y al morir se le convirtió en uno de los tres jueces de los
muertos, junto con Radamantis y Éaco. Se especula que su esposa era
Itone o la llamada Creta hija de Asterión, su padre adoptivo. Fruto de
esta unión nació Licasto quien se casó con Idea, y cuyo hijo se llamó
Minos en honor al abuelo, y este vendría a ser el rey malo y a quien se
le debe todos los mitos y gloria. El monarca malvado tuvo muchos hijos
con su esposa Pasífae, entre ellos Androgeo, Catreo, Ariadna, Fedra,
Glauco y Deucalión, este último padre de Idromeneo, el rey de Creta,
quien condujo a sus compatriotas a la célebre Guerra de Troya.
La religión y la mitología de los minoicos, el protagonismo de Minos
Cuentan los mitos, que Dédalo, un joven natural de Atenas, quien eramuy celoso, trabajaba junto con su sobrino Talo en la construcción de
estatuas pues eran escultores y para ello también ideaban herramientas
idóneas. Talo era tan ingenioso como el tío y creó el serrucho inspirado
en los dientes de serpiente. Totalmente cegado por los celos y la ira,
Dédalo le da muerte. Se le consideró sospechoso pero ante la falta de
pruebas es solamente desterrado de Atenas, ciudad que se creía ya tenía
cierta importancia desde el 1400 a.n.e. Dédalo entonces debió partir
hacia la isla de Creta donde fue recibido por el rey Minos (si tenemos
en cuenta los dos, sería el segundo, es decir el malo, así como en todos
los demás mitos). Debemos subrayar que esta isla andaba carente de
buenos arquitectos y escultores, así que la llegada de Dédalo había sido
bastante propicia. Es aquí donde entra a tallar otro capítulo de la
historia, o podremos decir, otro mito. Como hemos mencionado ya el rey Minos
era muy pendenciero y arrogante, y su esposa Pasífae fue víctima del
designio de un dios a causa de una insolencia que el soberano de Creta
cometió. Las fuentes varían en la causa real: algunos afirman que Minos
pidió ayuda a Poseidón para asegurarse el trono, y el dios lo escuchó
pidiéndole sólo que sacrifique un gran toro blanco en su nombre, pero
Minos quedó sorprendido ante aquella hermosa bestia y lo ocultó sin
hacer la esperada ofrenda. Poseidón, furioso, una maldición a Pasífae,
llenándola de amor hacia la bestia blanca. Entre otras versiones se
señala que durante un año Minos no hizo el sacrificio adecuado y
Poseidón se enfadó enviando al toro y la maldición señalada. Otras
versiones también nos dicen que quien lo envió fue Afrodita, celosa,
pues al parecer la esposa del rey era amante de Ares…
Sea cual sea la historia, la conclusión es una sola: la molestia
divina. Asumamos que vino de Poseidón por ser el dios más recurrente en
los mitos. Entonces envió al toro y desató aquella loca y prohibida
pasión en Pasífae. Minos no se percató o lo creyó una locura mientas la
reina intentaba de todo para seducir al toro, cosa que no daba
resultados. Para concretar el acto la reina pidió ayuda a Dédalo, ya en
la corte del rey y famoso por su habilidad de escultor, que le
construyese una vaca de madera de modo que Pasífae pudiese ingresar y
engañar al toro. Concretado tal aberrante acto, fruto de esa relación,
nacería el famoso mino tauro (su nombre viene de “Toro de Minos”), con
cuerpo de hombre y cabeza de toro, bestia violenta y que se alimentaba
de carne humana, aunque también recibió como nombre propio Asterión, que
no debe confundirse con el del humano. La bestia creció y se hizo
fuerte y aparentemente invencible, aterrorizaba a todos los hombres y
engullía a cualquiera. Mientas comía niños, campesinos o ancianos y su
brutalidad iba en aumento, Minos no pudo esconder más el secreto o la
indiferencia, quizá a causa de la vergüenza de la locura de su mujer, y
le pidió a Dédalo su ayuda. Se trataba de un laberinto, subterráneo
desde el cual la bestia no pudiese salir nunca. Fue así que surgió el
famoso laberinto con tantos pasadizos y rodeos donde las personas que
quedaban atrapadas se extraviaban para siempre. Así, haciendo gala de
su ingenio, Dédalo y Minos atrajeron a la bestia hasta el centro del
laberinto quedando allí esta última encerrada para siempre y sepultando
así el terror del pueblo.
Dédalo e Ícaro
Dédalo, a pesar de estar bien pagado y atendido, se quejaba del muchotrabajo que el rey le exigía, y quería marcharse, pues sabía que Minos
contaba con la flota más importante de aquel entonces. Había tenido ya
un hijo, llamado Ícaro, (con una esclava de Creta) y con quien trató de
escapar. Se inspiró en los pájaros y construyó dos pares de alas, con
gran cantidad de plumas fijando la estructura con cera de abejas y las
adaptó a las espaladas de ambos y a sus brazos. Le advirtió a su hijo
que no volará muy alto o la cera se derretiría y caería al mar, ni
tampoco tan bajo, pues las plumas se mojarían, pesaría mucho y sucedería
lo mismo. Al volar ambos, Ícaro se entusiasmó con el vuelo y luego de
que pasaran por Samos y Delos, al hacerse hermosa la vista al sol, Ícaro
no pudo resistirse y se acercó a él. Por ello las plumas empezaron a
desprenderse y finalmente murió ahogado. La tierra cercana donde Ícaro
falleció fue llamada por su padre Icaria, quien no dejaba de llorar.
Dédalo llegó hasta Sicilia donde el rey Cócalo lo acogió. Minos buscó
por todas partes al genio escultor, pero sin éxito al principio.
También cuenta la historia que Androgeo, hijo de Minos, marchó a la
vecina Grecia peninsular para participar de los juegos atenienses. Egeo,
el rey de Atenas de turno, retó a Androgeo a matar a un toro indómito
que asolaba el Ática y que nada tiene que ver con el minotauro. Al
parecer la bestia consiguió matar al príncipe, o al menos, otros
competidores de los juegos envidiosos de su habilidad le dieron muerte,
según otras versiones. Obviamente también había motivos políticos, pero
esto fue un pretexto que Minos usó para lanzar su flota contra esta
parte de Grecia, conquistando Megara y condenando a Atenas a un
aislamiento, epidemias y miseria. Consultado el oráculo, se sugirió
poner fin a la guerra, pero Creta y Minos impusieron un pesado tributo:
se debían enviar siete jóvenes y siete vírgenes, cada nueve años, para
que sean devoradas por el siniestro Minotauro. Pero Minos fue generoso,
dando una opción: si alguno de ellos lograba escapar del laberinto, se
levantaría el tributo; algo que a todas luces era imposible.
Es entonces cuando entra a tallar Teseo, otro personaje mítico por
supuesto, que según se cuenta era hijo de Etra y del mismo Egeo, es
decir el príncipe ateniense. Pero otras fuentes colocan al joven como a
un semi-dios, pues Poseidón podría haber llegado a ser su verdadero
padre tras violar a Etra. Para liberar a su pueblo, en el tercer envío y
conocida su astucia militar, su padre aceptó su pedido de dejarlo
marchar entre los del sacrificio para acabar con el monstruo. Al llegar
la hija de Minos, llamada Ariadna, se enamoró de Teseo. El ateniense le
pidió ayuda a cambio de llevársela a su tierra, ella aceptó y para
matar a su medio hermano, el minotauro, la muchacha le entregó al héroe
un ovillo de hilo; para no perderse y así ubicar la salida. Hay que
aclarar que los sacrificados entraban a enfrentar a la bestia sin armas.
Al ingresar Teseo, luego de verse algo confundido, escuchó los gruñidos
del monstruo y lo encontró en el medio del laberinto. El héro se armó
de coraje, y luego de una singular lucha, mató a puñetazos a la bestia y
salvó a todo el grupo. Otras fuentes señalan que Ariadna le dio además
una espada mágica invisible y con ella pudo derrotar a la bestia;
acabando así con el tributo impuesto por Minos.
Ahora sólo quedaba volver a casa. Tanto Ariadna como su hermana,
Fedra, viajaban en secreto con Teseo, como recordaremos. Pero el viaje
estuvo plagado de desdichas. Ante una tempestad hubieron de refugiarse
en la isla de Naxos. Pero allí Ariadna se perdió y Teseo a pesar de que
la esperó, decidió finalmente continuar la marcha. Lo que sucedió fue
que la joven se había quedado dormida en el bosque y por más que gritó y
lloró sólo pudo ver al navío perdiéndose en el horizonte. Sin embargo,
Teseo continuó con su viaje y aunque había prometido a su padre matar al
minotauro e izar velas blancas a su regreso en los barcos para señalar
que aún vivía, olvidó cambiar las velas negras que la embarcación aún
llevaba. El rey Egeo, mirando hacia el horizonte, solo llegó a divisar a
lo lejos las velas oscuras y sin soportar el dolor se suicidó antes de
que Perseo llegue a tierra, lanzándose al mar, que desde entonces
recibe su nombre: el mar Egeo. Teseo heredó entonces el trono y se casó
con Fedra inmortalizando así su nombre hasta nuestros días.
En cuanto a Minos, también se le relaciona en el mito de Poliido,
famoso adivino de la antigüedad, y Glauco, otro hijo del rey. Resulta
que determinado día Glauco desapareció, y los Curetes dijeron que para
hallarlo reuniera a varios adivinos y les preguntase de qué color era
una vaca que el rey tenía en sus rebaños, la cual cambiaba de color tres
veces al día, el que adivinase, daría con el joven y de estar muerto le
daría vida. De todos los adivinos Poliido acertó, pues dijo que era del
color de la zarzamora, cuyo fruto cambia de color a lo largo de la
estación. Asombrado por su ingenio, Minos creyó haber encontrado al
ideal y preguntó entonces dónde estaba su hijo. El adivino logró
encontrar al joven en una bodega del palacio de Minos, aunque muerto.
El rey furioso exigió que se le devuelva la vida, pero Poliido se opuso
creyendo que era voluntad de los dioses. Mientras Minos lloraba se
acercó una serpiente y Poliido la mató con la espada del rey; luego
apareció otra serpiente más y en seguida esta volvió con una hierba que
logró resucitar a la primera, y Poliido encontró la fórmula para revivir
al príncipe. Minos se mostró agradecido pero retuvo al adivino
haciéndole prometer que le enseñaría a su hijo todo el arte de la
adivinación. Poliido aceptó en un principio y así lo hizo, pero cuando
partió rumbo a Argos le pidió a Glauco que escupiera en su boca-del
adivino-olvidándose el príncipe de todo lo aprendido.
Minos también es mencionado en el mito del rey Niso, consagrándose
así como uno de los personajes más recurrentes que no habitan el Olimpo y
sin embargo es protagonista de muchas aventuras. Se dice que Minos
anhelaba mucho hacerse con Megara, pero su rey, llamado Nisos, era
invencible, debido a que conservaba un mechón de pelo rojo entre sus
canas. Mientras lo tuviese, nadie podría derrotarle; pero por
casualidad, Escila, hija de Nisos se enamoró de Minos y para demostrarle
dicho amor, le cortó el pelo rojo a su padre, muriéndose éste y cayendo
todo el reino de Megara ante Creta. Luego Minos, muy justo, mató a
Escila por haber desobedecido a su padre. Finalmente Minos, aquel mítico
rey encontraría su fin buscando a Dédalo, viajando de ciudad en ciudad
ocultándose y proponiendo un acertijo: que alguien se atreva a enhebrar
una caracola espiral totalmente. Así entonces al llegar a Camico, el rey
Cócalo buscó a Dédalo (que estaba en su corte como recordaremos) para
que resuelva el enigma del extranjero, y en efecto, el genio colocó a
una hormiga en el interior de la concha y la enhebró. Minos, cuando fue
resuelto su acertijo, exigió que Dédalo le fuese entregado pues sabía
que solamente él podría haber resuelto semejante tarea; pero Cócalo
antes de dárselo le pidió que tome un baño y sus hijas mataron a Minos
quemándolo con agua hirviendo.
Según otras versiones, al igual que su hipotético abuelo, el rey
cretense, al morir se convirtió en juez del Hades junto con Éaco y
Radamantis, teniendo el voto decisivo de los condenados. O sea, fue un
reemplazo del Minos bueno tras la muerte y su llegada al Hades…o
¿hablamos del mismo Minos?