LAS
PARABOLAS
DE YAHUSHUA
¿Qué son exactamente las parábolas?
Las
parábolas son relatos, historias escuetas, usualmente cautivantes, y
su finalidad es transmitir una enseñanza (usualmente acerca de algún
aspecto del Reino), a menudo en varios niveles de profundidad y
utilizando figuras del lenguaje comunes y corrientes.
En otras palabras, el mundo de la parábola bíblica abarca las áreas
de la comparación, alegoría, ilustración y ejemplificación.
En
todas destaca la pequeñez de los comienzos, y el crecimiento
progresivo de este Reino. Proveen fuerza regeneradora para los
llamados por Yhwh a la salvación, que alcanzarán si corresponden a esa
vocación.
Yahushua Ja Mashiaj comienza a predicar detalles
acerca de Su Reino utilizando frecuentes parábolas, es decir, ejemplos
vivos, imágenes tomadas de la vida ordinaria, dándoles contenidos
variados y amplios, después de un año de recorrer los caminos de
(Filistea) Palestina, predicando el Evangelio del Reino y confirmando
su doctrina con innumerables milagros. Muchos creen, otros no. A
los que no han de creer, el significado mas profundo que las parábolas
puedan tener les permanece oculto. Ejemplo de una de sus parábolas mas cortas, encontrada en Mattityahj:
"El
Reino de los Cielos es semejante a un comerciante que busca perlas
finas y, cuando encuentra una perla de gran valor, va y vende todo
cuanto tiene y la compra"
Yahushua habla
del futuro Reino de Yhwh con tacto y utiliza parábolas en las que
revela algunas cosas a la vez que parcialmente oculta lo que está
diciendo del público no llamado. Sus parábolas incitan a los oyentes a
interesarse y al terminar los relatos por costumbre les advierte:
"quién tenga oídos para oír, que oiga". Entenderán los que tengan un
corazón dispuesto a la conversión a Yahweh con el rechazo del pecado
(incluso en sus formas mas sutiles) y la aceptación de Su Hijo
Yahushua.
Ahora quiero que nos
demos cuenta de un hecho muy importante que la mayoría nunca ha
comprendido. ¿Supone usted, como casi todo el mundo, que Yahushua
habló en parábolas para hacer sus explicaciones más sencillas y claras, a manera de ilustración, para que la gente entendiera mejor lo que quería decir?
Si así es, está equivocado. Por el contrario, aunque muchos no lo crean, Yahushua habló en parábolas para encubrir, para ocultar el
verdadero significado de sus profundas palabras a las multitudes que
constantemente le seguían. El conocimiento de tal verdad pone en
nuestras manos la CLAVE que da acceso a la comprensión de los símbolos
del Apocalipsis.
Algunos
de sus oyentes mas allegados, sus discípulos, le preguntaron a
Yahushua el motivo por el que a veces hablaba en parábolas. Veamos el
texto completo, incluyendo la respuesta dada por Yahushua,
según Mateo:
"Los discípulos se acercaron y preguntaron a Yahushua: “¿Por qué les hablas en parábolas?”
Yahushua
les respondió: “A ustedes se les ha concedido conocer
los misterios del Reino de los cielos, pero a ellos,
no. Porque al que tiene se le dará más y tendrá en abundancia,
pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene.
Por eso les hablo en parábolas, porque miran, y no ven;
oyen, pero no escuchan ni entienden.
En
ellos se verifica la profecía de Isaías: Por más que oigan no
entenderán, y por más que miren no verán. Este es un
pueblo de conciencia endurecida. Sus oídos no saben
escuchar, sus ojos están cerrados. No quieren ver con
sus ojos, ni oír con sus oídos ni comprender con su
corazón.. Pero con eso habría conversión y yo los sanaría.
¡Dichosos
los ojos de ustedes, que ven!; ¡dichosos los oídos
de ustedes, que oyen! Yo se lo digo: muchos profetas y
muchas personas santas ansiaron ver lo que ustedes
están viendo, y no lo vieron; desearon oír lo que
ustedes están oyendo, y no lo oyeron."
Lucas y Marcos presentan parte la respuesta de Yahushua de forma un poco diferente:
"Pues
la mente de este pueblo está embotada: son duros de oído y han
cerrado sus ojos, para no ver ni oir, para no entender ni volverse a
mí y que yo los sane;" (Lucas)
Observemos cuidadosamente lo que paralelamente afirma Yahushua en la
Escritura Kodesh de Yahweh acerca de la parábola del sembrador, y
confirmemos lo que acabamos de leer en Mateo y en Lucas:
"Cuando
estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron
sobre la parábola. Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio
del REINO de Yhwh; mas a los que están fuera, por parábolas todas
las cosas; para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados" (Marcos 4.10-12) … y luego Yahushua procedió a explicar a sus discípulos, en lenguaje claro, el significado de la parábola.
Yahushua
Ja Mashiaj entonces les habla en parábolas, para que NO entiendan,
los que de todas formas no iban a entender! Yahushua sigue el
precepto mencionado por Isaías cuando enseña: "Sólo los entendidos entenderán."
La parábola pertenece al mundo de la sabiduría sabiduría de lo alto---sabiduría hecha palabra y modelo para nosotros en la Tierra. También es una verdad qué hay que aprender a calibrar y comprobar. Por
ello, la parábola (para quien no la entienda) no es una norma, sino
una costumbre, historia o reporte, por su valor reducido de
comprensión. Debido a esto, puede tener varias moralejas que podrían
ir desde lo mas elemental hasta mas complejas.
Para el entendido,
la parábola es un importante consejo o advertencia qué tomar
en cuenta (meditación); una invitación y provocación a
buscar respuestas (interpelación), un constante símbolo por
descubrir hasta que le sea revelado y con el cual sintonizar su
relación con Yhwh. Las
parábolas de Yahushua proponen cambios de conducta en forma sutil,
sin imposiciones ni la preocupación de gustar o no, de ser aceptadas
o rechazadas, de motivar o alejar, de comprometer o de volver
cínico a quien las escuche, lea o conozca.
Más
allá de ser temas que dan información para nuestra formación, las
parábolas son unas herramientas útiles para la meditación individual o
grupal, que llevan a la revelación y transformación del analista.
Por ello, cada parábola puede trabajarse en forma de
meditación personal o como sesión colectiva de estudio, pero siempre
orientada al compromiso con la verdad que le sea revelada.
Yahushua mismo
es un tipo de gran PARÁBOLA DE YHWH, por muchos no comprendida; pero
que nos ha sido dada a algunos llamados no sólo para saber más de
Yhwh, sino para llegar a El; y la totalidad de la Sagrada Escritura, un
lenguaje parabólico que nos permite recibir los misterios del
Creador, del hombre y de las relaciones entre ambos.
Conozcamos algunas de las mas famosas parábolas:
1. El médico y sus enfermos (Mc 2,17);
2. El esposo y sus compadres (Mc 2,18-20; Mt 9,15; Jn 3,29-30);
3. El sastre y el cantinero (Mc 2,21-22);
4. El hombre fuerte y el ladrón (Mc 3,27);
5. El sembrador (Mc 4,3-8; Mt 13,3-8; Lc 8,5-8);
6. El predicador y su auditorio (Mc 4,13-20; Mt 13,18-23; Lc 8,11-15)
7. El labrador paciente (Mc 4,26-29);
8. El jardinero confiado (Mc 4,30-32; Mt 13,31-32; Lc 13,18-19);
9. El hombre limpio (Mc 7,14-23; Mt 15,10-20)
10. Los discípulos atrevidos (Mc 8,34-38; Mt 16,24-28; Lc 9,23-27)
11. El niño inocente (Mc 9,35-37; Mt 18,1-5; Lc 9,46-48)
12. Los primeros y los últimos (Mc 10,31; Mt 19,30; 20,16; ; Lc 13,30)
13. El mago de los imposibles (Mc 11,22-23; Mt 17,20; 21,21)
14. Los viñadores perversos (Mc 12,1-11; Mt 21,33-44; Lc 20,9-18);
15. El hombre doble y equivocado (Mc 12,38-40; Mt 23,6-7; Lc 29,45-47);
16. El campesino sagaz (Mc 13,28-29; Mt 24,32-34; Lc 21,29-33);
17. Doña Sal y Doña Luz (Mt 5,13 -14);
18. El hombre y la vela (Mt 5,15-16);
19. El enojón y el ofensivo (Mt 5,22)
20. El donador verdadero (Mt5,23-24)
21. Los enemigos (Mt 5,25-26; Lc 5,58-59);
22. El hombre y la lámpara (Mt 6,22-23; Lc 11,34-36);
23. El trabajador con dos patrones (Mt 6,24; Lc 16,13);
24. El ciego y el lastimado (Mt 7,3-5; Lc 6,41-42);
25. El papá cuidadoso (Mt 7,9-11; Lc 11,11-13);
26. El recolector de fruta (Mt 7,16-20; Lc 6,43-44);
27. El hombre que supo escoger la entrada (Mt 7,13-14; Lc 13,24);
28. Los dos albañiles (Mt 7,24-27; Lc 6,47-49);
29. El patrón con pocos trabajadores (Mt 9,37-38; Lc 10,2)
30. Los niños y su juego (Mt 11,16-19, Lc 7,31-35);
31. El hombre y los espíritus dañinos (Mt 12,43; Lc 11,24-26);
32. El campesino y su enemigo (Mt 13,24-30);
33. La cocinera sabia (Mt 13,33; Lc 13,20-21);
34. El arqueólogo emprendedor (Mt 13,44);
35. El coleccionista arriesgado (Mt 13,47-48);
36. El pescador (Mt 13,47-48);
37. El jefe de familia (Mt 13,52);
38. El guardián (Mt 13,33-37; Lc 12,35-38);
39. El ciego guía (Mt 15,13-14);
40. Reyes y súbditos (Mt 17,25-26);
41. El escandaloso castigado (Mt 18,6-11)
42. El pastor auténtico (Mt 18,12-14; Lc 15,4-7);
43. El criado malcriado (Mt 18,23-35);
44. El rico y el camello (Mt 19,24)
45. El buen patrón (Mt 20,1-16);
46. Los hijos desiguales (Mt 21,28-32);
47. Los invitados a la fiesta (Mt 22,1-10; Lc 14,16-24);
48. El invitado descuidado (Mt 22,11-13);
49. El visitante intempestivo (Mt 24,27-28; Lc 17,23-24.37);
50. El ladrón (Mt 24,43-44; Lc 12,39-40);
51. El velador atento (Mt 24,45-51; Lc 12,42-46);
52. Las damas de compañía (Mt 25,1-13);
53. El prestamista y sus deudores (Mt 25,14-30; Lc 19-12-27);
54. El buen catador (Lc 5,39)
55. Los dos deudores (Lc 7,41-43);
56. El prójimo (Lc 10,30-37);
57. El vecino molesto (Lc 11,5-8);
58. El prepotente en acción (Lc 11,21-22)
59. El rico ambicioso (Lc 12,16-21);
60. El campesino y el tiempo (Lc 12,54-56);
61. El patrón y el jardinero (Lc 13,6-9);
62. El jefe de familia y las visitas inoportunas (Lc 13,24-30; [Cf. Mt 25,10-12]);
63. Cada invitado en su lugar (Lc 14,7-11);
64. El constructor y el guerrero (Lc 14,28-32);
65. La mujer y la moneda (Lc 15,8-10);
66. Un Padre con corazón de madre (Lc 15,11-32);
67. El empleado sagaz (Lc 16,1-8);
68. El rico y el pobre (Lc 16,19-31);
69. El asalariado (Lc 17,7-10);
70. El juez y la viuda (Lc 18,1-8);
71. El devoto y el hombre común (Lc 18,9-14);
72. El hombre espiritual (Jn 3,8);
73. El hombre celeste y el terrestre (Jn 3,31-34)
74. El vendedor de agua viva (Jn 4,13-14)
75. Los campesinos y la siega (Jn 4,35-38);
76. El hijo y el siervo (Jn 8,34-35);
77. El Señor del pan (Jn 6,35-51);
78. El caminante (Jn 8,12);
79. El ganadero y el intruso (Jn 10,1-5);
80. El guardián y el ladrón (Jn 10,7-10);
81. El pastor y el boyero (Jn 10,11-14);
82. El hombre que regaló su vida (Jn 10,17-18);
83. El vivo y el difunto (Jn 11,25-27);
84. El caminante (12,24);
85. El hombre es como el grano (Jn 12,24);
86. El anfitrión y sus huéspedes (Jn 13,4-15)
87. El patrón y el sirviente (Jn 13,16; 15,20)
88. El hombre que se volvió camino (Jn 14,6-7);
89. El viñador y la vid (Jn 15,1-11);
90. La mujer que da a luz (Jn 16,21-22)
91. El joven y el viejo (Jn 21,18-19)
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