lunes, 31 de julio de 2017

Estudia: JESÚS COMO EL MESÍAS | ESU

Estudia: JESÚS COMO EL MESÍAS | ESU








“Quien llevó él mismo
nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros,
estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida
fuisteis sanados” (1 Ped. 2:24).

JESÚS COMO EL MESÍAS

Como vimos anteriormente, uno de los puntos
de inflexión en el ministerio terrenal de Jesús ocurrió cuando, en
respuesta a una pregunta en cuanto a quién era él, Pedro respondió: “Tú
eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mat. 16:16). La palabra Cristo (Jristós, en griego) significa “el ungido”, el “Mesías”; en hebreo es Mashiaj.
Proviene de una raíz que significa “ungir”, y es un término que, en el
Antiguo Testamento, se utiliza en diversos contextos (incluso se usó, en
Isa. 45:1,
para señalar a un rey pagano, Ciro). Así, cuando Pedro llamó a Jesús
“el Cristo”, estaba utilizando una palabra que expresa un ideal derivado
de las Escrituras hebreas.

Lee los siguientes textos del Antiguo Testamento, donde se utiliza la palabra Mesías, o ungido.
¿Qué nos enseña el contexto acerca de su significado? ¿De qué manera
pudo haber entendido Pedro lo que significaba “el Mesías” cuando le dio
ese nombre a Jesús?


Sal. 2:2

Sal. 18:50

Dan. 9:25

1 Sam. 24:6

Isa. 45:1

Pedro había sido inspirado por el Señor para declarar que Jesús era el Mesías (Mat. 16:16, 17),
y no caben dudas de que no comprendía plenamente lo que eso
significaba. No entendía quién era exactamente el Mesías, qué misión
debía llevar a cabo y, quizá más importante, de qué modo lo debía hacer.

Pedro
no estaba solo en esa falta de entendimiento. Había muchas ideas
diferentes en Israel acerca del Mesías. En sí mismos y por sí mismos,
los usos de la palabra Mesías, o ungido, en los textos de
arriba no presentan el cuadro completo, por mucho que puedan vaticinar
lo que sería y haría, en última instancia, el Mesías.

Juan 7:40 revela un poco de lo que se esperaba del Mesías: descendería de David, del pueblo de Belén (Isa. 11:1-16; Miq. 5:2).
Esa parte la entendieron correctamente. En la imaginación popular, sin
embargo, un Mesías del linaje de David haría lo mismo que David: vencer a
los enemigos de los judíos. Lo que nadie esperaba era un Mesías que
sería crucificado por los romanos.

Por supuesto, para el tiempo en
que escribió su epístola, Pedro entendía con mayor claridad que Jesús
era el Mesías (en 1 y 2 Pedro, lo llama Jesucristo quince veces) y todo lo que había hecho por la humanidad.
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El anillo de sellar de Dios

jueves, 06/06/2013

“En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel
hijo de Salatiel, siervo mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de
sellar; porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos” (Hageo 2:23).



El mensaje final de Dios a Hageo fue dado el mismo día que el anterior, para complementarlo (ver Hageo 2:22, 23).
Dios advirtió de la venidera destrucción de reinos y naciones durante
el día del juicio de Dios. Pero el mismo día, dijo el profeta, el siervo
del Señor realizará la obra de salvación designada por Dios. Esto puede
entenderse mejor como cumpliéndose, en forma definitiva y plena, solo
en la segunda venida de Cristo y durante todos los eventos que la
siguen.



El líder político de la nación está asociado aquí con el glorioso
reinado del rey de Israel, David, de quien él era descendiente.
Zorobabel era nieto del rey Joaquín y heredero legítimo del trono de
David después del exilio babilónico. Sirvió como gobernador de Judá bajo
el rey persa Darío el Grande y fue la fuerza motora detrás de la
reconstrucción del templo de Jerusalén. Josué fue el sumo sacerdote que
también ayudó a reconstruir el templo.



El profeta dijo que Zorobabel sería el anillo de sellar de Dios, un
objeto que proporcionaba evidencia de autoridad real y de propiedad.
Como un rey sellaba documentos legales con un anillo, Dios imprimiría su
sello al mundo entero por medio de la obra de su siervo. Aunque el
papel clave de Zorobabel en la reconstrucción del templo nunca debe ser
subestimado, él no cumplió todas las promesas que Dios le dio por medio
de Hageo. Los escritores inspirados de los evangelios apuntan a la
persona y al ministerio de Jesucristo, tanto hijo de David como de
Zorobabel, como el cumplimiento final de todas las promesas mesiánicas
que se encuentran en la Biblia.



Lee Lucas 24:13 al 17,
concentrándote especialmente en las palabras de Cristo a los dos
hombres. ¿Qué mensaje importante les da él y de qué manera sus palabras
nos muestran la importancia de comprender la profecía del Antiguo
Testamento, y por qué es tan relevante para los cristianos aún hoy?


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REDIMIDOS DE LA MALDICIÓN

jueves, 27/07/2017

Los oponentes de Pablo sin duda quedaron estupefactos por sus palabras de Gálatas 3:10.
Ciertamente, no consideraban que se encontraban bajo una maldición; de
hecho, esperaban ser bendecidos por su obediencia. Sin embargo, Pablo no
deja lugar a dudas: “Porque todos los que dependen de las obras de la
ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no
permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para
hacerlas”.

Pablo está contrastando dos alternativas
completamente diferentes: salvación por la fe y salvación por obras. Las
bendiciones y las maldiciones del Pacto, presentadas en Deuteronomio 27 y 28,
eran sencillas. Aquellos que obedecían eran benditos, aquellos que
desobedecían eran malditos. Eso significa que, si una persona desea
depender de la obediencia a la Ley para ser acepto ante Dios, entonces
debe guardar toda la Ley. No tenemos la libertad de seleccionar y elegir
lo que deseamos obedecer; tampoco deberíamos suponer que Dios está
dispuesto a pasar por alto algunos errores de tanto en tanto. Es todo o
nada.

Por supuesto, estas no son buenas nuevas, no solo para los
gentiles sino también para los oponentes legalistas de Pablo, porque
“todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Rom. 3:23). No importa cuánto intentemos ser buenos, la Ley solamente puede condenarnos como sus transgresores.

¿De qué manera Cristo nos libró de la maldición de la Ley? Ver Gálatas 3:13; 2 Corintios 5:21.



Pablo
introduce otra metáfora para explicar lo que Dios ha hecho por nosotros
en Cristo. La palabra redimir significa “comprar nuevamente”. Se usaba
para referirse al pago del rescate para liberar rehenes o el precio
pagado para liberar a un esclavo. Debido a que la paga del pecado es la
muerte, la maldición por no guardar la ley a menudo era una sentencia de
muerte. El rescate pagado por nuestra salvación no fue insignificante; a
Dios le costó la vida de su propio Hijo (Juan 3:16). Jesús nos rescató de la maldición al cargar con nuestros pecados (1 Cor. 6:20; 7:23). Tomó voluntariamente nuestra maldición sobre sí mismo y sufrió en nuestro favor la penalidad completa del pecado (2 Cor. 5:21).

Pablo cita Deuteronomio 21:23
como prueba bíblica. Según la costumbre judía, una persona se hallaba
bajo la maldición de Dios si, luego de ser ejecutada, el cuerpo era
colgado de un árbol. La muerte de Jesús en la Cruz se consideraba un
ejemplo de esta maldición (Hech. 5:30; 1 Ped. 2:24).

No
es de extrañar, entonces, que la Cruz haya sido una piedra de tropiezo
para algunos judíos que no podían concebir la idea de que el Mesías
fuera maldito ante Dios. Pero este era exactamente el plan de Dios. Sí,
el Mesías cargó con una maldición, pero no era su propia maldición, ¡era
la nuestra!
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LA PRIORIDAD DE LA PROMESA

sábado, 29/07/2017

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Gálatas 3:15-20; Génesis 9:11-17; Mateo 5:17-20; Éxodo 16:22-26; Génesis 15:1-6.

CIERTA VEZ, ALGUIEN LE PREGUNTÓ A UN POLÍTICO: “¿Has
cumplido todas las promesas que hiciste durante la campaña?” Él
respondió: “Sí… bueno, al menos todas las promesas que tenía la
intención de cumplir”.

¿Quién no ha estado, una que otra vez, en
una punta o la otra de una promesa incumplida? ¿Quién no ha incumplido
una promesa alguna vez, o a quién no se le prometió algo que luego no se
cumplió?

Afortunadamente para nosotros, las promesas de Dios son
completamente diferentes. La Palabra de Dios es segura e inmutable. “Yo
hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré”, dice el Señor
(Isa. 46:11).

En
la lección de esta semana, Pablo dirige nuestra atención a la relación
entre la promesa de Dios a Abraham y la ley dada a Israel 430 años
después. ¿De qué manera debería entenderse la relación entre ambas, y
qué implicaciones tiene eso para la predicación del evangelio?

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EL EVANGELIO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

miércoles, 26/07/2017

“Y
la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los
gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti
serán benditas todas las naciones” (Gál. 3:8).
Pablo escribe que no solo a Abraham se le predicó el evangelio, sino
también fue Dios quien lo predicó; por lo tanto, debió haber sido el
evangelio verdadero. Pero ¿cuándo le predicó Dios el evangelio a
Abraham? La cita de Pablo de Génesis 12:3 indica que tiene en mente el pacto que Dios hizo con Abraham cuando lo llamó en Génesis 12:1 al 3.

Lee Génesis 12:1 al 3. ¿Qué nos dice esto acerca de la naturaleza del pacto que Dios hizo con Abraham?



La
base del pacto de Dios con Abraham se centraba en las promesas que Dios
le hizo. Las promesas de Dios a Abraham son increíbles porque son
completamente unilaterales. Dios hace todas las promesas; Abraham no
promete nada. Esto es lo contrario del modo en que la mayoría intenta
relacionarse con Dios. Por lo general, prometemos servirlo, solamente si
él hace algo por nosotros como condición. Pero eso es legalismo. Dios
no le pidió a Abraham que le prometiera nada, sino que aceptara las
promesas de Dios por la fe. Por supuesto, esa no era una tarea fácil,
porque Abraham tuvo que aprender a confiar completamente en Dios y no en
sí mismo (ver Gén. 22). Por lo tanto, el llamado a Abraham ilustra la
esencia del evangelio, que es la salvación por la fe.

Algunos
concluyen erróneamente que la Biblia enseña dos formas de salvación.
Afirman que en tiempos del Antiguo Testamento la salvación se basaba en
guardar los mandamientos; luego, como eso no funcionó muy bien, Dios
abolió la Ley e hizo posible la salvación por la fe. Esto no podría
estar más alejado de la verdad. Como escribió Pablo en Gálatas 1:7, hay un solo evangelio.

¿Qué otros ejemplos puedes encontrar en el Antiguo Testamento sobre la salvación solo por la fe? Ver, por ejemplo, Levítico 17:11; Salmo 32:1 al 5; 2 Samuel 12:1 al 13; y Zacarías 3:1 al 4.



A
menudo escuchamos la frase: “gracia barata”. Sin embargo, es un
calificativo poco apropiado. La gracia no es barata; es gratis (por lo
menos para nosotros). Pero la arruinamos cuando pensamos que podemos
añadirle nuestras obras o cuando pensamos que podemos utilizarla como
una excusa para pecar. En tu propia experiencia, ¿hacia cuál de estas
posturas te sientes más propenso a inclinarte, y cómo puedes evitarlo?
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LA TIERRA DE ZABULÓN Y NEFTALÍ

miércoles, 06/04/2016

Mateo 4:12
nos habla del encarcelamiento de Juan, lo que concluyó con su
ministerio. En este momento, comienza “oficialmente” el ministerio de
Jesús. El texto no dice por qué, cuando Jesús oyó acerca de Juan, se
fue a Galilea; solo dice que se fue. (Ver también Mar. 1:14-16; Luc. 4:14).
Tal vez, mientras Juan todavía predicaba, Jesús quería mantener un
perfil bajo, para evitar alguna rivalidad. El verbo griego en Mateo 4:12,
a menudo traducido como “partió”, puede dar la idea de “retirarse”, en
el sentido de evitar un peligro. Tal vez, Jesús procuraba evitar
problemas de un modo prudente.

Lee Mateo 4:13 al 16 (ver también Isa. 9:1, 2),
donde dice que Jesús se detuvo en el área de Zabulón y Neftalí.
¿Qué indican estos textos acerca del ministerio de Jesús?


Zabulón y Neftalí fueron dos de los hijos de Jacob (ver Gén. 35:23-26), y sus descendientes llegaron a ser dos de las tribus que se instalaron en la hermosa región del norte.

Lamentablemente,
estas dos tribus estuvieron entre las diez que abandonaron su fe en
Dios y se volvieron hacia el mundo. Muchos de los profetas del Antiguo
Testamento denunciaron la pecaminosidad y la mundanalidad de estas
tribus norteñas que, finalmente, fueron vencidas y dispersadas por los
asirios. A su vez, ellos trajeron gentiles a Israel, y Galilea llegó a
ser una población mixta, un lugar oscuro y confuso. El profeta de
Galilea más famoso fue Jonás, lo que debe decirnos algo acerca del
nivel de compromiso que tenían.

Cualesquiera que hayan sido los
problemas en Galilea, existía esta hermosa profecía en Isaías: que
aun a la tierra oscura de Zabulón y Neftalí, “a los asentados en
región de sombra de muerte, luz les resplandeció” (Mat. 4:16).
En otras palabras, fue aquí, donde la necesidad era tan grande –donde
la gente era considerada ruda, atrasada y tosca–, el lugar en que Jesús
vivió y ministró a los hombres. Vemos aquí la disposición de Jesús
a humillarse a sí mismo en favor de otros. Además, es otro ejemplo de
cuán central era el Antiguo Testamento en el ministerio de Jesús.

¿De
qué forma podemos evitar la tentación de considerar a las personas
como indignas de nuestros esfuerzos para ministrar y testificar? ¿Qué
tiene de malo esa actitud?
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EL PRÍNCIPE DE ESTE MUNDO

lunes, 28/12/2015

Lee Juan 12:31; 14:30; y 16:11. ¿Por qué Jesús llamó a Satanás “el príncipe de este mundo”?

Cuando Dios instaló a Adán y a Eva en el Jardín del Edén, les confió la administración del Edén (Gén. 2:8, 15), y el cuidado de todas las criaturas en las aguas, los cielos y sobre la tierra (Gén. 1:26, 28).
Cuando Adán nombró a todos los animales, demostró su mayordomía
sobre ellos. Generalmente, el que tiene autoridad sobre algo puede darle
un nombre; así, al nombrar a todas las criaturas, Adán estaba
claramente demostrando su posición como gobernante del mundo.

Cuando
Adán perdió ese dominio, Satanás muy rápidamente llenó el vacío.
Parte de la restauración de la raza humana, hecha posible por el
sacrificio de Cristo en el Calvario, sucederá cuando los redimidos
recibirán el privilegio de Adán y de Eva de reinar con Dios por el
resto de la eternidad como “reyes y sacerdotes” (Apoc. 1:6; 5:10).

Los
capítulos iniciales del libro de Job nos revelan cuán extensa fue la
pérdida de Adán. Al darnos un vistazo de la sala del Trono del
universo, también podemos ver cuán subordinada a la naturaleza ha
llegado a estar la raza humana desde la Caída.

Lee Job 1:6 y 7; y 2:1 y 2. ¿Por qué Satanás se presenta a la asamblea de los hijos de Dios como el que “rodea la tierra y anda por ella”?

“Andar
por la tierra” no es solo una acción de los turistas. En la Escritura,
es una señal de posesión. Cuando Dios le dio la tierra a Abraham, le
dijo que fuera “por la tierra a lo largo de ella y a su ancho” (Gén. 13:17); y en forma similar a Moisés y a Josué (Deut. 11:24; Jos. 1:3). Satanás, en un sentido, se está pavoneando como “el dios de este siglo” (“mundo”, NVI; 2 Cor. 4:4).

La presentación de Satanás en los primeros dos capítulos de Job es un paralelo de lo que sucedió en Génesis 3. Satanás inicia los problemas en el paraíso y luego deja detrás de sí a las víctimas humanas para que sufran.

¿Qué
evidencia podemos ver de la obra de Satanás en este mundo? ¿De qué
modo puedes encontrar esperanza en la promesa de que un día todo este
desorden terminará?
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LA ESPOSA DE JOB

miércoles, 12/10/2016

Este es probablemente un buen momento para tratar con otra víctima en la historia de Job: su esposa. Ella aparece solo en Job 2:9 y 10.
Después de esto, ella se desvanece del relato y de la historia. No se
nos dice nada más de ella. Sin embargo, considerando todo lo que
sucedió, ¿quién podría imaginarse el dolor que soportó esta desdichada
mujer? Su tragedia, la de sus hijos y la de las otras víctimas, en el capítulo 1, muestran la universalidad del sufrimiento. Todos estamos involucrados en el Gran Conflicto; nadie escapa.

Compara Job 2:3 con Job 2:9. ¿Qué frase similar usan Dios y la esposa de Job, y qué importancia tiene el que ambos la usen?

No
es coincidencia de que la misma frase acerca de que él retuvo su
“integridad” aparezca en ambos textos. El término traducido como
“integridad” viene de la misma palabra usada en Job 1:1 y Job 1:8, a menudo traducida como “perfecto”. La raíz de la palabra misma da la idea de “ser completo”, “pleno”.

Es
desafortunado que la esposa de Job llegara a desafiar a Job en
precisamente lo mismo que Dios felicita en él. En su dolor, en su
tristeza, ella empuja a Job a hacer exactamente lo que Dios dice que no
hará. Aunque, por cierto, no podemos juzgarla, es una lección para todos
nosotros acerca de cuán cuidadosos debemos ser a fin de no volvernos
una piedra de tropiezo para otros. (Ver Luc. 17:2.)

Lee Job 2:10. ¿Qué poderoso testimonio da también Job aquí? Ver también Fil. 4:11-13.

Job
revela cuán genuina es su fe. Él servirá a Dios en los tiempos buenos
como también en los tiempos malos. Sin embargo, lo fascinante es que
Satanás ahora desaparece de la historia y no se vuelve a presentar más.
Y, aunque el texto no lo menciona, podemos imaginar la frustración y el
enojo de Satanás por la respuesta de Job. Después de todo, miren qué
fácilmente hizo caer a Adán, a Eva y a tantos otros. El “acusador de los
hermanos” (Apoc. 12:10) tendría que buscar a otro a quien acusar en vez de a Job.

¿De qué forma aprendemos a ser fieles a Dios, tanto en los tiempos buenos como en los malos?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 1 – Durante esta semana, PP caps. 36, 37.
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LA LEY Y LA FE

domingo, 30/07/2017

Aun
si sus oponentes aceptaban que la vida de Abraham se caracterizó ante
todo por la fe, Pablo sabía que seguirían teniendo interrogantes acerca
de por qué Dios le dio la Ley a Israel unos cuatro siglos después de
Abraham. ¿Acaso con la recepción de la Ley no se anulaba cualquier
arreglo previo?

¿Qué está queriendo transmitir Pablo con la analogía entre el testamento final de una persona y el pacto de Dios con Abraham? Gálatas 3:15-18.



Un
pacto y un testamento por lo general son diferentes. Un pacto
comúnmente es un acuerdo mutuo entre dos o más personas, a menudo
llamado “contrato”, o “acuerdo”; en cambio, un testamento es la
declaración de una sola persona. La traducción griega del Antiguo
Testamento, la Septuaginta, nunca traduce el pacto de Dios con Abraham
con la palabra griega usada para referirse a acuerdos o contratos mutuos
(syntheke). Más bien, usa la palabra para testamento (diatheke).
¿Por qué? Probablemente porque los traductores reconocieron que el
pacto de Dios con Abraham no era un acuerdo entre dos personas, donde se
hacen promesas mutuamente vinculantes. Al contrario, el pacto de Dios
se basaba únicamente en su propia voluntad. No dependía de ninguna
cláusula condicional. Abraham simplemente debía confiar en las promesas
de Dios.

Pablo utiliza este doble significado entre “testamento” y
“pacto” para destacar características específicas del pacto de Dios con
Abraham. Al igual que un testamento humano, la promesa de Dios se
aplicaba a un beneficiario específico: Abraham y su descendencia (Gén. 12:1-5; Gál. 3:16); también incluía una herencia (Gén. 13:15; 17:8; Rom. 4:13; Gál. 3:29).
Lo más importante para Pablo es la naturaleza inmutable de la promesa
de Dios. De la misma manera que el testamento de una persona no puede
cambiarse una vez que ha sido puesto en vigor, así también la
promulgación de la Ley por medio de Moisés no puede simplemente anular
el pacto previo de Dios con Abraham. El pacto de Dios es una promesa (Gál. 3:16), y Dios no rompe sus promesas (Isa. 46:11; Heb. 6:18).

Reemplaza la palabra pacto por promesa
en los siguientes pasajes. ¿Cuál es la naturaleza del “pacto” en cada
pasaje? ¿De qué manera el entender el pacto de Dios como una promesa
aclara el significado del pasaje, y cómo nos ayuda a entender mejor lo
que es un pacto? (Gén. 9:11-17; 15:18; 17:1-21). ¿Qué nos enseña esto, además, acerca del carácter de Dios, y de cómo podemos confiar en él?

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TIPOS DE OFRENDAS

lunes, 14/10/2013

En los tiempos del Antiguo Testamento, los creyentes podían traer
diferentes ofrendas según la ocasión y las circunstancias personales.
Se les permitía que “ofrecieran” animales limpios, granos o bebidas, y
otras cosas. El sacrificio de un animal era el elemento más antiguo en
el servicio del Santuario y, junto con el servicio sacerdotal, pertenece
al centro del culto israelita. La vida religiosa sin sacrificios era
inconcebible.


¿Qué clases de ofrendas se describen en los siguientes textos? Éxo. 12:21-27; Lev. 2:1-3; Éxo. 25:2-7; Lev. 4:27-31.



Dios estableció el sistema de sacrificios para que los creyentes
entraran en una relación estrecha con él. Por esto, las ofrendas
podían ser traídas en varias situaciones como acción de gracias: una
expresión de gozo y celebración, un regalo, una petición de perdón,
un ruego penitencial, un símbolo de dedicación, o una restitución.


Entre los tipos más importantes de ofrendas estaban los holocaustos (Lev. 1) y las ofrendas de granos (Lev. 2), así como las ofrendas pacíficas o de bienestar (Lev. 3), las ofrendas de purificación (Lev. 4) y las ofrendas de reparación (Lev. 5:14-6:7).
Las primeras tres eran ofrendas voluntarias, y recordaban al dador (y a
nosotros) que todo lo que somos y todo lo que tenemos pertenece a Dios.
Los holocaustos (ofrendas quemadas) simbolizaban la dedicación total
del que hacía la ofrenda. La ofrenda de granos simbolizaba la
dedicación de las posesiones materiales a Dios, fueran alimentos,
animales u otra cosa. La ofrenda de bienestar era el único sacrificio
en el que el participante recibía una parte de la ofrenda para su
consumo personal.


Los otros dos sacrificios eran obligatorios. Recordaban a la gente que,
aunque las equivocaciones tienen consecuencias, estas pueden ser
“sanadas”. La ofrenda de purificación, llamada también “ofrenda por el
pecado”, se ofrecía después de una contaminación ritual o después
de que la persona se diera cuenta de una contaminación moral por medio
de un pecado.


La función de las ofrendas nos muestra que cada aspecto de la vida debe
estar bajo el control de Dios. ¿Cómo puedes aprender a rendir
completamente a Dios todo lo que tienes o eres? ¿Qué ocurre cuando
haces esto?
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CIMENTADOS EN LA ESCRITURA

lunes, 24/07/2017

Hasta
aquí, en su carta a los Gálatas, Pablo ha defendido su evangelio de la
justificación por la fe apelando al acuerdo realizado con los apóstoles
en Jerusalén (Gál. 2:1-10) y a la experiencia personal de los gálatas mismos (Gál. 3:1-5). A partir de Gálatas 3:6, Pablo ahora se refiere al testimonio de las Escrituras para la confirmación final más importante de su evangelio. De hecho, Gálatas 3:6 a 4:31 está formado de argumentos progresivos, basados en la Escritura.

¿Qué quiere decir Pablo cuando escribe acerca de la “Escritura” en Gálatas 3:6 al 8? Considera Romanos 1:2; 4:3; y 9:17.



Es
importante recordar que, cuando Pablo escribió su carta a los Gálatas,
no había un “Nuevo Testamento”. Pablo fue el primer escritor del Nuevo
Testamento. El Evangelio de Marcos probablemente sea el más antiguo de
los cuatro evangelios, pero presumiblemente no fue escrito sino hasta
cerca de la muerte de Pablo (65 d.C.); es decir, unos quince años
después de la carta de Pablo a los Gálatas. Por lo tanto, cuando Pablo
se refiere a las Escrituras, solamente está pensando en el Antiguo
Testamento.

Las Escrituras del Antiguo Testamento juegan un papel
importante en las enseñanzas de Pablo. Él no las ve como textos muertos
sino como la Palabra viva y autorizada de Dios. En 2 Timoteo 3:16, Pablo escribe: “Toda la Escritura es inspirada por Dios”. La palabra traducida como “inspirada” es theopneustos.
La primera parte de la palabra (theo) significa “Dios”, mientras la
segunda parte significa “respirada”. La Escritura es “respirada por
Dios”. Pablo usa la Escritura para demostrar que Jesús es el Mesías
prometido (Rom. 1:2), para dar instrucciones sobre la vida cristiana (Rom. 13:8-10) y para probar la validez de sus enseñanzas (Gál. 3:8, 9).

Es
difícil determinar exactamente cuántos centenares de veces cita Pablo
del Antiguo Testamento, pero pueden encontrarse citas a lo largo de
todas sus cartas, salvo las más cortas: Tito y Filemón.

Lee detenidamente Gálatas 3:6 al 14.
Identifica los pasajes que Pablo cita del Antiguo Testamento en esos
versículos. ¿Qué nos dice eso acerca de cuánta autoridad tenía el
Antiguo Testamento para él?




¿Te preguntas a veces si una parte de la Biblia es más “inspirada” que otras? Considerando la declaración de Pablo en 2 Timoteo 3:16, ¿cuál es el peligro de esa línea de pensamiento?
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Repartieron entre sí mis vestidos

jueves, 16/06/2011

"Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes" (Salmos 22:18).



   Es difícil imaginar la humillación que Jesús había de soportar.
Después de la ceremonia burlesca de los soldados, fue llevado a la cruz y
entonces, allí, le quitaron el último vestigio de sus posesiones
terrenales, la ropa que llevaba. Golpeado, rechazado, humillado,
burlado, y ahora desnudado y crucificado. Jesús, realmente, bebió la
amarga copa que, desde "el principio del mundo" (Apocalipsis 13:8) había de ser suya.



   Lee Juan 19:23 y 24 (ver también Mateo 27:35). ¿Qué importancia profética le da la Biblia a lo que sucedió allí, y por qué es importante?







   Estaba desarrollándose delante de ellos el mayor acto en toda la
historia cósmica, y ¡estos soldados estaban tratando con algo tan banal
como dividir las ropas de una de las víctimas!



   Y, no obstante, su acto mismo no es tan trivial, porque la Biblia
muestra que lo que hicieron los soldados era el cumplimiento de la
profecía. Juan lo vincula directamente con los Salmos, diciendo que todo
ocurrió "para que se cumpliese la profecía" (Mateo también lo dice),
dándonos más evidencia para nuestra fe.



   Piensa, además, lo que esto pudo significar para Jesús. El peso del
pecado del mundo cae sobre él, la separación del Padre pesa sobre él, y
Jesús ve entonces a los soldados, a su lado, repartiéndose la ropa y
echando suertes, todo en cumplimiento de la profecía. Esto fácilmente
pudo haberle dado algo más de valor para soportar lo que estaba
afrontando en esa cruz. Estas acciones de los soldados eran más
evidencias de que, no importaba cuán terrible fuera su prueba, o cuán
doloroso fuera el sufrimiento, la profecía se estaba cumpliendo, su
ministerio terrenal estaba acercándose a su gran clímax y la provisión
quedaba hecha para dar la salvación a cualquier ser humano que la
reclamara por fe. De este modo, Jesús tenía que soportar, y lo hizo.



   ¿Qué profecías bíblicas has encontrado que más afirman tu fe,
especialmente en momentos de necesidad, particularmente en tiempos
cuando las pruebas sacudieron tu fe?

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EL LLAMADO DE PEDRO

domingo, 14/02/2016

Cuando
consideramos el increíble problema que estaba en juego en el Gran
Conflicto, no sorprende que Jesús usara seres humanos para que lo
ayudaran en el ministerio, especialmente unos que tenían tantas fallas
como aquellos que eligió. Por supuesto, si consideramos la condición
de la humanidad caída, cualquiera que él eligiera tendría defectos
morales.

Caminando por la ribera del Mar de Galilea, seguido por
una multitud, Jesús notó dos barcas de pescadores, cuyos dueños las
estaban limpiando después de una noche improductiva. Estos pescadores
ya había escuchado de Jesús, que había enseñado en su sinagoga,
asombrando a todos con sus palabras (Luc. 4:31, 32). Jesús hasta expulsó un demonio de un hombre y todos estaban maravillados (vers. 33-36). Habían visto a Jesús en la casa de Pedro, sanando a la suegra de este (vers. 38, 39) y, más tarde, ese mismo día, sanando a muchos otros (vers. 40, 41).

No
es raro que una multitud siguiera a Jesús por la ribera. Jesús entró
en la barca de Pedro, la empujó un poco para alejarla de la orilla, de
modo que la gente pudiera verlo, y luego les habló (Luc. 5:3).
Cuando terminó, le dijo a Pedro que arrojara al mar la red que recién
había limpiado. Seguramente, Pedro pensó que no lograría nada; pero,
por respeto a Jesús, hizo lo que él le indicó.

Lee Lucas 5:6 al 8.
¿Qué nos enseña la reacción de Pedro acerca de él? ¿De qué forma
nos ayuda a entender por qué, a pesar de las fallas obvias de Pedro,
Jesús lo escogió?


La reacción de Pedro es notable.
Quizá podamos trazar un paralelismo con la experiencia de Jacob
luchando con el ángel: la misma percepción de la Presencia divina y un
abrumador sentido de indignidad (Gén. 32:24-30).
Una cosa es clara. Pedro se dio cuenta de su pecaminosidad, porque
sabía que el Señor estaba allí. Su confesión abierta de su
culpabilidad presenta un agudo contraste, por ejemplo, con la reacción
de algunos líderes religiosos que se referían a Jesús como a un
pecador (ver Juan 9:24) en lugar de reconocer, aun cuando estaban en su presencia, la propia pecaminosidad.

Lucas 5:11
dice que ellos, “dejándolo todo”, lo siguieron; esto signi ca que,
cuando sus redes estaban tan llenas que se rompían, los hombres dejaron
todo para seguir a Jesús. ¿Qué mensaje hay allí para nosotros?
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ACTITUDES CRISTIANAS POSITIVAS

martes, 04/09/2012

Según 1 Tesalonicenses 5:12 al 15,
los cristianos necesitan aprender a aceptar y a ofrecer críticas
constructivas. Eso solo puede ocurrir en el contexto de las relaciones.
Es importante que cada cristiano sea responsable de los otros y esté
dispuesto a esperar que otros sean responsables. Una iglesia que ora
crecerá en amonestación y ánimo.



Lee 1 Tesalonicenses 5:16 al 18.
¿Qué tres cosas considera Pablo que son la voluntad de Dios para cada
creyente? ¿Por qué cada una de ellas es tan importante? Ver también Gálatas 5:22; Filipenses 4:4.








El predicador adventista Glenn Coon decía que en la Biblia hay más
órdenes en cuanto a regocijarse que en relación con guardar el sábado.
No obstante, rara vez le damos, al regocijarse, el énfasis que merece.
Una vida gozosa es uno de los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22; ver también Filipenses 4:4). Y el gozo lleno del Espíritu es posible aun en el sufrimiento (1 Tesalonicenses 1:6).



Pablo era un modelo de lo que significa orar sin cesar. Primera de
Tesalonicenses está saturada de oración. Aquí el apóstol invita a los
lectores de su carta a que sigan su ejemplo.



La gratitud es otra actitud cristiana positiva que Pablo exhibió (1 Tesalonicenses 1:2; 2 Tesalonicenses 1:3). En la base de la depravación pagana, había una falta de gratitud a Dios (Romanos 1:21).
Según Thomas Erskine, "en el Nuevo Testamento, la religión es gracia y
la ética es gratitud" (Citado en F. F. Bruce, Paul: Apostle of the Heart
Set Free, p. 19). Es interesante notar que las palabras griegas para
"regocijarse" y "ser agradecidos" tienen la misma raíz básica. La clave
de un regocijo piadoso es un constante espíritu de gratitud a Dios.



Abre tus ojos. Los dones de Dios te rodean por todos lados; pero, nos
olvidamos de agradecerle por ellos, tal vez porque estamos concentrados
en las pruebas y las luchas de la vida. Si cultiváramos una actitud de
gratitud a Dios cada vez mayor, nuestro caminar con él sería mucho más
íntimo y nuestras vidas estarían llenas de gozo.



Haz una lista de diez cosas por las cuales estás agradecido. sé bien
específico. Luego haz de cada una de ellas el centro de una breve
oración a Dios. Nota los cambios que ocurrirán en toda tu actitud y
perspectiva. Esta práctica puede mostrarte cuán vital es el
agradecimiento en tu experiencia con Dios.

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LA LEY ANTES DEL SINAÍ

lunes, 06/02/2012

Como todo adventista del séptimo día sabe, apenas hablamos de los Diez
Mandamientos y el Sinaí, escuchamos decir que los Diez Mandamientos se
dieron por primera vez a los judíos en Sinaí; por eso, son una
institución judía o del Antiguo Testamento, y no se aplica a nuestros
días.



Hay numerosos problemas con esa teología ya que, si fuera cierta, ¿cómo
habría existido pecado antes del Sinaí, “pues el pecado es infracción
de la ley” (1 Juan 3:4)? El Génesis tiene sorprendentes testigos de la existencia de la Ley de Dios mucho antes del Sinaí.



Génesis 1 y 2 describen la perfecta Creación de Dios. Génesis 3
registra la caída de Adán y Eva. En el capítulo siguiente aparece el
primer homicidio. ¿Cómo sabía Caín que era culpable de homicidio por
asesinar a su hermano si no había Ley?



Mucho antes del Sinaí, Dios mencionó el asesinato en el pacto que estableció con Noé después del Diluvio (Génesis 9:6).



En el libro de Job, el más antiguo de la Biblia, encontramos a Dios
elogiando dos veces la rectitud de Job. ¿Qué afirma acerca del carácter
de Job? (Job 1:8; 2:3).
Obviamente, existía una norma del bien y del mal. Job vivió muchos años
antes del Éxodo, y ni siquiera estaba en la línea del pacto.



Lee Job 24:14 y 15. ¿Cómo nos ayudan estos versículos a comprender qué incluía la norma del bien y del mal?







Cuando Abraham le mintió al rey Abimelec acerca de Sara, Dios lo
reprendió por su falsedad. Y aunque Abimelec no era un israelita, Dios
le aplicó la misma norma de pureza matrimonial que se encuentra en el
Decálogo, y le exigió a Sara la devolviera a Abraham (ver Génesis 20:9).



¿Cuál es el testimonio que Dios le dio a Isaac acerca de su padre Abraham? Génesis 26:4, 5.







En el hebreo, Génesis 26:5 usa cuatro palabras diferentes, mshmart,
mzvot, huqot, y torot (de Tora, “la ley”) para describir lo que Abraham
obedeció. Entre todos ellos, estaban los Diez Mandamientos.



Cuando Jacob, a pedido de Dios, regresó a Betel para edificar un altar
al Señor, sintió la necesidad de un reavivamiento de su clan. ¿Qué pidió
a su familia que hiciera? (Ver Génesis 35:2, 3).



La idea de que no había Ley hasta el Sinaí no tiene lógica a la luz de
lo mucho que la Biblia enseña acerca de la vida antes del Sinaí.

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SOBRELLEVAR CARGAS (Gálatas 6:2-5)

martes, 20/12/2011

Además de restaurar a los caídos, ¿qué otras instrucciones da Pablo a los gálatas? Gálatas 6:2-5; ver también Romanos 15:1; Mateo 7:12 .







La palabra "carga", en Gálatas 6:5,
es báros, y habla de un peso grande que debía llevarse a grandes
distancias. Luego, llegó a ser una metáfora para cualquier dificultad,
tal como un largo día de trabajo (Mateo 20:12
). Por el contexto inmediato, la admonición de Pablo era llevar "los
unos las cargas de los otros", incluyendo las faltas morales de otros
creyentes. La instrucción de Pablo revela algunas vislumbres
espirituales que no debemos pasar por alto.



Primera: "Todos los cristianos tienen cargas. Nuestras cargas difieren
en tamaño y forma. [...] Para algunos, es la carga de la tentación o las
consecuencias de un traspié moral (como en el versiculo 1). Para otros,
es un malestar físico, un desorden mental, una crisis familiar, la
falta de empleo, la opresión del demonio, o alguna otra cosa; pero
ningún cristiano está exento de cargas" (Timothy George, Galatians, p.
413).



Segunda: Dios no desea que llevemos todas nuestras cargas solos. A
veces, estamos más dispuestos a ayudar a otros a llevar sus cargas que a
permitir que otros nos ayuden. Pablo condena esta suficiencia propia (Gálatas 6:3)
como orgullo humano, al no admitir que tenemos necesidades. Esto no
solo nos quita el consuelo de otros sino también impide que otros
cumplan el ministerio que Dios les dio.



Finalmente, Dios nos llama a llevar las cargas de otros para manifestar
el consuelo de Dios, pues la iglesia es el cuerpo de Cristo. Pablo
ilustra esto al decir: "Pero Dios, que consuela a los humildes, nos
consoló con la venida de Tito" (2 Corintios 7:6
). Nota que "el consuelo de Dios no le fue dado a Pablo por su oración
privada y espera en Dios, sino por medio del compañerismo de un amigo y
con las buenas noticias que él trajo. La amistad humana, en la cual
sobrellevamos los unos las cargas de los otros, es parte del propósito
de Dios para su pueblo" (John R. W. Stott, The Message of Galatians, p.
158).



¿Qué te impide buscar ayuda: el orgullo, la falta de confianza,
o un sentido de suficiencia propia? Si tienes necesidad, ¿por qué no
buscas a alguien en quien confías y le pides que comparta tus cargas?


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Sabia Mansedumbre

domingo, 16/11/2014

“¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, … con la humildad que le da su sabiduría” (Sant. 3:13, NVI), o con “sabia mansedumbre” (RVR 60).¿Qué puede significar: “Humildad que le da la sabiduría o sabia mansedumbre”?



Hay comentadores que creen que Santiago 3 habla de lo que capacita (o
incapacita) a la gente para ser maestros. Naturalmente, los “sabios y
entendidos” serían buenos candidatos, pero la idea parece ser más amplia
e incluir a toda la congregación. La sabiduría que describe Santiago en
su epístola no es la intelectualidad tan estimada por los griegos y
muchos occidentales de hoy. Más bien, es la sabiduría en la conducta y
el estilo de vida, como lo indica la palabra griega, anastrofé,
traducida como “conducta” (se usa también en 1 Tim. 4:12; Heb. 13:7; 1 Ped. 1:15; 2:12). Nuestra conducta testifica cuán sabios somos. Jesús enseñó lo mismo: “la sabiduría es justificada por sus hijos” (Mat. 11:19).



Nota que el único lugar en el Antiguo Testamento donde aparece la frase
“sabios y entendidos” está en la amonestación de Moisés a Israel, de que
debían guardar todas los mandatos que Dios les había dado: “Guardadlos,
pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra
inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos
estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande
es esta” (Deut. 4:16).



Por su parte, la fuente de aguas “amargas” que se menciona en Santiago 3:11 produce “celos amargos y contención” (vers. 14)
en la iglesia. Esta última palabra es la traducción de erithéia, que se
refiere a la “búsqueda exclusiva de los intereses propios”.−Ceslas
Spicq, Theological Lexicon of the New Testament, t. 2, p. 70. Esta
actitud parece como la de Satanás en el cielo. A menos que elijamos en
forma consciente el morir al yo y entregar nuestra voluntad a Dios,
podemos exhibir las mismas actitudes contra las cuales advierte
Santiago.


Medita en la frase “la humildad que da la sabiduría”. ¿Cuáles son
algunas de las situaciones en que esta sabiduría te resultaría muy útil?
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LA FE Y LA LEY

lunes, 31/07/2017

Pablo
abogó vehementemente en favor de la supremacía de la fe en la relación
de una persona con Dios. Enfatizó repetidas veces que ni la circuncisión
ni ninguna otra “obra de la Ley” son un requisito para la salvación,
“por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado” (Gál. 2:16). De hecho, no son las obras de la Ley sino la fe lo que constituye la marca distintiva del creyente (Gál. 3:7).
Esta repetida negación de las obras de la Ley suscita la pregunta:
“Entonces, la Ley ¿no tiene absolutamente ningún valor? ¿Desechó Dios
completamente la Ley?”

Debido a que la salvación es por la
fe y no por obras de la Ley, ¿está diciendo Pablo que la fe abolió la
Ley? ¿Qué nos enseñan los siguientes textos? Compara Romanos 3:31 con Romanos 7:7 y 12; 8:3; y Mateo 5:17 al 20.




La exposición de Pablo en Romanos 3
es análoga a su comentario sobre la fe y la Ley en Gálatas. Al
presentir que sus afirmaciones podrían llevar a algunos a concluir que
está exaltando la fe a expensas de la Ley, Pablo hace la pregunta
retórica: “¿Luego por la fe invalidamos la ley?” (Rom. 3:31). La palabra traducida como “invalidar” en este texto es katargeo. Pablo utiliza esta palabra con frecuencia, y se la puede traducir como “hacer nula” (Rom. 3:3), “abolir” (Efe. 2:15), “perder su poder” (Rom. 6:6, NVI), o incluso “destruir” (1 Cor. 6:13).
Indudablemente, si Pablo hubiese deseado apoyar la idea de que la Ley
de alguna manera había sido abolida en la Cruz, como afirman algunos
hoy, este habría sido el momento. Pero Pablo no solamente niega esa idea
con un enfático “no”, ¡sino también, en realidad, afirma que su
evangelio “confirma” la Ley!

“El plan de la
justificación por la fe revela cómo respetó Dios su Ley, cuando fijó y
proveyó el sacrificio expiatorio. Si la justificación por la fe
invalidase la Ley, entonces no habría habido necesidad de la muerte
expiatoria de Cristo para liberar al pecador de sus pecados y
restablecer su paz con Dios.

“Además, la fe genuina implica en sí
misma una disposición sin reservas a cumplir con la voluntad de Dios
mediante una vida de obediencia a su Ley. La fe verdadera, basada en
amor pleno por el Salvador, solo puede inducir a la obediencia” (CBA 6:506).
Piensa
detenidamente en todo lo que implicaría si Pablo efectivamente hubiera
dado a entender que la fe anula la necesidad de guardar la Ley.
Entonces, por ejemplo, el adulterio, el robo e incluso el homicidio
¿dejarían de ser pecados? Piensa en la tristeza, el dolor y el
sufrimiento que podrías ahorrarte si simplemente obedecieras la Ley de
Dios. ¿Qué sufrimientos has padecido absolutamente como resultado de la
desobediencia a la Ley de Dios?
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LA JUSTICIA DE LOS ESCRIBAS Y LOS FARISEOS

martes, 12/04/2016

Lee Mateo 5:20.
¿Qué quiso enseñar Jesús cuando dijo que a menos que nuestra
justicia “supere a la de los fariseos y de los maestros de la ley” (NVI)
no podremos entrar en el Reino de los cielos?


Aunque la
salvación siempre ha sido por fe y aunque el judaísmo, como debería
haber sido practicado, siempre fue un sistema de gracia, el legalismo se
infiltró como puede hacerlo en cualquier religión que toma en serio
la obediencia, tal como el adventismo del séptimo día. En el tiempo de
Cristo, muchos líderes religiosos (pero no todos) habían caído en
una clase de “ortodoxia religiosa dura [...] destituida de contrición,
ternura o amor”, que los transformaba de tal modo que su influencia “no
tenía poder para proteger al mundo contra la corrupción” (DMJ 49).

Las
meras formas externas, especialmente las fabricadas por el hombre, no
tienen poder para cambiar las vidas o transformar los caracteres. La
única fe verdadera es la que obra por el amor (Gál. 5:6); solo ella hace que las acciones externas sean aceptables a la vista de Dios.

Lee Miqueas 6:6 al 8. ¿De qué modo esto es un resumen del Sermón del Monte?

Aun
en los tiempos del Antiguo Testamento, los sacrificios no eran un fin
en sí mismos, sino un medio para un fin; y ese fin era una vida en la
que los seguidores de Dios reflejaran su amor y su carácter, algo que
solo puede hacerse por medio de una entrega total a Dios y de una
percepción de nuestra total dependencia de su gracia salvadora. A pesar
de todas sus apariencias externas de piedad y fe, muchos de los
escribas y fariseos no eran, decididamente, un modelo de cómo debía
vivir un seguidor del Señor.

Aun si eres
un gran creyente en la salvación por la fe sola y aceptas que solo la
justicia de Jesús puede salvarte, ¿cómo puedes estar seguro de que
formas sutiles del legalismo no han penetrado en tu fe?
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PROCLAMAR LAS VIRTUDES

jueves, 13/04/2017

Los
paralelos con la iglesia del Antiguo Testamento no terminan en la
salvación, y el ser llamados y elegidos por Dios. La pregunta es:
“¿llamados y elegidos para qué?” Inmediatamente, Pedro da la respuesta.

El
apóstol señala que esta relación especial tiene un propósito. Los
cristianos han de anunciar “las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable” (1 Ped. 2:9).
Esto es lo que debía hacer el antiguo Israel. Dios los había llamado
para ser testigos de él ante el mundo. El propósito de Dios era bendecir
al mundo entero por medio del antiguo Israel, su pueblo del Pacto.

Lee los siguientes textos. ¿Qué es lo que todos ellos tienen en común? Deut. 4:6; 26:18, 19; Isa. 60:1-3; Zac. 8:23.

El
antiguo Israel, como pueblo del Pacto, tenía la misión de alcanzar al
mundo con el evangelio, la salvación ofrecida por el Señor. Los
cristianos tienen la misma misión divina. Son llamados a compartir con
otros su experiencia y su conocimiento de Dios, y de lo que él ha hecho
por el mundo a través de Cristo.

Lee 1 Pedro 2:10. ¿Por qué este texto es tan importante para toda la misión y el propósito de los cristianos?

El
mundo está inmerso en pecado, en muerte, en la ruina inminente. Pero
Jesús dio su vida para salvar a todos de esta destrucción. Al igual que
con el antiguo Israel, los términos de honor también son términos de
responsabilidad. Los cristianos tienen un estatus extraordinariamente
alto: el de ser “el pueblo de Dios”. Y esto conlleva la responsabilidad
de invitar a otros a ser partícipes de ese estatus. Como lo afirma 1 Pedro 2:10,
los cristianos ahora conforman un pueblo propio. Antes no lo eran, pero
ahora han recibido la gracia de convertirse en un pueblo santo (ver Ose. 1, 2).
En la Biblia, “santo” generalmente tiene el significado de apartar algo
con un propósito de adoración. Por lo tanto, como una nación “santa”,
los cristianos han de mantenerse separados del mundo, una distinción que
se verá en el tipo de vida que llevan. También han de ser como un fuego
en una noche fría, que atraerá a otros a su calor. Los cristianos han
recibido la responsabilidad de compartir con los demás la gloriosa
salvación de la que han sido hechos partícipes.

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Conclusión

viernes, 28/07/2017

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

“Sobre
Cristo, como sustituto y garante nuestro, fue puesta la iniquidad de
todos nosotros. Fue contado por transgresor, a fin de que pudiese
redimirnos de la condenación de la Ley. La culpabilidad de cada
descendiente de Adán abrumó su corazón. La ira de Dios contra el pecado,
la terrible manifestación de su desagrado por causa de la iniquidad,
llenó de consternación el alma de su Hijo. Toda su vida, Cristo había
estado proclamando a un mundo caído las buenas nuevas de la misericordia
y el amor perdonador del Padre. Su tema era la salvación aun del
principal de los pecadores. Pero en estos momentos, sintiendo el
terrible peso de la culpabilidad que lleva, no puede ver el rostro
reconciliador del Padre. Al sentir el Salvador que de él se retraía el
semblante divino en esta hora de suprema angustia, atravesó su corazón
un pesar que nunca podrá comprender plenamente el hombre. Tan grande fue
esa agonía que apenas le dejaba sentir el dolor físico” (DTG 701).
“Entonces
Lutero inició resueltamente su obra como campeón de la verdad. Su voz
se oyó desde el púlpito en seria y solemne advertencia. Expuso ante la
gente el carácter ofensivo del pecado y le enseñó que le es imposible al
hombre, por medio de sus propias obras, reducir su culpabilidad o
evitar el castigo. Solo el arrepentimiento ante Dios y la fe en Cristo
pueden salvar al pecador. La gracia de Cristo no se puede comprar; es un
don gratuito. Aconsejaba a sus oyentes que no comprasen indulgencias,
sino que mirasen con fe al Redentor crucificado” (CS 138).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

  1. Incluso
    hoy, en nuestra propia iglesia, a algunos les cuesta aceptar que la
    salvación es solamente por la fe; que la gracia de Dios, por medio de
    Cristo, nos salva, aparte de nuestras obras. ¿Qué hay detrás de esta
    renuencia de algunos a aceptar esta verdad crucial?
  2. Pablo habló
    con mucha vehemencia acerca del error teológico de la salvación por
    obras. ¿Qué nos dice eso acerca de la importancia de la buena teología?
    ¿Por qué deberíamos nosotros, como iglesia, posicionarnos con firmeza,
    si es necesario, cuando se enseña el error en nuestro medio?
RESUMEN:
De principio a fin, en la vida cristiana, la base de nuestra salvación
es la fe sola en Cristo. Por causa de la fe en las promesas de Dios,
Abraham fue contado como justo, y ese mismo regalo de justificación está
disponible para todos lo que hoy comparten la fe de Abraham. La única
razón por la que no somos condenados por nuestros errores es porque
Jesús pagó el precio por nuestros pecados al morir en nuestro lugar.

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CEÑIDOS CON LA VERDAD, LA CORAZA DE JUSTICIA

lunes, 12/11/2012

“Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia” (Efesios 6:14).



Aunque es un poco difícil saber la naturaleza exacta del ceñidor, parece que, en (Efesios 6:14),
Pablo pudo haberse referido a un delantal de cuero que ofrecía alguna
protección al abdomen pero permitía libre el movimiento para la acción.
En este sentido, el ceñidor, o delantal, era una pieza básica de la
armadura. Y, según Pablo, esa parte era “la verdad”.



Junto con ese “ceñidor de verdad” estaba la coraza de justicia. De este
modo, en un mismo versículo, Pablo vincula los conceptos de verdad y de
justicia.



Lee los textos que siguen. ¿Cómo nos ayudan a comprender el
vínculo entre la verdad y la justicia, y por qué son tan importantes
para nuestra protección espiritual en la gran controversia? 1 Reyes 3:6; Salmos 15:2; 96:13; Proverbios 12:17; Isaías 48:1; 2 Corintios 6:7; Efesios 5:9.








Cuando Pablo habla de la justicia como de una coraza, en el contexto de
la guerra espiritual, piensa en problemas morales. Hacer lo correcto y
practicar justicia, es decir, vivir la “verdad”, es tan vital para los
cristianos en la batalla contra los poderes del mal como la coraza lo
era para el soldado en el campo de batalla. Cuando dejamos de hacer lo
que es correcto, cuando volvemos las espaldas y no hacemos lo que
sabemos es la verdad, somos presa fácil de los ataques de Satanás.



Al mismo tiempo, aunque esta “justicia” incluya vivir una vida
correcta, siempre debemos recordar el otro aspecto de la justicia: el de
Cristo, que cubre al creyente y constituye la única esperanza de
salvación para el cristiano. Mientras nos aferremos a esta verdad, que
nuestra salvación descansa en Jesús, podemos estar protegidos de uno de
los más eficaces ataques espirituales de Satanás contra nosotros: el
desánimo.



¿Te has sentido alguna vez tentado a abandonar tu caminar con Jesús al
haberte desanimado por tu vida, tu carácter, tus acciones? Si es así,
¿por qué el comprender la verdad acerca de la justicia de Cristo es tan
vital para una fuerte defensa contra los ataques de Satanás?

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UN SALMO PARA EL SÁBADO

jueves, 14/03/2013

Lee el Salmo 92.
¿Qué nos dice, por lo menos en parte, acerca de cómo debe ser la
experiencia de la observancia del sábado? ¿Por qué, cuando pensamos en
Dios, debemos expresar la clase de gozo manifestado en este salmo?








El salmista obviamente conocía a Dios: sabía cómo era Dios, lo que
había hecho y lo que un día haría. Por estas razones, él expresa el gozo
del modo en que lo hace.



Considera también, los ricos temas expresados en este “cántico para el sábado”.



Primero y principal, esta es una alabanza y un agradecimiento a Dios
por su bondad y fidelidad. Además, cualquier “cántico para el sábado”,
por supuesto, incluiría el reconocimiento de Dios como Creador como
también lo vemos aquí.



Asimismo, considera el tema del juicio. En la Biblia, el juicio no es
solo contra los impíos, sino también en favor de los justos (ver Daniel 7:20-28).
Estos dos aspectos del juicio son revelados en este salmo. Aun si no
vemos ahora el cumplimiento de esto, tenemos la promesa de que este
juicio, en última instancia, vendrá al final del tiempo, cuando Dios
haga nuevas todas las cosas (Apocalipsis 21:5).



Si no obtenemos nada más de este salmo, deberíamos ver que el sábado,
aunque sagrado, es un tiempo de deleite en el Señor, de regocijarse en
él y en todo lo que él ha hecho y nos ha prometido hacer por nosotros.
Todo el tono del salmo es de alabanza, gozo y felicidad, no por algo que
el salmista haya hecho, sino solo por todo lo que Dios ha hecho y ha
prometido hacer.



¡Qué regalo se nos ha dado, un séptimo de nuestras vidas puesto aparte
cada semana para descansar y regocijarnos, libres del trajín y el estrés
de la existencia mundana, en las obras de Dios en nuestro favor!



¿De qué forma podemos aprender a regocijarnos en el sábado como el
salmista? Si no tienes esta experiencia, ¿por qué no tratas de lograrla?

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Un Amigo de Jesús

Por Leo Ramon Acosta

Cuando quieres conocer a alguien, nada mejor que hablar con un amigo de la
persona que quieres conocer, él te dará una imagen completa del que quieres
indagar. La lección de esta semana te brinda la siguiente oportunidad, si
quiere conocer de Jesús lee con detalle las dos e...










“Cordel de tres hilos no se rompe fácilmente”

Por Juan José Andrade

El título de este artículo ha sido tomado de Eclesiastés 4: 12. En este pasaje,
la Biblia refiere las palabras del sabio Salomón que para ilustrar la fuerza y
el poder de la unidad utiliza la figura del cordel de tres hilos. El contexto
más amplio al texto citado dice así:












El anillo de sellar de Dios

“En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel hijo de
Salatiel, siervo mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de sellar; porque yo
te escogí, dice Jehová de los ejércitos” (Hageo 2:23). El mensaje final de Dios
a Hageo fue dado el mismo día que el ...








“En las muchas palabras no falta pecado…” Prov. 10: 19

Por Juan José Andrade

“En las muchas palabras no falta pecado: Mas el que refrena sus labios es
prudente” (Prov. 10: 19 Versión Reina Valera). La versión Dios habla hoy dice:
“El que mucho habla, mucho yerra;
callar a tiempo es de sabios”. Salomón, el
hombre reconocido como el más sabio sobre es...










El pecado de David y sus consecuencias: ¿justicia o misericordia divina?

Por Rubén Tenorio

El fundamento del gobierno de Dios descansa en dos grandes atributos: su
justicia y su misericordia. Cuando es necesario definir un caso como el de
David, ¿hacia dónde se inclina la balanza? ¿En qué encuentra su mayor deleite
el Señor?










¿Qué significa adorar a Dios en espíritu y en verdad?

Por Omar Velázquez

En primer lugar, quiero reconocer tu sinceridad en tu pregunta. Porque, es
cierto, la lección presenta demasiado material teológico sobre la divinidad de
Cristo para fundamentar nuestra adoración a Él. Al meditar en tu pregunta, creo
que esa no es tu preocupación, sino el s...











Tu identidad en 56 versículos

Por Raquel Bouvet de Korniejczuk

Seguramente te has preguntado más de una vez quién eres, de dónde vienes y a
dónde irás cuando mueras. Ya te habrás dado cuenta de que no todo en este mundo
funciona bien y habrás averiguado por qué las personas son malas, por qué la
naturaleza está dañada y qué se podría h...











REDIMIDOS DE LA MALDICIÓN

Los oponentes de Pablo sin duda quedaron estupefactos por sus palabras de
Gálatas 3:10. Ciertamente, no consideraban que se encontraban bajo una
maldición; de hecho, esperaban ser bendecidos por su obediencia. Sin embargo,
Pablo no deja lugar a dudas










LA PRIORIDAD DE LA PROMESA

CIERTA VEZ, ALGUIEN LE PREGUNTÓ A UN POLÍTICO: “¿Has cumplido todas las
promesas que hiciste durante la campaña?” Él respondió: “Sí… bueno, al menos
todas las promesas que tenía la intención de cumplir”










EL EVANGELIO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

“Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los
gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán
benditas todas las naciones” (Gál. 3:8). Pablo escribe que no solo a Abraham se
le predicó el evangelio, sino también fue Dios q...










LA TIERRA DE ZABULÓN Y NEFTALÍ

Mateo 4:12 nos habla del encarcelamiento de Juan, lo que concluyó con su
ministerio. En este momento, comienza “oficialmente” el ministerio de Jesús.
El texto no dice por qué, cuando Jesús oyó acerca de Juan, se fue a Galilea;
solo dice que se fue. (Ver también Mar. 1...






Johnny Lingo y la Gracia

Por Abimael Lozano

¿Has escuchado alguna vez la historia de Johnny Lingo? Esta historia es una de
mis favoritas. Era un adolescente cuando vi la versión fílmica por primera vez,
y me cautivó. La película está basada en una historia de la escritora
norteamericana, Patricia Mcgerr.

EL PRÍNCIPE DE ESTE MUNDO

Cuando Dios instaló a Adán y a Eva en el Jardín del Edén, les confió la
administración del Edén (Gén. 2:8, 15), y el cuidado de todas las criaturas
en las aguas, los cielos y sobre la tierra (Gén. 1:26, 28). Cuando Adán
nombró a todos los animales, demostró su m...

LA ESPOSA DE JOB

Este es probablemente un buen momento para tratar con otra víctima en la
historia de Job: su esposa. Ella aparece solo en Job 2:9 y 10. Después de esto,
ella se desvanece del relato y de la historia. No se nos dice nada más de ella.
Sin embargo, considerando todo lo que suc...

LA LEY Y LA FE

Aun si sus oponentes aceptaban que la vida de Abraham se caracterizó ante todo
por la fe, Pablo sabía que seguirían teniendo interrogantes acerca de por qué
Dios le dio la Ley a Israel unos cuatro siglos después de Abraham. ¿Acaso con
la recepción de la Ley no se anulaba cu...

Trapos de inmundicia

Por Juan José Andrade

Cierto evangelista fue invitado a dar una serie de conferencias en un lugar y
hospedado en un hotel de la ciudad. Como el viaje había sido largo y la noche
era avanzada, el sueño le vencía. Apenas hubo llegado, fue a la cama para
descansar.

TIPOS DE OFRENDAS

En los tiempos del Antiguo Testamento, los creyentes podían traer diferentes
ofrendas según la ocasión y las circunstancias personales. Se les permitía
que “ofrecieran” animales limpios, granos o bebidas, y otras cosas. El
sacrificio de un animal era el elemento más an...

CIMENTADOS EN LA ESCRITURA

Hasta aquí, en su carta a los Gálatas, Pablo ha defendido su evangelio de la
justificación por la fe apelando al acuerdo realizado con los apóstoles en
Jerusalén (Gál. 2:1-10) y a la experiencia personal de los gálatas mismos

Repartieron entre sí mis vestidos

Es difícil imaginar la humillación que Jesús había de soportar. Después de la
ceremonia burlesca de los soldados, fue llevado a la cruz y entonces, allí, le
quitaron el último vestigio de sus posesiones terrenales, la ropa que

EL LLAMADO DE PEDRO

Cuando consideramos el increíble problema que estaba en juego en el Gran
Conflicto, no sorprende que Jesús usara seres humanos para que lo ayudaran en
el ministerio, especialmente unos que tenían tantas fallas como aquellos que
eligió. Por supuesto, si consideramos la c...

El pecado de David, ¿un modelo de perdón y restauración?

Por Rubén Tenorio

Hay dos formas de resolver los casos de quienes han pecado: desde la manera
como los seres humanos lo haríamos o en la forma en que obra la gracia de Dios.
¿Que implicaciones podemos ver en la forma como Dios decidió resolver el caso
de David?
















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