sábado, 3 de junio de 2017

Las Mitzvot

Las Mitzvot





Judaismo conversion Israel Mashiaj Tora Dios amor paz


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 Lic. Prof. Yehuda Ribco (Av 6,
5762 - 15/7/02)


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BeShem H' El Olam


Mitzvá

(Pl.: Mitzvot Es.: Precepto, mandamiento, ordenanza)

Tabla de Contenidos



¿Qué son?


¿Quién las manda cumplir?


¿Cómo lo sabemos?


¿Desde cuándo las mitzvot están en el seno
del Pueblo de Israel?



¿En qué es superior las mitzvot a los
códigos legales humanos?



¿A qué raíces etimológicas se asocia la
palabra ‘mitzvá’?



¿Cuántas mitzvot hay?


¿Cuál es Halajá?


¿En qué consiste la Halajá?


Guezerá: Un cerco en torno a la Torá (Avot 1)


Takaná: Ley de los Rabinos


Minhag: La Costumbre transformada en Ley


¿Cómo se clasifican las mitzvot?


¿Por qué cumplirlas?


¿Tienen motivo las mitzvot?


¿La meta de las mitzvot es tener presente
constantemente a H’?



¿Por qué el pueblo judío fue el elegido para
recibir las mitzvot?



Qué es prioritario, ¿el estudio de las
mitzvot o su práctica?



Mitzvá y sentimientos


Integración


Si las mitzvot provienen de H’, y también
la Naturaleza, ¿por qué muchas mitzvot se contraponen a lo natural?



¿Hay qué esperar recompensa material por el
cumplimiento de las mitzvot?



¿Qué necesidad hay de transferir la
recompensa al Más Allá?



¿Es suficiente cumplir con la mitzvot
negativas (de abstenerse)?



¿Cómo el cumplimiento de las mitzvot aporta
al bien del Mundo?



¿Quién está libre de cumplir mitzvot?


¿Es factible cumplir todas las mitzvot?


¿Es posible derogar mitzvot, agregar nuevas o
modificarlas según el propio deseo?



¿Son ‘evolutivas’ las mitzvot?


Mitzvot y forma


¿Cuándo hay que pretender que H’ no
existe, para ser justos y honrar Su Santo Nombre?



Señales del pacto:


Esquema de clasificación:


Mizmor 119








¿Qué son?



La voz mitzvá, en español, puede ser traducida como precepto, mandamiento u
ordenanza.



 Tabla de contenidos



¿Quién las manda cumplir?



H' ordenó a los hebreos, para que estos las cumplieran.



 Tabla de contenidos



¿Cómo lo sabemos?



Porque en el momento de comenzar H’ a entregar la Torá al Pueblo de Israel, ellos
conformaban seiscientos mil hombres entre los veinte y sesenta años(sin contar mujeres,
ancianos, extranjeros y niños), que en su momento sirvieron como testigos de la realidad
de la Revelación de H’ y de la entrega de la Torá con sus mitzvot.



Por lo cual, de generación en generación se fue transmitiendo ese testimonio, que
acredita la certeza de la Torá y la valía de las mitzvot.



Otro testimonio válido es el amor y la férrea adhesión a las mitzvot a lo largo de
los milenios por parte de la mayoría del Pueblo de Israel.



Si bien es posible engañar a enormes masas de personas, es virtualmente imposible que
una, posible, estafa generada por unos antiguos nómades del desierto mesooriental sea
tomada tan seriamente, por tantas personas, en tantos países y durante tanto tiempo.



Para quien las precisa, son estas pruebas fehacientes de la validez y verdad de la
Torá y sus mitzvot.



 Tabla de contenidos



¿Desde cuándo las mitzvot están en el seno del Pueblo de
Israel?




Por lo ya apuntado, desde el día en que H’ entregó la Torá. Acontecimiento que
se desarrolló cincuenta días después de la Salida de los israelitas de Mitzraim. Esto
es aproximadamente en el año 2360 desde la Creación (aproximadamente 1300 antes de la
era cristiana), en el sexto o séptimo día del mes de Siván, el día en que hoy
conmemoramos la festividad de Shavuot.



 Tabla de contenidos



¿En qué es superior las mitzvot a los códigos legales
humanos?




Si estamos de acuerdo en su origen divino, no hay necesidad de responder esta pregunta.



Pero, más allá de esto, las mitzvot nos brindan una legislación estable,
supraobjetiva, suprasubjetiva, inmodificable y justa.



En cuanto a las leyes humanas, cada sociedad puede establecer las suyas propias, y eso
ha llevado a las más terribles perversiones, a las más ignominiosas maldades, pero,
amparados en el imperio de la ley social. Quizás el mejor ejemplo de lo anterior lo
tenemos con la respuesta dada por asesinos nazis cuando eran juzgados por sus horrorosos
crímenes: ‘¡Yo cumplía con las órdenes y leyes de mi nación! ¡Nadie puede
juzgarme! ¡Es más, de no haber sido tan sanguinario, hubiera delinquido de acuerdo a
nuestra ley!’



En nombre de la Humanidad se han cometido horripilantes atrocidades, mas, no así si se
basaran las decisiones humanas en la Ley superior de la Torá.



 Tabla de contenidos



¿A qué raíces etimológicas se asocia la palabra
‘mitzvá’?




La voz mitzvot, mitzvá en singular, tiene una firme proximidad a la
raíz hebrea ‘tzav’, que es ordenar, de allí la lógica deducción y
traducción: mitzvá = mandamiento.
Pero también se la puede relacionar con ‘tzavat’, que
significa unirse, adherirse o pegarse, de lo cual podemos inferir entonces, que quien
cumple lo que le fue ordenado por el Creador puede acercarse a la unión con El. Esto es
el grado máximo de acercamiento que un ser humano puede pretender en su relación con
H’, la dvekut, la adherencia al Eterno.
Y hay una tercera posibilidad lingüística, que es con la voz
‘tzevet’ o ‘tzavtah’ que significan equipo, conjunto de personas o
sociedad. Nosotros podemos distinguir que cuando se cumplen las mitzvot, en general hay
que ponerse en relación con otras personas, o por que ellas son los destinatarios de las
acciones de las mitzvot, o porque precisamos del concurso o participación de otro u otros
para que la mitzvá sea válida, por lo cual, podemos comprender que aquella persona que
cumple mitzvot necesariamente debe relacionarse de manera efectiva y cordial con otros
seres humanos. De allí que las personas (sin importar sus creencias, nacionalidades o
religiones) por intermedio de las mitzvot se unen, se asocian y se aproximan. De una
manera particular entre los judíos, quienes merced a las mitzvot forman un pueblo
distinguible del resto de las naciones, una sociedad que tiene en sus basamentos las
mitzvot y su cumplimiento.


¿Cuántas mitzvot hay?



Los distintos sabios han llegado al acuerdo en el número, definiendo
que las mitzvot de la Torá son seiscientos trece; sin embargo no llegan a concertar
cuáles son precisamente todas.
Según R. Aarón HaLeví, quien viviera en la Edad Media, las que se
podrían cumplir hoy en día suman trescientas sesenta y nueve.
El estudioso moderno Rabino Israel Meir de Radin, comúnmente conocido como el Jafetz
Jaiim, ha identificado setenta y siete mitzvot positivas y ciento noventa y cuatro mitzvot
negativas que pueden observarse fuera de Israel en la actualidad.



Los sabios del pueblo de Israel han desarrollado luego varios
reglamentos, prescripciones, ordenanzas, (halajot, takanot, guezerot) que desde un punto
de vista rabínico y tradicional tienen el mismo peso y valor que las mitzvot de la Torá,
ya que se hace llegar su fuente y raíz a la misma Revelación de Sinaí, por intermedio
de la cual H’ se reveló al Pueblo de Israel y a Moshé. Por esta causa se las
denomina generalmente también como mitzvot.
Según el ‘Sefer HaJinuj’ son siete las mitzvot
‘derabanan’, instituidas por los jajamim:

  1. Recitar Halel el primer día de Pesaj, en Shavuot, los siete días de Sucot, y los ocho
    días de Janucá. En Rosh Jodesh y el resto de los días de Pesaj recitar sólo una parte
    del Halel. (Cuando mencionamos los números de días de las festividades, lo hacemos de
    acuerdo a la cuenta israelí y no la de las diásporas.)
  2. Leer (escuchar) la Meguilat Ester en Purim
  3. Encender luminarias durante los ocho días de Janucá
  4. Encender velas para anunciar el ingreso del Shabbat
  5. Lavarse ritualmente las manos (netilat iadiam) antes de consumir pan
  6. Bendecir antes y después de comer cualquier alimento, y también por cualquier placer
    (Bircot HaNeenim); como así también por el cumplimiento de las mitzvot.
  7. Los tres ‘eruvim’ de Shabbat: de condominios; de límites citadinos; y el de
    cocinar para Shabbat durante Iom Tov (eruv tavshilin).

El RaMBa"M opina que las mitzvot derabanan son:

  1. Lectura de Meguilat Ester
  2. Ayuno de Tisha BeAv
  3. Las luminarias de Janucá
  4. Los eruvin de Shabbat
  5. Lavado ritual de manos antes de comer.


¿Cuál es Halajá?



Como queda claro, el judaísmo no es conjunto de dogmas y de creencias acerca de
H’, el Hombre y el universo. Aunque parezca banal, el judaísmo es un estilo de vida,
con numerosas reglas y prácticas que afectan cada aspecto de vida; desde el despertar por
la mañana, lo que se come o deja de comer, la actitud hacia el propio cuerpo, las
relaciones comerciales, los estudios, los ratos de ocio, la vida íntima, el trato con
amigos e hijos, el uso del tiempo, la forma de encauzar todas las relaciones
interpersonales, el trato hacia el resto de la creación, todo, hasta el mismo momento de
ir a descansar está prescrito con detalle.



Esto conjunto de reglas y prácticas es conocido como halajá.



La palabra "halajá" normalmente se traduce como "la Ley judía,"
aunque una traducción más literal podría ser "el camino que uno anda." La
palabra se deriva de la raíz verbal hebrea Heh-Lamed-Kaf, queriendo indicar, caminar o
viajar. Es decir, el modo de andar por la vida, ya que el camino está indicado, e incluso
la forma de dar cada paso se enseña al judío.



Algunos no judíos y los judíos no observantes de las mitzvot critican este aspecto
legalista de judaísmo tradicional, diciendo que reduce la religión a un juego de
rituales desprovisto de espiritualidad. Otros alegan la intromisión obsesiva que en
apariencia no permite un rescoldo de libertad para la acción del individuo.



Si bien hay algunos judíos que observan la halajá de esta manera meticulosa y
extraviadamente obsesiva, podemos afirmar que la privación del libre albedrío no es la
intención de la halajá, y más aun, esta ni siquiera es la manera correcta de observar
la halajá.



Al contrario, cuando se anda propiamente dentro del marco delimitado por la halajá
aumenta la espiritualidad en la vida de una persona, porque los actos más triviales,
mundanos, como comer o vestirse, se transforman en actos plenos de importancia religiosa,
y de amor a la tradición y al Eterno.



Si una persona deseara llenar su vida de espiritualidad, seguramente no lo conseguirá
merced al vacuo sentimentalismo, o a las ilusiones de amor sensual hacia H’ o las
personas, o su contrario; la única forma real es la observancia apropiada de la halajá.



Preservando las acciones, guardando las palabras, adecuando las actitudes se logra
educar el espíritu, no tan sólo la carne, en la integridad y en el apego a las mitzvot
de H’. Por lo cual, las mitzvot, y su aplicación práctica como halajot elevan a la
persona, hacia la meta que le es indicada desde lo alto, por H’.



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¿En qué consiste la Halajá?



La halajá se compone de las mitzvot de los Torá, así como las leyes instituidas por
los jajamim en las distintas épocas y circunstancias, además de las costumbres acordadas
por la mayoría. Todos éstos tienen la misma dignidad y peso para el judío, estando
íntimamente ligados unos a otros.



En épocas del Beit HaMikdash se diferenciaban por el castigo que acarreaba violar uno
u otro tipo de leyes, ya que los castigos por violar las leyes y costumbres establecidas
por los rabinos son menos severas que las penas por violar mitzvot de la Torá.



Otra diferencia es que las mitzvot elaboradas por los rabinos puede ser modificadas por
consenso rabínico, en las circunstancias que sean apropiadas.



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Guezerá: Un cerco en torno a la Torá (Avot 1)



Un Guezerá es una ley instituida por los jajamim para impedirles a las personas
accidentalmente violar alguna mitzvá de laTorá. Por ejemplo, la Torá prescribe la
abstinencia de labor en el día de Sabbat, una Guezerá (en el caso particular de Shabbat
se denominan Shvut) nos ordena no tocar cualquier herramientas, utensilios, elementos o
instrumentos con los que se acostumbra a realizar trabajo prohibido de hacerse en Shabbat
(tales como lápiz, dinero, martillo), por si alguien que estuviera sosteniendo el objeto
se olvidara de que es Shabat y realizara el trabajo prohibido.



Es importante anotar que desde el punto de vista práctico, no hay ninguna diferencia
entre un Guezerá y una mitzvá de la Torá. Las dos son obligatorias por igual y no puede
desatenderse según antojo. La diferencia generalmente está en el grado de castigo: una
violación del Shabbat era pasible de sentencia a muerte según ordenanza de la Torá,
mientras una violación de una Guezerá produciría un castigo menos severo.



Otra diferencia entre una Guezerá y una mitzvá es que los rabinos pueden, en
circunstancias apropiadas modificar o abrogar una Guezerá.




Tabla de contenidos



Takaná: Ley de los Rabinos



La Halajá también incluye algunas leyes que no se derivan de las mitzvot escritas en
la Torá, pero sí de su espíritu. Una takaná es una ley que fue instituida por los
jajamim. Por ejemplo, la "mitzvá" de no desposar más de una mujer
simultáneamente, o las fiestas postbíblicas, o la lectura de la Torá los lunes y jueves
son takanot.



Algunas takanot varían de comunidad en comunidad o de una región a otra. Por ejemplo,
alrededor del siglo décimo de la corriente era, un Rabbenu Gershom Meor HaGola instituyó
una takaná que prohibe la poligamia, que era una práctica ampliamente permitida tanto
por la Torá y el Talmud. Esta takaná fue aceptada por los ashkenazim residentes en los
países cristianos, en donde la poligamia no era permitida, pero en aquellas épocas no
era aceptada por los sefardim, puesto que de acuerdo a las leyes ty costumbres islámicas
al hombre le era permitido desposar simultáneamente hasta cuatro esposas.



Una takaná, como una Guezerá, tiene similar valor práctico talcomo un mitzvá de la
Torá.



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Minhag: La Costumbre transformada en Ley



Un minhag es una costumbre que, sin ser contraria a letra y espíritu bíblico, ha sido
convalidada por el uso y el tiempo por un gran numero de judíos, y que obtiene por lo
mismo peso religioso. por las razones religiosas Por ejemplo, el que en la actualidad se
siga preservando el Iom Tov Sheini (segundo día consagrado de las festividades) fuera de
Israel, cuando la Guezerá que lo instituyó perdió vigencia, desde la existencia de
calendarios exactos y prefijados, es un minhag.



La palabra que "minhag" también se usa en un sentido más libre para indicar
un procedimiento de una comunidad o la manera o proceder de un individuo de hacer alguna
cosa religiosa. Por ejemplo, puede ser los minhag en una sinagoga estar de pie mientras
recitando una cierta oración, mientras en otra sinagoga es el minhag sentarse durante esa
oración. Incluso en este sentido más libre, generalmente se recomienda que una persona
siga su propio minhag, incluso al visitar otra comunidad.



Minhag es también la pronunciación de las tefilot con una u otra entonación, o
pronunciación.



El minhag en muchas ocasiones ha tomado una relevancia tal, que el judío se pierde en
marasmos de costumbres llegando a pervertir o prostituir alguna mitzvá de la Torá.



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¿Cómo se clasifican las mitzvot?



La manera primordial es entre positivas (de acción) y las negativas
(de abstención). Hay trescientas sesenta y cinco para abstenerse de realizar alguna
acción; y doscientas cuarenta y ocho de acción efectiva.
De los primeras un ejemplo sería "No asesinarás"; de los
segundas, "Honra a tu padre ya tu madre".
Según nuestros jajamim (Tanjuma Hakadum, Tetzé; Talmud Bablí Makot
23b), el número de las negativas coincide con el número de tendones en el cuerpo humano,
o la cantidad de días en un año solar. Mientras que la cantidad de las positivas
coinciden con el número de miembros y órganos humanos. De tal manera que podríamos
decir, simbólicamente, que toda la persona se involucra en apartarse del mal, para hacer
lo bueno todos los días del año.
Las mitzvot también pueden ser clasificadas de acuerdo al destinatario
de la acción de la misma, tal como por ejemplo estudiamos en la última mishná de Iomá,
así hay mitzvot bein adam lajavero (entre hombres) y mitzvot bein adam lamakom (entre el
hombre y H'). Aunque es muy difícil distinguir en algunas mitzvot quién es realmente su
destinatario principal (por ejemplo, el Shabbat).


¿Por qué cumplirlas?



Las respuestas pueden ser variadas, la más simple y difícil de
aceptar y actuar es decir que deben ser cumplidas porque son órdenes emanadas
directamente de H’.


¿Tienen motivo las mitzvot?



Obviamente que sí, aunque no interesa conocerlo, si es que está a nuestro alcance el
hacerlo.



 



    • Hay algunas que tienen explicación dada en la Torá, por ejemplo, la mitzvá que
      establece que el rey hebreo no debe tener muchas esposas, porque en ese caso, ellas
      perturbarían su dignidad y extraviarían su corazón y entendimiento.
    • Otras mitzvot son explicados por los jajamim (sabios), por ejemplo, algunos explican que
      todas las leyes relativas a la kashrut (aptitud de los alimentos para ser ingeridos)
      tienen como finalidad la de educar al hombre en la autodisciplina, en la trascendencia de
      las apetencias y pulsiones que nos aproximan a los animales. Al respecto podemos citar
      Bereshit Rabá 44:1, donde Rav enseña que: "...las mitzvot fueron instituidas
      únicamente para disciplinar y refinar a los hombres. ¿Qué más le da a H’ si un
      animal es sacrificado de una manera más bien que de otra? Las leyes respectivas son
      medidas disciplinarias, para refinar a los que las cumplen".
    • Otras mitzvot pueden ser entendidos con la lógica humana, sin recurrir a grandes
      elaboraciones, por ejemplo, no robar, porque si lo hago, ¿quién me protege de que a otro
      se le ocurra robarme?.
    • Pero hay varias mitzvot que sus fundamentos permanecen en secreto para los hombres, por
      ejemplo, la purificación por intermedio del ritual de ‘La vaca roja’.
Todos los que son fieles a la Torá aceptan que sean comprensibles o
no, sean ‘fáciles’ de hacer o en extremos complicadas, igualmente (si es
posible) deben ser respetadas. En definitiva, el entendimiento humano jamás podrá
expresar la Realidad de H’, ni comprender todas Sus acciones, por lo cual, aunque
creamos conocer el fundamento de las mitzvot, eso no nos libra de permanecer en la
incertidumbre, y en la obligación de su cumplimiento.


¿La meta de las mitzvot es tener presente constantemente a
H’?




Sí, pero no.
Puede ser que la meta última sea presentificar al Eterno a cada
instante, haciendo todos nuestros actos en Su nombre, dedicando nuestra existencia a Él.
Pero, de ser así se podría argumentar que ‘pensando’ en
Él, ‘sintiendo’ Su presencia, ‘teniendo’ fe es suficiente (tal como
argumentan cristianos y judíos adherentes a la Reforma).
Sin embargo, la Torá (y los jajamim) establecen claramente que no nos
interesen en sí los objetivos, sino el correcto y adecuado cumplimiento de las mitzvot.
No con la intención de embotar y embrutecer el conocimiento humano, sino, todo lo
contrario, para permitir que aquellos que no han sido favorecidos con sabios pensamientos,
hondos sentimientos o sólidas creencias igualmente puedan aproximarse al Eterno.
Hacer (en tanto posible) entra dentro del radio de acción de todas las
personas, por lo tanto, las mitzvot igualan a las personas en su cumplimiento. Además,
pensamientos, sentimientos, creencias, son llevadas por el viento de la moda, por los
avatares de la ocasión. Un día siento amor por Dios, al otro ya no. Un día pienso que
Dios es inmenso y al otro no tengo ese pensamiento. H’, en Su inmensa sabiduría,
comprende a las personas, sabe que somos volubles y variantes, por lo cual nos establece
un marco semirígido, dentro del cual vivir acorde a nuestra elevada naturaleza humana, ni
animal ni espiritual. A través del cumplimiento de las mitzvot, aun si no las
comprendemos, o a pesar de no tener ‘ganas’, podemos educar nuestros corazones a
sentir, nuestras mentes a razonar, nuestro ser a creer, aunque en un principio nada de eso
estuviera en nuestras intenciones. (Esto de acuerdo a Rav Aarón HaLeví, en la mitzvá de
no quebrar ningún hueso del Korbán Pesaj (mitzvá 16ª), en su Sefer HaJinuj).
A este respecto dijeron los jajamim (Talmud Bablí, Makot 23b): "Quiso H’ que
el Pueblo de Israel fuese meritorio, por eso le encomendó mucha Torá y muchas más
mitzvot, para marcar con ellas todos nuestros pensamientos y que sea la voluntad de Hashem
nuestra principal meta".



Es decir, el pensamiento, las buenas intenciones no son suficientes, es imprescindible
la acción, la praxis sobre la realidad; al respecto Shimón el hijo de Raban Gamliel,
solía enseñar: "No es el estudio lo esencial, sino la práctica" (Avot 1:17).
Quizás, por intermedio del cumplimiento de las mitzvot se pueda llegar a profundizar, a
amar a H’ intelectualmente, pero, no sin antes haber cumplido las mitzvot.



Y, cuantas más mitzvot y más regularmente se cumplan, podemos confirmar lo enseñado
por Rav Luzzatto en su ‘Mesilat Iesharim’, cuando en la introducción nos dice
que la constancia, y el esfuerzo por todos los medios nos llevan al amor y a adherirnos al
Eterno. Es decir, esfuerzo constante y material, para domeñar las inclinaciones perversas
y elevar las pulsiones positivas.



Y, si bien es cierto el cántico de Rabbí Shelomó HaLeví, con que el cual recibimos
el Shabbat, Leja Dodi, expresa: "La finalidad es el acto, pero el pensamiento está
primero"; lo que se indica es que tampoco el cumplimiento de las mitzvot por
costumbre o por que así le fue enseñado es suficiente, sino que la educación debe
incluso adentrarse hasta permitir que sea el conocimiento, la consciencia la que guíe los
actos, las mitzvot, y no una especie de instinto a cumplir con las mitzvot. Esto no es que
indiquemos que es necesario filosofar y meditar profusamente antes de cada mitzvá, muy
por el contrario, a veces está por demás el pensar o razonar, cuando lo que se hace
perentorio es el cumplimiento adecuado de la mitzvá. Pero, la falta de intención puede
ser peor que pecar directamente, al respecto decía Rav Najmán bar Itzjak, (Talmud
Bablí, Nazir 23b): "es preferible una transgresión resultado de una buena
intención, que una mitzvá sin ella." ¿Por qué hasta este extremo? Pues, el
acostumbramiento y la falta de motivación consciente nos devuelven a la condición de
animales, pero en vez de animales ‘naturales’, bestias condicionadas a actuar
según fueran adiestradas. Y no es para eso que el Eterno nos confirió alma eterna...



Aunque, bien es cierto que en el mismo lugar del Talmud otro jajam, Rav Yehuda,
expresó que es mejor cumplir con las mitzvot, aunque no se tenga toda la intención de
realizarlas, ya que de cumplirse, se presentará la ocasión para profundizar en el amor
hacia ellas.



 Tabla de contenidos



¿Por qué el pueblo judío fue el elegido para recibir las
mitzvot?




Repetimos que no sabemos las razones de H’.



Pero, si intentamos razonar un poco, podemos conjeturar que para emprender la
dispersión de la Torá por todos los rincones de la Humanidad, para llevar el mensaje de
la Torá y las acciones de las mitzvot a todas y cada una de las personas de este Mundo,
era necesario empezar en algún punto. Podemos llamar a ese punto de inicio: Israel.
Pueblo, que tiene entre otros fines el de convertirse en una "luz para los
pueblos", según expresara el profeta Ieshaiá en su profecía (Ieshaiá 42:6).



O como dijera por su parte el profeta Mijá (4:2): "Vendrán naciones numerosas y
dirán: ‘Vengan, subamos al monte de H’, al templo del Dios de Iaacov, él nos
enseñará sus caminos, e iremos por sus sendas’; porque de Tzión saldrá la Torá y
la palabra de H’ de Ierushalaim."



Pero, para que los pueblos hagan tal, nosotros debemos escuchar el llamado que dice:
"Casa de Iaacov, vamos caminemos por la luz de H’" (Ieshaiá 2:5), por el
cual, nosotros debemos saber andar por el Camino, tener los ojos abiertos a la Luz, para
nosotros y la Humanidad.



Eso se consigue...¡cómo no!, cumpliendo con las mitzvot.



Pero, y que quede bien claro, no es por las naciones que debemos cumplir las mitzvot,
sino por nosotros, o en realidad, por reverencia y amor a H’.



Todos estos psukim hacen referencia al Final de los Tiempos, y es para esa generación
que Malají (3:17, 18) profetizó: "Estoy preparando un día, dice H’ el
Todopoderoso, en el que ellos volverán a ser mi propiedad. Seré compasivo con ellos,
como un padre con su hijo que le sirve. Entonces ustedes verán de nuevo, la
diferencia que hay entre el justo y el malvado, entre quien sirve a H’ y quien lo sirve."




En su obra ‘Shaaré Teshuvá’, Rav Ioná de Gerona aprende de este párrafo
que es por intermedio del cumplimiento de las mitzvot que se logra, efectivamente, servir
a H’, sea en las mitzvot de acción o de abstención. Es merced al cumplimiento, y al
acondicionamiento espiritual que se efectúa con este ejercicio de práctica cotidiana,
que el judío puede ser incluido en el grupo de los denominados hijos de H’ que Le
sirven. Las mitzvot distinguen a quien las cumple, sirviendo como estandarte que lo eleva
por sobre el malvado que no sirve a H’.



Por último, como podemos apreciar la elección de Israel por sobre el resto de la
Naciones no implica una vergüenza, odio o ignominia hacia ellos, sino, una carga, un yugo
que el judío debe aprender a cargar sobre sus espaldas. Ser elegido no es un triunfo por
sobre el resto de los pueblos, sino una meta, una finalidad personal y colectiva, que
puede traer aparejada la victoria de toda la Creación.



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Qué es prioritario, ¿el estudio de las mitzvot o su
práctica?




Los jajamim parecen contradecirse en el Talmud, porque en un momento dicen: "No es
el estudio lo fundamental sino la práctica (de las mitzvot)" (Avot 1:17). Y un poco
después aseguran que: "El inculto no puede temer al error (pecado), ni el ignorante
ser piadoso" (Avot 2:6).



¿Cómo explicar esta aparente contradicción?



Podemos hacerlo de manera bastante simple, si decimos: es importante el estudio que al
menos permite el conocimiento de las mitzvot y de las halajot, de cómo llevarlas a la
practica, para...llevarlas a la práctica. Porque, profundizar en fundamentos, en razones,
en recompensas en etcéteras puede ser bonito o masajeante para el cerebro, pero
completamente inútil y perjudicial si ese estudio no provoca el cumplimiento de las
mitzvot.



Es decir, primero hay que dejar la ignorancia, teniendo un conocimiento de las bases;
luego cumplir mitzvot con pleno conocimiento; finalmente, y si es posible, profundizar
(aunque esto es completamente prescindible).



En caso de que se intentara cumplir con las mitzvot por costumbre, por familiaridad o
porque así fue adoctrinado por su familia o amigos, puede ser que este cumpliendo con las
mitzvot, y puede ser que lo haga de la manera más perfecta que lo pueda hacer; pero,
lamentablemente no alcanza el grado un poco superior de piadoso, de aquel que ejerce sus
acciones con amor y conocimiento, es decir, no por arrebatamiento o pasión, sino por
verdadero Amor (no olvidemos que en hebreo de la Torá el verbo conocer implica tanto el
acto intelectual como el apareamiento sexual, esto es, se conoce con la pasión, con los
instintos, pero también con el espíritu.)



 Tabla de contenidos



Mitzvá y sentimientos



Pretender elaborar una posible relación entre las mitzvot y los sentimientos es desde
su inicio una tarea destinada al embrollo, puesto que no mucho tiene que ver unas con
otros.



Los jajamim contundentemente expresaron (Kidushin 31a; Avoda Zará 3a): "más
grande es aquel que cumple las mitzvot por habérsele ordenado, que aquel que las cumple
por propia voluntad." Es decir, el acatamiento del "yugo celestial" (la
obligación de las mitzvot) es superior a la pasión por realizar buenas obras.



Aquel que realiza buenas acciones (que pueden, y generalmente así es, coincidir con
mitzvot) por propio deseo, por imposición de su voluntad, y no por ganancia de diverso
tipo (distinción, abaratar impuestos, adormecer la conciencia moral, etc.) sin dudas es
un ser humano distinguido y apreciable.



Aquel que realiza virtuosos actos por aceptar las mitzvot, quizás no sienta ningún
noble sentimiento, hasta quizás su corazón se conduela, pero es doblemente apreciable.



¿Cómo? ¿Por qué?



Pensemos un instante, ¿qué pasa con las buenas intenciones y los nobles actos, cuando
el deseo por realizarlos se esfuma? ¿Adónde huyen la generosidad cuando el corazón se
entumece? ¿Qué queda del ‘amor’ y entrega, cuando el terror invade las
entrañas?



Sin embargo, aquel que fielmente sigue una senda trazada, y no se aparta de ella (más
que lo permitido por las marcas de dirección impresas en la misma senda) puede sufrir
huracanes de pesar, borrársele la alegría de la vida, vivir lleno de pavor, y sin
embargo continuar yendo por el camino correcto. ¿Cuántos judíos soportaron inenarrables
torturas a lo largo de los siglos y sin embargo no perdieron su ‘humanidad’?
¿Cuántos fueron inmolados en este siglo, o en el pasado, mientras de sus labios se
elevaba la afirmación de Amor hacia el Único H’? ¿Cuántos morían en tanto
salvaban a otros, o al menos la llama viva de la Nación? Y (en la mayoría de las
ocasiones) no estaban anclados a vacías tradiciones, ni eran esclavos del costumbrismo
idiotizante, sino que eran portadores de una certeza, la misma que proclamaron sus
antepasados bajo el monte Sinaí, siete semanas tras la Salida de Mitzraim: "Haremos
y Escucharemos" ; haremos, primero haremos, cumpliremos las palabras de la Torá,
viviremos de acuerdo a las mitzvot, después nos pondremos a filosofar, a rescatar el
entendimiento humano de entre los insondables misterios del Eterno.



Y, es verdad, muchas personas pueden sostener su integridad moral a pesar de las
terribles adversidades, y recordamos a muchos que lo hicieron por ejemplo en la Shoa,
pero, ‘pueden’, continúa dependiendo de la voluntad, del carácter de la
personalidad, y no de un patrón externo y superior.







En una época en que las opiniones, basadas en nada, son la moneda corriente, el
patrón de juicio, puede resultar molesto la afirmación de Jaza"l antes mencionada,
pero, así esta dicho, no es imprescindible el sentimiento, ni siquiera la voluntad
(aunque en otro lugar en este mismo ensayo vemos otra cosa), lo importante es cumplir con
aquello que asumimos como mandatos provenientes del Eterno.



Razonar e investigar es muy útil, a veces, pero siempre insuficiente.



Sentir y emocionarse es útil, a veces, pero siempre insuficiente.



Hacer y cumplir es útil, siempre.



Toda la sensiblería propia de nuestra época es desechable, así como el frío rigor
lógico que querían imprimir algunos sabios de la Edad de Oro, si detrás de estas (y por
delante) no se encuentra la praxis, la acción que modifica el ambiente en el cual nos
movemos.



Pero, es posible que algún romántico aluda el tema diciendo: ¿Acaso no se ordena en
la Torá ‘amar’ a Dios, y ‘amar’ al prójimo?



Puede parecer una pregunta irreductible para el que no entendiera el significado
atribuido al verbo amar. Amar, significa hacer por el otro, ponernos en su lugar, actuar
en su beneficio, por él (o Él) y sin mirar los propios réditos; eso es amar para el
judío fiel a las mitzvot y a la Torá (al respecto Avot 6:19).



Amar es la pasión por compenetrarse de los sufrimientos del otro, de sus necesidades.



Amar es sentir con el otro, y por el otro, pero, junto al otro.



El amor, desde un punto de vista estrictamente judío, nada tiene que ver con bellas
palabras, o sentimientos nobles o caídas de ojos, si estas no aportan a modificar, o al
menos interesarse en, la realidad compartida con el otro.



Como evidencia podemos recordar aquel midrash en el cual Hilel resume toda la Torá en
una elaboración en formulación negativa del famoso ‘Amarás a tu prójimo como a ti
mismo, Yo Soy H’’, que es: "Lo que te es odioso, no se lo hagas a otro; esa
es toda la Torá, el resto es comentario. Ahora, ve y estúdialo" (Shabbat 31ª);
como vemos, el jefe del judaísmo de aquella época pone el verbo amor en sus reales y
materiales términos: amar es no hacer a otro lo que yo percibo que me (lo) puede
perjudicar. ¿Hablamos de sentimientos que se vuelan en el viento de las querencias o de
práctica concreta de sentir con sentido al otro?



Porque, precisamente, se corre el amor del simple sentir al sentido.



Yo amo a otro si busco un sentido a su presencia junto a mi, es decir, si buscamos
juntos un sentido a nuestras existencias. Y, tal cual magistralmente enseñara Hilel, toda
la Torá es el comentario a este amor, comentario que es obligación la de profundizar en
él, pero, otra vez, no para permanecer en las palabras vacuas, sino en las acciones
útiles.



Si apreciamos como Rav Aarón HaLeví (‘Sefer HaJinuj’ mitzvá 243) explica
la mitzvá de amor al prójimo podemos comprender claramente que la lucha contra el
sentimentalismo no es de estos días, sino que lleva ya mucho tiempo desarrollándose,
puesto que toda su argumentación se basa en el ‘hacer’ y en el dejar de
‘hacer’ acciones que pueden beneficiar o perjudicar al otro, respectivamente.



En cuanto al amor a H’, obviamente que nada de lo que hagamos le es útil e
indispensable, pero, El nos creó con Su Amor, nos sostiene con vida por Su Amor
(Misericordia es otro de los calificativos habituales para esta manifestación divina), y
por Su Amor nos permite amarLo, sobre esto esta dicho (Mejilta de rabí Ishmael 3):
"El es compasivo y lleno de gracia, también tú has de ser compasivo y ejercer la
gracia".



Por amor hay que conseguir llegar al nivel propuesto por Rabán Gamliel (Avot 2:4):
"Haz su voluntad como si fuera la tuya para que El haga tu voluntad como si fuera
suya. Anula tu voluntad ante la suya..."; anular la propia voluntad, para dejarse
adherir a la Voluntad suprema del Creador.



Esa es la meta de las mitzvot, la perfección máxima, merced al amor total.



Ahora, un último detalle; aquel que cumple las mitzvot aunque no esté obligado a
hacerlo (niño, sordomudo, no judío, etc.) no peca, sino todo lo contrario, su recompensa
es inmensa, sólo que no alcanza el nivel del que las cumple por obligación (según Baba
Kama 38b). Y si aún resulta arbitrario y hasta tonto que los jajamim prefirieran el
acatamiento a la cariñosa voluntad, sería conveniente releer este capítulo.



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Integración



Cuando el judío se ata los tefilín al cuerpo, se puede explicar que integra diversas
dimensiones al cumplimiento de estas mitzvot (los tefilín):



  • Intelecto: pues la tefilá de la cabeza envuelve el cerebro
  • Percepción: pues la tefilá de la cabeza debe estar sobre los ojos, y ambos tefilín
    sobre el cuerpo, sin ningún elemento extraño interfiriendo
  • Sentimiento: ya que el bait de la tefilá de la mano se coloca a la altura del corazón
  • Acción: pues mano y brazo son fuertemente adheridos a la tefilá de la mano
  • Alma: pues la intención del cumplimiento eleva el burdo cuero de un animal sacrificado
    a la condición de objeto simbólico imbuido de santidad.
Como vemos en este ejemplo toda la persona se compromete en el cumplimiento de las
mitzvot, por lo cual, es bueno el raciocinio, el sentimiento, la percepción, la acción,
la imaginación, etc.; pero todo en su adecuada medida, en su justo cumplimiento.



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Si las mitzvot provienen de H’, y también la Naturaleza,
¿por qué muchas mitzvot se contraponen a lo natural?




En primer término, nada nos habilita para afirmar que la Naturaleza es el parámetro
por el cual hay que colegir las acciones humanas. Si bien es cierto que el Hombre es
también Naturaleza, no es menos cierto que es una creación social, que no sería Hombre
de no mediar la sociedad. Y además de la sociedad se encuentra el designio superior
impuesto por H’, de hacernos una especie en parte similar a las bestias de la tierra,
en parte similar a los entes espirituales. Una especie única (al menos en este planeta)
con dos tendencias íntimas, ambas válidas y ‘naturales’, la tendencia al Mal,
que se asemeja a dejarse llevar por los impulsos, por la animalidad; y la tendencia al
Bien, que la podríamos equiparar a los impulsos que llevan a trascender, a elevarse por
las determinaciones de la materialidad concreta y finita de nuestras existencias.



H’ en su infinita sabiduría nos dotó de ambos elementos, y ambos son
indispensables para mantener la vida humana floreciente y vigorosa en esta Tierra, pero,
el desequilibrio, la falta de armonía de uno de ellos, acarrea, indefectiblemente, el
rompimiento de los patrones establecidos por H’.



Una persona que sea toda materialidad, o toda espiritualidad no es lo que H’
(creemos) planificó como ser humano.



Por lo cual, las tendencias naturales son buenas, no poseen nada en sí que las
convierta en malas, pero, de privar sólo ellas, entonces las conductas de la persona
serán, indudablemente, malas.



De manera idéntica para aquella persona que deje volar su espiritualidad apartándose
de la existencia fáctica y social.



Para armonizar las tendencias, para educar a la bestia implícita en el Hombre, para
adecuar al ‘ángel’ que poseemos, se nos ordenaron las mitzvot.



Todas las tendencias materiales son disciplinadas, educadas y puestas al servicio de un
Fin superior.



Por ejemplo, el impulso natural y básico de alimentarse, no es rápidamente
satisfecho, tal como haría un animal o un bruto, sino que antes el judío respetuoso de
la Torá eleva su agradecimiento y su bendición al Eterno que proveyó el alimento.



Por ejemplo, la evacuación corporal no es realizada como un simple proceso
fisiológico, sino que, posteriormente al mismo, se reconoce la Sabiduría y Misericordia
de H’ que nos proveyó de los conductos y métodos adecuados para elaborar y desechar
los diversos elementos que nos permiten subsistir, así como nos permitió gozar de
bienestar para funcionar correctamente.



Por ejemplo, el fuerte impulso libidinoso es domeñado a través del ritual de los
esponsales, de la pureza familiar, de las normas que convierten el lecho matrimonial en un
altar respetuoso al Eterno y no en un nido de áspides presurosas en descargar sus
angustias o energías.



O por ejemplo, proscribiendo la existencia de ermitaños, de personas que prefieran
renunciar a la corporalidad propia humana. En la Torá los que querían dedicarse al
Eterno, los nezirim o nazarenos en español, sin estar obligados a ello, debían, al
finalizar su período de dedicación, elevar una ofrenda de remisión de pecado, porque,
sí, el privarse de lo que el Eterno nos provee y permite es un pecado.



Los placeres de este Mundo fueron creados para servir al hombre en su camino de
acercamiento y adherencia al Eterno, aunque, lamentablemente, muchas veces más de uno se
queda adherido a los bienes que sirven de medio, obviando la finalidad para la cual fueron
creados. Ay por aquellos que idolatran a las propias mitzvot y cierran sus sentidos a lo
que en verdad la Torá exige, pues yerran aun más que aquellos que desconocen los
principios de la Torá. (Al respecto, sería aconsejable, entre otras, leer la obra de Rav
Moshé Jaim Luzzatto, ‘Mesilat Iesharim’).



Un maestro talmudista del siglo III decía: "El hombre deberá dar cuenta, en el
día del juicio, por cada placer inocente del que se privó". Pero, atención,
también dará cuenta por cada placer que fue usado para pervertir la existencia personal
y colectiva de alcanzar su meta sagrada. Aunque también dijeron nuestros sabios (Avot
4:16): "Un instante de placer en el Mundo por venir sobrepasa todo placer de la vida
entera en este Mundo"; y el mismo sabio expresó (allí): "Este mundo es como el
vestíbulo del Mundo por venir, prepárate en el vestíbulo para poder ingresar en la sala
principal". Similar pensamiento se expresa en el Talmud Bablí (Avodá Zará 3b):
"Aquel que trabaja antes del Shabbat (alegoría para este Mundo) comerá en Shabbat
(el Más Allá)".



El cuerpo (que para el judío es la persona, el "alma viviente") no es ni una
prisión para el espíritu, como creen los cristianos, ni una cárcel para los placeres,
sino un una oportunidad, la coyuntura de servir al Eterno con "todo nuestro corazón,
con todo nuestro ser y todo lo que seamos (o tengamos)" (parafraseando a Devarim
6:5). Cuando en el Shemá Israel escrito en la Torá dicen estas palabras que mencionamos,
RaSh"I explica allá: "con tus dos pulsiones (tendencias). Es decir, tanto lo
que consideramos como tendencia a lo malo, como la tendencia a lo bueno, deben ser puestas
al servicio de H’.



Tanto las leyes de la Naturaleza (físicas) como las de la Torá provienen del mismo
Legislador. Él nos confirió la capacidad de ir develando algunas de las físicas, pero
en su inmensa Majestad nos otorgó el beneficio de enriquecernos con la Torá y las
mitzvot, que son Sus leyes que entrelazan el mundo de la materia con el mundo del
espíritu. Es opción nuestra hacer caso de este caro presente, o desecharlo como inútil,
anticuado, primitivo, represor, restrictivo o fuera de moda.



En definitiva, ambas leyes no se contraponen, sino que la Torá viene a completar (a
hacer completar) la obra del Eterno aplicada en la Naturaleza.



"Turno Rufo, el malvado le preguntó a Rabí Aviva:



- ¿Son acaso más bellas las acciones de su Dios o las de un hombre?



  • Las del hombre de carne y hueso son más bellas.
  • Sin embargo, el cielo y la tierra que vemos, ¿acaso puede el hombre hacer algo de igual
    belleza?
  • No me hables de lo que está más allá de las posibilidades de la criatura, puesto que
    las criaturas no tienen poder sobre ello. Háblame de las acciones de los hijos de Adam.
  • ¿Por qué practican ustedes la circuncisión?
  • Ya sabía yo que me preguntarías sobre esto, y por eso te tomé la delantera y de dije
    que las acciones del hombres son más bellas que las del Santo, bendito sea.
Rabí Akiva trajo entonces espigas y algunos panecillos y le dijo al malvado:



  • Aquí está la obra del Santo, bendito sea, y aquí la obra del hombre.
  • Ciertamente que estos panes son más bonitos que estas espigas –dijo el perverso.
Turno Rufo volvió a preguntar:



  • Si Dios desea la circuncisión, ¿por qué el niño no sale circuncidado del vientre
    materno?
  • ¿Y por qué sale el cordón umbilical del niño fijo a su vientre, y su madre debe
    cortarlo? Si los niños no nacen circuncisos es porque el Santo, bendito sea, ha dado a
    Israel mitzvot, para que se purifique por medio de ellas." (Tanjumá, Tazría 5)
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¿Quién se beneficia con las mitzvot?

En primer término podemos afirmar a la propia
persona que las cumple, al respecto podemos mencionar las sabias palabras de Yehudá
HaNasí (Sifrei, Shlaj 112): "El que ha cumplido con una mitzvá, por ella misma y no
para obtener recompensa, no debe alegrarse de haberla cumplido sólo con ese propósito.
Esa mitzvá acarrea otra tras sí. Tampoco debe apenarse el pecador sólo por el pecado
que cometió. El deber acarrea otro deber y una transgresión, otra." Así mismo,
podemos considerar la ganancia indirecta que propone el RaMBa"M, en su Iad Jazaká,
cuando afirma que las mitzvot refinan el carácter de la persona.




Es evidente que en caso de ser una mitzvá dirigida a alguna otra persona, ésta
también recibe el provecho directo (por ejemplo, el cuidado del enfermo, el enfermo se
beneficia de que otro cumpla con la mitzvá).



Pero, podemos llegar a aseverar, tal como hiciera en su oportunidad el RaMBa"N,
que la sociedad humana, el mundo en general también se benefician grandemente, ya que las
mitzvot atraen el orden, la paz y la fraternidad entre las personas.



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¿Hay qué esperar recompensa material por el cumplimiento de
las mitzvot?




Nuestro jajamim enseñaron que en nuestra relación con H’ no hay que hacer como
los empleados que trabajan a cambio de ganancias (ver Avot 1:3), sino que hay que servirLo
con amor y respeto. Por lo cual no hay que esperar tener recompensas por el cumplimiento
de las mitzvot. El mejor premio es haber cumplido la palabra de H’, y la oportunidad
de hacer otra mitzvá derivada de la anterior, como ya anotáramos más arriba.



Sin embargo, los jajamim enseñan además de los beneficios por el aporte a la
convivencia y a la concordia entre las personas, la verdadera recompensa la obtiene la
persona luego de su defunción, en el Olam Habá, el Mundo Venidero. Por ejemplo, Pea 1:1
(también Talmud Bablí, Shabat 127a), enseña las acciones merced a las cuales la persona
"goza de su realización en la vida terrena, mientras su rédito perdura en la
Eternidad", por lo cual es fácil de entender que hay dos tipos de
‘ganancias’, una pasajera y efímera que se da en Este Mundo, y la principal que
se obtiene Más Allá. Maimónides al comentar esta mishná afirma que cada acción
positiva que la persona ejerce sobre el prójimo le trae recompensa en este mundo.



Más modernamente, tal como enseñara Rav Mitrani (‘Bet Elokim’) parte de la
retribución por las mitzvot sociales se obtienen en este mundo, ya que posibilitan o
facilitan la vida material.



Pero, para todas las mitzvot, aunque preferentemente las relativas a H’, la
recompensa se halla el Mundo Venidero. Ya que, las mitzvot sirven también como
‘entrenamiento’, como aliento y fortaleza del espíritu humano, que a su tiempo
retornará al Creador, como está dicho: "Y el polvo se torne a la tierra, como era,
y el espíritu se vuelva a Dios que lo dio
."
(Kohelet 12:7). Éste es el afamado paraíso de los
justos (de todas las naciones). El paraíso en el tiempo de retorno a H’, en una
condición pura y ‘trabajada’ del espíritu. Pureza que se obtiene a través del
correcto cumplimiento de las mitzvot en este mundo. Paraíso que es el espíritu
que goza y aprehende la "Gloria de la Shejiná" (Rav Shneur Zalman,
‘Igueret HaKodesh, 17).




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¿Qué necesidad hay de transferir la recompensa al Más Allá?



Sin cansancio se puede repetir junto al salmista (73:22): "Mas yo era ignorante, y
no entendía: Era como una bestia acerca de Ti."



Y nunca es mejor momento que ahora para leer este mizmor (salmo) por completo.



Ahora, en nuestra ignorancia podemos presentar tres motivos para transferir el premio y
castigo al momento posterior a la defunción, a la vida en el Olam Habá.



  1. Estando la real consecuencia de nuestras acciones en una existencia no perceptible,
    tenemos a nuestra disposición la plena libertad de elegir nuestra conducta. Es decir, si
    fuera evidente la real consecuencia de nuestros actos: ¿quién se atrevería a traspasar
    los mandatos del Eterno? Por lo cual, H’ en su infinita Sabiduría, prefirió la
    existencia del escepticismo, de la duda, por Amor a su Creación; para que los creados
    pudiéramos aproximarnos a Él por Amor y convicción, y no por temor supremo. Así se
    expresa Rabí Iojanán ben Zakai (Kidushin 22b): "H’ no puede ser servido sino
    por hombres moralmente libres y no por esclavos".
  2. Cualquier recompensa en este Mundo es despreciable en comparación con la recompensa de
    adherirnos al Eterno en el Olam Habá (al respecto Rav Yehuda HaLevi, ‘Sefer
    HaCozarí’, 1:126; también otras citas en este mismo texto). Por lo tanto, cualquier
    placer, lujo o satisfacción que el malvado posea; y cualquier dolor, escasez o
    desilusión que sufra el justo, son muy importantes, son cosas buenas y malas,
    respectivamente; pueden aparecer como incomprensibles, verdaderas injusticias de parte de
    H’, o aun llevar al ateísmo; pero, son bienes y males momentáneos, pasajeros y
    efímeros. En tanto que la adherencia al Eterno...es eterna...
  3. H’, en su infinita Sabiduría y Misericordia, impuso al Universo sus leyes
    físicas, y entre las creaciones vitales permitió la existencia de leyes sociales (entre
    insectos, animales ‘inferiores’ o el hombre). Pero, en su infinito Poder se
    restringe para no interferir constantemente con Su creación. Es decir, el mantiene la
    existencia, pues sin Él no hay existencia posible; pero no afecta ni interrumpe Sus
    leyes, sino que permite que la Naturaleza y la Sociedad se rijan por las leyes
    primordiales (o evolucionadas socialmente) por Él concedidas. Si bien es cierto que
    confiamos en Su constante vigilancia (Bereshit 15:1; Tehilim 121:4), en los milagros, no
    podemos dejar de reconocer que los mismos se dan o de forma ‘natural’ o muy
    esporádicamente interceptando las leyes ya establecidas (al respecto Maimónides en
    ‘Iad Jazaká’). Es Su aceptación y restricción a Sus propias leyes lo que
    convierten a nuestros ojos a H’ en Todopoderoso, Justo y Misericordioso, y no un
    proceder extraviado y errático. Sabemos que el "Juez de toda la Creación hace
    Justicia" (parafraseando a Avraham Abinu en Bereshit 18:25), por lo cual, no hay más
    Justicia que cumplir las propias leyes.
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¿Es suficiente cumplir con la mitzvot negativas (de
abstenerse)?




En muchas oportunidades se argumenta que el fundamento y finalidad de las mitzvot es
hacer de la Humanidad un conjunto de personas morales, éticas, que tienen un correcto
proceder hacia los demás. Y se continúa, en esta lógica, sosteniendo que para lograr
estos elevados fines es suficiente con abstenerse de perjudicar al prójimo, por lo tanto,
realizando o cumpliendo solamente las mitzvot negativas, las de abstención.



Sea este el argumento o cualquier otro, todas las mitzvot son para ser cumplidas.



La misma Torá (Tehilim 37:27) estipula que: "Apártate del mal, y haz el
bien" con la promesa de que así "vivirás para siempre."



Las palabras del salmista merecen un breve comentario. No es suficiente con apartarse
del mal, sino que se nos induce a hacer el bien. Es decir, una actitud abstencionista, de
negarse a acometer erróneas empresas no llega a prevenir nuestras vidas del pecado, o
peor aun, no colma las expectativas para las que fuimos creados. Para llegar a la
‘shlemut’ (completud) debemos también hacer lo que se nos dice que es bueno.



Por lo cual, resulta ya reiterativo afirmar que no es la renuncia al mal el camino
correcto, sino que hay que equilibrarlo con las acciones llamadas buenas.



Pero, ¿cómo sabemos que las mitzvot positivas pueden ser consideradas como
‘hacer el bien’?



Ya hacia el final de los Cinco Libros de Moshé, el gran líder profetiza diciendo:
"Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal: Porque
yo te mando hoy que ames a Hashem tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus
mandamientos y sus estatutos y sus derechos, para que vivas y seas multiplicado, y Hashem
tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para poseerla." (Devarim 30:15,16).



Como apreciamos, primero se asemeja la vida al bien, y un poco más adelante se asegura
que el seguir los caminos indicados por el Eterno es lo que atraen la vida, la dicha y la
bendición. Así, pues, no es adecuado simplemente apartarse del pecado y de las acciones
malas, sino que hay que atraer el bien, a través de acciones materiales y concretas sobre
el Mundo.



Y, sólo de esta manera se cumple lo proclamado en la profunda tefilá de ‘Aleinu
leshabeaj’: "Para componer el Mundo bajo la égida del Todopoderoso".
¿Cómo componer al Cosmos? Pues, con el cumplimiento de TODAS las mitzvot.



Los jasidim entendieron que la persona no siempre es lo suficientemente fuerte, o esta
naturalmente apta, para llegar al estado de adherencia al Eterno con facilidad; por eso
enseñan que se puede ir alcanzando de dos maneras complementarias: por reverencia (temor)
y por amor.



Por intermedio de la reverencia a H’ la persona se abstiene de los pecados, es
decir, cumple las mitzvot de no hacer.



En tanto que por amor a H’ hace las positivas.



De similar manera, y siguiendo a Ieshaiá Leibovitz, podemos colegir como la primera
parashá de la Keriat Shemá está imbuida de Amor a H’, por lo cual se nos ordena
cumplir las mitzvot sin manifestar razones, motivos ni recompensas.



En tanto, la segunda parashá ordena similares mitzvot, pero hace pesar el tema del
castigo y de la recompensa. ¿Por qué? Pues, seguramente porque el Autor en su infinita
Sabiduría, al redactar Su Torá conocía la debilidad del corazón del hombre, por lo
cual, a manera de didáctica escala en pos de la perfección, permitió la existencia del
eslabón, infantil, del premio y castigo, pero en dirección a la adherencia por Amor y
sólo por Amor al Eterno.



Se cuenta que el Rav Shneur Zalman, fundador de Jabad, en sus momentos de éxtasis
exclamaba: "No quiero Tu Gan Eden, no quiero Tu Olam Haba; sólo te quiero a Ti, a Ti
y nada más." Seguramente un honesto y sabio de esta talla no argüía la eficacia
del exclusivo cumplimiento de las mitzvot negativas...



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¿Cómo el cumplimiento de las mitzvot aporta al bien del
Mundo?




Ieshaiá (45:7) nos recuerda que H’ es el "Que formo la luz y creo las
tinieblas, que hago la paz y creo el mal. Yo Hashem que hago todo esto."



Es decir, H’ es el origen de Bien y del Mal.



Y en Su grandiosa Sabiduría hizo al Mundo de tal manera que el hombre tuviera la
oportunidad de elegir entre ambos caminos, entre ser bueno o no. Ya que de existir
solamente una de estas tendencias el hombre no sería más que un refinado autómata, sin
posibilidad ni capacidad para enfrentarse a retos decisivos o fatuos.



H’ también nos proveyó de armas para enfrentarnos al Mal, y atraer más bien a
la Creación.



Esas armas son Sus mitzvot.



Con ellas el judío esta pertrechado para fortalecerse contra el Mal, y para elevarse
en el Bien (tal como podemos inferir de lo que escribiera Rav Eliahu Dressler en su
‘Mijtav MiEliahu’, tomo 3).



Y en el Talmud (Avot 4:13), "Rabi Eliezer ben Iaacov solía decir: El que cumple
con una mitzvá, adquiere para sí un defensor y el que comete una transgresión, se ha
procurado un acusador. La penitencia y las buenas obras son el escudo contra el
castigo", y podríamos agregar, que las mitzvot son una defensa que se va extendiendo
por toda la sociedad, como reflejo de los que las cumplen, impregnando al resto de las
personas en su santidad y brillo.



Para las personas confiadas en la mística, el cumplimiento de mitzvot ejerce otro tipo
de efectos sobre la Realidad. Argumentan que todas las acciones acá ‘abajo’, en
este mundo de materialidad tienen su directo reflejo en el mundo de ‘arriba’, en
el espiritual. Por lo cual una mitzvá cumplida en este mundo, una acción material, es
simultáneamente realizada en el mundo del espíritu, ejerciéndose así una acción
amplificada de ‘corrección’ del Mundo. Como ejemplo, podemos leer en el Talmud
Bablí (Berajot 6ª) que H’ se ata todos los días tefilín, seguramente esto es una
alegoría, o una metáfora o una imagen antropomórfica de H’, que nos auxilia para
que nosotros podamos comprender algo; pero, el hecho en sí es que se asegura que H’
cumple con Sus mitzvot, tal como nosotros debemos hacer...



También, reconocen los místicos en las cosas creadas dos manifestaciones de la
Energía divina, una que sería la formadora (makif o sovev), mientras otra es la vital
(memalé). El Hombre es el poseedor de la mayor energía vital, en comparación al resto
de las cosas creadas en nuestro Mundo. Es con el cumplimiento de las mitzvot que el Hombre
libera la energía formadora de los elementos materiales. Por ejemplo, al comer no es
solamente la energía en el sentido científico que integramos o asimilamos a nuestro
organismo, sino que también, y procediendo de acuerdo a la halajá, podemos asimilar la
energía formadora contenida en ese alimento. Así, un simple pan puede servir solamente
como nutriente corporal, o ser elevado a liberación de energía formadora, a elevación
de la Creación. Y consideremos que los elementos que estimamos como más primitivos, y
menos animados, en realidad están más próximos a la Energía original de la Creación,
pues fueron hechos antes que el Hombre. Bien para servirlo, bien para que el Hombre les
sirva con sus acciones positivas ejercidas sobre ellos.



Es decir, a través del cumplimiento de las mitzvot cumplimos con nuestra original
naturaleza humana, la de relacionarnos con nuestro medio tanto en un plano físico como en
uno espiritual.



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¿Quién está libre de cumplir mitzvot?



Obviamente las personas que no están dentro del pacto de Avraham Abinu, aunque existan
las siete mitzvot universales de los Benei Noaj (ver más adelante).



Los esclavos hebreos; los menores de edad de mitzvá (mujeres antes de los doce años,
y hombres antes de los 13 años); las personas discapacitadas intelectuales / emocionales
de gravedad; los sordos.



Existe una libertad relativa para mujeres y esclavos hebreos en lo que respecta a las
mitzvot positivas que dependen de un tiempo determinado para su cumplimiento y no tengan
un fundamento histórico (tal como las festividades) o una expresa orden dictada por la
Torá (como el Shabbat).



Estas son las mitzvot shehazman graman, y las más comunes que podemos mencionar son
las de Talit y Tefilín, mitzvot que las mujeres y esclavos hebreos pueden llevar a cabo
si así lo desean (aunque socialmente pueda ser considerado como una transgresión,
históricamente se sabe que grandes mujeres justas usaron Talit y Tefilín, pero por más
detallas hay que referirse al rabino local).



Personas que tienen un familiar cercano fallecido y aún no enterrado, están exentos
del cumplimiento de las mitzvot positivos, no así de las relativas al duelo y sepelio,
como a las negativas.



Las personas que por motivos de imposición, fuerza mayor, peligro, etc., se ven
imposibilitadas de cumplir mitzvot no deben ser juzgadas ni condenadas por sus acciones,
según Bemidbar 22:26,27.



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¿Es factible cumplir todas las mitzvot?



Por mejores intenciones, por más amor al Eterno, la totalidad de las mitzvot está
vedada de conseguirse.



Hay varias razones. Una es la necesidad del Beit HaMikdash, el Templo, para ejercer
varias mitzvot relativas al mismo, a los sacrificios, a las leyes de pureza, a las de
sacerdocio.



Otras mitzvot dependen de si se habita en la Tierra de Israel, pues son de estricto
cumplimiento en ella (ejemplo: año sabático, Iovel, diezmo, etc.)



Otras más son exclusivas para determinados sectores de la sociedad que no dependen de
la voluntad y albedrío humano (ser sacerdote, ser rey, etc.)



Algunas son prerrogativa de mujeres y otras de hombres (ejemplo: relativas a la
menstruación, a la polución nocturna, Brit Milá, etc.)



Hay algunas para ciertas esferas de la actividad comercial, productiva, laboral o
financiera, que no todas las personas les interesa o efectivamente se ocupan (ejemplo:
préstamos, pesos y medidas, patrón, amo de esclavo, juez, etc.)



Están también las relacionales (hacia padres, hijos, empleados, alumnos, siervos,
enemigos, etc.)



Están las situacionales (en batalla, de viaje, enfermo, con un familiar difunto, etc.)



Están las determinadas por tiempo (festividades, ofrendas, plegarias, etc.)



Están las mitzvot comunitarias y las individuales.



Hay otras que deben ser cumplidas a cada instante, o que no tienen situación dada
previamente o momento, a estas mitzvot activas el RaMBa"M las denominó como
‘inevitables’, y suman un total de sesenta.



Por lo cual podemos cotejar que el número de mitzvot efectivas para cumplir se reduce,
o se modifica dependiendo de la persona y su circunstancia.



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¿Es posible derogar mitzvot, agregar nuevas o modificarlas
según el propio deseo?




Como hemos visto, las circunstancias o condiciones materiales llevan a que el número
de mitzvot ejercibles sea bastante menor al total, empero, no es permitido añadir o
derogar mitzvot por propia voluntad, tal como ordena la Torá (Devarim 13:1). Por lo cual
la postura de la Reforma no se puede sostener, sobre bases lógicas, ya que o toda la
Torá es obra divina y por lo tanto respetable; o nada de la Torá es realmente obra de
H’, por lo cual es totalmente desechable. La Torá no permite términos medios, ni
medias tintas.



Así mismo no está permitido categorizarlas por importancia, ya que no sabemos si
tienen distintos niveles de prioridad, así como no debemos desechar algunas por propia
comodidad o ideas de beneficios secundarios. "Ben Azai solía decir: Apúrate para
cumplir con la mitzvá de la más mínima importancia [a tu entender] y aléjate de la
transgresión. Porque una acción meritoria lleva otra detrás de sí, y una transgresión
a otra. La recompensa de una buena acción es otra buena acción, y el pago del pecado es
otro pecado." (Avot 4:2).



Distintos pensadores de distintas épocas han intentado resumir las mitzvot a unas
pocas ordenanzas (Ver Talmud Bablí, Makot 23b), como por ejemplo que los pilares de la
Torá son la mitzvá de Amar a H’ y la de Amar al prójimo; otros intentaban ver en
la unicidad del Eterno y la búsqueda de la justicia, apoyados en las palabras del profeta
Mijá (6:8): "Oh hombre, Él te ha declarado qué es lo bueno, y qué pide de ti
Hashem: solamente hacer juicio, y amar misericordia, y humillarte para andar con tu
Dios."



Pero, la verdad es que el espíritu recto acepta la totalidad de la Torá y de sus
mitzvot, sin menoscabos ni enmiendas de último momento.



Otro punto a considerar es la escasa penetración del entendimiento humano en lo que
respecta a la infinita Sabiduría del Eterno.



¿Cómo autorizarnos a decidir que es más sabio o no cuando nos ponemos a juzgar,
desvergonzadamente, al Eterno?



¿Podemos considerarnos "más perfectos que el Creador" (Maimónides,
‘Moré Nevujim’ 3:31)?



Por lo cual, si aceptamos la Autoridad del Autor, poco podemos nosotros decir acerca de
la conveniencia o no del cumplimiento de las mitzvot. Podemos hablar de conveniencias
momentáneas nuestras, de placeres fugaces, de opiniones insulsas, pero nunca, jamás, de
saber, en lo que respecta a H’ y a sus mitzvot.



Un inteligente, pero extraviado, pensador contemporáneo (Martín Buber) ponía las
mitzvot como obstáculo real de la relación plena entre el hombre y Dios, aduciendo que
quizás en su época fueran adecuadas, o para aquel que las analizara a conciencia y
llegara a la convicción que éstas eran el medio de relacionarse con el Tú.



Empero, el más grande pensador ¿puede ponerse a enseñarLe a H’ qué es lo más
conveniente para relacionarnos con Él? Claro, siempre existe la posibilidad de renegar, y
de atribuir la creación de las mitzvot a sabios ancianos de la antigüedad, o bien, a
salvajes primitivos represores y dominantes...esa es la opción que H’ nos entrega a
nosotros.



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¿Son ‘evolutivas’ las mitzvot?



Si seguimos atentamente la lectura hasta este punto, fácilmente podemos asegurar que
para el creyente en la divinidad de las mitzvot, la evolución de las mismas no sólo es
un impensable, sino un pecado (por ejemplo, Devarim 4:2) proscrito por la Torá.



Sin embargo, podemos argumentar que las condiciones sociales y materiales de existencia
humana si son variables y mutables. En nuestra época podemos aseverar que las numerosas
mitzvot referidas a los esclavos y siervas hebreas están fuera de uso, y que presumimos
jamás volverán a ser necesarias. Esto no nos habilita a eliminar su presencia en el
conjunto, en la estructura más bien, de las mitzvot. Las sociedad cambian, las culturas,
las condiciones y las ideologías, por lo tanto, lo que varían son las perspectivas, los
puntos de vista que las personas pueden tener acerca de las mitzvot.



Esas perspectivas, merced al contexto, pueden promover a un desuso de alguna mitzvá,
pero no a su derogación.



De esta manera, cada generación tiene sus intérpretes de la Torá, sus explicaciones
acerca de las mitzvot; pero lo que no tiene es un cuerpo legislativo, o un organismo
válido que promulgue o derogue las mitzvot de la Torá.



En todas las épocas los sabios de la Torá hallan los mecanismos para hacer de la
Torá un modo de vida para los judíos, por lo cual, podríamos decir que
‘actualizan’ la comprensión de alguna mitzvá; pero, sin cambiar nada de ella.
Tenemos un ejemplo histórico y accesible de evolución de una mitzvá, sin modificar la
propia mitzvá, y es los tzitzit. En Bemidbar 15:38 la Torá ordena que a todas nuestras
prendas de vestir que posean cuatro esquinas le atemos los tzitzit. Los jajamim
prestamente nos enseñaron que son, como se anudan, cuantos flecos debe haber como mínimo
y máximo en cada punta, la berajá por usarlo, su modo de uso, etc. Pero, un hecho socio
– histórico, el talit que nosotros conocemos no surgió en la historia sino hasta
muchos siglos después de haberse entregado la Torá.



Claro, hoy en día decir tzitzit es casi asociarlo al talit (gadol o catán, da lo
mismo), sin embargo durante mucho tiempo decir talit, era no decir nada significativo.



¿Esto por qué?



Pues, en la antigüedad los tzitzit se anudaban a las ropas que eran típicas de los
habitantes de la región del Medio Oriente, similares a las que visten algunas tribus
beduinas de la actualidad, por lo cual, el judío ataba sus tzitzit a sus ropas
cotidianas. Con el desarrollo social, las modas en vestimenta variaron, con los traslados
y las dispersiones mucho más, por lo cual, los jajamim al percatarse que la moda en ropa
estaba eliminando esta importante mitzvá y símbolo recordatorio, decidieron crear el
talit y prescribir su uso.



Tenemos, pues, un exacto y bonito ejemplo de ‘evolución’ de una mitzvá,
pero sin modificarla.



El hecho es que para acompasar el cumplimiento de las mitzvot a las generaciones no es
suficiente con el deseo personal, o la voluntad de algún que otro sabio o rabino, sino
que es imprescindible la existencia de lo que antiguamente se llamaba Sanhedrín, o
Asamblea de Notables; reunión que en la actualidad es virtualmente irrealizable. Si bien
es cierto que algunas corrientes modernas del judaísmo impulsan estas evoluciones
amparados en aquellos antiguos y nobles precedentes, y en asambleas de rabinos actuales.



En definitiva, es un tema que en la actualidad roza intereses que son eminentemente
políticos y no tanto ‘religiosos’, por lo cual, una solución que satisfaga a
la mayoría (sino a todo) Israel, si existe, debe ser ardua de hallar y poner en
práctica.



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Mitzvot y forma



Podemos pensar a las mitzvot como:



  • informar, entonces nos quedamos en el conocimiento superficial y vacuo, casi sin
    sentido;
  • o formar, y así hay judíos que cumplen mitzvot, pero sin hallar un camino seguro hacia
    la adherencia a H’;
  • o conformar, y entonces tenemos judíos acostumbrados a satisfacer lo que ya conocen, o
    sus expectativas que les brindan algún tipo de seguridad;
  • o reformar, y de esta manera las mitzvot ni tienen forma ni sustancia, ni existencia,
    tal como el judaísmo de aquellos que esto pregonan
  • o transformar, es decir hacer trascender la forma de lo ya conocido (la persona, la
    sociedad) en pos de aquello que no tiene forma (H’), y así tenemos verdaderos
    judíos que son fieles cumplidores de las mitzvot, transformando su existencia, su
    circunstancia, su mundo (perfeccionando el Mundo bajo la égida de H’, como dijera el
    Aleinu).
 Tabla de contenidos



¿Cuándo hay que pretender que H’ no existe, para ser
justos y honrar Su Santo Nombre?




Cuenta un relato jasídico:" un jasid se vanagloria frente a su rebe por haber
salvado el alma de otro judío. Un pordiosero le había pedido comida, a lo cual accedió,
pero con la condición que antes rezara Minjá. A lo cual el famélico menesteroso
consintió. Antes de servirle su comida le obligó a hacer el lavado ritual de manos, con
su correspondiente berajá, lo cual el pobre hombre no tuvo más remedio con aceptar. Y,
ya con la comida servida, le exigió que recitara las correspondientes bendiciones antes
de llevar el bocado a la boca. El rebe manifestó su desencantada sorpresa: ‘A veces,
hijo, debemos actuar como si H’ no existiese’. El discípulo molesto inquirió
vehemente: ‘¿Cómo puedo yo, un jasid, actuar como si D’ no existiese?’ El
rebe replicó: ‘Cuando alguien urgido por la necesidad se acerca a ti, como lo hizo
aquel mendigo, actúa como si no hubiera Dios en el Mundo, como si tú fueras el único en
el universo que pudiera auxiliar al necesitado, tú y nadie más.’ El empecinado
jasid protestó: ‘Pero, ¿no soy acaso responsable por su alma, tal como enseña la
Torá?’ A lo que el rebe enseñó: ‘Tú, cuida de TU alma y de SU cuerpo, no
viceversa.’"



Moshé Leib de Sasov dijo que H’ creo el escepticismo en Su existencia para que
"no dejemos morir de hambre al pobre, ilusionándolo con la felicidad del más allá
o simplemente diciendo que confíen en que H’ les ayudará, en vez de facilitarle los
alimentos."



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Señales del pacto:



Hay cinco señales del pacto (que son mitzvot) y que por lo mismo nos recuerdan todas
las mitzvot, estas son:



  1. Brit Milá (circuncisión)
  2. Talit
  3. Tefilín
  4. Mezuzá
  5. Shabbat y moadim.
Según los jajamim el estudio de la Torá equivale al cumplimiento de todas las
mitzvot.



Según otros jajamim es habitar en la Tierra consagrada de Israel lo que equivale a
todas las mitzvot (ver Yalkut Shimoní, Ree).



Empero, todas las mitzvot están para ser observadas por igual.



Tabla de contenidos







Esquema de clasificación:

Para comprender que a pesar del número que puede resultar abrumador, las
mitzvot no son algo extraño a nosotros, hemos diseñado un esquema, que puede ser útil
como aproximación al fascinante mundo del cumplimiento de las mitzvot.

Como la mayor parte de nosotros en la actualidad no somos personas dedicadas a las
actividades agropecuarias, hemos decidido excluir aquellas mitzvot que están íntimamente
relacionadas con esa área de actividad.

Y, para facilitar aun más la comprensión, también hemos pospuesto la inclusión de
aquellas mitzvot que conciernen al Beit HaMikdash, o a la Tierra de Israel.

Tampoco incluimos aquellas mitzvot, que siguen siéndolas, pero que socialmente ya no es
necesaria su aplicación, tal como las relativas a la esclavitud legislada.

Sin embargo, debemos destacar que tal como enseñaran los jajamim, es de justos y personas
íntegras el dedicarse al estudio de estas mitzvot, a pesar de no poder ser llevadas, por
el momento, a la práctica; en parte porque este estudio apresura la Redención; en parte
porque así no caen en el fatídico olvido; en parte, porque continúan siendo lo Voluntad
expresa de H'. Por lo cual recomendamos, que profundicen, y para comenzar les recomendamos
cuatro magnas obras, nada superficiales y que requerirán sus mejores empeños:



        · "Sefer HaMitzvot" RaMBa"M

        · "Horeb" R. Simshon Raphael Hirsch

        · "Sefer HaJinuj"- R. Aarón HaLevi.

        · "Kitzur Shulján Aruj"

El orden que hemos dado a este esquema no tiene ninguna relevancia, ni implica mayor
prioridad o importancia de las mitzvot.

Y por último, pero muy importante, ante cualquier decisión halájica consultar con su
rabino.

Tabla de contenidos





Del Hombre para con
H'



1. Saber que hay un H'. (Shemot 20:2; Devarim 5:6)

2. Saber que Él es Uno. (Devarim 6:4)

3. Amor a H'. (Devarim 6:5)

4. Temor a H'. (Devarim 6:13)

5. Imitar sus acciones (Devarim 28:9)

6. Brit Milá (Bereshit 17:10)

7. No pensar que hay más dioses aparte de Él (Shemot 20:3)

8. No seguir a los deseos que pueden acarrear extravíos morales (Devarim 15:39)

9. Colgar mezuzá en las jambas de las puertas de casas y ciudades. (Devarim 6:9)

10. Atar Tzitzit en las puntas de las ropas de cuatro puntas. (Bemidbar 15:38)

11. No poner a H' a prueba (Devarim 6:16)

12. No retrasarse en cumplir las promesas a H' (Devarim 23:22)

13. Respecto al nombre de H':





        · Santificarlo. (Vaikrá 22:32)

        · No maldecirlo. (Vaikrá 24:16)

        · No profanarlo (Vaikrá 22:32)

        · No borrar o destruir nada con el nombre de H' o cosas asociadas con Su nombre (Devarim 12:4)

        · No hacer falsas profecías en nombre de H'.

        · Jurar en Su nombre, en caso de exigencia legal. (Devarim 10:20)
14. Adorar y servir solamente a H'. (Shemot 23:25; Devarim 13:5)

15. Adorarlo de acuerdo a lo que El ordena. (Devarim 11:22)

16. Bendecir después de cada comida. (Devarim 8:10)

17. Recitar el Shemá por las mañanas y las noches. (Devarim 6:2)

18. Ponerse tefilín sobre cabeza (Shemot 13:9; Shemot 13:16; Devarim 6:8; Devarim 11:18)

19. Ponerse tefilín sobre brazo (Shemot 13:9; Shemot 13:16; Devarim 6:8; Devarim 11:18)

20. Los cohanim bendecían al pueblo durante los servicios matinales. (Bemidbar 6:23)

21. Confesar ante H' todos los pecados cometidos (Vaikrá 5:5)

22. No añadir ni quitar nada de la Torá (Devarim 13:1: Devarim 3:2)

Tabla de contenidos




Ética y relaciones
interpersonales

1. Andar por los caminos de H'. (Devarim 28:9)

2. Amar al prójimo como a sí mismo. (Vaikrá 19:18)

3. Amar al prosélito (converso) (Devarim 10:19)

4. No codiciar la esposa de otro (Shemot 20:14)

5. No codiciar las pertenencias de otro (Shemot 20:14)

6. Dar caridad a los judíos pobres y no endurecer el corazón con ellos (Devarim 15:7,8)

7. Ceder dinero para los judíos y para los pobres judíos en todo tiempo (Shemot 22:24;
Devarim 15:8)

8. No ignorar los objetos extraviados por otro y devolverlos a su dueño (Vaikrá 22:3;
Shemot 23:4)

9. No pegar o atacar a nadie.

10. No maldecir a nadie (Vaikrá 19:14)

11. No odiar de corazón (Vaikrá 19:17)

12. No oprimir al prójimo verbalmente, tampoco al converso (Vaikrá 25:17; Shemot 22:20)

13. No avergonzar a nadie (Vaikrá 19:17)

14. No desamparar al levita (Devarim 12:19)

15. No negarle al menesteroso todo lo que precise (Devarim 15:7,8)

16. No infligir sufrimiento a los huérfanos y viudas (Shemot 22:21)

17. Enmendar al equivocado de manera firme (Vaikrá 19:17)

18. No castigar más de lo correcto (Devarim 25:2,3)

19. No murmurar acerca del prójimo (Vaikrá 19:16)

20. No vengarse del prójimo (Vaikrá 19:18)

21. No tener rencor ni odiar (Vaikrá 19:18)

22. No poner obstáculos delante de nadie (Devarim 22:8)

23. No confundir ni llevar a error al prójimo voluntariamente (Vaikrá 19:14)

24. No abstenerse de rescatar a las personas en peligro (Vaikrá 19:16)

25. Salvar al perseguido de muerte incluso si debe matar al perseguidor (Devarim 25:12)

26. Honrar al Cohén. (Vaikrá 21:1-8)

27. Alivianar el peso al hombre o animal que llevan carga excesiva (Shemot 23:5)

28. No obviar y ayudar a un hombre o animal a levantar su carga caída (Devarim 22:4)

29. Cumplir las promesas expresadas oralmente (Devarim 23:24)

30. Anular las promesas sólo de acuerdo al procedimiento dictado por la Torá (Bemidbar
30:3)

31. No violar juramentos (Vaikrá 19:12)

32. No prometer en vano (Shemot 20:7)

33. No violar promesas (Bemidbar 30:3)

34. No distorsionar los límites del terreno (Devarim 19:14)

35. No retener la propiedad de otro (Vaikrá 19:13)

Tabla de contenidos





Conocimiento

1. Estudiar Torá (Devarim 6:7)

2. Enseñar Torá. (Devarim 6:7)

3. Escuchar y acatar lo expresado por los sabios de la propia generación. (Devarim 11:22)

4. Honrar a los estudiosos de la Torá y a los ancianos (Vaikrá 19:32)

5. Adherirse a los estudiosos de la Torá. (Devarim 11:22)

6. Escribir un rollo de la Torá. (Devarim 31:17)

7. Obedecer las palabras de los profetas verdaderos (Devarim 18:15)

8. No enseñar en estado de embriaguez (Vaikrá 10:9-11)

Tabla de contenidos





Justicia

1. No asesinar (Shemot 20:13; Devarim 5:17)

2. No secuestrar (Shemot 21:16; Shemot 20:13)

3. No hurtar (Vaikrá 19:13)

4. No rapiñar (Vaikrá 19:11)

5. Devolver lo hurtado (Vaikrá 5:23)

6. No renegar de lo que se adeuda (Vaikrá 19:11)

7. No renegar de lo que se posee de otro (Vaikrá 19:11)

8. Indemnizar por lesiones provocadas al prójimo (Shemot 21:18,19)

9. Indemnizar por los daños provocados a terceros por un animal de propiedad (Shemot
21:28; Shemot 22:4)

10. Indemnizar por los daños provocados a terceros por un pozo abierto en propiedad
privada (Shemot 21:34)

11. Indemnizar el ladrón por los daños y prejuicios provocados a terceros (Shemot 21:37;
Shemot 22:3)

12. Indemnizar por los daños provocados a terceros por un incendio de un fuego encendido
intencionalmente (Shemot 21:28)

13. Indemnizar por la pérdida de un objeto dejado en custodia gratuita (Shemot 22:6)

14. Juzgar en caso de pérdida de objeto dejado en custodia paga o en arrendamiento
(Shemot 22:9)

15. Juzgar acerca de los casos de objeto tomados en préstamo (Shemot 22:13)

16. Juzgar acerca de los casos de operaciones de compra y venta (Shemot 25:14)

17. Juzgar en las disputas que puedan surgir entre demandante y demandado (Shemot 22:8)

18. No testimoniar falsamente (Shemot 20:13)

19. Castigar al que testificó en falso con el castigo que se le hubiera impuesto al
inocente por él acusado (Devarim 19:19)

20. Jurar un juramento en nombre de H' cuando sea requerido por la corte. (Devarim 10:20)

21. Tener jueces para decidir en las materias de: compras, ventas, herencias, préstamos,
contratos, empleo, daños, asaltos, robos, violaciones y asesinatos (Devarim16:18)

15. Los jueces deciden por mayoría (Shemot 23:12)

16. Aceptar las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (Devarim 17:11)

17. Conseguir jueces adecuados a la materia (Devarim 1:17)

18. No blasfemar a un juez, ni a una autoridad (Shemot 22:27)

19. La corte no puede castigar a nadie que fuera obligado a cometer un crimen (Bemidbar
22:26,27)

20. Brindar testimonio siempre que sea necesario (Vaikrá 5:1)

21. La pena capital se aplica en base al menos a dos testigos aptos (Shemot 23:7)

22. Que los testigos no opinen (Bemidbar 35:30)

23. Los jueces deben interrogar cuidadosamente a los testigos (Devarim 13:15)

24. Los jueces deben ser imparciales en su sentencia (Vaikrá 19:15)

25. Un juez no debe:





      · dictaminar un juicio injusto (Vaikrá 19:15)

      · aceptar el testimonio de una persona inmoral (Shemot 23:1)

      · prestar atención a una de las partes en ausencia de la otra (Shemot 23:1)

      · decidir basado en el testimonio de una sola persona o de un familiar cercano Devarim 24:16; Devarim 19:15)

      · favorecer a un pobre, o al poderoso en un caso de uno contra otro (Vaikrá 19:13-21: Shemot 23:3)

      · temer a los litigantes (Devarim 1:17)

      · decidir en contra de un pecador pero inocente en este caso (Shemot 23:6)

      · juzgar inamistosamente al huérfano, al converso o a la persona viuda (Devarim 24:17)

      · aceptar soborno o chantaje de una de las partes (Shemot 23:8)

      · decretar pena capital con mayoría de un solo juez (Shemot 23:2)

      · rever su sentencia el juez que declaró inocente al culpable de pena capital (Shemot 23:2)
26. Distintas formas de pena capital:




      · Espada (Shemot 21:20)

      · Estrangulación (Shemot 21:16)

      · Incineración (Vaikrá 20:14)

      · Apedreamiento (Devarim 22:24)
27. Colgar el cadáver del blasfemo e idólatra por unas horas (Devarim 21:22)

28. Sepultar a los ejecutados el mismo día de cumplida su pena (Devarim 21:23)

29. No condenar a pena capital sin antes proceder con un juicio (Bemidbar 35:12)

30. No conmutar la pena capital a cambio de dinero (Bemidbar 35:31)

31. No tener piedad de quien persigue a otro para dañarlo (Devarim 25:11,12)

32. El que cometió homicidio involuntario debe huir a las ciudades refugios, sin
condolerse el juez por ello (Bemidbar 35:25,32)

33. Juzgar en lo relativo a herencias (Bemidbar 27:8)

Tabla de contenidos




     
Comercio y préstamos

1. Ser honesto en las compras y ventas (Vaikrá 25:14)

2. No estafar ni en la compra ni en la venta a un converso (Shemot 22:20)

3. Poseer pesa, balanzas y medidas justas (Vaikrá 19:36)

4. No engañar con pesos y medidas (Vaikrá 19:35)

5. No poseer pesos o medidas falsas (Devarim 25:14)

6. No recargar interés a un judío o prestarle a interés (Devarim 25:37)

7. No recibir un préstamo a interés de un judío (Devarim 23:20)

8. No ser testigo ni garante de préstamo a intereses entre judíos (Shemot 22:24)

9. No demandar un recargo por una deuda si se sabe que el deudor no posee para pagar el
recargo (Shemot 22:24)

10. No tomar como garantía:





      · equipamiento cuando se sabe que es para el sostenimiento de vida personal;

      · equipamiento para preparar comida (Devarim 24:6)

      · cualquier cosa de una viuda (Devarim 24:17)
11. No utilizar la fuerza para obtener los antedichos elementos (Devarim 24:10)

12. No negarse a devolver la garantía cuando sea necesaria para el que la entregó
(Devarim 24:12)

13. Cancelar los prestamos en el séptimo año (Shemitá) (Devarim 15:2)

14. Devolver el objeto tomado como prenda cuando se sabe que el dueño lo precisa
urgentemente (Shemot 22:25; Devarim 24:15)

15. Pagar el salario jornal en el tiempo convenido (Devarim 24:15)

16. No oprimir al asalariado ni retener su paga (Vaikrá 19:13)

17. El jornalero puede comer de lo que está cosechando en el momento de su trabajo
(Devarim 23:25,26)

17. Está permitido prestar a interés a los no judíos y está permitido usar la presión
legal para cobrar (Devarim 23:21)

Tabla de contenidos







Tiempos

A. Determinar y consagrar los comienzo de mes y contar
los años (Shemot 12:2)

B. SHabbat

1. Descansar, y no trabajar (actos creativos) en el día séptimo consagrándolo (Shemot
23:12; Shemot 20:10)

2. Permanecer dentro de los límites de la ciudad (Shemot 16:29)

3. No dictar ni ejecutar una sentencia en Shabbat (Shemot 35:3)

4. Declarar verbalmente la santidad del Shabbat. (Shemot 20:8)

C. Festividades y conmemoraciones

1. Celebrar los Shalosh Regalim (Shemot 23:17)

2. No trabajar y descansar en:





        · primer y séptimo día de Pesaj (Shemot 12:16);

        · Shavuot (Vaikrá 23:21);

        · Rosh HaShaná (Vaikrá 23:24);

        · Iom Kippur (Vaikrá 16:29);

        · primer día de Sucot (Vaikrá 23:35);

        · Sheminí Atzeret (Vaikrá 23:36).
3. Pesaj:




        · Comer matzá en la primera noche de Pesaj. (Shemot 12:18)

        · Narrar acerca de la salida de Mitzraim, en la primera noche de Pesaj. (Shemot 13:8)

        · Destruir el jametz sobrante el día anterior a Pesaj. (Shemot 12:15)

        · No comer jametz o productos mixturados con este durante los siete días de Pesaj, y desde la noche previa a la festividad (Shemot 13:3; Shemot 12:20; Devarim 16:3)

        · No poseer, ni ver jametz durante los siete días de la fiesta (Shemot 12:19; Shemot 13:7)
4. Oír el sonido del Shofar en Rosh HaShaná (Bemidbar 29:1)

5. Afligir el alma en Iom Kippur (Vaikrá 16:29)

6. Morar en una Sucá durante los siete días de la festividad (Vaikrá 23:42)

7. Tomar las Cuatro Especies en Sucot (Vaikrá 23:40)

8. Regocijarse en los tres festivales mayores (Pesaj, Shavuot, Sucot). (Devarim 16:14)

9. Llevar la cuenta del Omer (Vaikrá 23:15)

Tabla de contenidos




Familia y matrimonio

1. Honrar al padre y a la madre (Shemot 20:12)

2. Temer reverentemente a la madre y al padre (Vaikrá 19:3)

3. No pegar a los padres (Shemot 21:15)

4. No maldecir a los padres (Shemot 21:17)

5. Tener descendencia (Bereshit 1:28; Bereshit 9:7)

6. Dolerse en la muerte de los familiares próximos.

7. Un cohén no puede tener contacto con cadáveres, excepto los de sus familiares más
próximos.

8. Reglas maritales:





      · Luego del casamiento se puede mantener relaciones sexuales, no antes o fuera del matrimonio (Devarim 24:1,2; Devarim 23:18)

      · El marido se debe consagrar el primer año de casamiento a su esposa (Devarim 24:5)

      · El marido no puede denegar alimentos, vestimentas o derechos sexuales a su esposa.

      · Un hombre no se puede casar con una mujer y su hija (o nieta) al mismo tiempo. (Recordar que de acuerdo a la Torá está permitido para el hombre la poligamia).

      · Un hombre no puede contraer enlace nuevamente con su ex mujer, si está ya se casó con otro hombre luego (Devarim 24:4)

      · Un cohén tiene restringido el casamiento con ciertas mujeres (preguntar a su rabino por los detalles exactos).

      · No casarse con una persona no judía (Devarim 7:3; Devarim 2:4; Devarim 23:8)

      · Una persona que sea producto de una relación adultera o incestuosa no puede casarse con la mayoría de las mujeres judías (preguntar a un rabino) (Devarim 23:3)

      · Un eunuco u hombre con el pene cercenado no puede casarse con una mujer judía, a no ser que haya nacido con esa condición física (Devarim 23:2)

      · Que la viuda sin hijos no case a no ser con el hermano de su difunto marido (Devarim 25:5)

      · Si un hermano vive, mientras el casado murió dejando una viuda sin hijos, el sobreviviente debe casarse con la viuda. (Consular con un rabino) (Devarim 25:5)

      · De no ocurrir lo antedicho proceder con la jalitzá (Devarim 25:9)

      · Entregar el hombre a la mujer un Guet (documento de divorcio) para liberar a la pareja del matrimonio (Devarim 24:1)

      · Quien violó a una mujer y la desposó no la divorcie de por vida (Devarim 22:29)

      · Quien propaló falsos rumores acerca de su esposa no la divorcie de por vida (Devarim 22:19)
9. No tener relaciones sexuales con:




    (Vaikrá 18)

      · En general:

        · con personas del mismo sexo;

        · una mujer casada con otro hombre;

        · una mujer, a no ser que estén casados;

        · una mujer en estado de impureza, o por menstruación o por haber dado a luz;

        · un animal.
      · Familiares:

        · padre;

        · madre o madrastra;

        · hermana, media hermana, o cuñada;

        · la hermana de la esposa, durante el período del matrimonio;

        · hija o nuera;

        · tía;

        · nietos o nietas.
10. No tener ningún contacto físico próximo con ninguna mujer prohibida.

11. Una mujer debe purificarse en un baño ritual (mikve) luego de su período menstrual.
(Vaikrá 15:19; Vaikrá 15:16)

12. Una mujer debe purificarse en un baño ritual (mikve) luego de haber parido. (Vaikrá
2:6; Vaikrá 15:16)

13. Hijos:




      · Redimir al primogénito. (Bemidbar 18:15)

      · Circuncidar a todos los varones a la edad de ocho días (Bereshit 17:10)
14. Aquel que violó a una mujer la despose (Devarim 22:29)

15. Castigar con latigazos a quien difame a su mujer, y además no pueda divorciarla
(Devarim 22:13-19)

16. Juzgar a quien seduzca a una virgen (Shemot 22:15,16)

17. Que la mujer considera infiel beba las `aguas amargas' (Bemidbar 5:19)

Tabla de contenidos




Alimentos

(Shemot 21:28; Vaikrá 11; Vaikrá 23:14; Vaikrá 19:23;
Devarim 14:7,10,11,19,21; Devarim 22:9)



1. La mayoría de los productos no kasher no deben ser comidos nunca.





    No comer:

      · cualquier animal básicamente permitido que haya muerto natural o artificialmente pero no de acuerdo a la ley;

      · cualquier animal herido o muerto por otro animal (Shemot 22:30)

      · cualquier parte de un animal que permanece con vida (Devarim 12:23)

      · humanos;

      · sangre (Vaikrá 7:26)

      · alimañas voladoras;

      · alimañas rastreras;

      · alimañas acuáticas o anfibias;

      · insectos que parasitan en verduras y frutas;

      · parásitos de lo putrefacto.
2. Ciertas cosas que podrían comerse en casos muy especiales, a pesar de estar
prohibida su ingesta.

3. No comer:




      · carne no kasher;

      · aves de corral no kasher;

      · seres marinos no kasher;

      · comer carne cocida en leche; o cocinarlos juntos; (Shemot 23:19; Shemot 34:26)

      · la grasa que recubre el estómago, el hígado, y el riñón (Vaikrá 7:23)

      · la arteria ciática (Bereshit 32:33)
4. Examinar todos los alimentos para constatar su calidad de apto o no para el consumo.

5. Faenar al animal ritualmente (Devarim 12:21)

6. Cubrir la sangre de los animales faenados ritualmente (Vaikrá 17:13)

7. No comer ni beber de forma ordinaria o por demás comedida (Devarim 21:20)

8. No comer en Iom Kipur (Vaikrá 23:27-29)

9. No comer jametz o mezclado con jametz durante Pesaj (Shemot 13:3; Shemot 12:20)

10. No comer jametz la víspera de Pesaj (Devarim 16:3)

Tabla de contenidos







Idolatría

1. Ídolos

1. No indagar en temas de idolatría (Vaikrá 19:4; Devarim 4:19)

2. No hacer grabados de figuras humanas (Shemot 20:20)

3. No adorar o servir ídolos de ninguna manera (Shemot 20:5)

4. No hacer un ídolo para uso propio (Shemot 20:4)

5. No hacer ídolos para otro (Vaikrá 19:4)

6. No erigir monumentos destinados a la idolatría (Devarim 16:22)

7. No plantar árboles en el Santuario o próximos al altar (Devarim 16:21)

8. No sacrificar personas en honor a dioses (Vaikrá 18:21)

9. No jurar en nombre de ídolos (Shemot 23:13)

10. No consumir nada dedicado a un ídolo, ni enriquecerse con ello (Devarim 7:26)

11. No tomar vino usado por idólatras (Devarim 32:38)

12. No beneficiarse con nada de los ídolos, ni como adornos o decoración (Devarim 7:25)

13. Destruir a los ídolos y sus accesorios (Devarim 12:2)

14. No pactar con los pueblos idólatras canaaneos (Devarim 7:1,2)

15. No permitir enlaces matrimoniales con idólatras o su descendencia directa (Devarim
7:3; Devarim 2:4)

16. No permitir que se continúe la idolatría en la tierra de Israel (Shemot 23:33)

17. Erradicar de raíz la idolatría en la Tierra de Israel (Devarim 20:16,17; Devarim
7:2)

18. Destruir las ciudades idólatras (Devarim 13:17)

19. No reedificar las ciudades idólatras, ni obtener provecho de ellas (Devarim 13:17,18)

20. No profetizar ni prestar oídos a quienes profetizan en nombre de dioses (Devarim
18:20; Devarim 13:4)

21. No profetizar en falso (Devarim 18:20)

22. No temer castigar al falso profeta (Devarim 18:22)

23. No inculcar a nadie para que adore dioses (particular o colectivo) (Shemot 23:13;
Devarim 13:14; Devarim 13:7)

24. No contenerse en llevar a un portavoz de la idolatría frente a la justicia en todos
sus sentidos (Devarim 13:9)

25. Odiar por siempre, no tener piedad ni proteger jamás a aquel que indujo a alguno a la
idolatría (Devarim 13:9)

26. No hacerse cortes en la carne o pelarse en honor a los ídolos o como muestra de duelo
frente a la muerte (Devarim 14:1)

27. No inclinarse frente a rocas talladas (Vaikrá 26:1)

28. No seguir las costumbres paganas de ninguna manera (Vaikrá 20:23)

29. No tatuar el cuerpo (Vaikrá 19:28)

30. No rasurar los extremos de la cabeza en círculo (Vaikrá 19:27)

31. No rasurar el rostro con navaja (Vaikrá 19:27)

32. No dejar con vida a los brujos (Shemot 22:17)



2. Prácticas ocultas:

1. No practicar conjuros, hechizos, adivinaciones o actos mediúmicos, la magia,
brujería, realizar encantamientos o sortilegios. (Vaikrá 19:31; Devarim 18:10; Devarim
18:11)

2. No predecir el futuro con la astrología, ni actuar de acuerdo a vaticinios
astrológicos (Devarim 18:10)

Tabla de contenidos





Guerra

1. Aniquilar la descendencia de Amalek (Devarim 25:19)

2. Recordar y no olvidar el daño causado por Amalek (Devarim 25:17,19)

3. Ir a las guerras no obligatorios cuando sea necesario (Devarim 20:10)

4. No destruir los árboles frutales en la guerra (Devarim 20:19)

5. Designar un cohén para que se dirija al pueblo antes de salir a la guerra (Devarim
20:2)

6. Designar un lugar fuera del campamento para la higiene personal de los soldados
(Devarim 23:13)

7. Ir armados y con palas para cavar a la batalla (Devarim 23:10, 14)

8. Tratar a la mujer tomada prisionera de acuerdo a las reglas de la Torá (Devarim
21:10-14)

9. No hacer las paces con amonitas y moabitas (Devarim 23:7)

10. No temer salir a la guerra contra el enemigo pagano (Devarim 7:21)

Tabla de contenidos





Varias

1. Alejar los peligros de la morada (Devarim 22:8)

2. No vestir lana y lino conjuntamente (Devarim 22:11)

3. Un hombre no debe vestir vestidos (o artículos) femeninos (Devarim 22:5)

4. Una mujer no debe vestir ropa masculina (Devarim 22:5)

3. No castrar animales o personas (Vaikrá 22:24)

4. No morar permanentemente en la tierra de Mitzraim (Devarim 17:16)

5. No tomar crías o huevos estando la ave madre en el nido, sino que ahuyentar a la madre
(Devarim 22:6,7)

Tabla de contenidos







Estos son los
requerimientos básicos para una vida humana civilizada:

Las siete mitzvot de los Benei Noaj (humanos
universales)

1. No adorar ídolos.

2. No maldecir a H'.

3. Establecer cortes de justicia.

4. No asesinar.

5. No cometer incesto o adulterio.

6. No hurtar.

7. No comer carne trozada de un animal vivo.








Mizmor 119



ALEF. BIENAVENTURADOS los perfectos de camino; Los que andan en la ley de Hashem.
Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan: Pues no
hacen iniquidad Los que andan en sus caminos. Tú encargaste Que sean muy guardados tus
mandamientos. ¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos A observar tus estatutos! Entonces no
sería yo avergonzado, Cuando atendiese a todos tus mandamientos. Te alabaré con rectitud
de corazón, Cuando aprendiere los juicios de tu justicia. Tus estatutos guardaré: No me
dejes enteramente.



BET. ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. Con todo mi
corazón te he buscado: No me dejes divagar de tus mandamientos. En mi corazón he
guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. Bendito tú, oh Hashem: Enséñame tus
estatutos. Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. Heme gozado en el
camino de tus testimonios, Como sobre toda riqueza. En tus mandamientos meditaré,
Consideraré tus caminos. Recrearéme en tus estatutos: No me olvidaré de tus palabras.



GUIMEL. Haz bien a tu siervo; que viva Y guarde tu palabra. Abre mis ojos, y miraré
Las maravillas de tu ley. Advenedizo soy yo en la tierra: No encubras de mí tus
mandamientos. Quebrantada está mi alma de desear Tus juicios en todo tiempo. Destruiste a
los soberbios malditos, Que se desvían de tus mandamientos. Aparta de mí oprobio y
menosprecio; Porque tus testimonios he guardado. Príncipes también se sentaron y
hablaron contra mí: Mas tu siervo meditaba en tus estatutos. Pues tus testimonios son mis
deleites, Y mis consejeros.



DALET. Pegóse al polvo mi alma: Vivifícame según tu palabra. Mis caminos te conté,
y me has respondido: Enséñame tus estatutos. Hazme entender el camino de tus
mandamientos, Y hablaré de tus maravillas. Deshácese mi alma de ansiedad: Corrobórame
según tu palabra. Aparta de mí camino de mentira; Y hazme la gracia de tu ley. Escogí
el camino de la verdad; He puesto tus juicios delante de mí. Allegádome he a tus
testimonios; Oh Hashem, no me avergüences. Por el camino de tus mandamientos correré,
Cuando ensanchares mi corazón.



HE. Enséñame, oh Hashem, el camino de tus estatutos, Y guardarélo hasta el fin. Dame
entendimiento, y guardaré tu ley; Y la observaré de todo corazón. Guíame por la senda
de tus mandamientos; Porque en ella tengo mi voluntad. Inclina mi corazón a tus
testimonios, Y no a la avaricia. Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu
camino. Confirma tu palabra a tu siervo, Que te teme. Quita de mí el oprobio que he
temido: Porque buenos son tus juicios. He aquí yo he codiciado tus mandamientos:
Vivifícame en tu justicia.



VAV. Y venga a mí tu misericordia, oh Hashem; Tu salud, conforme a tu dicho. Y daré
por respuesta a mi avergonzador, Que en tu palabra he confiado. Y no quites de mi boca en
ningún tiempo la palabra de verdad; Porque a tu juicio espero. Y guardaré tu ley
siempre, Por siglo de siglo. Y andaré en anchura, Porque busqué tus mandamientos. Y
hablaré de tus testimonios delante de los reyes, Y no me avergonzaré. Y deleitaréme en
tus mandamientos, Que he amado. Alzaré Así mismo mis manos a tus mandamientos que amé;
Y meditaré en tus estatutos.



ZAYIN. Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar. Esta
es mi consuelo en mi aflicción: Porque tu dicho me ha vivificado. Los soberbios se
burlaron mucho de mí: Mas no me he apartado de tu ley. Acordéme, oh Hashem, de tus
juicios antiguos, Y consoléme. Horror se apoderó de mí, a causa De los impíos que
dejan tu ley. Cánticos me fueron tus estatutos En la mansión de mis peregrinaciones.
Acordéme en la noche de tu nombre, oh Hashem, Y guardé tu ley. Esto tuve, Porque
guardaba tus mandamientos.



JET. Mi porción, oh Hashem, Dije, será guardar tus palabras. Tu presencia supliqué
de todo corazón: Ten misericordia de mí según tu palabra. Consideré mis caminos, Y
torné mis pies a tus testimonios. Apresuréme, y no me retardé En guardar tus
mandamientos. Compañía de impíos me han robado: Mas no me he olvidado de tu ley. A
media noche me levantaba a alabarte Sobre los juicios de tu justicia. Compañero soy yo de
todos los que te temieren Y guardaren tus mandamientos. De tu misericordia, oh Hashem,
está llena la tierra: Enséñame tus estatutos.



TET. Bien has hecho con tu siervo, Oh Hashem, conforme a tu palabra. Enséñame bondad
de sentido y sabiduría; Porque tus mandamientos he creído. Antes que fuera yo humillado,
descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra. Bueno eres tú, y bienhechor: Enséñame
tus estatutos. Contra mí forjaron mentira los soberbios: Mas yo guardaré de todo
corazón tus mandamientos. Engrasóse el corazón de ellos como sebo; Mas yo en tu ley me
he deleitado. Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos. Mejor me
es la ley de tu boca, Que millares de oro y plata.



YOD. Tus manos me hicieron y me formaron: Hazme entender, y aprenderé tus
mandamientos. Los que te temen, me verán, y se alegrarán; Porque en tu palabra he
esperado. Conozco, oh Hashem, que tus juicios son justicia, Y que conforme a tu fidelidad
me afligiste. Sea ahora tu misericordia para consolarme, Conforme a lo que has dicho a tu
siervo. Vengan a mí tus misericordias, y viva; Porque tu ley es mi deleite. Sean
avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado: Yo empero, meditaré en
tus mandamientos. Tórnense a mí los que te temen Y conocen tus testimonios. Sea mi
corazón íntegro en tus estatutos; Porque no sea yo avergonzado.



KAF. Desfallece mi alma por tu salud, Esperando en tu palabra. Desfallecieron mis ojos
por tu palabra, Diciendo: ¿Cuándo me consolarás? Porque estoy como el odre al humo; Mas
no he olvidado tus estatutos. ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás
juicio contra los que me persiguen? Los soberbios me han cavado hoyos; Mas no obran según
tu ley. Todos tus mandamientos son verdad: Sin causa me persiguen; ayúdame. Casi me han
echado por tierra: Mas yo no he dejado tus mandamientos. Vivifícame conforme a tu
misericordia; Y guardaré los testimonios de tu boca.



LAMED. Para siempre, oh Hashem, Permenece tu palabra en los cielos. Por generación y
generación es tu verdad: Tú afirmaste la tierra, y persevera. Por tu ordenación
perseveran hasta hoy las cosas criadas; Porque todas ellas te sirven. Si tu ley no hubiese
sido mis delicias, Ya en mi aflicción hubiera perecido. Nunca jamás me olvidaré de tus
mandamientos; Porque con ellos me has vivificado. Tuyo soy yo, guárdame; Porque he
buscado tus mandamientos. Los impíos me han aguardado para destruirme: Mas yo entenderé
en tus testimonios. A toda perfección he visto fin: Ancho sobremanera es tu mandamiento.



MEM. ¡Cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. Me has hecho más
sabio que mis enemigos con tus mandamientos; Porque me son eternos. Más que todos mis
enseñadores he entendido: Porque tus testimonios son mi meditación. Más que los viejos
he entendido, Porque he guardado tus mandamientos. De todo mal camino contuve mis pies,
Para guardar tu palabra. No me aparté de tus juicios; Porque tú me enseñaste. ¡Cuán
dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. De tus mandamientos he
adquirido inteligencia: Por tanto he aborrecido todo camino de mentira.



NUN. Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. Iuré y ratifiqué El
guardar los juicios de tu justicia. Afligido estoy en gran manera: oh Hashem, Vivifícame
conforme a tu palabra. te ruego, oh Hashem, te sean agradables los sacrificios voluntarios
de mi boca; Y enséñame tus juicios. De continuo está mi alma en mi mano: Mas no me he
olvidado de tu ley. Pusiéronme lazo los impíos: Empero yo no me desvié de tus
mandamientos. Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; Porque son el gozo de mi
corazón. Mi corazón incliné a poner por obra tus estatutos De continuo, hasta el fin.



SAMEJ. Los pensamientos vanos aborrezco; Mas amo tu ley. Mi escondedero y mi escudo
eres tú: En tu palabra he esperado. Apartaos de mí, malignos; Pues yo guardaré los
mandamientos de mi Dios. Susténtame conforme a tu palabra, y viviré: Y no me
avergüences de mi esperanza. Sosténme, y seré salvo; Y deleitaréme siempre en tus
estatutos. Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos: Porque mentira es su
engaño. Como escorias hiciste consumir a todos los impíos de la tierra: Por tanto yo he
amado tus testimonios. Mi carne se ha extremecido por temor de ti; Y de tus juicios tengo
miedo.



AIN. Juicio y justicia he hecho; No me dejes a mis opresores. Responde por tu siervo
para bien: No me hagan violencia los soberbios. Mis ojos desfallecieron por tu salud, Y
por el dicho de tu justicia. Haz con tu siervo según tu misericordia, Y enséñame tus
estatutos. Tu siervo soy yo, dame entendimiento; Para que sepa tus testimonios. Tiempo es
de hacer, oh Hashem; Disipado han tu ley. Por eso he amado tus mandamientos Más que el
oro, y más que oro muy puro. Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé
rectos: Aborrecí todo camino de mentira.



PE. Maravillosos son tus testimonios: Por tanto los ha guardado mi alma. El principio
de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples. Mi boca abrí y suspiré; Porque
deseaba tus mandamientos. Mírame, y ten misericordia de mí, Como acostumbras con los que
aman tu nombre. Ordena mis pasos con tu palabra; Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
Redímeme de la violencia de los hombres; Y guardaré tus mandamientos. Haz que tu rostro
resplandezca sobre tu siervo; Y enséñame tus estatutos. Ríos de agua descendieron de
mis ojos, Porque no guardaban tu ley.



TZADIK. Iusto eres tú, oh Hashem, Y rectos tus juicios. Tus testimonios, que has
recomendado, Son rectos y muy fieles. Mi celo me ha consumido; Porque mis enemigos se
olvidaron de tus palabras. Sumamente acendrada es tu palabra; Y la ama tu siervo. Pequeño
soy yo y desechado; Mas no me he olvidado de tus mandamientos. Tu justicia es justicia
eterna, Y tu ley la verdad. Aflicción y angustia me hallaron: Mas tus mandamientos fueron
mis deleites. Iusticia eterna son tus testimonios; Dame entendimiento, y viviré.



COf. Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Hashem, Y guardaré tus estatutos. A ti
clamé; sálvame, Y guardaré tus testimonios. Anticipéme al alba, y clamé: Esperé en
tu palabra. Previnieron mis ojos las vigilias de la noche, Para meditar en tus dichos. Oye
mi voz conforme a tu misericordia; Oh Hashem, vivifícame conforme a tu juicio.
Acercáronse a la maldad los que me persiguen; Alejáronse de tu ley. Cercano estás tú,
oh Hashem; Y todos tus mandamientos son verdad. Ya ha mucho que he entendido de tus
mandamientos, Que para siempre los fundaste.



RESH. Mira mi aflicción, y líbrame; Porque de tu ley no me he olvidado. Aboga mi
causa, y redímeme: Vivifícame con tu dicho. Lejos está de los impíos la salud; Porque
no buscan tus estatutos. Muchas son tus misericordias, oh Hashem: Vivifícame conforme a
tus juicios. Muchos son mis perseguidores y mis enemigos; Mas de tus testimonios no me he
apartado. Veía a los prevaricadores, y carcomíame; Porque no guardaban tus palabras.
Mira, oh Hashem, que amo tus mandamientos: Vivifícame conforme a tu misericordia. El
principio de tu palabra es verdad; Y eterno es todo juicio de tu justicia.



SHIN. Príncipes me han perseguido sin causa; Mas mi corazón tuvo temor de tus
palabras. Gózome yo en tu palabra, Como el que halla muchos despojos. La mentira
aborrezco y abomino: Tu ley amo. Siete veces al día te alabo Sobre los juicios de tu
justicia. Mucha paz tienen los que aman tu ley; Y no hay para ellos tropiezo. Tu salud he
esperado, oh Hashem; Y tus mandamientos he puesto por obra. Mi alma ha guardado tus
testimonios, Y helos amado en gran manera. Guardado he tus mandamientos y tus testimonios;
Porque todos mis caminos están delante de ti.



TAF. Acérquese mi clamor delante de ti, oh Hashem: Dame entendimiento conforme a tu
palabra. Venga mi oración delante de ti: Líbrame conforme a tu dicho. Mis labios
rebosarán alabanza, Cuando me enseñares tus estatutos. Hablará mi lengua tus dichos;
Porque todos tus mandamientos son justicia. Sea tu mano en mi socorro; Porque tus
mandamientos he escogido. Deseado he tu salud, oh Hashem; Y tu ley es mi delicia. Viva mi
alma y alábete; Y tus juicios me ayuden. Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a
tu siervo; Porque no me he olvidado de tus mandamientos.









Glosario



Licenciado en Psicología Prof. Yehuda Ribco - Av 5758, modificado en Rosh jodesh
Kislev 5759



(En preparación una versión ampliada.)



Darjey Noam



(En las citas de textos o parshanim, los comentarios
entre paréntesis son nuestros y no de las fuentes)




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