Es importante entender por qué los judíos no creen en Jesús. El
propósito no es despreciar otras religiones, sino plantear y clarificar
la posición judía. Cuanta más información haya para escoger, la gente
podrá tomar mejores decisiones acerca de sus vidas espirituales.
Los judíos no aceptan a Jesús como su Mesías porque:
– Jesús no cumplió las profecías mesiánicas.
– El cristianismo contradice la teología judía.
– Jesús no cumplió con los requisitos de Mesías.
– Los versículos bíblicos referentes a “Jesús” son traducciones incorrectas.
– La creencia judía está basada en una revelación nacional.
Jesús no Cumplió las Profecías Mesiánicas
¿Qué es lo que el Mesías tiene que lograr?
La Biblia dice que debe:
– Construir el Tercer Templo (Ezequiel 37:26-28)
– Reunir a todos los judíos de regreso en la Tierra de Israel (Isaías 43:5-6).

Traer una era de paz mundial, acabar con el odio, la opresión, el
sufrimiento y la enfermedad. Como está escrito: “Una nación no levantará
espada contra otra nación; y tampoco los hombres estudiarán más cómo
hacer guerra”(ver Isaías 2:4).
– Esparcir un conocimiento universal
sobre el Dios de Israel – uniendo a toda la raza humana como una. Como
está escrito: “Dios será Rey sobre todo el mundo – ese día, Dios será
Uno y Su Nombre será Uno” (Zacarías 14:9).
El hecho histórico es que Jesús no cumplió con ninguna de estas profecías mesiánicas.
El Cristianismo Contradice la Teología Judía
¿Dios como tres?
La idea cristiana de la trinidad divide a Dios en tres entes separados: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Mateo 28:19).
Esto
contradice al Shemá, la base de la creencia judía: “Escucha Israel, el
Señor es nuestro Dios, el Señor es UNO” (Deuteronomio 6:4). Los judíos
declaran la unicidad de Dios cada día, escribiéndola en los marcos de
sus puertas – las mezuzot, y atándola a sus brazos y a sus cabezas – los
Tefilin. Esta aseveración de la unicidad de Dios son las primeras
palabras que se le enseñan a un niño judío, y las últimas palabras que
se dicen antes de morir.
En la ley judía, el adorar a una trinidad
divina es considerado idolatría – uno de los pecados cardinales por los
que un judío debe dar la vida antes de transgredirlo. Esto explica por
qué durante las inquisiciones y durante toda nuestra historia, los
judíos han preferido dar sus vidas antes que convertirse.
¿El Hombre Como Dios?
Los
cristianos creen que Dios vino a la tierra tomando la forma de un
hombre, como Jesús dijo: “Yo y el Padre somos uno” (Juan 10:30).
Maimónides
dedica la mayoría de su libro “La Guía de los Perplejos” a la idea
fundamental de que Dios carece de cuerpo, es decir de una forma física.
Dios es Eterno, está por encima del tiempo. Es Infinito, más allá del
espacio. No pudo haber nacido y no puede morir. Decir que Dios asume una
forma humana hace a Dios pequeño, destruyendo Su Unicidad y Divinidad,
como dice la Torá: “Dios no es un mortal” (Números 23; 19).
El
judaísmo dice que el Mesías va a nacer de padres humanos, con atributos
físicos como cualquier otra persona. No va a ser un semi-dios, y no va a
poseer características sobrenaturales. De hecho, un individuo vive en
cada generación con la capacidad de tomar el papel de Mesías (ver
Maimónides- Leyes de Reyes 11:3).
¿Intermediario Para el Rezo?
Una
idea básica del cristianismo es que el rezo debe ser dirigido a través
de un intermediario – por ejemplo confesar los pecados a un cura. Jesús
mismo es un intermediario, como él mismo dijo: “Ningún hombre venga
hacia al Padre sino a través mío”.
En el judaísmo, el rezo es una
cuestión totalmente privada, entre cada individuo y Dios. Como la Biblia
dice: “Dios está cercano a todo aquel que lo llame verdaderamente”
(Salmos 145: 18). Más aún, los Diez Mandamientos dicen: “No debes tener
otros dioses delante de Mí”, es decir que está prohibido poner un
mediador entre Dios y el hombre. (Ver Maimónides – Leyes de idolatría
Cáp. 1).
Participación en el Mundo Físico
El cristianismo
comúnmente trata al mundo físico como algo malo que debe ser evitado.
María, la mujer cristiana más sagrada es retratada como una virgen.
Entre los curas y las monjas son célibes. Los monasterios están en
lugares remotos y alejados.
Por el contrario, el judaísmo cree que
Dios creó el mundo físico para nuestro beneficio, no para frustrarnos.
La espiritualidad judía se obtiene mediante la utilización del mundo
físico de manera tal que lo eleva. Las relaciones íntimas en un contexto
adecuado es uno de los actos más sagrados que una persona puede
realizar.
El Talmud dice que si una persona tiene la oportunidad de
probar una fruta nueva y se rehúsa a hacerlo, tendrá que rendir cuentas
de ello en el mundo venidero. Asimismo, las escuelas rabínicas judías
enseñan cómo actuar correctamente en el ámbito comercial. Los judíos no
se retiran de la vida, la elevan.
Jesús no Cumplió con los Requisitos de Mesías.
Mesías como Profeta
Jesús
no fue un profeta. La profecía sólo puede existir cuando la tierra está
habitada por una mayoría de judíos. Durante el tiempo de Ezrá (C. año
300 a.e.c.) la mayoría de los judíos se rehusaron a desplazarse de
Babilonia hacia Israel, por ende la profecía terminó con la muerte de
los últimos profetas – Jagai, Zacarías y Malají.
Jesús apareció en la escena aproximadamente 350 años después de terminada la época de los profetas.
Descendiente de David
El
Mesías debe ser descendiente del rey David por el lado paterno (Ver
Génesis 49:10 e Isaías 11:1). De acuerdo al cristianismo que dice que
Jesús fue producto del nacimiento de una virgen, él no tuvo un padre – y
por ende no pudo haber tenido la posibilidad de cumplir la profecía
mesiánica de ser descendiente del rey David por el lado paterno.
Observancia de la Torá
El
Mesías va hacer que el pueblo judío cumpla con todas las leyes de la
Torá. La Torá plantea que todas las mitzvot permanecerán obligatorias
para siempre y que cualquiera que venga a cambiar la Torá es
inmediatamente identificado como un falso profeta (Deuteronomio 13; 1 –
4).
A lo largo del nuevo testamento Jesús contradice a la Torá y dice
que seis mandamientos ya no son aplicables (Juan 1:45 y 9:16, Acts 3:22
y 7:37).
Los Versículos Bíblicos Referentes a “Jesús” son Traducciones Incorrectas
Los
versículos bíblicos sólo pueden ser entendidos al estudiar el texto en
su idioma original – lo que revela muchas discrepancias con la
traducción cristiana.
Una Virgen Dio a Luz
La idea cristiana de
que una virgen dio a luz ha derivado de un versículo en Isaías que
describe a una “almá” dando a luz. La palabra hebrea “almá” siempre ha
significado “una mujer joven”, pero los teólogos cristianos vinieron
siglos después a traducirla como “virgen”. Esto está de acuerdo con la
idea pagana de que los mortales son absorbidos por dioses.
Crucifixión
El
versículo en Salmos 22:17 dice: “Como un león ellos están en mis manos y
pies”. La palabra hebrea ke-ari (como un león) es gramaticalmente
similar a la palabra “clavado”. Sin embargo, el cristianismo lee el
versículo como una referencia a la crucifixión: “Ellos perforaron mis
manos y pies”.
Un Sirviente que Sufre
Los cristianos declaran que
en el libro de Isaías, capítulo 53, el texto se refiere a Jesús. Pero en
realidad, el profeta Isaías en el capítulo 53 de su libro continúa
directamente el tema del capítulo 52 describiendo el exilio y la
redención del pueblo judío. Las profecías están escritas en el singular
puesto que los judíos (“Israel”) son considerados como una unidad. La
Torá está llena de ejemplos del pueblo judío considerado con un
pronombre singular.
Irónicamente las profecías de persecución de
Isaías se refieren en parte al siglo XI cuando los judíos fueron
torturados y matados por las cruzadas que actuaron en nombre de Jesús.
¿De
dónde surgieron estas traducciones erróneas? San Gregorio, el Arzobispo
de Nacianzo del siglo IV escribió: “Un poquito de jerga es todo lo que
se necesita para imponerse sobre la gente. Cuanto menos comprendan, más
admirarán”.
La Creencia Judía Está Basada en una Revelación Nacional
De
las 15.000 religiones que existieron en la historia de la humanidad
sólo el judaísmo basa sus creencias en una revelación nacional – es
decir: Dios hablándole a todo el pueblo. Si Dios va a comenzar una
religión, tiene sentido que se lo diga a todos, y no sólo a una persona.
El
judaísmo, único entre la mayoría de las religiones principales del
mundo, no basa sus creencias en “declaraciones de milagros” para
establecer su religión. De hecho la Biblia dice que Dios algunas veces
garantiza el poder de hacer “milagros” a los charlatanes, para poder
probar la lealtad de los judíos hacia la Torá. (Deuteronomio. 13:4).
Maimónides dice (Pilares de la Torá Cáp. 8):
Los
judíos no creyeron en Moshé, nuestro maestro, por los milagros que
realizó. Cuando la creencia de una persona está basada en ver milagros,
tiene dudas persistentes, porque es posible que los milagros fueran
hechos a través de la magia o la brujería. Todos los milagros realizados
por Moshé en el desierto ocurrieron porque fueron necesarios, y no como
prueba de su profecía.
¿Cuál fue entonces la base de la creencia
judía? La revelación en el Monte Sinai, que vimos con nuestros propios
ojos y escuchamos con nuestros oídos, sin depender del testimonio de
otros. Como está escrito: “Cara a cara, Dios habló contigo…”. La Torá
también cita: “Dios no hizo este pacto con nuestros padres, sino con
nosotros – que estamos todos vivos hoy”. (Deuteronomio 5:3).
El judaísmo no está basado en “milagros”. Es la experiencia personal de cada hombre, mujer y niño.
Judíos y Gentiles
El
judaísmo no demanda que todos se conviertan a la religión judía. La
Torá de Moshé es la verdad para la humanidad, sea la persona un judío o
no. El rey Salomón le pidió a Dios contestar los rezos de los no-judíos
que iban al Templo Sagrado (Reyes I 8:41-43). El profeta Isaías se
refiere al Templo como la “Casa para las naciones”. El servicio en el
Templo durante Sucot presentaba 70 sacrificios animales correspondientes
a las 70 naciones del mundo. (De hecho, el Talmud dice que si los
romanos se hubieran dado cuenta del beneficio que obtenían del Templo,
nunca lo hubieran destruido).
Los judíos nunca han buscado convertir a
la gente, puesto que la Torá prescribe un camino adecuado para los
gentiles, llamado las “siete leyes de Noaj”. Maimónides explica que
cualquier ser humano, que con fe observa estas leyes morales básicas,
gana un lugar propio en el cielo.
Trayendo al Mesías
Maimónides
declara que la popularidad del cristianismo (y del Islam) es parte del
plan de Dios de extender las ideas de la Torá a todo el mundo. Esto
mueve a la sociedad hacia un estado perfecto de moralidad, y hacia una
mayor comprensión de Dios. Todo esto en preparación para la era
mesiánica.
Por cierto, el mundo está desesperadamente necesitado de
la redención mesiánica. La guerra y la contaminación ambiental amenazan
nuestro planeta; el ego y la confusión erosionan nuestra vida familiar.
Hasta donde estemos conscientes de los problemas sociales, es el
determinante de nuestro anhelo por la redención. Como dice el Talmud,
una de las primeras preguntas que se le hace a un judío en su juicio
celestial es: “¿Has anhelado la llegada del Mesías?”.
¿Cómo podemos
apresurar la llegada del Mesías? La mejor manera es amar generosamente a
toda la humanidad, cuidar las mitzvot de la Torá (como mejor podamos), y
animar a los demás a que también lo hagan.
A pesar de la penumbra,
el mundo está encaminado hacia la redención. Un signo evidente es que
los judíos han regresado a la Tierra de Israel y la han hecho florecer nuevamente.Además, hay un gran movimiento de jóvenes judíos regresando a las tradiciones de la Torá.
El
Mesías puede venir en cualquier momento, y todo depende de nuestras
acciones. Dios está listo cuando nosotros lo estamos. Como dijo el rey
David: “La redención llegará hoy – Si escuchas Su voz”.


Anuncios