jueves, 8 de junio de 2017

Lo blanco y lo negro de los judíos en Inglaterra, una mirada a través de la historia (Parte I) - Enlace Judío

Lo blanco y lo negro de los judíos en Inglaterra, una mirada a través de la historia (Parte I) - Enlace Judío






Historia de los judíos en Francia



Estrella de David Judíos en Francia Bandera de Francia
יהדות צרפת (en hebreo)

Juifs français (en francés)
Napoleon stellt den israelitischen Kult wieder her, 30. Mai 1806.jpg

Napoleón Bonaparte garantiza la libertad de culto para los judíos en Francia.
Población censal 480.000 - 550.0001 2 3 4 5
Descendencia estimada 600.0006
Idiomas francés, yidis, hebreo, ladino
Religiones judaísmo
Migraciones relacionadas judíos en Alemania, judíos en España
Asentamientos y comunidades activas
1.º Isla de Francia
2.º Provenza-Alpes-Costa Azul
Asociaciones civiles destacadas
1.º Conseil Représentatif des Institutions juives de France
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La historia de los judíos en Francia se remonta a los inicios de la Era Común, con el exilio de ciertos miembros de la clase dirigente de Judea a Galia. La presencia judía en la Galia romana es testificada por varias fuentes, tales como Gregorio de Tours y los descubrimientos arqueológicos. En la Edad Media, los radhanitas impulsaron el comercio internacional. En el siglo XI, Francia se convirtió en un polo de atracción de la cultura judía, albergando en el norte a las comunidades de Tzarfatim,7 de origen askenazí, y a los judíos de Provenza al sur; sin embargo, a esta época le siguen las Cruzadas en el siglo XII, los procesos entablados al Talmud en el siglo XIII y las expulsiones más o menos temporales del siglo XIV. Estas medidas golpearon al conjunto de la comunidad judía, con excepción de los judíos comtadinos (del Condado Venaissin), protegidos por el Papa.


El siglo XVI fue testigo de la llegada a Burdeos
de una población particular: los nuevos cristianos provenientes de
Portugal. Si bien algunos de ellos adoptaron efectivamente el catolicismo, la mayor parte continuó practicando el judaísmo en secreto.


En el siglo XVIII, la Revolución francesa
fue seguida por una mutación profunda y decisiva para el judaísmo
mundial: Francia fue el primer país de Europa en emancipar e integrar a
los judíos en la nación; sin embargo, esta adquisición de la igualdad
ante la ley suscitó un renacimiento de un antisemitismo típicamente francés, el cual se reveló en el Caso Dreyfus a fines del siglo XIX. Provisionalmente contenido, el antisemitismo regresó con fuerza en el siglo XX, en la Francia de Vichy. Debido al Holocausto,
la comunidad judía fue profundamente marcada por la desaparición de un
cuarto de sus miembros y, en particular, de los judíos extranjeros
presentes en territorio francés en 1940. Esta tasa de mortalidad es, sin embargo, marcadamente inferior a aquella de otros países de Europa ocupados por el régimen nazi, como los Países Bajos o los países de Europa central. En Francia, la memoria judía no se reconstruyó progresivamente sino a partir de los años 1970.


En los años 1950 y 1960, se incrementó un fuerte flujo de judíos sefardíes y transformó la comunidad judía francesa que perdió su carácter mayoritariamente askenazí. En efecto, los judíos pieds-noirs fueron obligados a abandonar África del Norte tras la independencia de Marruecos y Túnez en la década de 1950, de la Crisis de Suez con Egipto en 1956 y, sobre todo, de la pérdida de Argelia en 1962. La mayor parte francesa o francófona se refugió principalmente en Francia y en Israel.


Actualmente, la comunidad judía de Francia está conformada por 488.000 personas, según la Agencia Judía,8 lo que la convierte en la comunidad judía más importante de Europa. Los judíos franceses se reparten principalmente en las ciudades de París, Marsella, Lyon, Niza, Tolosa y Estrasburgo. Esta comunidad, en su mayoría sefardí desde hace algunas décadas, se caracteriza por su gran diversidad con respecto a la tradición, desde los jaredíes (judíos ultra-ortodoxos) hasta los judíos asimilados.



Índice

Épocas galo-romana y merovingia

El primer judío que se conoce vivió en Galia fue de linaje real: se trata de Herodes Arquelao,9 etnarca de Judea e hijo de Herodes I el Grande, exiliado por César Augusto en Vienne en el año 6.10 Diez años más tarde, fallecía Herodes Arquelao y su hermano Herodes Antipas que tenía el título de tetrarca de Galilea y Perea fue exiliado en 39 por Calígula en Lyon,11 a a Lugdunum Convenarum (Saint-Bertrand-de-Comminges). Si bien no se conocen posteriores exiliados, la presencia judías es confirmada desde fines del siglo I por los vestigios arqueológicos, tales como una lámpara de aceite adornada del candelabro de siete brazos (un menora) descubierto en 1967 en Orgon.11 12
Según una tradición, los primeros visitantes judíos constataron el
parecido con Sarepta (en hebreo bíblico, צרפת, Tzarfát), la Galia y
luego Francia recibieron el nombre de esta localidad del sur de Líbano y la conservaron hasta la actualidad en hebreo moderno.13


La Enciclopedia Judía14 indica que en el siglo IV Hilario de Poitiers, obispo de esta ciudad, fue felicitado por haber abandonado la sociedad judía. Un decreto de los emperadores Teodosio II y Valentiniano III, emitido en Amatius, prefectura de Galia, el 9 de julio de 425,
prohibió a los judíos y a los paganos ser abogados o magistrados o
funcionarios públicos, de forma que los cristianos no se convirtieran en
sus subordinados y que los judíos y paganos fueran incitados a
convertirse al cristianismo. En los funerales de Hilario, arzobispo de Arlés, en 449, los judíos y los cristianos se afligieron en conjunto mientras que estos últimos cantaban salmos en idioma hebreo. Pero, en el año 465 en el Concilio de Vannes, la Iglesia Católica
prohibió a sus sacerdotes participar en las comidas dadas por los
judíos, ya que los judíos rechazaban participar en las comidas
preparadas por los cristianos.


En el siglo VI, se encuentran judíos en Marsella, Arlés, Uzès, Narbona, Clermont-Ferrand, Orleans, París y Burdeos.
Estas ciudades fueron, generalmente, centros administrativos romanos
situados en las grandes vías comerciales y los judíos poseían sinagogas en ellas. Siempre respetando un edicto emitido en 331 a los decuriones de Colonia por el emperador Constantino I el Grande y el Código Teodosiano,
la organización interna de los judíos de esta época pareció haber sido
la misma que en el Imperio romano. Los judíos fueron principalmente
mercaderes; fueron igualmente recaudadores de impuestos, marinos y
médicos. Hasta que se aplicó la ley romana y tras el estatuto
establecido por Caracalla, se encuentran en igualdad de condiciones con sus conciudadanos. En 321, el emperador Constantino I el Grande los constriñó a participar en su curia
con un fuerte impuesto que debieron asumir todos los ciudadanos de las
ciudades. Todo deja pensar que sus relaciones con sus conciudadanos
no-judíos fueron amistosas, incluso después del establecimiento del cristianismo en Galia.
Se sabe que el clero cristiano participó en sus festividades y, algunas
veces, se realizaron matrimonios interreligiosos entre judíos y
cristianos. El judaísmo ganó adeptos y sus costumbres religiosas fueron
tan libremente adoptadas que, en el tercer Concilio de Orleans (539),
las autoridades religiosas cristianas juzgaron necesario advertir a los
fieles contra las « supersticiones judías» y ordenarles que se abstenga
de desplazar el domingo como día de guardar.



Inscripción funeraria de Narbona (689), conservada en el Museo Arqueológico de Béziers.
A fines del siglo VI, los judíos conocieron situaciones muy diversas: Gregorio de Tours relata que en 576 una revuelta destruyó la sinagoga de Clermont, tras lo cual los judíos de la ciudad aceptaron el bautismo.15 Por el contrario, el judío de París Priscus fue consejero del rey Chilperico I y, tras un altercado con este, se niega a convertirse sin sufrir daño alguno por ello.16


En 591, los judíos expulsados de la ciudad de Orleans se refugiaron en la Provenza. Sobre este asunto, una carta del papa Gregorio Magno reprendió al Arzobispo de Arles debido a numerosas quejas por las conversiones forzadas.


En 629, Dagoberto I propuso expulsar de sus dominios a todos los judíos que no aceptaran el cristianismo. A partir de su reinado hasta el de Pipino el Breve apenas hay otras indicaciones. En cambio, en el sur de Francia, en la región conocida entonces como Septimania, una dependencia de los reyes visigodos de España, los judíos continuaron allí y prosperaron. De esta época (689 data la inscripción funeraria judía más antigua conocida en Francia, aquella de Narbona.
Los judíos de Narbona, principalmente negociantes, se entendieron bien
con el resto de la población que entonces se rebelaba a menudo contra
los reyes visigodos.


Período carolingio

La comunidad judía fue numerosa bajo el reinado de Carlomagno
y su estatus fue fijado por ley. Los judíos prestaron juramento según
una fórmula especial y se les permitió intentar un proceso contra los
cristianos. En sus relaciones con estos últimos, no tuvieron otras
obligaciones más que acordar con el descanso dominical. No debían
realizar intercambio de monedas, de vino o de trigo. La disposición más
importante era el hecho de que eran juzgados por el mismo emperador. Se
dedicaron a los negocios internacionales.17 Por ejemplo, Carlomagno empleó a un judío para traer de Palestina mercancías preciosas. Otro judío, Isaac, fue enviado por Carlomagno en 797 junto con dos embajadores ante el califa abasí Harún al-Rashid.18 Fue él quien, de retorno a Aquisgrán en 802, entregó a Carlomagno los regalos recibidos de Harún al-Rashid, entre ellos un elefante.15
De hecho, parecía que el reino de Carlomagno fue más bien favorable a
la presencia judía, aunque puede considerarse una discriminación que, en
un juicio, los judíos hayan debido presentar más testigos que los
cristianos para poder ganar sus causas.19 Se habla incluso de una familia de príncipes judíos (o « Nasi») en Narbona.20


Ludovico Pío (814-833),
fiel a los principios de su padre, aprobó una estricta protección a las
judíos, a quienes concedió una atención particular en razón de sus
actividades de negociantes. En una carta a Ludovico Pío, Agobardo (778-840), arzobispo de Lyon, hizo varios reproches a los judíos: comprarían esclavos cristianos en Lyon para revenderlos en España;21 serían supersticiosos
y tendrían creencias absurdas; influencerían gravemente en los
cristianos y pretenderían que estos adoren a sus ídolos. Agobardo no
tuvo éxito en convencer a Ludovico Pío,22
pero sus alegatos parecían mostrar la prosperidad de la que gozaban los
judíos de Lyon; sin embargo, el comportamiento de este obispo, hostil a
la comunidad judía de Lyon protegida por el rey Ludovico Pío, va a empujar a los judíos a emigrar hacia Arlés y a las ciudades del Mediodía, lo que acredita la probable presencia de una comunidad judía importante en las comunidades meridionales a inicios del siglo IX.


Henri Pirenne23 constató que en el siglo VIII el comercio entre Occidente y Oriente no se hacía más que por los negociantes judíos, único vínculo entre el Islam y la Cristiandad.17 Es posible pensar que los mercaderes judíos del valle del Ródano eran radhanitas,
grandes viajeros, hombres de gran cultura y que hablaban varias lenguas
gracias al contacto que mantenían entre el Oriente y Occidente.15


Los primeros Capetos (987-1096)


Mapa de las expulsiones de judíos en Europa entre 1100 y 1600. En naranja la expulsión de judíos de Francia.

Primeras persecuciones

La vida relativamente apacible de los judíos bajo los carolingios
trajo consigo el desarrollo de nuevas comunidades, especialmente en Tolosa, Carcasona, Chalon-sur-Saône, Sens y Metz.24
Pero la caída de los carolingios se precipitó rápidamente y la suerte
de los judíos se volvió completamente dependiente de la buena voluntad
del poder local. En 987, Hugo Capeto fue el primer Capeto en subir al trono de Francia.





Véase también

Referencias


  • Jewish Virtual Library (2012). «Jewish Population of the World». Consultado el 29 de enero de 2014.

    1. EJSF, De l'an 1000 à l'expulsion de 1394

    Bibliografía

    • Hirsch Graetz. Histoire des Juifs,
      editor François-Dominique Fournier (la edición original apareció de
      1853 a 1875). En el cuerpo de este artículo, las referencias sobre esta
      obra se identifican por las iniciales HJ seguidas de un enlace al
      capítulo pertinente.
    • Este artículo incluye texto proveniente del artículo Jacobs, Joseph; Israel Levi (1901-1906). «Francia». Enciclopedia Judía. Consultado el 3 de abril de 2009. ,
      una publicación de dominio público. Al interior del artículo, las
      referencias a la Enciclopedia Judía son identificadas con las iniciales
      EJ seguidas del título del párrafo de esta enciclopedia. Para el período
      que va hasta el fin del siglo VI, esta utiliza como fuente la siguiente obra de dominio público disponible en gallica: Histoire des Francs (en francés). París: J.-L.-L. Brière. 1823.
    • Bernhard Blumenkranz (dir.), Histoire des Juifs en France,
      Toulouse, 1972. Al interior del artículo, las referencias a esta obra se
      identifican por las iniciales HJF seguidas de la referencia completa.
    • Esther Benbassa. Histoire des Juifs de France, París: Seuil, 1997
    • David Feuerwerker. L'Émancipation des Juifs en France. De l'Ancien Régime à la fin du Second Empire, Albin Michel, Paris, 1976. ISBN 2-226-00316-9
    • Rita Hermon-Belot, L'émancipation des Juifs en France, P.U.F., collection Que sais-je?, Paris, 1999
    • Béatrice Philippe, Être juif dans la société française, ISBN 2-85870-017-6,
      1979, éditions Montalba. Dans le corps de cet article, les références
      vers cet ouvrage sont identifiées par les initiales EJSF suivies de la
      référence dans le livre.
    • Philippe Bourdrel, Histoire des Juifs de France - Tome 1. Des origines à la Shoah. Tome 2. De la Shoah à nos jours(2004)
    • Michel Winock. La France et les Juifs. De 1789 à nos jours. París: Seuil, 2004, ISBN 2-02-083787-0
    • Pierre Birnbaum. Les fous de la République. Histoire des Juifs d'État de Gambetta à Vichy. París: Fayard, 1992, rééd. « Poche» Le Seuil, 1994. ISBN 2-02-020505-X
    • Yagil, Limor (1995). Chrétiens et Juifs sous Vichy, 1940-1944: sauvetage et désobéissance civile. París: Cerf.
    • Raymond Aron. De Gaulle, Israël et les Juifs, Plon, 1968
    • Benjamin de Tudèle, Voyage de Rabbi Benjamin, fils de Jona de Tudèle, en Europe, en Asie et en Afrique depuis l'Espagne jusqu'à la Chine, editor Jean-Philippe Baratier, 1732. Este libro escrito por un rabino viajero del siglo XII está disponible en Gallica. Describe la vida de los judíos del sur de Francia y menciona la comunidad judía de Estrasburgo.
    • Maurice Gelbard, 1808 - 2008, Bicentenaire de l'organisation du culte israélite par Napoléon 1.er, 2007, ISBN 2-9505795-8-2
    • Sitio del judaísmo de Alsacia y Lorena, una fuente de información detallada sobre la historia de las comunidades judías de Alsacia y Lorena.

    Enlaces externos

    Menú de navegación


  • The Times of Israel (14 de enero de 2013). «French Jews fear anti-Semitism will destroy community». Consultado el 5 de febrero de 2013.


  • Joe Berkofsky (25 de marzo de 2012). «More Than One Quarter of Jews in France Want To Leave, Poll Finds». Jewish Federations. Archivado desde el original el 25 de noviembre de 2015. Consultado el 5 de febrero de 2013.


  • Gil Yaron (22 de marzo de 2012). «Fears of Anti-Semitism: More and More French Jews Emigrating to Israel». Spiegel. Consultado el 5 de febrero de 2013.


  • France info. «La communauté juive de France compte 550.000 personnes, dont 25.000 à Toulouse» (en francés). Consultado el 9 de enero de 2015.


  • John Irish and Guillaume Serries (Marzo de 2012). «Gunman attacks Jewish school in France, four killed». Reuters. Consultado el 5 de febrero de 2013.


  • Francés, en hebreo


  • DellaPergola, Sergio (2008). Agencia Judía, ed. «Annual Assessment 2008» (en inglés). Consultado el 3 de abril de 2009.


  • Herodes I el Grande y su familia eran de origen edomita, paganos convertidos al judaísmo


  • «HJ, Segundo período, tercera época, capítulo 13». Consultado el 3 de abril de 2009.


  • « Histoire des Juifs en France (HJF)», primera parte, capítulo 1, véase Bibliografía


  • Michel Mayer-Crémieux. «Nos cousins les Juifs du Pape». Consultado el 28 de octubre de 2007.


  • Responsum 29491 de cheela.org


  • «Enciclopedia Judía (EJ), Época gálica-romana». Consultado el 3 de abril de 2009.


  • Béatrice Philippe, « Être juif dans la société française» (EJSF), Des origines à l'an 1000


  • Wikisource, ed. (1836). «Nouvelles Lettres sur l’histoire de France». Consultado el 3 de abril de 2009.


  • Cf. Henri Pirenne - « Mahomet et Charlemagne», editado por Cégep de Chicoutimis, en especial, pp. 52-57


  • Enciclopedia judía. «EJ, Bajo Carlomagno» (en inglés). Consultado el 8 de abril de 2009.


  • Histoire des Juifs.com (ed.). «De 633 à 1096» (en inglés). Consultado el 8 de abril de 2009.


  • «EJ, "King of the Jews" at Narbonne» (en inglés). Consultado el 8 de abril de 2009.


  • Lévy, Alfred. «EJ, Agobard» (en inglés). Encicopledia judía. Consultado el 8 de abril de 2009.


  • «EJ, Agobard's Account» (en inglés). Consultado el 8 de abril de 2009.


  • Henri
    Pirenne destaca que los intercambios entre Occidente y Oriente
    disminuyeron fuertemente desde inicios de la presencia sarracena en el Mediterráneo occidental en el siglo VIII y que productos orientales, tales como el oro, la seda, la pimienta y el papiro, desaparecieron prácticamente bajo la dinastia carolingia.


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